viernes, 28 de diciembre de 2012

Una vacante imprevista, de J.K. Rowling

T.O.: The Casual Vacancy, 2012
Editorial: Salamandra
Traducción: Gemma Rovira y Patricia Antón
608 páginas
23 €

Argumento:

El repentino fallecimiento de Barry Fairbrother deja una vacante en el concejo de Pagford que varios de sus vecinos quieren ocupar.

Comentario:

Es posible que Una vacante imprevista no sea del gusto de quienes disfrutaron con la saga de Harry Potter o esperen que se trate, como se publicita en varios sitios, de una historia de humor o misterio, porque ni tiene que ver con la anterior obra de la autora ni se podría adscribir a esos géneros.

La primera novela “para adultos” de Rowling puede resultar sorprendente por los temas que trata y cómo lo hace. La autora se inventa un pueblo, Pagford, donde, a través de varios personajes, y con la excusa de cubrir el puesto vacante tras el fallecimiento de uno de los miembros del concejo, aborda sin concesiones, de forma directa, cruda y sin tomar partido, temas como la diferencia de clases, la hipocresía social, la violencia dentro de la familia, las diferentes creencias religiosas (las reflexiones tanto de Shirley como de Parminder durante el funeral de Barry), el acoso escolar, etc…

El protagonismo es coral, y aunque se podría aducir que hay un exceso de personajes, lo que en ocasiones dificulta distinguirlos, sobre todo al principio, o que alguno (Vikram) carece de rol, también tienen personalidades diferenciadas y complejas, ninguno es completamente bueno o malo, sino que tienen matices que les hacen profundamente humanos, propiciando la identificación y la empatía con algunas de sus características.

La redacción es correcta, los personajes y situaciones evolucionan al servicio de lo que la autora quiere contar, en un crescendo marcado por algunas escenas de alta intensidad emocional (las visitas de la asistente social Kay a la casa de Terri, una madre drogadicta acompañada por su hijo Robbie) o aquella en las que varios personajes pasan junto a otro sobre el que se cierne la amenaza de una tragedia sin hacerle el menor caso, que son más terribles por la elección consciente de una voz narradora que muestra la realidad sin concesiones, de forma fría y vívida al tiempo.

También es interesante la estructura de la novela, que empieza con la defunción de Barry Fairbrother y las reacciones que ésta desencadena en la pequeña comunidad, y acaba con las de otros personajes, cuyos funerales se celebran en la misma iglesia. Esta elección de escenario se diría simbólica de lo que ambos personajes aportan a la narración, acentuada por el remo de crisantemos que aparece en ambas escenas en una conclusión (la pérdida de un líder y de su posible sustituto) agridulce y a la vez esperanzadora ante la posibilidad de un relevo por parte de alguien que hasta entonces había parecido una víctima.

En resumen, Una vacante imprevista es una novela de personajes y un retrato social, no exento de crítica, en la que la autora expone lo que parecen sus propias ideas sobre gran variedad de temas, entre los que destaca la creación de Pagford como representación de una sociedad con una gran diferencia de clases y las consecuentes injusticias que eso conlleva, en la que tiene especial relevancia la valentía de la autora al alejarse del género que la ha hecho internacionalmente conocida. 

*** T ***

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domingo, 9 de diciembre de 2012

Las Eternas, de Victoria Álvarez



 Las Eternas
Victoria Álvarez
Editorial Versátil
348 páginas


Argumento:

Los hermanos jugueteros Corsini han de enfrentarse al rival recién llegado Montalbano, que se instala justo frente a su local. Enseguida este último despierta la fascinación de los niños del lugar gracias a sus impactantes creaciones de juguetes, superiores a las de los Corsini. Pero lo que más atrae a Mario, uno de los hermanos, es Silvana, la bella y misteriosa hija de Montalbano.


Comentario:


Novela de corte gótico, “Las Eternas” es la segunda obra de Victoria Álvarez, tras "Hojas de Dedalera". Comparando con la primera observamos que la autora se ciñe más al argumento, da menos vueltas, hasta olvidarse de los puntos muertos y aburridos que tenía su ópera prima, demasiado extensa para lo que contaba. En esta, el texto está bastante ajustado a la historia. Se nota que la autora ha aprendido a medirse y a utilizar la elipsis, lo cual demuestra que posee talento y que aún puede dar mucho más de sí.

La prosa y la redacción son sencillas, más que en la anterior, que mostraba un cierto barroquismo y preciosismo, pero eso agiliza también la lectura. Eso sí, no falta la ambientación tétrica y gótica, enfocada en la descripción detallada de elementos como cementerios, tumbas, muñecas y autómatas de la juguetería, las calles y canales de la Venecia Belle Époque...

