miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Profecía de Aztlán, de Mario Escobar

 La Profecía de Aztlán
Mario Escobar
La Factoría de Ideas
348 páginas


Argumento:
El robo en Londres de un códice azteca del siglo XIX, pone a Hércules Fox, Alicia y Lincoln tras la pista de los terribles hombres jaguar, y de la mítica civilización de Aztlán, y los embarca en una aventura más allá del mar, en el violento territorio mexicano, sacudido por la Revolución. Paralelamente, los alemanes bombardean Londres y efectúan movimientos relacionados con la guerra, que los británicos tratan de contrarrestar.

Comentario:
Tras "Conspiración Maine", "El Mesías Ario" y "El secreto de los Assassini", Mario Escobar nos presenta una nueva aventura de sus icónicos personajes Hércules Guzmán Fox, George Lincoln y Alicia Mantorella, que, en esta ocasión, dejan la Europa en guerra para dirigirse al México revolucionario de 1915.

El libro sigue las pautas de anteriores novelas, en las que el autor mezcla los acontecimientos históricos reales con una trama de misterio, en este caso, la investigación de un robo vinculado con  cierto códice azteca que habla de una profecía. Como es de rigor, en la aventura interfieren varios bandos, con intereses opuestos, que tratan de entorpecer las labores de investigación de los protagonistas, o de adelantarse a sus movimientos. También hay alguna parte que se desarrolla en el pasado, en la época de la conquista española, pero no influye mucho en la historia.

A lo largo de las páginas de la obra aparecen junto a los tres protagonistas tanto personajes imaginarios (Sherlock Holmes, Watson), como personas reales (Churchill, Pancho Villa, Huerta, el pintor Diego Rivera, etc...), que, en esta ocasión, me parecen mejor utilizados que en el tomo anterior, excepción hecha de Holmes, al que veo desaprovechado en su breve intervención inicial. No solo eso, sino que además, en mi opinión, no es el mismo Holmes de las historias de Conan Doyle, cosa que puede descolocar un poco. Como ejemplo, decir que Holmes, en la novela, hace un comentario galante a una dama, cosa que el "real" seguramente no haría, pues era algo misógino y misántropo, según creo recordar. Era Watson el galante.

El resto de los personajes, en especial el trío protagonista, está perfilado lo justo, tal vez porque se supone que ya los conocemos de otras aventuras. Al principio, se observa un intento de dotar a Alicia de cierto conflicto emocional relacionado con su amor frustrado por Lincoln, pero el autor no incide en ello, y luego, la resolución de esta trama es muy rápida y elíptica. Más atención recibe Hércules, al que vemos algo melancólico, decaído y sumido en recuerdos de su estancia en Cuba, con alguna derivación de la trama hacia antiguos "amigos" y cuentas pendientes, útiles para enriquecer el personaje, y ofrecer una visión de la Cuba libre del dominio español, pero bajo el dominio estadounidense. En cuanto a Lincoln, lo encuentro más irascible que en otras novelas, como más radical con el tema del racismo, y más cerrado a entregarse al amor transgresor que le ofrece Alicia, y además, sin mucho criterio. Es decir, que el que más me ha gustado ha sido Hércules, por su carácter de héroe derrotado por la vida y cansado de aventuras, pero siempre audaz y valiente.

Entre los secundarios, que son numerosísimos, destacaría a Diego Rivera, que se mueve por Madrid, a guisa de espía, y traba contactos tanto con personajes relacionados con México como con intelectuales y escritores españoles (Valle Inclán). Es el que tiene más preponderancia y participación en los hechos, y el que me parece mejor descrito. También me gusta Félix y su relación con la mexicana.

