sábado, 12 de junio de 2010

La promesa del Highlander, de Arlette Geneve

Editorial: ViaMagna Ediciones
352 páginas
7,95 €
Argumento:

Kerien McFalcon es enviado al reino de Castilla para que custodie a la joven María durante un viaje al encuentro con su padre.

Comentario:
"La Promesa del Highlander", una novela romántica que se inscribe en el subgénero histórico de highlanders, sigue un esquema clásico y eficaz: Un conflicto del pasado que afecta en el presente de la historia a unos protagonistas jóvenes y atractivos cuya mezcla rechazo y atracción mutuas hacen avanzar la trama hasta llegar a un momento de unión que pronto se ve ve roto por un suceso que crea equívocos y reacciones que parecen irresolubles hasta que el paso del tiempo y la intervención de otros personajes consigue solucionar tras alguna que otra sorpresa y pequeños giros de guión.

En la parte técnica, se aprecian algunos pasajes de redacción algo confusa, sobre todo en el primer capítulo, situado en 1175, en el que se relatan hechos relevantes en la vida de Blanca (la madre de María) y Dorian, quizá debido al intento de la autora de no revelar demasiado de cara al efecto sorpresa del final de la historia, aunque quien haya leído unas cuantas novelas puede llegar a deducir la resolución de uno de los principales conflictos casi desde el comienzo. 

Quizá la inclusión al comienzo de una especie de prólogo en el que se relata en tono dramático y deliberadamente poco detallado el origen del problema de Kerien para luego comenzar con la breve historia de Blanca, que sucede bastantes años antes, pueda crear confusión, pues en principio se esperaría que se tratara de la protagonista.

También se observa el uso de algunas palabras cuyo significado no parece corresponder a lo que se está contando o de vocabulario y expresiones contemporáneas que en ocasiones "suenan" extrañas en personajes de otra época.

Los personajes están descritos con sencillez y pocos matices más allá de los necesarios para mantener el conflicto principal, lo que limita la variedad de temas a desarrollar.

Aunque hay varios enfrentamientos verbales entre María y Kerien, no son especialmente ingeniosos excepto en contadas ocasiones, basándose su relación sobre todo en la atracción física entre ellos. La autora describe una serie de situaciones bastante similares (ella bañándose delante de él, rasgándose la ropa sin darse cuenta y mostrando más de lo decoroso...) y algo repetitivas en las que se da especial relevancia al problema de Kerien, una de las partes menos convencionales de la historia, aunque quizá no se le saca todo el partido que sería posible (el sentimiento de culpa, las consecuencias psicológicas...).

Para mostrar la personalidad de ella (firme, fuerte, decidida...) se recurre al arreglo y limpieza del castillo donde vive él y a alguna lucha de espadas, siendo la más relevante la que mantiene con Kerien, aunque el motivo y las consecuencias de esta pelea pueden no resultar del todo creíbles.

La trama que incluye personajes reales, a los que se les concede cierta relevancia, puede resultar confusa para quien no conozca el contexto histórico en el que se desarrolla la novela, ya que las relaciones entre ellos y la importancia de lo que les une a María resultan difíciles de comprender en su totalidad.

En resumen, una novela correcta, que se lee con facilidad.


*** T ***

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lunes, 7 de junio de 2010

Los hombres que no ataban a las mujeres, de Ste Arsson



Los hombres que no ataban a las mujeres
Ste Arsson
traducción de Miguel Serrano Larraz
1001 Ediciones
172 páginas


Sinopsis:

Un escritor sueco, repentinamente fallecido de infarto, se entera en el otro mundo, gracias a otro difunto español, de que sus herederos se están haciendo ricos con tres novelas que supuestamente él escribió. Mediante la intervención de una persona que aún no está muerta logra llevar a la tierra su verdadero legado, que es, precisamente, esta historia. No hay que ser Einstein para deducir que se trata de una parodia de la obra de Stieg Larsson...


Comentario:

"Me llamo Ste Arsson, soy escritor, soy sueco y estoy muerto. Cuatro motivos para burlarse de mí, sin duda, si no fuera porque soy una máquina de hacer dinero, y nadie se ríe de las máquinas de hacer dinero, ni ahora ni nunca, ni vivas ni muertas". Así comienza esta delirante parodia de "Los hombres que no amaban a las mujeres", la megaexitosa novela de Stieg Larsson.

Esta cita inicial forma parte del prólogo, donde Arsson nos explica cómo murió y cómo tuvo noticia de la cantidad de traducciones de su obra, de los millones generados, y de lo mucho que se pierde al estar muerto. Esta parte es una de las más brutales en lo concerniente al ataque despiadado contra la obra larssoniana, a su repercusión, y a sus "valores" artísticos. Arsson se entera por un español del éxito de sus novelas "manipuladas", y llega a las siguientes conclusiones: que el español no se enteró de nada de lo que leyó, no recordaba la trama, ni los nombres (crueldad la del parodiador, cercana a la de los más duros críticos, ejem); también incide en que no le gustaron los libros, pero que se había "enganchado" a las miles de páginas, consecuencia de una campaña de "marketing". El autor de esta novela arremete sin piedad contra el fenómeno Larsson (menciona también la película) y ya más genéricamente contra la filosofía del bestseller, en el que solo cuenta "enganchar", sin dar importancia al contenido ni a la literatura.