Pese a contar con una leve trama de misterio, la autora, como en la anterior, se centra sobre todo en la historia romántica, muy similar a la de "Hojas de Dedalera" en lo "esencial", es decir, un amor imposible, en el que la muerte cobra una gran importancia. Estas exacerbaciones, propias de lo romántico, tornan poco creíble lo que se nos cuenta, no tanto por su cariz fantástico como por la fácil aceptación de las situaciones que demuestran los personajes.

Volviendo al misterio, este es bastante previsible, dando la autora desde el principio pistas tan claras que sería casi imposible no adivinar todo lo que pasa y casi cómo va a terminar la novela. Para mí, el prólogo es lo peor de la obra, puesto que revela demasiado, y además es innecesario para contar lo que sigue (Silvana lo cuenta a Mario más adelante, así que para informar al lector tampoco es útil, lo único que hace es "descubrir las cartas"). Por otro lado, las citas de Frankenstein son también pistas, ya que se inspira claramente en esta novela. Cualquiera que conozca la historia de Shelley puede adivinar sin esfuerzo alguno de qué va la cosa.

La obra, repito, está bien escrita y estructurada, por encima de lo que se estila, y más en temática juvenil, pero el argumento a mí personalmente me ha resultado muy poco creíble, y no porque entre en el campo de lo fantástico, sino porque la autora se preocupa muy poco de dar justificaciones racionales y lógicas a los hechos que acontecen. Así pues, resulta imposible no preguntarse cómo funcionan los "autómatas" descritos en la historia, cuál es su mecanismo, si tienen cerebro y cómo se alimenta este, además de sus pieles (naturales, no sintéticas), etc. Se habla de un corazón mecánico, pero ¿qué pasa con los fluidos que llevan nutrientes al cerebro y otros órganos y tejidos vivos? Las explicaciones son demasiado fantásticas, o mejor dicho demasiado escasas, para que nos lo creamos. Si hubiera echado mano de la magia casi me lo hubiera creído más, ya que al menos eso sí justifica algo, pero si hablas de extrañas sustancias químicas que preservan cuerpos durante años sin que se corrompan ni se dañen los tejidos, pues...

 Tampoco resulta creíble el comportamiento de Mario, que continúa su pasión amorosa, sabiendo lo que sabe, y nunca sospecha de cosas obvias, como lo raro que es que mueran tantas niñas a tu alrededor coincidiendo con la llegada de ciertos personajes a la ciudad. El final me ha dejado un poco desconcertada (Más tras el spoiler)

En resumen, la novela está bien escrita y ambientada, es fácil de leer, ligera sin ser facilona y destaca en la creación de atmósfera góticas y macabras, pero el argumento a mí no me ha convencido y me ha parecido todo un poco previsible en su desarrollo y desenlace. Aunque se trata de una buena lectura juvenil, por encima de otras actuales, y además demuestra que la autora ha mejorado mucho.

Spoiler (seleccionar con el cursor para leer)

Volviendo al final, si la historia es una historia de amor no tiene mucho sentido. En primer lugar porque como se dice en la propia novela, Silvana ya no es ella misma, no tiene sus experiencias, solo es la carcasa física, y no conoce a Mario de nada cuando “resucita”. En cuanto a Mario, con este final, se nos presenta como un personaje totalmente egoísta incluso peor que Montalbano. Ambos se identifican ya que toman a una chica como un objeto para su propia satisfacción narcisista, sin importarles para nada sus sentimientos. En el caso de Montalbano podríamos justificarlo diciendo que está afectado por el dolor de la pérdida de su familia, pero ¿qué justificación tiene Mario que sabe que esa “no” es Silvana, pues se le ha borrado la memoria y todas sus experiencias con él? Me ha parecido un personaje sumamente siniestro y egoísta. Sabe que ella es un cadáver viviente, un robot, y para colmo, tras su muerte final, pierde la mente y la memoria, su identidad, quedándose solo con lo “de fuera”. Cada cual que saque sus conclusiones...



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martes, 4 de diciembre de 2012

La vida iba en serio, de Jorge Javier Vázquez


La vida iba en serio,de Jorge Javier Vázquez
Editorial: Planeta, 2012
256 páginas
18,90 €

Argumento:

Autobiografía novelada del presentador Jorge Javier Vázquez.

Comentario:

Es difícil calificar una obra de la que su propio autor dice que es su autobiografía y al mismo tiempo que no todo lo que cuenta en ella ha sucedido en realidad, quién sabe si refiriéndose a los capítulos en los que sus padres toman la palabra para comentar en primera persona tanto lo que piensan sobre su hijo como para contar parte de sus propias vidas, o la quizá necesaria novelización que de un sentido de continuidad a la historia que se narra.

La novela, o autobiografía, está redactada de forma correcta y eficaz, y si bien en algunos momento se perciben breves y muy ocasionales repeticiones de conceptos o cierto desorden en la continuidad de la narración, con algún que otro salto en el tiempo, eso no perjudica ni dificulta en absoluto su comprensión.

