viernes, 24 de agosto de 2007

El traje del muerto, de Joe Hill

Heart-Shaped Box (2007) 
Editorial: Punto de lectura
496 páginas
9,99 €
Ebook: 7,99

Argumento:

El músico Judas Coyne recibe un correo electrónico que le comunica la subasta de un fantasma. Lo compra. Cuando recibe el "paquete" comienzan los problemas.

Comentario (con spoilers):

La novela, que se califica como de terror, comienza con la decisión de Jude Coyne, músico talludito que no se encuentra en su mejor momento, de comprarse un fantasma, pues colecciona cosas "raritas", como una película snuff, dibujos de los siete enanitos realizados por el asesino pederasta John Wayne Gacy, etc...

En lo que esperan al fantasma y su correspondiente traje el autor da pequeños apuntes de la personalidad de su protagonista que no le dejan bien parado.

Egoísta y superficial, se destaca su relación con jovencitas de tendencias góticas con edad para ser sus hijas, a quienes prefiere no llamar por sus nombres, sino por los de las ciudades en que nacieron.

Como es de esperar, la actual "víctima" del músico en decadencia, Mary-Beth, a quien él llama Georgia, está locamente enamorada de él, aunque como llevan casi nueve meses juntos no le queda mucho a su lado, ya que Coyne se encarga de ahuyentarlas en cuanto la cosa le huele a exceso de compromiso.

La llegada del fantasma, cómo no, trastorna la plácida vida de Jude quien, de pronto, se encuentra con la venganza de la familia de una ex, Anna, Florida para él, una joven desequilibrada a la que alejó de su lado porque se le hacía pesada.

Durante unos cuantos capítulos el protagonista se enfrenta a las actividades clásicas de un fantasma "juguetón": estancias con temperaturas a punto de congelación, ruidos y olores extraños y desagradables, una radio que nadie ha encendido que se dirige directamente a él, y la visión de un anciano vestido con el traje de marras y unos ojos negros con garabatos en su interior, "tachados"...

Estas escenas resultan inquietantes sólo a veces, perjudicadas por la previsibilidad del comportamiento del fantasma, que no se sale de las convenciones del género, y por la excesiva extensión de algunos pasajes.

Como es de esperar, un personaje prescindible no lo cuenta y Jude decide abandonar su casa en busca de respuestas. La enamoradísima Mary-Beth/Georgia decide ir con él.

La búsqueda del verdadero motivo del envío se convierte en un viaje de descubrimiento y redención en el que Jude y Mary-Beth regresan a sus respectivos y dramáticos pasados familiares en un itinerario que conjuga el retorno físico a sus ciudades de origen con los recuerdos, tanto de infancia como de la historia de Jude con Anna.

La visita de Mary-Beth a su abuela Bammy (¡vaya susto se lleva Coyne cuando se entera de que se llama Alabama!) y la del músico a su progenitor moribundo, junto a la que hacen a Jessica, la mujer que vendió el fantasma, convierten la trama en más y más previsible, además de cambiar, otra vez, el género de la novela.

Durante su periplo los protagonistas se reconcilian con el pasado, y Jude (antes Justin) sufre una transformación radical en sus relaciones con las mujeres que culmina cuando comienza a referirse a su acompañante como Mary-Beth.

Poco a poco, la historia de fantasmas más o menos fantástica se va transformando en una romántica que, tras la traca del enfrentamiento final, aún se alarga varios capítulos para profundizar en los cambios producidos en los protagonistas y culmina con un reencuentro años después que resume lo que ha sido de los personajes.

En resumen, una novela irregular, con prosa sencilla e historia que sólo sorprende cuando cambia de género, entretiene a ratos y se olvida con facilidad.


Enlaces relacionados: 

- Reseña de Cuernos, de Joe Hill, en este blog

- Web de Joe Hill, en inglés


Curiosidades:


- El título original, 'Heart Shaped Box', coincide con el de una canción de "Nirvana".