La lectura del libro es rapida, quizás demasiado para mi gusto, que prefiero textos con algo más de descripción y reflexión (en este apenas hay descripciones de lugares, solo se dan las pinceladas justas para ubicarnos). Los capítulos son muy cortos, algunos de menos de una página, lo cual dota de un dinamismo y velocidad a la trama que casi no te deja ni pensar.  Yo lo leí en un día. Además, se mantiene la intriga hasta el final, con una clásica persecución entre bandos o un "a ver quién llega primero a la meta", que siempre es efectivo y está bien llevado, salvo alguna extraña casualidad, aunque el desenlace es demasiado corto. Te da la sensación de que ha sido más la tensión de llegar hasta ahí que la propia resolución del misterio y de las diferentes tramas, aunque hay un malévolo e inquietante toque en el epílogo que relaciona los hechos con un luctuoso suceso de la época y cierto reflejo en la actualidad...

A diferencia de otras obras de la misma serie, "Aztlán" contiene menos notas eruditas, y las que hay están mejor elegidas y dosificadas, lo cual contribuye también a la agilidad de la prosa, quizás demasiado sencilla, pero a fin de cuentas correcta y efectiva, concisa y con el oficio necesario para  contar la aventura sin molestos tiempos muertos. Algunos diálogos entre personajes históricos son un poco explicativos, pero, como digo, se circunscribe a este tipo de personajes. Las escenas de acción son abundantes, aunque algunas muy rápidas. Como siempre, y es un toque que se agradece y resulta necesario, al final del libro el autor explica varios detalles de la trama y de los personajes, en relación con la Historia real.

La historia tiene un cierto sabor a película western con aires indianajonescos, con la recreación del México revolucionario, los viajes en tren, e incluso en dirigible, la búsqueda de una mítica civilización, persecuciones, rituales sanguinarios revitalizados en nuestra época, tesoros, una profecía, etc... Y de fondo, el dilema americano sobre su participación o no en la guerra europea, con referencias al hundimiento del Lusitania y sus posibles razones, y aviesas maniobras políticas (tema este que ya había tocado el autor en el caso del Maine). Es decir, se trata de una novela de aventuras en toda regla, donde lo histórico, lo político o incluso lo sentimental son factores que quedan un poco en segundo plano, que meramente se apuntan, aunque en este caso se agradece que no se hable mucho de lo político, puesto que eso sobrecargaría el libro en exceso: la revolución mexicana, los intereses europeos y americanos en la zona, y el neoimperialismo son temas demasiado complejos para ser tratados en una novela de breve extensión, cuyo objetivo es narrar una aventura trepidante de cariz cinematográfico.

En resumen, aunque esto va en gustos, me ha parecido una novela más centrada, seria y efectiva que la anterior de la serie; más coherente y más ágil, y con mejor uso de los personajes, aunque el desenlace podría haber sido más extenso y detallado, que había en aquel lugar muchas cosas que contar...

Leer primer capítulo

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jueves, 19 de noviembre de 2009

Un verano en Sicilia, de Marlena de Blasi


Un verano en Sicilia
That Summer in Sicily: A Love Story
Marlena de Blasi
Traducción: Alejandra Devoto
Editorial Martínez Roca
448 páginas

Argumento:

La autora del libro, Marlena de Blasi, y su marido Fernando se encuentran durante un viaje por Sicilia con un peculiar paraje, una mansión o castillo, propiedad de una mujer llamada Tosca, donde se cobijan multitud de viudas y otros personajes. Tosca le contará su historia a la escritora, en la cual hay romances, historias mafiosas y descripciones de las costumbres locales.

Comentario:

Lo cierto es que esta obra no es una novela al uso. Mezcla la realidad y la ficción en una trama que a veces parece más un reportaje que una novela, pero no por lo que cuenta, o el argumento en sí, sino por la manera de contarlo.

