lunes, 13 de diciembre de 2004

Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez

 Crónica de una Muerte Anunciada
Autor:
Gabriel García Márquez
RBA Editores
126 pp



Argumento

A Santiago Nasar lo van a matar y todo el mundo lo sabe...

Comentario

Extraordinaria novela del autor de Cien años de soledad, que destaca, sobre todo, por su técnica narrativa admirable. 

Desde el inicio, y pese a saberse cuál es el final, que se anuncia en la primera frase, se mantiene admirablemente la intriga. Si ya es difícil lograr esto en una novela normal, solo una persona muy avezada en la literatura es capaz de tener al lector pendiente de la historia, sabiéndose de antemano cómo terminará. Pero no se trata de una historia desarrollada en un mero flashback. A lo largo de la narración, se van intercalando el punto de vista del narrador, un amigo de la víctima, con los recuerdos de otros testigos, que nos van desvelando poco a poco las razones del crimen y su desarrollo.

Se trata de un asesinato por honor, que, curiosamente los propios autores no quieren realizar. Yo creo que lo que narra Gabriel GM es un crimen colectivo aunque sean solo dos los que lo ejecutan. Todo el pueblo es cómplice, pues conociendo lo que se avecina y pese a los avisos e intentos de los amigos de Santiago de parar lo inevitable, nada se hace. Un relato fatalista, donde los asesinos van contando a todo el mundo sus planes, con la esperanza de que alguien los detenga, pero la fuerza del honor, entendido casi como un deber público, podrá más.

Es una novela corta pero intensa, enmarcada en el universo mítico del autor (se citan personajes y lugares de Cien Años de Soledad), redactada con una técnica casi periodística y una prosa muy depurada y libre de barroquismos y florituras.

Muy recomendable para empezar a conocer la obra del autor.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

El último amor en Constantinopla, de Milorad Pavic


El último amor en Constantinopla (novela de tarot para la adivinación)
Poslednja ljubav u Carigradu. Prirucnik za gatanje
Autor: Milorad Pavic
Editorial:Akal Literaria
Año: 2000
Traducción: Dragana Jelenic
Páginas:175


Argumento:

Me siento incapaz de resumir este libro, así que tomo el texto de contraportada y lo pego aquí: "Con el trasfondo de las guerras napoleónicas, los miembros de dos familias serbias, los Opujic y los Tenecki, van entretejiendo sus destinos en una historia de encuentros y desencuentros que desemboca en Constantinopla. Allí, en la penumbra de la majestuosa iglesia de Santa Sofía, descubrirán al fin el secreto que les ha llevado a recorrer Europa en busca de sí mismos"


Comentario:

Es el primer libro que leo de este autor y la verdad es que no me ha entusiasmado.

En la contraportada se lo califica como novela-tarot, y precisamente es su estructura, basada en los arcanos mayores del tarot lo más llamativo de todo.

Cada uno de los capítulos lleva el título de uno de los arcanos: la papisa, el mago, el mundo, el emperador, etc... y una reproducción de la carta correspondiente. Esos títulos no están puestos al azar, ya que lo que acontece en el capítulo tiene una relación íntima con ellos, a veces demasiado obvia, otras veces, más sutil.

Como temas recurrentes del libro están el sexo, el amor, la guerra, la venganza, la magia, los fantasmas, pero tratados de una forma demasiado simbólica como para que nadie pueda sentirse ni identificado ni le importe el devenir de los personajes. Estos, por su parte, van viviendo una serie de encuentros extraños en torres abandonadas, posadas, etc, que resultan muy difíciles de entender. No parece que la intención del autor haya sido la de contar una historia o, más bien, que no era la historia lo que más le interesaba.

La prosa es lírica y simbólica, surrealista, pero llevada a un extremo exagerado que te hace perder el hilo.