*** T ***

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martes, 21 de agosto de 2007

Ácido Sulfúrico, de Amélie Nothomb


ImagenAcide sulfurique
Amélie Nothomb
Editorial Anagrama
Barcelona, 2007
167 páginas
Traductor: Sergi Pàmies



Argumento:

Pannonique es secuestrada junto con un montón de personas más para que participe en un peculiar reality show titulado "Concentración", que simula las condiciones de un campo de concentración, pero estilo Gran Hermano, donde las nominaciones conducen no a la expulsión, sino a la muerte. El programa es un éxito de audiencia. Ante las presiones de la carcelera (o Kapo) Zedna, que desea a Pannonique, esta opta por mostrarse digna y no ceder, aunque eso perjudique a sus compañeros...

Comentario:

Como no es el primer libro de Amelie Nothomb que leo, puedo hacer comparaciones con los anteriores. En líneas generales me ha parecido más flojo, tanto literaria como ideológicamente. También parece que se desmarca un poco (pero solo un poco) de su estructura habitual, de la que conserva ese duelo "interpretativo" entre dos personajes.

Nothomb es muy obvia en sus pretensiones. El libro es una dura denuncia de la telebasura, especialmente de los reality - shows estilo Gran Hermano, al que lleva al límite (hay torturas en directo, nominaciones para la muerte, inanición en los prisioneros). Lo malo es que es tan evidente que el texto pierde mucha fuerza. No hay nada de sugerencia, ni de sutilidad... Ella va a saco, y a lo bestia, exagerando la esencia del concurso para poner en evidencia la hipocresía social. Para Nothomb el culpable es sin duda el público, aunque por boca de algunos de los personajes se apunten otros culpables. Pero en este libro no hay inocentes.

Algo que me gusta de la autora, es que incluso los personajes más positivos como Pannonique, encierran un lado oscuro o, como poco, moralmente discutible. Se plantean dudas morales clásicas, como la de cómo actuar ante una situación extrema similar a la descrita, si es mejor ceder a un chantaje (en este caso le bastaría con acostarse con la carcelera que está enamorada de ella, y que a cambio le daría comida, etc) que ayude a la mayoría (de la comida se beneficiarían también sus compañeros), o mantener la dignidad (aunque eso suponga la muerte). Pannonique opta por la dignidad a toda costa, que parece ser también la opción de la autora. El resto de personajes apoya o cuestiona esta decisión.

La descripción de personajes es algo breve. Digamos que solo hay un par que están descritos con cierta profundidad, y son Pannonique y Zedna. La primera es una joven bella, inteligente, culta y bondadosa; la otra no es muy agraciada, ni inteligente, y se la pinta como algo bruta. Parece una descripción algo maniquea que encaja en roles clásicos (la buena, la mala). Como de costumbre, Nothomb vuelve a recurrir a uno de sus temas habituales: la belleza. En este libro parece que es el don que hace que Pannonique se convierta en la estrella del concurso (donde ya de por sí se seleccionan solo a individuos jóvenes y guapos, salvo excepciones). La crítica de los reality shows es verdaderamente sangrante, y pone el dedo en la llaga sobre la naturaleza del espectáculo. Así Pannonique incluso cuando insulta al público y apela a a su humanidad, lo único que logra es aumentar la audiencia; haga lo que haga, siempre beneficia al programa. Como dice Nothomb es la "ninfa Egeria" (la musa) del público, y eso es así, sobre todo, por su belleza. Así pues asistimos a varias nominaciones donde primero son eliminadas una niña y una vieja; y luego unas chicas cuyo delito era "no destacar". Es obvio que en un concurso de estas características hay que llamar la atención (espectáculo)

Zedna se presenta como una joven poco notable que solo destaca en el marco del concurso. Fuera de él no es nadie. Esto es un símbolo claro de los parásitos mediáticos que nacen de concursos del mismo estilo, y que todos conocemos. Pero es el propio público quien alimenta a los monstruos. En una de las escenas, cuando se decide que sea el propio público desde casa quien decida quien vive y quien muere, se ve el escándalo de los medios de comunicación, e incluso de cierto sector de espectadores: pero la conclusión de Nothomb es demoledora. Incluso los detractores quieren verlo, y sube la audiencia a niveles nunca alcanzados. Es decir, el imperio mediático siempre gana porque toda la sociedad lo sustenta, aunque, en un gesto hipócrita, muchos lo vean con desdén, o no incluyéndose en el grupo de los que siguen el programa.