El inicio, con la llegada de la escritora y su marido al castillo o villa Donnafugata, es muy largo y descriptivo. A mí, particularmente, no me se me ha hecho pesado, debido a la excelente prosa que posee la autora, y que logra, a través de vívidas y sensuales descripciones, llenas de detalles, transportarnos a ese rincón de Italia, que parece, así contado, una especie de paraíso, habitado preferentemente por mujeres, y digirido por una señora de gran fuerza, Tosca. No se escatiman descripciones de platos típicos, flores, rincones, lugares, personajes, estancias del castillo, olores, sabores, colores... Es como un cuadro de gran plasticidad, y que se sostiene bien, como digo, por la gran calidad de la narrativa.

La historia se anima cuando Tosca empieza a narrar los avatares de su vida, cómo fue llevada al castillo por el Príncipe Leo, del cual luego sería concubina, sus relaciones con la familia de Leo, los intentos de este por mejorar las condiciones de vida de los campesinos, la resistencia de la mafia a estos cambios revolucionarios, y la tragedia a la que dio lugar tal decisión. El tono es culto, con abudantes referencias a música y libros, como La Educación Sentimental. Incluso cuando describe el pueblo, donde viven los campesinos pobres usa un registro elevado, lo cual le da un toque de cierta irrealidad y demasiada mitificación de un mundo ya terminado, del campo, fiestas de alegres campesinos, etc.

El tono evocador de la novela la hace similar a un cuento de hadas o a una narración de estilo fantástico, más destacado al principio, cuando llegan los extraños a ese lugar idílico casi fuera del tiempo, sensación que se acentúa con las constantes referencias a la diosa Madre, a Démeter, a la Virgen María y al eclecticismo de las creencias de los habitantes de esa parte de Italia. Tal parece que arriban a la corte de una Reina Hada, que ha tomado bajo su égida a un montón de gente desfavorecida, a la que atiende en un hospital (para madres solteras, etc).

Si bien en el aspecto formal no se puede poner casi ningún pero (exceptuando la cantidad de palabras italianas que aparecen en el texto, que  tratan de dar "ambientación", y que están de más, puesto que los que las pronuncian son italianos), pues la resolución artística está lograda, si se puede señalar que quizás la historia es algo débil, pese al giro final. Es decir, el envoltorio está por encima del contenido, que, por cierto, ya te cuentan en extenso en la contraportada. Es eso simplemente y no hay más, en cuestión de argumento. Tampoco hay acción, y quizás los sentimientos son demasiado exacerbados y "románticos", para mi gusto.

Para lectores que disfruten con una prosa sensual y descriptiva, agradable, y tema optimista pese a las dificultades de la vida.

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sábado, 14 de noviembre de 2009

La fiesta de Orfeo, de Javier Márquez Sánchez

 La Fiesta de Orfeo
Javier Márquez Sánchez
Editorial Almuzara
384 páginas


Argumento:
El descubrimiento de todo un pueblo brutalmente asesinado en la frontera entre Inglaterra y Escocia en los años cincuenta, desencadena una investigación policial para tratar de averiguar qué ha ocurrido. Paralelamente, el famoso actor televisivo Peter Cushing es contratado por la productora Hammer Films para protagonizar una película de terror que revolucionará el género, al incorporar el color y actualizar los mitos fantásticos de los años treinta. Una misteriosa cinta de la época del cine mudo, "La fiesta del señor Orfeo", juega un papel importante en los sucesos investigados.


Comentario:

Aunque la novela adolece de algunos errores en lo estrictamente literario, consustanciales a su carácter de ópera prima del autor, también posee virtudes que la hacen grata de leer, sobre todo para cierto tipo de lectores aficionados al cine. Toda ella es una declaración de amor al séptimo arte, en su vertiente del género terrorífico y fantástico; respira cine por los cuatro costados, lo que tiene su lado bueno y su lado malo.