Voy a reproducir un fragmento del libro:
"-¿Pues sabes cómo me casé yo? Una noche me mordí la lengua cuando dormía. Otra noche, también, y ya tenía una herida en la lengua. Me pregunté, ¿qué es lo que hablo por la noche cuando me muerdo la lengua de ese modo? Rastreé en mi mente todas las palabras que conozco y... ¡la encontré! Encontré la única palabra que se ajustaba a esa herida en la lengua como la vaina al sable. "¡Trieste!", grité, y me fui volando en el primer carruaje, derecha hacia aquí y a los brazos de Haralampije Opujic. Lo recuerdo comi si fuera hoy. Lo conocí en una fiesta y quise bailar con él. Las muchachas me dijeron que no estaba libre. "¿Cómo que no está libre?", pregunté. Ellas se rieron, me llevaron hasta un ventanuco y me dijeron que echara un vistazo. Me asomé y allí estaba Haralampije, encerrado en una habitación con un oso vivo, y cuando lo mató con el cuchillo, el oso, en su agonía, se le meó encima."


Se trata de un relato difícil de entender y que casi ni me atrevo a comentar, dado que no creo que mi mente y conocimientos estén a la altura. He creido entender ciertos juegos psicoanalíticos, cierta rivalidad entre un padre, ganador de mil batallas, muy viril, y un hijo, condenado a ser "el hijo del vencedor", que nunca poseerá el mundo. Y una extraña lucha de sexos, en la cual las mujeres tratan de aliviar la dureza de los conceptos masculinos como "honor" que obligan a los hombres de la historia a buscarse a lo largo de ella para realizar actos de "venganza" por crímenes realizados a sus padres y que ellos cargan a sus espaldas. La rivalidad de los Tenecki y los Opulic queda así curada por mediación de una mujer, perteneciente a una de las familias rivales.

De todas formas, el relato no es claro, se presta a múltiples intepretaciones y quizás otros lectores lean algo diferente en las mismas líneas.

Recalco lo de la interpretación porque se trata, como en el mismo subtítulo dice, de una novela "de tarot para la adivinación"

Al final del libro explica cómo se debe leer. Hay dos manera: una, la tradicional, siguiendo el orden normal de los capítulos;y la otra, siguiendo algunas de las clásicas tiradas de tarot (La gran triada, la cruz celta, la cruz mágica, etc). Esta estructura-juego me ha recordado a la de Rayuela, que también tenía órdenes de lectura alternativos. Pero la novela de Pavic va más allá. Se dice que "el libro, convertido en un manual de adivinación, cobra vida propia, ofreciendo al lector la posibilidad de interpretarlo en relación con su propia vida".

El mismo autor ya había experimentado con otras estructuras novedosas, como la novela-léxico del Diccionario Jázaro, la novela - crucigrama, de Paisaje pintado con té y la novela - clepsidra de El interior del viento.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

El salón de ámbar, de Matilde Asensi

El salón de ámbar
Matilde Asensi

Versión e-book



Argumento

Un grupo internacional de ladrones de arte busca el mítico Salón de Ámbar robado por los nazis y en paradero desconocido desde la II Guerra Mundial...


Comentario


El grupo de Ajedrez que se dedica a robar y falsificar obras de arte más parece un grupo de juego de Rol que un equipo auténtico de ladrones. Se reunen en un chat para organizar sus golpes, cosa que Asensi se encarga bien de recalcar, contándonos con pelos y señales como se conectan, las claves en chino mandarín que usan, las vueltas que dan para llegar a la sala, pasando por Pernambuco y la Cochinchina. Y no se conforma con decirlo una vez, no. Hasta nos explica, por si no lo sabemos lo que es el IRC.

