viernes, 4 de septiembre de 2009

El violín del diablo, de Joseph Gelinek


Editorial: Plaza & Janés, 2009
410 páginas
18,90 €

Argumento:

La concertista de violín Ane Larrazábal aparece estrangulada en el Auditorio Nacional de Madrid tras interpretar el Capriccio nº 24 de Paganini. Además, su violín, un Stradivarius, ha desaparecido. El policía Raúl Perdomo, es el encargado de investigar el asesinato.

Comentario:

Con sólo leer unos cuantos capítulos de esta novela, quien haya leído la anterior obra del autor, "La décima sinfonía", puede notar la similitud entre ambas, tanto en estructura como en argumento.

En cuanto a la estructura, aunque la anterior comenzaba con un hecho ocurrido varios años antes del suceso principal y "El violín..." comienza la misma noche del asesinato, el resto es muy similar: alternancia de protagonismo en los diferentes capítulos (aquí menos marcada) y un par de capítulos, en la última parte de la historia, donde se presenta al músico (de Beethoven se pasa a Paganini) en su propia realidad sin que, en este caso, aporte gran cosa a la trama.

El argumento se centra en ambos casos en el asesinato de una persona relacionada con la música, curiosamente ambas con el fragmento de una partitura marcado en su piel, y un misterio relacionado con un conocido compositor, lo que da lugar a una especie de Déjà Vu en el que, si bien en un principio parece que se está releyendo la primera novela, pronto se perciben diferencias entre ambas.

Aunque en las dos obras se alterna el protagonismo de los breves capítulos, en "El violín del diablo", tal alternancia es mínima y se centra en pocos y apenas interesantes personajes (entre lo mejor la poco aprovechada relación entre el policía y su hijo estudiante de violín, tan prometedora en el capítulo, uno de los más interesantes, en que asisten al concierto) , quienes ni siquiera aportan información relevante para el avance de la historia. Como mucho la indecisión del policía entre dos mujeres, quizá para crear sospechas sobre una o ambas. O el demasiado obvio capítulo en el que uno de los personajes realiza una visita a otro, con un comportamiento tan carente de lógica y credibilidad que le señala como principal sospechoso.

Además el autor prefiere concentrarse en las anécdotas musicales (interesantes, breves y bien metidas en las conversaciones, pero casi todas, excepto la de Jacqueline Du Pré y poco más, irrelevantes para la trama), lo que acaba perjudicando la parte de intriga, en la que, al contrario que en "La Décima Sinfonía", apenas se dan pistas para la resolución de un misterio perjudicado por la inclusión de una subtrama "sobrenatural" que parece forzada, o al menos mal resuelta, sobre todo la referente a una experiencias pasada de la psicóloga y vidente, relacionada con Paganini, o los ataques de un enorme perro, que no se "explican" de manera convincente.

Hay pasajes largos, como el capítulo dedicado a la identificación del perfume que percibe la vidente durante una visión, que parecen más de adorno, o quizá homenaje a la novela "El perfume", de Patrick Süskind, que escenas de importancia en la investigación de un crimen que se resuelve de forma un tanto convencional, previsible (hay pocos personajes y menos sospechosos) y cruenta.

La prosa, aunque algo explicativa y repetitiva es correcta (pese a que algunas erratas, guiones de diálogo que faltan, etc..., dificultan en ocasiones la lectura), si bien se echan de menos las breves pinceladas de humor que había en la novela precedente.

En resumen, una novela irregular y poco trabajada, que sólo entretiene a ratos.


Otras novelas de Gelinek reseñadas en este blog

-La décima sinfonía (2008)
- Morir a los 27 (2011)


*** T ***


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