El discurso narrativo es bastante pesimista a lo largo de toda la novela, salvo en el final, que me ha parecido sumamente precipitado y no muy creíble. Además, parece como de cuento de hadas. Normalmente, Nothomb tiene unos finales mucho más elaborados y con cierta "sorpresa". En este caso se produce una redención casi no buscada, con un tono de esperanza sobre el ser humano.

En resumen, una novela corta (se lee en una tarde), con un estilo sobrio, conciso y algo lapidario en ocasiones, y un tema de mucha actualidad, que no dejará indiferente, pero que parece algo menos enjundiosa en todos los sentidos que otras novelas de la autora. En menor dosis, sigue habiendo un humor negro soterrado, pero menos citas cultas. Es, digamos, más light. Sin embargo, plantea dilemas morales que interesan a todo el mundo.


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sábado, 18 de agosto de 2007

A la deriva, de Alberto Vázquez-Figueroa

Editorial: DeBolsillo
Colección: Best Seller, 69
Biblioteca Autor AV-F: 52
256 páginas
7,95 € 

Argumento:

Dos policías de Lanzarote tienen que investigar el asesinato de un matrimonio de científicos que aseguran haber encontrado el origen de la vida en la Tierra. Se busca al culpable entre el grupo de "sabios" a quienes comunicaron la noticia. Poco después aparece el cadáver de una de estos científicos.

Comentario:

Alberto Vázquez-Figueroa se caracteriza por una prosa sencilla, sin complicaciones, no le da importancia a la técnica, quizá porque escribe más con el corazón que con la mente buscando sólo la mejor manera de transmitir los temas que le preocupan.

Leer que se refiere al policía Antonio Lombardero como "el calvo" o a su compañera Alanis Bermejo como "la diminuta pelirroja" resultan detalles tan simpáticos como las coletillas tipo "reconoció Lombardero con encomiable sinceridad" en sus diferentes variantes, en las que se da hecha la reacción que considera adecuada a las intervenciones de sus protagonistas, a quienes a veces se trata con cierta aspereza y humor sarcástico que apenas ocultan un fondo de enorme ternura.

En esta novela el autor ha optado por el género de misterio para comunicarse, y lo ha hecho utilizando el esquema clásico del género de forma impecable, creando una intriga bien urdida y desarrollada, en ocasiones imprevisible pese a su aparente previsibilidad.

Aunque desde el comienzo se muestra a los científicos que pronto serán degollados, Leonor Salazar y su marido Damián Ojeda, preocupados por la reacción de la sociedad y la profesión a su descubrimiento, también se apunta una duda, la pregunta sobre alguien: "¿Quién…? ¿Él…?", que tras su asesinato señala la posibilidad de otra opción añadida a quienes conocían la investigación y cuyos motivos son de diversos órdenes, desde la envidia/rivalidad profesional hasta el dilema religioso/moral derivado del descubrimiento.

Al final de cada capítulo, acompañando la investigación policial, hay varias páginas en cursiva escritas por un personaje que no revela su nombre a modo de relato/justificación de unos hechos que no menciona con claridad, aunque se dan pistas ambiguas, como la mención de un abogado amigo y la pretensión de explicar algunas decisiones tomadas, en las que el autor intenta, deliberadamente, crear la impresión de que se trata la confesión del asesino de los científicos, aunque puede no serlo...

Este personaje, que puede recordar, al menos superficialmente al protagonista de "La Iguana", en base a sus características físicas y haber pasado parte de su vida alejado de la Humanidad, cuenta su vida en un autoanálisis muy sincero en el que al tiempo que lamenta el rechazo de que es objeto por su apariencia (también recordaría al Ricardo III de Shakespeare) reconoce que él ha hecho lo mismo con personas atractivas, a las que ha considerado incapaces de bondad, mientras opina sobre el drama de los inmigrantes que llegan en pateras, a quienes sale a rescatar en su barco.