"Así que a las cuatro menos cinco estaba sentada de nuevo frente al ordenador, con otra taza de café junto al teclado y un cigarrillo nervioso entre los dedos, conectando con mi servidor de Internet y cargando el programa para acceder al IRC. Una vez que el servidor me dio paso, entré en la red a través de Noruega, por Undernet-Oslo, y redireccioné por Toronto, Canadá., y luego por Auckland, Nueva Zelanda, cambiando de identificación para eludir posibles rastreos. Convenientemente camuflada, solicité una lista de canales abiertos y, en la interminable serie de nombres que aparecieron en mi pantalla por orden alfabético, encontré #Chess con facilidad. Pinchando dos veces sobre él con el botón izquierdo del ratón, entré en una sala blanca y vacía, en el centro de la cual un recuadro parpadeante me pedía la contraseña de acceso (el pass-word o pass). Tecleé «Golem», pulsé intro, y la imagen cambió: la sala blanca y vacía se llenó de líneas de colores que ascendían por mi pantalla con mensajes de bienvenida en los seis idiomas de los integrantes del Grupo de Ajedrez: "

"A la hora convenida, envuelta en el albornoz y secándome el pelo con la toalla, ocupé de nuevo el sillón y me conecté al IRC. El servidor me dio paso a la primera (me costaba una fortuna al año la dichosa conexión) y, como siempre, entré en Undernet dando una pequeña vuelta por el mundo y cam biando continuamente de identificación. Aquel día utilicé un redireccionador que pasaba por Pensacola y Singapur, y llegué a #Chess con mis falsos datos en alfabeto mandarín. Tuve que cambiar la configuración del programa para poder escribir «Govinda» en alfabeto latino sin bloquear el ordenador." Sí, como siempre, tú lo has dicho.

Cada uno de los miembros del club lleva el nombre de una pieza del juego de ajedrez en su propio idioma (Peón, Roi, läufer, Rook, Donna, Cavallo...) aunque si lo analizamos bien esto no tiene ningún significado dentro de la novela y algunos de ellos ni intervienen en la trama. Como es lógico todos son expertos en un campo: Läufer es el superhacker que te manda un troyano un día y ya te controla el ordenador, entra en los sistemas de empresas e instituciones oficiales como quien abre una lata de sardinas (pero en menos tiempo) y escribe en los chats con mayúsculas (demostración de que es graciosísimo y tiene una acusada personalidad); Roi es el príncipe francés amigo de la familia de la protagonista y su protector (o sea, que tiene todas las papeletas para ser el "malo" como luego se demuestra), que les ordena las misiones, el jefe; Peón es la protagonista, la Lara Croft española que embutida en su traje negro y ajustado entra en un castillo al estilo Misión imposible mientras sus hormonas se agitan por el amor de Cavallo, el portugués (guapo y maravilloso, según descripción de Asensi, profunda como siempre al caracterizar a sus personajes), y así sucesivamente.

("Láufer -o Heinz- era la simbiosis perfecta de dos naturalezas contrapuestas, como si existieran dos hombres distintos dentro de él: uno, cercano a los cuarenta años, apuesto, encantador, responsable e inteligente, y otro, en plena adolescencia, gamberro, temerario y petrificado en una suerte de eterna y falsa juventud, con su greñuda melena rubia, su cazadora de cuero negro, sus deportivas viejas y sus vaqueros gastados. Hacía ostentación de riqueza en las cosas exteriores (el Mercedes-Benz, el móvil Iridium, el increíble ramo de flores que me entregó cuando descendí del avión, etc.), pero luego exhibía una profunda campechanía en sus gustos personales:"

Asensi debe de tener algún tipo de trauma con las monjas/monjes y el estamento eclesial en general, ya que es rara la novela en la que no mencione algún personaje relacionado con la Iglesia. En este la vemos rizar el rizo. La protagonista tiene una tía que se metió a monja y le tiene alquilada una celda del convento para que allí deposite el producto de sus robos. Real como la vida misma, Asensi añade que la monja encima la chantajea y le saca el dinero ("aquella arpía había estado extorsionando a mi padre durante años y ahora me extorsionaba sin piedad a mí"). ¿Qué grupo de robo internacional iba a permitir eso? Lo lógico sería pensar que buscarían un lugar mucho más seguro, con gente de confianza, no con alguien que te chantajea. 

Pues nada, que Roi les encarga robar un cuadro en un castillo alemán, lleno de obras de arte, muy mono todo rodeado de agua, al que se accede por un puente de diez metros, y que está protegido por dos feroces rottweileres, y para allá que se va Lara, después, eso sí, de tomar unas copitas con Laufer.