En este sentido, es posible que lo más interesante sean los mencionados capítulos en los que tanto el padre como la madre del autor reflexionan en unas narraciones imaginarias (el padre falleció hace años) que cumplen diferentes cometidos, desde expresar lo que el autor cree que pensaban o sabían de él a contar parte de sus vidas.

Curiosamente, es posible que estos sean los capítulos más interesantes de la novela. En ellos se relata también la historia de Jorge y Mari, sus dificultades, sus decisiones, el mutuo amor que se profesan, en unos pocos pasajes emotivos y conmovedores que muestran a unos personajes muy humanos y, en el caso de la madre, adelantada a su época, fuerte, decidida, quizá el verdadero motor de la familia.

Los principales temas que se tratan en la obra son la aceptación por parte del autor de su homosexualidad, con todo lo que conlleva (durante siete años el miedo no le dejó hacerse la prueba del sida), la liberación que siente al llegar a Madrid desde su Badalona natal y la pérdida de su padre, tanto que estos dos últimos puntos son los que dan inicio y final a una historia que se percibe claramente como un ejercicio de catarsis, de redención (la cobardía de no estar con su familia cuando fallece el padre… ) consigo mismo y con su pasado. En ese sentido cumple su cometido.

La historia, 250 páginas de lectura ágil y amena, puede interesar a personas curiosas y a admiradores y/o detractores de su autor.


***T***

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domingo, 18 de noviembre de 2012

La Saga de los Longevos, de Eva García Sáenz




La Saga de los Longevos
Eva García Sáenz
585 páginas
Editorial La Esfera de los Libros.


Resumen:


Adriana, una joven arqueóloga divorciada, regresa a su Cantabria natal para integrarse en un centro de estudios prehistóricos. Allí conoce a la familia del Castillo, uno de cuyos miembros, Iago, despierta su atención amorosa. Mientras lidia con sus sentimientos hacia este hombre, que declara tener más de 10.000 años, Adriana tratará de averiguar por qué se suicidió su madre años ha.


Comentario:

La novela, narrada en primera persona por dos personajes principales, uno masculino y otro femenino, uno longevo y otro efímero, como dicen los inmortales de la historia, está muy bien redactada. La prosa es sencilla pero no plana, de forma que se lee ágilmente e incluso con agrado. Quizás lo que más destaca es el dominio de los diálogos, que son bastante ingeniosos en algunos lances. También me ha gustado la forma como la autora introduce la documentación sobre los centros de estudio de la Prehistoria de Cantabria y otras cuestiones relacionadas con este tema, hasta darte la sensación de que realmente es una conocedora. El personaje de Adriana resulta creíble como arqueóloga, así como sus compañeros y todo lo que rodea el mundo de la prehistoria y los centros de investigación. El único desliz en tema de documentación es un lapsus con la palabra neandertal, que aparece en la novela como "neardental" en la versión electrónica que yo he leído, un fallo fácilmente subsanable.

A lo largo de la obra se intercalan varios flashbacks contando algunos episodios de la vida de los longevos en lejanas épocas, como la prehistoria, los escitas, la Galia celta, etc... A mi modo de ver, estos flashbacks no aportan nada nuevo a la historia que ya conocemos de boca de Héctor, Jairo, Iago y Kyra, habiendo incluso alguna información que se cuenta dos veces. En la narración del presente ya quedaban bastante claras la relaciones y conflictos en el seno de la peculiar familia de inmortales y los objetivos particulares de cada uno de ellos.

Según se avanza en el libro, el foco de la acción pasa de las investigaciones de los longevos para encontrar el origen de su peculiaridad a la relación romántica entre Adriana y uno de ellos, y los conflictos que esto genera en la "vieja familia". Sin embargo, se mantiene un leve misterio (previsible según mi parecer) relacionado con Adriana y otro con el tema de la longevidad, que se resolverán al final quizás de un modo excesivamente rocambolesco, y casi dejando la historia abierta a posibles continuaciones.

Aparte de hablar un poco de la prehistoria, en la novela se mencionan las investigaciones actuales acerca de la longevidad, los intentos de alargar la vida de forma científica, los estudios sobre el cáncer y los telómeros, aunque echo un poco en falta una mayor profundidad a la hora de tratar el sentido de la vida y de la muerte que podría tener un sujeto con más de 30.000 años (Iago tiene 10.000, pero su padre es "algo" más longevo). No es que no se hable de ello, es que tal vez no se profundiza. Quizás la mayor pega que le pongo al libro es precisamente que la excesiva longevidad de los personajes no me hace creíble que tengan esta psicología y estos comportamientos tan similares a los de personas de edad normal. En realidad, un personaje de tantos años ya resulta poco creíble de por sí en un ambiente "realista" y científico, aunque la autora da justificaciones ingeniosas. Pero treinta milenios son muchos milenios para no cansarse de vivir y para aguantar guerras, matanzas, accidentes, plagas, cataclismos naturales, etc...