Poco a poco, camuflados entre la trama de misterio, aparecen temas recurrentes del autor, que utiliza a sus personajes para expresar opiniones y convicciones propias.

Así, el calvo Lombardero comenta con la pelirroja Bermejo casos reales, como el de "un famoso bailador de flamenco, cuyo nombre no pienso pronunciar jamás", durante cuyo intercambio de opiniones ambos policías resumen los hechos, con sus agravantes, y cuestionan la adecuación de las condenas a los delitos cometidos.

Estos dos personajes, protagonistas centrales de la novela, mantienen conversaciones ingeniosas, divertidas y algo surrealistas, entre las que destacan los comentarios del policía sobre su relación con su esposa Candela, de quien está a punto de separarse porque tras veinte años de feliz unión ella no confió en él lo suficiente como para creer que seguiría amándola y a su lado sin necesidad de papeles, una subtrama que prosigue su desarrollo durante la novela, deparando continuas sorpresas a Alanis Bermejo, quien tiene su propia historia de amor con el surfista Rayco, con quien no quiere casarse y al que da la libertad de tener escarceos con otras…

Durante la investigación van apareciendo otros personajes, relacionados con ese Ramiro Escribano que cuenta su vida en cursiva, cuya misión es presentar y desarrollar otras preocupaciones del autor.

Para ilustrar el tema de la redención y la creencia en las segundas oportunidades, se presenta a Yolanda la peruana (en realidad Fulgencia) es una ex prostituta "rescatada" por el respeto de Escribano, reconvertida en propietaria de un restaurante.

Rubarrak, el muchacho saharahui llegado en patera a quien Ramiro encontró trabajo sirve para hablar de la hospitalidad, que tan bien trató el autor en "Tuareg" 1980, siendo, tanto él como Fulgencia, representantes de aquello en lo que puede convertirse una persona cuando se le reconoce la dignidad a la que tod@s tenemos derecho.

Además de los temas sociales ya mencionados se abordan otros, como la posibilidad de interpretar las leyes para hacer cosas buenas (la forma en que Bermejo consigue que un conocido proxeneta abandone la isla), el amor al mar mostrado en esa larga travesía a la deriva en que se describe su terrible grandeza, o dilemas morales sobre la culpa, el castigo y la responsabilidad, personificados por Ramiro Escribano y la decisión que debe tomar al final de la historia.

En conclusión, una novela entretenida, con una sucesión de misterios bien planteados y resueltos sin trampas efectistas, en perfecta combinación con temas sociales y morales, en la que las diversas tramas, lejos de ensombrecerse mutuamente, se enriquecen.


Enlaces relacionados: 

- Blog de Alberto Vázquez-Figueroa
- Entrevista en El País


*** T ***

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jueves, 16 de agosto de 2007

Yo mato, de Giorgio Faletti

Io Uccido, 2002
Editorial: DeBolsillo
Traducción: Rosa S. Corgatelli
Ebook: 5,95 €

Argumento:

Un asesino llama al locutor de Radio Montecarlo Jean-Loup Verdier para anunciarle que va a matar a alguien. Al día siguiente aparecen los cadáveres mutilados de dos personas. El comisario Nicolas Hulot, encargado del caso, solicita la colaboración de su amigo, el agente del FBI Frank Ottobre, para solucionar el caso.

Comentario:

Al leer de qué va la novela se puede pensar que se trata de más de lo mismo, y lo es... hasta cierto punto.

Una de las cosas que destaca es la atención que el autor presta a los personajes, a cada uno de ellos, incluidos los secundarios y las víctimas de los asesinatos.

El relato del amor de la ajedrecista Arijane Parker y el piloto de carreras Jochen Welter, el de la vida secreta del millonario hombre de negocios Allen Yoshida o el drama del bailarin Gregor Yatzimin, que se está quedando ciego, hacen que sus asesinatos afecten de forma diferente, tanto al asesino, que los mata utilizando distintos métodos, como a quien lee, consiguiendo que se sienta pena por algunos de los personajes y la impresión de que otros quizá lo merezcan.