"Era impresionante. Toda una fortaleza medieval construida sobre un islote cercano a la ribera, unido a ésta por un largo puente que yo iba a atravesar velozmente al cabo de un minuto. Láufer apagó los faros y, a oscuras, aparcó el coche tras unos árboles cercanos que lo ocultaban completamente de la carretera. Mi atemorizado compañero, poco habituado a este tipo de correrías nocturnas, me ayudó a sacar el pequeño equipaje del maletero y se quedó inmóvil, contemplándome, mientras yo llevaba a cabo los rápidos y habituales preparativos: me quité la chaqueta y la blusa, y luego los pantalones, quedándome sólo con una ajustada prenda de malla, ligera y flexible, sobre la que me puse un traje isotérmico de color negro como los que utilizan los marineros para mantener el calor del cuerpo en caso de naufragio en aguas frías. El traje, ceñido como una segunda piel, aunque extraordinariamente cómodo, me cubría todo el cuerpo, excepto las manos y la cabeza.
-Nunca me hubiera imaginado... -susurró entonces Láufer desde la oscuridad-. ¿Esto lo haces siempre, Ana? Quiero decir... ¿siempre te vistes igual y todo eso?
-Siempre -le respondí, recogiéndome cuidadosamente el pelo con un apretado gorro de goma negra-. El traje no sólo me protege del frío exterior sino que impide que el calor de mi cuerpo dispare los sensores de infrarrojos. Las personas emitimos una radiación térmica equivalente a la de una bombilla incandescente de unos quinientos vatios, ¿lo sabías? Si el cinturón de sensores de la muralla detecta cualquier emisión de calor en las almenas, las alarmas se dispararán y tú y yo acabaremos pa-sando la noche en la cárcel.
-Tu traje me parece precioso, Ana, de veras. No te lo quites."



En menos de cinco páginas ya está el cuadro robado y en la celda de la monja. Esto es efectividad y lo demás son bromas.

Pero hete aquí que la superinteligente Lara descubre que hay otro lienzo pegado al primero. Oh, sorpresa, que hay tres palabras raras en él: El Salón de Ambar está en cierto edificio de Weimar. Con estas explicaciones tan detalladas ya organizan una operación para recuperar el tesoro. Läufer ha averiguado que los nazis robaron obras de arte cuando la guerra, entre ellas El Salón Ambar, así que tiene que estar allí, en Weimar, en un sistema de galerías que un ingeniero ya había descubierto durante unas obras, pero sin que se tomara la molestia de investigar un poco

"BUENO, PUES ESTE HOMBRE HABÍA BAJADO A LAS CANALIZACIONES SITUADAS BAJO EL ANTIGUO GAUFORUM POR UN PROBLEMA EN EL SUMINISTRO DE AGUA DE LA CIUDAD Y SE ENCONTRÓ CON UN AUTÉNTICO LABERINTO DE GALERÍAS: MUROS DOBLES, PASILLOS TAPIADOS, TUBOS DE DISTRIBUCIÓN SIN PRINCIPIO NI FIN, PLANCHAS METÁLICAS DE PROTECCIÓN, HUECOS ABSURDOS, TECHOS FALSOS... RECORRER AQUEL DÉDALO LE LLEVÓ VARIOS DÍAS Y QUEDÓ CONVENCIDO DE QUE NO HABÍA PODIDO EXAMINARLO TODO. ESTE INGENIERO MENCIONABA DE PASADA EN SU INFORME QUE AQUELLAS GALERÍAS HABÍAN SIDO CONSTRUIDAS DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL...".

Como Roi tiene 75 años y según él es demasiado viejo para esa expedición, Lara y el Cavallo se apuntan a la fiesta. Naturalmente, el portugués es incluido para que la prota dé rienda suelta a su romanticismo exacerbado y adolescente (aunque es una treintañera).  Además, él tiene una hija supercerebrito que en un solo día te baja de internet todos los planos de la ciudad de Weimar, te los organiza y te hace un programa complejísmo, solo para ayudar a papá en sus latrocinios. En este punto ya no sabes si reír o llorar. Aunque comparando con los pensamientos de la protagonista sobre su guapísimo novio... 

