sábado, 24 de marzo de 2007

Grimpow: el camino invisible, de Rafael Ábalos

 Grimpow: el camino invisible
Rafael Abalos
552 pp
Editorial Montena 


 
Argumento:

En 1313 el joven Grimpow se encuentra un caballero muerto en la nieve, que desaparece misteriosamente. Entre sus pertenencias, una curiosa piedra que termina en su poder. A partir de ahí se inicia una aventura llena de enigmas, descubrimientos, etc


Comentario:

En la contraportada de esta novela se habla de su éxito sin predecentes, incluso antes de ser publicada, lo cual suena un poco a publicidad (sea cierto o no). 

El libro comienza muy lentamente, tanto que durante páginas y páginas no sabes muy bien cómo va a conducirse el argumento. El personaje adquiere "inmediatamente" poderes y tiene intuiciones sobre "la importancia de esa piedra en su destino", que resultan algo molestas, ya que están introducidas sin misterio alguno, de manera muy obvia. El autor explica demasiado y repite cada cierto número de páginas cosas que ya había dicho. Además, las descripciones son algo pobres, y la prosa bastante simple. Por si fuera poco, se consumen más de 500 páginas en una trama que hubiera requerido mucho menos si se hubiera ido al grano. Para mí esto es lo peor, que la trama es simple (no sencilla, sino poco elaborada). Incluso los enigmas en que se sustenta son facilones.

Los personajes, por lo demás, no tienen ninguna dificultad en resolverlos. Sacan unas conclusiones solo con mirarlos en el momento. Aunque a veces, como digo son demasiado tontorrones, mucho anagrama e inversión de palabras... Si tienes un mínimo conocimiento de temas esotéricos o pseudohistóricos detectas enseguida por donde van a ir los tiros (los monstruos de la isla son las gárgolas de Notre-Dame, etc)

Hablando de los personajes... pues son los típicos de un libro de aventuras y para colmo juvenil: no tienen desarrollo ni evolución, ni casi personalidad. Son meros nombres que sustentan un rol. Y como siempre, los malos son muy malos y los buenos son muy buenos.

Y al final, después de tanto envoltorio pseudomedieval (la ambientación deja mucho que desear aunque se disculpa un poco porque se intuye que el autor más bien ha creado su propio mundo, cosa que se ve por los poco comunes nombres que se estilan en la novela y que no permiten una fácil ubicación de los lugares) se infiere que el ésito de este libro se basa en lo de siempre: templarios, griales, la piedra filosofal, enigmas a resolver... Si lo hubiera ambientado en nuestra época teníamos una copia casi fiel del Código Da Vinci o del Último Catón, algo en esa línea, con la diferencia de que esos tienen una estructura narrativa superior.

Dejo un párrafo especialmente dedicado a despotricar del desenlace: tanto enigma, tanto ir de aquí para allá, y al final todo se desinfla como un globo. El "misterio" no está a la altura de lo esperado. Es como si el autor no hubiera sabido ir más allá de los libros que ha leido para documentarse (los de Charpentier supongo, sobre los misterios de la catedral de Chartres) Es muy insatisfactorio.

No me ha gustado mucho. Es más, tardé días y días en terminarlo porque no podía con él. No fue capaz de engancharme en ningún momento. Una novelita menor para pasar el rato sin complicaciones, de nivel bajo (lo comparan con "El nombre de la Rosa", no sé dónde ven ellos los parecidos ¿en qué hay un monje ciego en un monasterio?  Claro que también la comparan con "El señor de los anillos", y solo hay un par de puntos en común, como el destino de los portadores de la piedra, similar al destino de los portadores del anillo, y el hecho de que todo el mundo se movilice para lograr la piedra. El parecido que le buscan con Harry Potter lo veo aún menos acertado ¿Lo dos hablan de la piedra filosofal y ya por eso se "parecen"?)

En resumen, Harry Potter, El Señor de los Anillos y otras novelas juveniles poseen un acabado narrativo y una estructura mil veces más compleja y elaborada. Esta solo cuenta con la baza de tocar un tema de moda. Así, sin más.


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