El protagonista es el agente del FBI Frank Ottobre, que está en Montecarlo para superar la pérdida de su esposa y ayuda a su amigo el policía Nicolas Hulot, encargado del caso.

A lo largo de la novela se revela el pasado de Ottobre, su sentimiento de culpa, su rechazo a la vida y cómo la búsqueda del asesino llamado "Ninguno" inicia un camino de redención al que contribuye la aparición de una mujer, Helena Parker, hermana de la primera víctima, con su propio drama familiar (algo exagerado).

Quizá esta preocupación del autor por mostrar a sus personajes como seres vivos, reales, con problemas y equivocaciones, sea lo más destacable, pese a que algunas subtramas, como la que relaciona el pasado de Ottobre con otro personaje, puede resultar poco creíble y distraer en exceso de la trama principal: identificar y detener al asesino.

Como es habitual en las novelas de psicópatas, el autor dedica los correspondientes capítulos a "Ninguno", tanto para relatar los asesinatos casi rituales, cercanos al gore pero sin caer en él, como para mostrar lo que ocurre en su mente, las motivaciones que le "obligan" a mutilar las cabezas de sus víctimas, buscando la comprensión y compasión hacia un ser atormentado, por cuya inteligencia incluso el protagonista siente cierta admiración más o menos reticente.

Entre los personajes más secundarios destacan Jean-Loup Verdier, el locutor que recibe las llamadas de "Ninguno", su amigo el joven Pierrot, apodado "Rain Boy" por la película "Rain Man", un muchacho cuyo retraso mental se suple por unos conocimientos musicales que resultarán muy útiles durante la investigación, el comisario Nicolas Hulot y su esposa Céline o el general Nathan Parker y su esbirro, el capitán Ryan Mosse.

La identificación del asesino a casi doscientas páginas del final, así como la localización de su escondite tras una larga persecución mediante brotes de inspiración de Ottobre puede resultar frustrante y dar cierta sensación de engaño, aunque no llega a estropear el disfrute de la historia.

A destacar algunos pasajes, como el asesinato de Yoshida (esa especie de "justicia poética"), el encuentro final entre "Ninguno", Ottobre y Pierrot, que da una nueva dimensión al criminal, una revelación de Céline Hulot al protagonista, o el tratamiento del Principado de Mónaco como un personaje más, al que se somete a un recorrido por sus calles y costumbres y a una mirada crítica a su condición de paraíso fiscal y refugio de millonarios.

Aunque quizá haya un exceso de subtramas, algunas poco creíbles, que alargan la historia, se lee con facilidad e interés por los protagonistas y lo que les pase y cuenta con un final poco utilizado en una época en que tras el 11 de septiembre (mencionado en la novela, escrita en 2002) lo más importante parece ser el ojo por ojo.


*** T ***
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viernes, 10 de agosto de 2007

El Crimen de los Dioses, de Joana Pol


El Crimen de los Dioses, de Joana Pol

El Crimen de los Dioses: de las Crónicas de Riotharo de Teltharïon

Editorial: Entrelíneas, 2005 
646 Páginas 
30 € 



Argumento: 



Los gemelos Ivor-Nu y Sil-Ndur son separados al nacer y educados lejos de su país para que luchen por reinar en Nivenor. 



Comentario: (con SPOILERS



Si hubiera que definir la novela en una sola palabra sería atípica. En su contenido hay pasajes de fantasía heroica clásica, ciencia-ficción, romance o misterio, no siempre relatados desde los puntos de vista habituales de los respectivos géneros. 



El relato está dividido en tres partes, que en principio fueron otros tantos tomos publicados en uno, que muestra diferentes etapas en las vidas de los protagonistas. 



La historia comienza como la clásica aventura en la que mediante un viaje físico los personajes aprenden y evolucionan emocionalmente, sobre todo el protagonista. 



Enseguida se percibe que la autora ha dado la vuelta a esta estructura, optando por restar importancia al itinerario exterior y dar preponderancia a lo que ocurre en las mentes y almas de sus personajes, a los que dota de personalidades de gran complejidad psicológica y emocional, además de incluir el "misterio" acerca de la identidad del enmascarado Urotaro, cuya personalidad no es difícil adivinar ni parece que se pretenda. 