Pues Peón y Caballo llegan a Weimar y ven una alcantarilla. Venga, esa misma, que es la que está más cerca del edificio. Y menos mal que van preparados con ordenadores, móviles, comida para no se cuantos días, y trajes especiales, que si no... porque vagando por los tunelitos se tiran doce días, hasta que la niña supercerebrito con la que se comunican por el portátil les dice que hay una galería en forma de cruz gamada (--«Como tengo mucho tiempo libre he escrito un programa para seguir vuestra ruta y saber dónde estáis...»). Si no llega a ser por la niña ahí se nos hacen viejos y procrean.

"-¿Qué hacemos aquí? -me preguntó en un susurro.
-Buscamos un Salón de Ámbar robado por los nazis, ¿te acuerdas?
-De lo único que me acuerdo es de las veces que hemos hecho el amor.
Reí quedamente.
-Es un buen pensamiento-observé-. ¡Prepárate para cuando salgamos de aquí! Voy a terminar contigo.
"


El final es chapuza total, no hay por donde cogerlo, la puntilla de un texto flojísimo a todos los niveles, cuya característica principal es la ingenuidad. Asensi abusa de las referencias a las nuevas tecnologías, que se ve que le fascinan, porque hasta lo más cotidiano (IRC, jpeg) le sorprende y lo explica como si fuera lo último de lo último (aunque no tardará en quedar desfasado). Mis conocimientos sobre informática son bastante pobres, pero según he leído (si no es correcto, decidmelo) para instalar un troyano en un sistema se necesita la colaboración de la víctima, ya sea al abrir un email o bajar un programa o pinchar en algún sitio. Y eso de hacer programas complejos en un día añadiendo gráficos como planos y mapas lo veo complicadillo. Ya cuesta hacer una web, como para programar algo así en tan poco tiempo.

"-Los mapas y el plano de Weimar. Los bajó anoche de Internet suponiendo que hoy nos harían falta y, por lo visto, ha mejorado la resolución y ha hecho un programita, un pequeño motor de búsqueda, para que nos resulte más fácil localizar nuestra ubicación y la zona que queramos estudiar.
-He reunido los datos de varios tipos de mapas -explicó Amalia con voz firme-, de manera que tenéis una gran cantidad de información disponible pinchando con el ratón ó introduciendo el nombre o parte del nombre de lo que buscáis. Además, te da la mejor ruta para llegar a un punto si le indicas dónde te encuentras. Sonreí y me acerqué a ella."


Sin duda, contar historias de amor no es el fuerte de Asensi. Sus personajes siempre se dan cuenta de repente de que están enamoradas. No se aprecia la evolución de un romance, ni nada. No hay descripciones interiores de los personajes, solo son guapos y maravillosos, pero carentes de atractivo o carisma.

"Siempre me gustaba volver a ver a Cávalo. Para mí era uno de esos hombres tranquilos y exquisitamente educados al lado de los cuales puedes sentir que el mundo tiene sentido aunque en realidad no lo tenga. De ojos profundamente oscuros y alegres, alto y deportivo, siempre bien afeitado y bien peinado el espeso cabello gris, José era un hombre muy apetecible que, sin embargo, conforme a las normas del Grupo, no estaba a mi alcance"

"Yo le contemplaba con atención mientras él se esforzaba en explicarme algo razonable y, del mismo modo, también yo me sentía minuciosamente observada cuando me tocaba el turno de hablar. Ambos sonreíamos mucho y se notaba a la legua que estábamos haciendo el tonto de una forma escandalosa. Pero, por suerte, sólo lo habíamos notado él y yo. "

