jueves, 17 de noviembre de 2005

El manuscrito del Santo Sepulcro, de Jacques Neirynck

 El manuscrito del Santo Sepulcro
Le manuscrit du Saint-Sépulcre
Jacques Neirynck
Traducción de José Manuel López Vidal
Círculo de Lectores
345pp 

 
Argumento:

El doctor Theo de Fully, suizo y católico, data como medieval un trozo de la Sábana Santa de Turín con el método del Carbono 14. Sin embargo, pese a lo irrefutable del método científico, que él expone a sus hermanos, la doctora Colombe de Fully, experta en tratamientos psicólogicos a los moribundos, y el cardenal Emmanuel de Fully, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sigue creyendo que hay algo de extraordinario en el sudario y continúa sus investigaciones. Paralelamente, se le plantean dudas relacionadas con el dogma católico centradas en la realidad o no de la Resurrección, entre otras...

Comentario:

Cuando empecé a leer este libro pensé que sería algo así como el Código da Vinci a la francesa (o a la belga, mejor dicho) pero nada más lejos.

Esta es una novela muy parca en aventuras y peripecias. A decir verdad, dejando aparte una excavación que solo se cita, no hay nada en él que pueda enmarcarlo en ese género literario. Diría que se trata más bien de tomar el estudio de una reliquia como la Sábana Santa como excusa para plantearse preguntas de mayor calado, que lógicamente, tienen más interés para un católico que para un ateo: el dogma de la Resurrección, central en el cristianismo, por ejemplo; la fe, el miedo a la muerte y cómo afrontarla; la Iglesia y sus jerarquías...

El autor demuestra grandes conocimientos tanto en el asunto de la datación cronológica como en lo relacionado con la religión. Su erudición no parece "sacada de google" como la de Dan Brown, o de cultura de "trivial" (de hecho Neirynck ha escrito tratados sobre electricidad y varios libros científicos). Se nota que conoce bien de qué habla cuando menciona cuestiones teológicas y dogmáticas, expuestas, no obstante, con sencillez, pero con profundidad.

El libro puede resultar de interés para quien sienta curiosidad sobre las diversas teorías acerca de la muerte (y resurrección) de Jesús, su familia, citadas en los Evangelios y otros textos apócrifos; también está bien documentado sobre la Sábana Santa, aunque, repito, la mención de esta reliquia es una mera excusa para otros temas.

Comparando con la obra de Julia Navarro "La Hermandad de la Sábana Santa", este libro de Jacques Neirynck sale ganando por goleada, no solo porque está mejor escrito (cosa que es bastante fácil), sino porque todo lo que se cuenta en él (o casi todo) resulta verosímil y coherente.

No es una obra de "divulgación", sino más bien "filosófica", si se puede usar este término con una novela así.

Theo de Fully y sus hermanos representan diversos modos de afrontar la fe católica, cada uno desde un ámbito. Theo es el científico super-racional que ha negado durante toda su vida el cuerpo, los sentidos, los placeres, etc, y se ha refugiado en la ciencia como modo de salvación; Colombe es una mujer que va más hacia el sentimiento, el ayudar a los demás a superar el trance de la muerte, y que, aunque casta y pura en la mayor parte de su existencia, tiene algunas debilidades carnales; y Emmanuel, que representa a la jerarquía de la Iglesia, y un motivo de contradicción, puesto que padece de una enfermedad degenerativa para cuya cura se exigen células sacadas de embriones abortados...

Estos personajes, lejos de mostrar actitudes heroicas, se muestran con sus defectos y sus dudas, sobre todo en lo tocante a la religión de la que son devotos. Hay un cierto sentido crítico con la jerarquía eclesiastica y con ciertos dogmas que no consideran "importantes" en el esencia del cristianismo. Pero este criticismo es más bien reformista que desmitificador.