Ilustración de Joana Pol 
  Wandaliê y Silencio con Sil-Ndur e Ivor-Nu de espaldas




También se incluye la incursión de los protagonistas en sociedades diferentes a la suya, entre las que destaca la visita a los Komdor, una civilización con toques tecnológicos que habita en el interior de un volcán, donde también destacan hechos como considerar la prostitución un trabajo digno como otro cualquiera o la simpatía y humor de Shamira, la curandera del lugar. 



Otro lugar de interés sería el mundo en que habita el hada Silencio, al que llegan los gemelos y donde Ivor-Nu vive una importante experiencia emocional que influye en sus sentimientos hacia su hermano. 



Después está la llegada de los gemelos a Nivenor y la reticencia de los ciudadanos a aceptar una posibilidad de gobierno que no se les había ocurrido así como las dificultades de adaptación de los protagonistas a los nuevos cargos que han de desempeñar. 



Y, por supuesto, el enfrentamiento de Sil-Ndur (verdadero protagonista de la historia) con el Nigromante, su antagonista, y una sorpresa final coherente, pues ya se sugiere la posibilidad dentro del texto, no es algo que la autora se saque de la manga para epatar y maravillar. 



En cuanto a la vertiente de novela romántica, no se siguen las convenciones habituales de este género (en el que incluso las protagonistas de historias medievales se comportan como mujeres liberadas de la actualidad) excepto en algunos casos, como en la escena de sexo entre Wandaliê y Sil-Ndur que se describe desde el punto de vista de la pérdida de virginidad femenina, aunque para ambos sea algo especial, o resaltar la juventud, belleza e inmortalidad de los protagonistas. 



Ilustración de Joana Pol
Wandaliê De Adal-Anthir


Es casi contradictorio que se describa a Wandaliê como una Virgen Guerrera (participa activamente en las luchas) que en algún momento le dice a su amado que no permitirá que la arrincone para luego ser relegada a un papel secundario como esposa, madre y prisionera resignada (aunque está hechizada) del rival de Sil-Ndur, siendo utilizada como cebo para atraerle. 



Silencio, el otro personaje femenino destacado es un hada que lleva pájaros en los cabellos, hace telarañas con magia y deja su hogar para seguir a Ivor-Nu, desarraigándose de todo lo que conoce. 



Los personajes masculinos destacan por ser poco convencionales, empezando por los protagonistas, Ivor-Nu y Sil-Ndur, cuya apariencia en los dibujos interiores (que no son los que aparecen en este artículo, y recuerdan mucho al manga japonés) es cuanto menos andrógina: cabellos largos, rostros suaves e imberbes, en consonancia con una capacidad de sentir y comunicar sus emociones a las personas que aman generalmente asociadas a las mujeres. 



Aunque también han otros personajes, como el lobo Haun o Toro, el compañero/hermano del alma de Ivor-Nu, cuyos celos de los sentimientos de éste hacia Sil-Ndur son parte importante del inicio de la novela, quizá quien más resalta es Azor. 



Azor, que comienza como obediente hijo adoptivo de un enemigo de los gemelos, quizá destaca tanto por la atracción romántica que sentimos las personas hacia los amores (casi) imposibles, los gestos heroicos y el sacrificio personal, siendo protagonista de la que es seguramente la escena más emotiva de la novela (es muy difícil no emocionarse e identificarse, o desear hacerlo, con él). 



Sil-Ndur a Azor: "Debes hacerlo por mí. ¡Por mí! Hazlo, y mi último pensamiento será de amor. Hazlo, y cuando me despierte en la otra vida tendré valor para amarte." 



Lo único que se echa de menos es un mayor seguimiento del personaje, cuyo principal protagonismo se sitúa al final de la novela y, quizá, un "aviso" de unos sentimientos que se revelan de forma algo abrupta. 