A mí, particularmente, lo que más me ha gustado es la parte mitómana, en especial, aquella donde aparece Peter Cushing, famoso actor británico encasillado en fantaterror, y uno de los iconos, junto con Christopher Lee, de la productora Hammer, que tantas películas de bajo presupuesto, pero gran influencia y éxito popular, diera al mundo. Lo mejor son sus primeras apariciones, donde se le presenta a él y a su mujer, Helen, que tanta importancia tendría en su vida, y a la que al parecer le unía un intenso amor. También es interesante el recuerdo a la historia de Hammer, con la mención de esos nombres tan conocidos para los aficionados, como Carreras, Asher, y el resto de la gente de la compañía, Terence Fisher, Lee (aunque, en este caso, su aparición se hace algo corta). El autor habla de la filosofía de la Hammer respecto al cine, y nos cuenta anécdotas, que no por conocidas son menos divertidas, como la de Lee y el innovador maquillaje elegido para su papel como Criatura de Frankenstein, que espantaba a los demás a la hora de comer...

Sin embargo, creo que lo que es su virtud (la mitomanía) es arma de doble filo, al menos para las personas que conocen en demasía este género, puesto que se pueden encontrar, de pronto, leyendo escenas que  recuerdan a las películas a las que se homenajea; y, a veces, queda como un cóctel de ingentes referencias demasiado obvias y a veces no bien trabadas, incluso algunas gratuitas (Kidd y Wint, de James Bond; el Duque de Richleau y "La Novia del Diablo"; "El Exorcista"; "Pánico en el Transiberiano" y Alexander Saxton; "La Profecía", con varias escenas; "La Gorgona"; "El príncipe de las Tinieblas", de Carpenter; "Wicker Man"; las películas de Roger Corman sobre el ciclo de Poe, con Vincent Price; La Calavera de Sade; y un larguísimo etc de homenajes que entorpecen la concentración en la historia. Incluso hay referencias medio literarias, medio cinematográficos, como las de "El Nombre de la Rosa". Entre los actores famosos citados, y que también aparecen como invitados especiales, Boris Karloff, representante del género en la anterior generación.

En cuanto a la trama en sí, también es un claro homenaje a las películas, no solo de Hammer, sino también de otras productoras de bajo presupuesto y al género de terror en general, algo descabellada, a veces poco lógica, y con cosas que quedan sin mucha explicación, y con todos los elementos de una clásica peli "Hammer" (duelos a espada, el malo satánico de manual...). No es de extrañar, pues, que el mcguffin de la obra sea precisamente otra película, "La Fiesta del Señor Orfeo", que remite a la época dorada de Hollywood y a su leyenda maldita.

No se puede negar que el autor ha logrado captar el espíritu de esas obras, y además, en cuanto a ambientación, todo queda bastante "inglés", con tanto Lord, Sir, profesores, doctores e inspectores de Scotland Yard.

Entre lo menos bueno, como ya mencioné, algunos detalles de la trama quedan un poco en el aire, puesto que no se explican, o las explicaciones, no resultan convincentes. Personalmente, considero que el género fantástico, pese a lo que pudiera parecer, requiere de un especial cuidado en la justificación de los hechos, de modo que no parezca que todo sucede "porque sí" o "porque le da la gana al autor". En este libro, algunas escenas parecen algo forzadas (como una en la que los protagonistas abandonan cierta sala, y ya imaginamos por qué, pero tampoco parece muy lógico que tomen esa decisión; o que encuentren determinados pasajes secretos, casi al azar; o los motivos y actuaciones de Satán en relación a la película "La Fiesta de Orfeo"; los planes de los malos; cómo escapan los protagonistas de ciertos lugares; etc, etc). También se observan algunas erratas y errores ortográficos y de puntuación; y algún diálogo explicativo que trata de poner al lector en antecedentes (en la parte de Hammer).

El personaje que se nos hace más cercano y mejor descrito es Peter Cushing, por descontado. Me ha gustado leerlo como personaje de ficción, ya que admiro mucho a este actor, tan poco valorado. Los otros cumplen su función, cada uno en su rol arquetípico y como homenaje de otros personajes paradigmáticos de la fantasía cinematográfica, sin excesiva profundización.