"José tenía los ojos oscuros, de una oscuridad estriada de miel, y pensé, sintiéndolos sobre mí, que eran los ojos más bonitos que había visto en mi vida y que, por despertarme alguna mañana junto a esos ojos, sería capaz de cualquier locura. Me sentía tan atraída por ese hombre que sólo me faltaba un paso para reconocer que estaba enamorada. ¿Estaba enamorada...? ¡Por supuesto! ¿A quién trataba de engañar? Casi se me paró el corazón cuando descubrí mis propios sentimientos mientras sonreía como una tonta y clavaba los dedos sobre el cristal de mi copa. ¡Claro!, pensé, ¡claro que estaba enamorada! Siempre había estado enamorada, pero la distancia, la prohibición de Roi, mi forma de vida.... todo se había confabulado para impedirme reconocer la verdad. Sin embargo, habían bastado unas cuantas horas junto a él en su propio mundo para descorchar la estúpida botella de mis sentimientos. Estúpida, sí, estúpida, porque, ahora ¿qué iba a hacer? Ya no tenía escapatoria."

Algunas reflexiones profundas sobre las matanzas nazis:

"¡Cuatro millones de muertes! Sin contar a los trabajadores forzados, muertos también de enfermedades, accidentes e inanición. Si cada uno de aquellos pobres seres fuera, por ejemplo, una peseta, y pusiéramos cuatro millones de pesetas, en monedas, en una habitación, el volumen sería impresionante. "

Reflexiones sobre la pareja:

"Lo bueno de tener pareja es que, cuando estás enferma, recibes no sólo los cuidados higiénico-sanitarios que cualquier familiar (o cualquier vieja criada pesada y empalagosa) puede proporcionarte, sino los mimos y la ternura que te hacen sentir como una verdadera reina de Saba... "

Laufer está en todo:

"Mi capacidad de sorpresa estaba ya tan alterada que un poco más de emoción no hizo variar el alto nivel de adrenalina que corría por mis venas mientras leía, uno tras otro, los documentos enviados por Láufer (quien, por fortuna, había tenido la delicadeza de pasarlos previamente por el traductor automático de ruso)"

(Y como todos sabemos, los traductores automáticos son tan precisos... )

Podría poner más cosas, pero sería repetir el libro entero.

Lo peor es que sugiere que podría haber más aventuras del inefable grupo. Por suerte, Asensi no ha cumplido con la amenaza de momento.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

La caverna de las ideas, de José Carlos Somoza

 La caverna de las ideas
José Carlos Somoza
Editorial Alfaguara
432 páginas

 

Argumento

Unos crueles asesinatos de jóvenes tienen lugar en la Atenas de Platón. Diágoras, miembro de la Academia platónica contrata al Descifrador de Enigmas, Hércules Póntor para que averigüe quién ha matado a un joven discípulo suyo, mutilándolo y arrancándole el corazón. Hércules pone en marcha su investigación. Al mismo tiempo, el traductor de la novela de Hércules empieza a observar inquietantes mensajes ocultos en el texto, y poco a poco le entran sospechas de que la muerte del anterior traductor, un tal Montalo, tiene que ver con lo que ocurre en ella...

Comentario

No se puede negar que Somoza tiene imaginación y ganas de no hacer lo mismo de siempre, sobre todo a nivel de la estructura de la novela. Se trata de un relato que contiene a otro que a su vez es otro relato con un significado filosófico, como en un juego de cajas chinas. 

El relato del traductor se introduce a través de las notas al pie, donde vamos asistiendo a las crecientes dudas y sospechas del personaje, que cree ver en la novela imágenes que se repiten a fin de resaltar un mensaje oculto que tiene como clave los doce trabajos de Hércules (eidesis). Quizás las primeras notas del traductor resultan monótonas y repetitivas en su afán por demostrarnos que hay algo oculto en el primer texto, y su historia no es todo lo poderosa que debería haber sido, aunque cuando llegas al final y comprendes la naturaleza de ese “traductor”, en realidad un artificio de otro autor totalmente distinto que incluso está presente en el primer libro, el de Hércules, te parece más justificado todo. 