La historia está precedida de un prólogo protagonizado por Aratar, dios del Equilibrio y sus hijas, Felbel, diosa del bien, y Foshar, diosa del mal, quienes también aparecen en el epílogo final, quizá para dar a la novela una estructura circular y "justificar" el mensaje subyacente sobre el equilibrio entre el bien y el mal que la autora pretende dar. 



La mención en el prólogo de los puros cubanos y en el epílogo de los chupa chups, "un invento español", sacan de situación, trasladando de un mundo fantástico a otro más real y quizá paralelo, que no era necesario. 



En conjunto se trata de una novela de fantasía adulta en que prima lo interior sobre lo exterior, lo que le da un toque diferente y novedoso, entre cuyos mayores méritos están la creación de unos personajes muy humanos o que el número de páginas no se hace pesado. Personalmente hubiera seguido leyendo unos cientos de páginas más. 



Además, la edición está muy cuidada, pese al grosor del tomo no pesa en exceso, no he encontrado ninguna errata (aunque es posible que se me pasara alguna) y da una imagen general de gran pulcritud. 



Ilustración de Joana Pol
Ivor-Nu y Toro

Joana Pol ha escrito también la tetralogía "Bellver", una reescritura de "El Crimen de los Dioses" en que se han suprimido posibles similitudes con otras obras y realizado cambios para relacionarla con la Historia de Mallorca. 


"Bellver" está siendo publicada por la editorial "Mallorca Fantàstica Editors" , de la que la propia autora forma parte y que tiene como meta publicar novelas de fantasía escritas por autores baleares. 




Las ilustraciones que acompañan el artículo son del blog de la autora. 




Enlaces relacionados: 







*** T *** 




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sábado, 4 de agosto de 2007

Sucedió en el AVE..., de Víctor Saltero

Editorial: Imser Siglo S.A. 
180 páginas
14 €

Argumento:

Aparecen dos hombres muertos en el casi vacío AVE de las 20:00. Poco después se descubre que se trata de dos etarras y el comisario Quintero solicita la ayuda de un amigo escritor.

Comentario: (con SPOILERS)

«Estamos ante una inquietante novela, escrita con una asombrosa ambientación y estética cinematográfica», dice una de las frases publicitarias de la novela.

Quizá cuando se habla de «estética cinematográfica» se refiere justo a esto, muchas conversaciones, algunas indicaciones de por dónde se mueven los personajes y poco más… como un guión de cine que comienza tras los asesinatos y vuelve hacia atrás para describir diferentes momentos del viaje alternados con la investigación.

El autor describe continuamente acciones innecesarias para la comprensión de sus planos personajes o del argumento, ignorante de la elipsis, y utiliza una prosa explicativa, simple, desordenada e infantil:

«Es cierto que, como consecuencia del día y la hora, el AVE traía un número anormalmente escaso de pasajeros de Madrid a Sevilla. Era una suerte, pues si hubiese venido lleno, se podría haber complicado el control de aquéllos. Así que el escaso número permitió a la tripulación controlarlos con razonable éxito»

Se repite varias veces en qué vagón se encuentran los cadáveres (el ocho) o el número de asiento en que se hallaba cada uno de los personajes, quizá buscando la visualización de la escena...

También hay frases hechas tipo: «Los rumores corrían como la pólvora» (pág 8)

O situaciones muy «evidentes»:

«... dejaban entrever una evidente despreocupación por su estética» (pág 8)

«... Había unas evidentes manchas de sangre que, cayendo por el azul asiento, llegaban hasta el suelo» (pág 13)

En la página 76 se incluye una reflexión del asesino que muestra el estilo redundante que impera en toda la novela: «Tras ello, contemplando su cara de pánico, le enviaría otra bala al centro del corazón, en el pecho, al lado izquierdo.»