Si hubiera que decir, en resumen, lo que me ha parecido esta novela tendría que decir que leerla ha sido como ver una peli Hammer, tan certera ha sido la aproximación del autor a la esencia de estas obras.

Leer primer capítulo

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sábado, 7 de noviembre de 2009

Némesis, de Jo Nesbø


Némesis
Sorgenfri
Jo Nesbø
Traducción de Carmen Montes y Ada Berntsen.
RBA Libros
512 páginas


Argumento:

Al hilo de la investigación de unas imágenes captadas por la cámara de seguridad de un banco, que muestran al atracador matando a una empleada, el policía Harry Hole investiga a un sospechoso de raza gitana que está encerrado en prisión. Paralelamente, mantiene una relación de una noche con una antigua amiga llamada Anna, la cual aparece muerta al día siguiente. Él, alcohólico, no recuerda ni lo que pasó, solo que estaba borracho. Inquietantemente, él se convierte en el sospechoso.


Comentario:

Némesis es una novela negra de "manual", o si prefieren, "clásica", y que por lo tanto no defraudará a los seguidores de este género. Se nota que el autor conoce bien las técnicas para crear intriga, sabe crear una estructura de investigación más o menos creíble, con policías que también resultan convincentes, e intercalando una trama personal y humana que es la que, en el fondo, da sentido a los crímenes. Las técnicas policiales descritas parecen también bien documentadas.

El personaje de Harry Hole no es muy original. Se trata de un policía alcohólico y con una vida algo agitada, siempre en conflicto con sus compañeros policías que lo ven poco fiable por su vicio, y que ahora se ha asentado un poco con su nueva novia, Rakel, una madre soltera. Arrastra un trauma del pasado, relacionado con la muerte de una compañera policía. Más típico imposible.  Alrededor de este personaje se mueven otros algo más curiosos, como el de Beate, la mujer con memoria fotográfica, capaz de reconocer cualquier rostro que haya visto aunque fuera hace años. Y, sobre todo, cierto policía corrupto y de moral dudosa, capaz de drogar a las mujeres para abusar de ellas, y con pinta de trepador ambicioso, toda una joyita. También me ha gustado el personaje de Anna, que sale poco, pero deja su huella durante toda la historia: una mujer libre, artista, apasionada, envidiada y admirada...

Paralelo a la investigación, el autor deja caer sutilmente notas de crítica social, como es clásico en estas novelas. Así observamos, por ejemplo, que la sociedad noruega no es tan idílica como parece, y encierra todo un submundo de drogas, borrachos, suicidas, y, lo que resulta más curioso para un lector extranjero, brotes de racismo e incluso de machismo (¡En el país supuestamente más igualitario del mundo!). Estremecedores los datos sobre violaciones en aumento, y que, para colmo, quedan impunes.

La novela, como dije antes, tiene una estructura clara y clásica, y un estilo muy "americano": primeras pistas, investigación e interrogatorio a sospechosos, pistas falsas, giros, y resolución ingeniosa. Hay que reconocer que la trama es bastante compleja, o si prefieren enrevesada, por lo que conviene prestar atención a los detalles. Lo que más me ha gustado es que el asesinato no tiene que ver con asesinos múltiples ni con móviles estrafalarios, sino que se trata de algo humano, que hace más cercano el argumento, al tocar temas que desde el origen del mundo mueven a las personas como los celos, el amor, la venganza, y que son universales... El autor no se priva tampoco de hacer reflexiones sobre el hecho que da nombre a la novela, la venganza, haciendo menciones a mitos de la Antigüedad Clásica, lo que dota a la historia de un componente atemporal y con resonancias de tragedia griega.

En resumen, una novela bien pensada, bien medida en sus diferentes elementos, directa, clásica y con un sorprendente final, que puede gustar a los amantes del género negro más puro.

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