Como parodia del primer libro de Larsson la trama calca la original, con algunas variaciones, como por ejemplo, el personaje de Luzbel Malander (¿hace falta que diga a quien emula?), que en esta historia es una fotógrafa andorrana que es enviada a Suecia por una broma de la Cofradía de la Verdadera Literatura (toda una declaración de intenciones este nombre), y que al no entender nada de lo que hablan allí, es tomada por tonta (ella cree que hablan un catalán muy cerrado). Un periodista súper honrado (cosa de la que presumente a todas horas, y de su integridad) que es sometido a un pleito por investigar a un empresario corrupto (Donsimön), de nombre Fil Emön sería el alter ego de Mikkael Blomqvist. El resto de los personajes principales son imitación de los originales, aunque es el de Luzbel el menos parecido, y a mi modo de ver, menos logrado, tal vez por eso. 

El autor utiliza todos los recursos de la parodia y la sátira para tirar por tierra tanto el argumento de "Los hombres que no amaban...", como su estilo periodístico, repleto de descripciones de actos banales, y de escaso valor artístico (refranes y frases hechas "suecas" como "de perdidos al río", traducciones dudosas, etc). De igual modo, se burla de la "cultura" sueca y sus iconos, reflejados en las novelas de Larsson, con abundantes alusiones malvadas a Ikea ("Bienvenido a la República independiente de Trötötötötösön"), Saab, y otras marcas de la tierra; a la ingestión continua de bebidas alcohólicas y café; a los retorcidos nombres (todos los cuales llevan una diéresis para enfatizar su carácter sueco: Trölosa, Emön, Trötötötötösön, etc, o son directamente impronunciables: Skjkjgajkanskij; al frío y la nieve; y sobre todo al grupo ABBA, y sus canciones, de gran importancia en la trama. Así pues, cada capítulo es el título de una canción de ABBA o de una película sueca (Super Trouper, Chiquitita, El manantial de la doncella...). También hace una hilarante chacota a costa de la idílica relación triangular del protagonista con su jefa de la revista y el marido de esta.

"La relación de Fil y María era muy fluida. Se conocían bien, desde hacía ya veinte años. 
-¿Qué vas a hacer esta noche? ¿Volverás a casa con tu marido?
-Como tú quieras, amor múltiple. Si prefieres que pase la noche contigo y tu látigo de colores, llamo a Matías y le digo que no voy a dormir dormir.
Matías era el marido de María. Conocía la relación de su esposa con el dueño de la revista, pero no le importaba. Creía, como ellos, que la monogamia era un prejuicio burgués"

No queda títere con cabeza en el análisis sobre todo del argumento de la novela original y de sus incoherencias, que quedan al descubierto de forma bastante obvia. A este respecto, es especialmente demoledor el primer capítulo, o capítulo cero, como dice el libro, donde Jarriet (Harriet Vanger) envía una carta a su tío firmada con su nombre y contando todo, y este cree que se trata de ¡su asesino! Reconozco que en ese capítulo me he partido de la risa viendo de forma novelada lo mismo que yo había pensado al leer "Los hombres que no amaban..." ¿Por qué creían que la había asesinado alguien de su familia si no tenían ninguna prueba? ¿Y qué pasaba con esas flores de tan obvia remitente?

Paralelamente a la disección malvada de la trama larssoniana y sus deus ex machina, golpes de efecto, y giros absurdos (la súbita iluminación sobre quién es el asesino, que en la parodia va todo el rato diciendo que es inocente y no mata a nadie, y Fil se lo cree...), los personajes, conscientes de que lo son, hacen comentarios metaliterarios sobre cómo deben actuar para estar en novelas de éxito, que no tienen desperdicio. Una vez más es Fil el que se lleva más tortas por su talante políticamente correcto, tan "sueco", honrado y luchador de causas justas, además de gran amante del que se enamoran todas las mujeres. De igual modo, también hay comentarios de esta índole a lo largo de la trama que comentan los elementos que hay que meter en la historia para hacerla atractiva al lector, los trucos del bestseller, etc

Es cierto que la novela, como tal, tiene bastante altibajos tanto en interés como en brillantez paródica, pero en líneas generales es "necesaria", porque pone de manifiesto las raíces mercadotécnicas de la literatura de éxito popular, y sobre todo, la dudosa calidad de las obras que generaron el fenómeno Larsson, tan incomprensible como desmesurado. Además, garantiza algunas risas pérfidas a los detractores del difunto, y quizás también a sus admiradores. Por descontado, como parodia que es, sería recomendable leer los originales para poder disfrutar de su veneno. Eso es lo malo...

En resumen, una parodia llena de mala baba, tanto que parece escrita por un crítico literario (ja), algo irregular, pero con fragmentos para enmarcar en su disección de un tipo de literatura exitosa sin méritos para ello. He disfrutado con esta obra, lo reconozco...

Por si quieren saber más del autor Ste Arsson, aquí su biografía:

Ste Arsson nació en 1953 en Hell (Noruega), aunque vivió toda su vida en Suecia. Escritor vocacional, aficionado a la pesca y a las películas de fantasmas, murió sin ver cumplido su sueño infantil de convertirse en autor de best-sellers.






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