Por si no queda claro, se repite en varias ocasiones que el inspector Quintero no piensa dormir esa noche debido al trauma sufrido y a la responsabilidad de que le encarguen averiguar quién ha asesinado a los dos etarras, según él un profesional, ya que les ha disparado al corazón, y no se duda en dejarle en mal lugar, incapaz de comprender las peticiones de Saltero:

«Pero necesito la lista de víctimas de ETA que te pedí, y que me confirmes si la noche anterior a los sucesos del AVE el matrimonio de Carmona se quedó cuidando a sus nietos.
―¡Joder! ¿Qué importancia puede tener eso ahora? » (Pág 112)

Aunque es obvio desde el comienzo que las víctimas no están elegidas al azar, el asesino conocía sus identidades, indicativo de interés personal, Saltero lo deduce en la página 127: «Serían las tres de la mañana cuando, dándose un golpe en la frente, Víctor se dijo a sí mismo que era estúpido. ¡Estaba buscando por el sistema equivocado! ¡Santiago no había escogido unos etarras al azar! ¿Había ido a por éstos concretamente! Por tanto, sólo había que buscar entre los atentados con los que Ander y Manex hubiesen tenido relación. Esto simplificaba la búsqueda y, con un poco de suerte, podría dar respuesta a lo sucedido.»

Otra de las frases publicitarias dice: «Quintero, Hur, Irene y Víctor Saltero viven una apasionante historia en el misterioso tren AVE de las 20.00 h.»

Dejando a un lado lo del tren misterioso, al menos el de las ocho de la tarde, ni Hur ni Irene pisan el AVE, y casi ni aparecen en la breve novela.

El protagonista es el ex abogado y actual escritor y vividor (de afortunadas inversiones inmobiliarias) Víctor Saltero (sí, el autor), a quien se describe, en opinión de su amigo Quintero, como: «…el hombre que mejor vivía de España y, probablemente, una de las mentes más brillantes que nunca había conocido».

Hurtado, «Hur para todos», es el devoto mayordomo en quien el escritor, en un alarde de confianza, hace tiempo que ha delegado toda la selección de la ropa que se pone, al que le gusta compararse con el Jeeves de P. G. Wodehouse sin tener en cuenta que el protagonista de estas novelas es quien resuelve los líos en que se mete su jefe, Bertie Wooster, mientras Hur parece representar al pueblo llano, encargado de cuestionar a Saltero para ser rápidamente convencido con los razonamientos de su señor.

También se menciona la novela«Asesinato en el Orient Express», de Agatha Christie, de la que se revela la conclusión y a la que parece pretenderse dar una vuelta de tuerca sin llegar a acercarse ni de lejos al buen hacer de la escritora británica.

En cuanto a Irene, su aparición es breve e indirecta, siempre situada en el pasado, en una ocasión para mostrar la capacidad sexual del protagonista (escena tan innecesaria para la trama principal como aquella en que Saltero y Quintero estudian el método de ganar en la ruleta y se van a comprobarlo in situ) y en otra, como Hur, para cuestionar y ser convencida por los argumentos de Saltero.

Además, se hace referencia a un caso anterior resuelto por los cuatro, cuya historia está escribiendo de forma novelada con el título de «El amante de la belleza» (para quien desee leerla, ya está publicada y, dicen, próxima a ser llevada al cine...), aparentemente sugiriendo que las novelas se basan en hechos reales… Si bien en internet se encuentran varias especulaciones sobre la identidad de Saltero, como que es el pseudónimo de alguien conocido que prefiere no decirlo hasta que es un escritor anónimo elegido entre mil por la editorial.

El desarrollo del leve argumento, que va de la investigación de Saltero a lo sucedido en el tren no tiene mucho sentido, haciendo misterios de lo obvio o alargando la situación con la repetición de pensamientos del asesino, sin que al autor parezca importarle la credibilidad de lo que relata.

Que, tras el asesinato, Santiago se dirija a los pasajeros y les diga que los ha matado porque ellos hicieron lo mismo con su hermano y ellos se lo crean sin que aporte la menor prueba y decidan ayudarle a no pagar por ello es una muestra más de la escasa capacidad del autor para crear un argumento creíble.

Tanto el tema (el derecho de las víctimas a «hacer justicia») como el final y la justificación que se da a la decisión de Saltero (no perjudicar a quienes intentaron ayudar al Santiago), dejan la impresión de que se ha leído un texto simplificador, superficial oportunista y manipulador que, como remate, está pesimamente escrito.


*** T ***


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