El final, donde un Papa hace un discurso "revolucionario", y hasta cierto punto sorpresivo, más que demoler las bases de la Iglesia tiende a su afianzamiento, pero desde una nueva visión. El autor parece favorable a una apertura del catolicismo (Colombe da la visión femenina o feminista, y casi "new age", cuando habla de las experiencias cercanas a la muerte, la naturaleza del "infierno", etc).

En resumen, una novela que podría engañar sobre su contenido, pues no son aventuras banales sino más bien una reflexión sobre la religión (y también sobre cuestiones como el sentido de la vida, la muerte, etc), desde el punto de vista de un fiel que usa la ciencia y la lógica, y que tiene dudas normales en todo ser humano; no es desde luego un fanático, como ninguno de los personajes. A quien le haya gustado "El último Catón", "El Código Da Vinci", "La hermandad de la sábana Santa" y otras hierbas similares esta novela le va a parecer lenta y "sin argumento", ya que, para colmo, el autor se centra mucho en las vidas personales de los tres hermanos, desviándose de la investigación, que ocupa una parte muy breve de la historia.

Aunque literariamente no es una maravilla, como novela tiene más entidad que los ejemplos anteriormente citados.

Como curiosidad la presencia en el libro de un personaje que pasa de ser Prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe a Papa, como Ratzinger...

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

martes, 1 de noviembre de 2005

Lola, de María de la Pau Janer

 Lola
Maria de la Pau. Janer
Traducción de Margarita Trias Pareja
Planeta, 1999
381 pp


Argumento:

Una mujer, Águeda, regresa a la casa familiar de Mallorca veinte años después de su marcha repentina. Sus primos Pau y Guillem apenas la reconocen como la adolescente que conocieron. Ahora, la casa es un albergue rural donde se alojan varios personajes, un pintor, un actor, su pareja, un amigo, etc, etc... También hay por ahí pululando un jardinero... Y no trata nada más que de esto...

Comentario:

Este libro de la galardonada con el Premio Planeta Maria de la Pau Janer me ha parecido pesadísimo de leer y lleno de errores de construcción, e incluso la traducción deja mucho que desear, ya que aparecen no solo erratas sino incluso faltas como poner "de prisa" en lugar de "deprisa" o el más terrorífico "andara" en lugar de "anduviera".

Se supone que trata de una mujer que regresa a la casa donde se crió con sus primos después de veinte años, pero luego te mete historias paralelas de los huéspedes del albergue que, de momento, te las tragas pensando que tendrán alguna relación con la trama principal. Craso error. Son como un pegote, como si estuvieras leyendo una novela metida dentro de otra sin el menor vínculo, que no hacen más que ocupar páginas y páginas de cómo fulanito conoció a menganita haciendo de estatua de sal en las Ramblas y de como no sé quién le puso los cuernos al marido con su mejor amigo, pero luego resulta que el marido le ponía los cuernos a ella (bueno, entre tanto lío de nombres no me aclaré muy bien, igual no era el marido). Todo eso es perfectamente prescindible por cuanto se trata, en teoría, de la historia intimista-nostálgica de Águeda, aunque el libro se titula Lola.

Y se titula así porque la autora, en el último tercio aproximadamente le da una vuelta de tuerca a la trama y nos revela que Águeda, a la que todos ven un poco "rara" (no la reconocen como la prima) resulta que en verdad no es la chica que conocieron sino la tal Lola, que era amiga suya y se estaba haciendo pasar por ella. La historia de esta sustitución se nos va desgranando de un modo muy torpe, sin que antes se hubiera insinuado, sino más bien se trata de engañar al lector durante todo el rato hasta el "golpe de efecto".