El final es sorprendente y muy metaliterario. De todas formas, creo que le sobran algunas páginas de la investigación de Hércules Póntor, y le faltan de la del Traductor, lo que no quita que no sea muy original.

Está escrito con sencillez en cuanto a prosa. Se lee fácil pero no es un texto complaciente en el sentido de ser una especie de demostración filosófica, con la teoría de las ideas y el mito de la caverna como telón de fondo.

Quizás algunos lectores pueden sentirse defraudado con la conclusión de la novela. Ese tipo de finales en los que se revela que todo no ha sido más que un sueño o una ficción, un juego. A mí sí me ha gustado, aunque podría haber sido incluso más ambicioso el autor. Viendo lo que hay últimamente, esta novela resalta. 

También en el otro libro de Somoza que leí “La dama número trece” se apreciaba ese navegar entre dos aguas, entre la literatura comercial y sus exigencias y el deseo de ir más allá. Puede decirse que Somoza es representante de un tipo de literatura comercial de “calidad” que no se da con frecuencia en nuestro país. 

Creo que leeré más obras de este autor.


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La defensa, de Vladimir Nabokov

La Defensa
Vladimir Nabokov
Traductor: Sergio Pitol
Ed. Anagrama
256 pgs



Argumento

A lo largo del libro se nos narra la vida de Luzhin, un genio del ajedrez, que vive para ese juego, es su vida entera. Cuando durante una partida con Turati, otro genio, sufre un ataque con alucinaciones, los médicos le prescriben que se aleje totalmente de él, al cual achacan su inestabilidad mental. Entonces deberá luchar contra su instinto de jugar y someterse a los convencionalismos, sobre todo el del matrimonio.

Comentario

Los personajes están muy bien descritos, en especial el protagonista, su esposa y la madre de ésta, que se muestra bastante hostil al yerno. A ella pertenecen los diálogos que más me han gustado. También se detiene el autor en el padre de Luzhin y en su rivalidad con él, una relación tensa. El personaje principal, bastante raro, no es muy emotivo ni efusivo, provocando en el lector sentimientos contrapuestos.

La novela se centra quizás demasiado en la infancia del protagonista, a la que el autor dedica un gran número de páginas que no aportan mucho a la descripción del personaje. Bueno, sí vemos la relación con el padre, esa rivalidad, y también sus problemas con los compañeros. Pero creo que ahí debería haber estado más contenido. La parte más dramática ocurre cuando en medio de su enfrentamiento con Turati, sufre un colapso. El hecho de no poder jugar al ajedrez le obliga a organizar una “defensa” contra la vida que le toca vivir a partir de entonces, que fracasará y le abocará a un final trágico, bastante sorprendente.

Este libro puede interpretarse como una especie de metáfora de propia vida planteada como una partida de ajedrez. Nabokov continúa fiel a su estilo, aunque a mí me ha parecido una obra menor comparada con “Ada o el ardor” o “Pálido Fuego”, novelas “más ambiciosas” o “difíciles”. Creo que fue una de sus primeras obras. El fuerte de Nabokov son esos diálogos tan naturales y aparentemente banales que sin embargo transmiten sensación de vida, al igual que las descripciones, a veces en exceso detalladas. El humor fino y el drama se entremezclan de una forma muy natural. La prosa es clara y menos elaborada, y no hay elementos fantásticos, como por ejemplo en “Ada...”. En tono es tirando a dramático a pesar de algunos apuntes, breves, de humor. Hay alguna elipsis narrativa muy lograda, como la de la muerte de la madre.

Podemos observar que aparecen elementos típicos de otras novelas posteriores del autor, como el exilio ruso, el ajedrez, etc, aunque siendo una novela breve no lo desarrolla demasiado. Es una novela más bien de “personaje”, que se centra en la psicología inestable de Luzhin y en su incapacidad de afrontar la vida.

Por si os da pereza leer el libro y os interesa el tema hay una película sobre el libro protagonizada por John Turturro. Se titula “La defensa de Luzhin”


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