La autora mezcla lo lírico, lo solemne, lo rimbombante y lo ridículo en su prosa, tan pesada e indigesta que leer este libro se hace realmente cuesta arriba, no solo porque no cuenta NADA (no se aprecia progresión dramática de ningún tipo, ni interrelación de los personajes, ni nada) sino porque se enrolla como una persiana con sus discursitos y monólogos, plagados de lugares comunes, frases hechas, vulgaridades varias y vacuidad, "silencios", "complicidades", etc, etc, frases y expresiones que no significan nada, y cuyo objetivo parece solo "hacer bonito" o demostrar que "escribe bien" (eso no es escribir bien, pero bueno). Los diálogos son a veces de risa de tan irreales y acartonados. Pero sería más soportable si hubiera más, porque casi todo es narración, contar y contar, casi siempre cosas improcedentes.

Las historias tanto de Águeda como de Lola son prosaicas y están narradas del mismo modo. La típica chica recogida por la familia de la tía, que sufre abusos por el tío; la otra chica casada con uno con el que poco a poco va desapareciendo la pasión... El estilo de Janer es totalmente explicativo. Nos dice que los personajes son "interesantes" o de cualquier otra manera, pero no lo demuestra. Se tira páginas y páginas tratando de convencerlos de lo maravillosa que es Lola y en realidad, en el libro no hace absolutamente nada que dé a entender que estamos ante una chica especial. Y eso lo hace con todos los personajes. En lugar de mostrárnoslos en "acción" para demostrar su carácter se suelta parrafadas explicativas y mediocres que no hacen más que alargar el libro y hacerte bostezar.

Además, se repite. Expresiones como "poblada de silencios" y similares inundan el texto de un modo que lo ahogan, favoreciendo la sensación de artificialidad y teatralidad.

También se explaya lo suyo contando las historias del primo Guillem, su vida en Alemania, la novia Inge, que luego no tiene tampoco relación con la historia, y lo que es peor, no nos hace ver el personaje, ni su carácter, solo nos aburre soberanamente y contribuye a aumentar la percepción de que estás leyendo un borrador sin pulir más que una novela bien estructura y con el texto ajustado.

En resumen, un rollazo insoportable, aburrido, rimbombante, acartonado, falsamente lírico, superficial, que para mi asombro ha ganado un premio literario, según reza en la portada...

Algunos párrafos de muestra:
Vivían una tregua después de muchas batallas. La experiencia de ocho años de matrimonio y un negocio compartido no había sido sencilla. Su relación nunca fue un camino hacia las estrellas. Ni siquiera una ruta llana y tranquila. Hubo veredas y curvas, un cierto entusiasmo inicial, un proyecto que vinculaba la ambición de ella a las necesidades de él, aquella dependencia mutua que dan los años vividos bajo un mismo techo, y las costumbres compartidas. Una lista suficientemente larga como para garantizar la continuidad de su historia, sobre todo en tiempos de vacas gordas.

Es una historia hecha de costumbres y de complicidades, más supuestas que ciertas. Como ella calla con frecuencia, él debe interpretar sus silencios.



Diálogos artificiales:
-No la marees, hombre, ¿no ves que está cansada? Además, el tiempo casi ha borrado aquellas imágenes. Los albúmes no son más que un nido de polvo.
Águeda responde como si hablara para sí misma.
-¡Hay tantas cosas que debo recuperar durante estos días! Tendré que dosificar los descubrimientos, aunque no sé si es posible ponerles límites.

-Nos engañábamos, Jaume. Hace más de un año que vivo con el corazón cautivo, renuncié a nuestra historia por él. Creía que tenía que agradecerle muchas cosas, pero no era más que una mentira.



Metáforas, comparaciones y expresiones dudosas:
Intuye que se dirán palabras como piedras extraídas de una pedrera polvorienta y que caen haciendo temblar la tierra y produciendo un ruido seco.

Les tiraron una lluvia de arroz, que significa abundancia.

Los parecidos infantiles quedaron reducidos a simples anécdotas que ambos recordaban como si fueran chistes.

Tenía un sueño de pájaro y hormiga, lleno de unos pasos diminutos y de presencias.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.