Entre las cosas que menos me han gustado está la excesiva extensión de la obra, dado el leve argumento que contiene. A decir verdad, me parece muy larga. También hay alguna escena un poco cogida con pinzas, como una donde la protagonista averigua ciertas cosas escuchando por casualidad, o ciertas coincidencias relacionadas con el pasado de Adriana.

En resumen, es una obra bien redactada, donde se ve talento, pero a la que, a mi modo de ver, le sobran bastantes páginas y le falta un poco más de argumento, intensidad y profundidad. A mí no me ha apasionado, tampoco voy a mentir, pero está muy por encima de la mayor parte de las cosas que se publican últimamente. Es un buen arranque literario de la autora.

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lunes, 12 de noviembre de 2012

La sonrisa de las mujeres, de Nicolas Barreau


La sonrisa de las mujeres
T.O.: Das lächeln der frauen
Colección: Espasa Narrativa,2012
Traducción: Carmen Bas Álvarez
272 páginas
19,90 €
Epub: 13,99 €

Argumento:

Tras leer La sonrisa de las mujeres e identificarse con la protagonista, Aurélie está decidida a conocer a su autor, el británico Robert Miller.

Comentario:

Si bien La sonrisa de las mujeres no está en principio catalogada como novela romántica sino disfrazada de narrativa contemporánea, y está escrita por un hombre, el tratamiento que se le da a la trama es clásico del género.

La obra comienza con Aurélie Bredin y su búsqueda del autor de una novela cuya protagonista parece basada en ella (la descripción física es similar y se menciona su restaurante, Le Temps des Cerises, donde es cocinera), alternando sus capítulos en primera persona con los de André Chabanais, editor de Éditions Opale.

Tras ser abandonada por su novio Claude, y tras eternas páginas deambulando por París en lo que quizá sea un intento por parte del autor de captar (con escaso éxito) la esencia de la ciudad, la joven encuentra, por casualidad, la novela de Robert Miller titulada La sonrisa de las mujeres en una pequeña librería.

Cuando toma la palabra André, toda pretensión «poética» choca con una realidad en la que comienzan los absurdos. Tras una superficial mención al mundillo editorial, el protagonista, agobiado por su jefe, Monsieur Monsignac, intenta contactar con Adam Goldberg (supuesto agente del escritor), mediante infructuosas llamadas a sus móviles en lo que parece un intento (fallido) de retrasar la revelación acerca de la identidad de Miller que se desvela en la segunda intervención del editor.

Y es que la novela se basa en el injustificado empeño de André de ocultar a todo el mundo que él mismo es el autor de La sonrisa de las mujeres cuando no hay ni un motivo que lo justifique más allá de poner trabas profesionales y románticas al personaje.

En realidad se trata de una historia muy sencilla y superficial, cuya insostenible premisa lastra toda su evolución al convertirla en algo poco convincente que perjudica al resto, en especial a ese naciente romance entre Aurélie y André, cuyas mentiras y engaños son injustificables, desde ocultarle a la joven su identidad a traer de Inglaterra a un sustituto para que acuda a una firma de libros u organizar encuentros entre autor y admiradora que utiliza para intentar enamorarla.

La resolución es tan frustrante como lo anterior: un romance rápido y poco desarrollado, una confesión de identidad (a Aurélie, a Monsignac) que resulta tan falta de consecuencias negativas como era de esperar y un final sin emoción a la altura de todo lo demás.

Como curiosidad, en la novela hay varias frases en francés e inglés que no se traducen pese a que solo algunas se pueden deducir de texto, si bien la mayor parte de ellas no son relevantes para comprender la historia. También llama la atención que desarrollándose en Francia y con personajes franceses, se utilicen «monsieur», «mademoiselle» y otros términos que podrían considerarse incluidos para ambientar la obra, aunque es posible que todo se deba a que fue publicada por primera vez en alemán y en la traducción se haya decidido conservar estos cambios idiomáticos presentes en el original.


***T***

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viernes, 26 de octubre de 2012

Una tienda en París, de Màxim Huerta


Una tienda en París, de Màxim Huerta
Editorial: Martínez Roca, 2012
352 páginas
18,90 €

Argumento:

Tras comprar el cartel de una tienda parisina, Aux tissus des Vosges, Teresa se interesa por conocer la historia del lugar y de su dueña, Alice Humbert.

Comentario:

Una tienda en París alterna los relatos en primera persona de sus dos protagonistas, Teresa y Alice (desde el capítulo 13), una en la actualidad y la otra en los años veinte del siglo XX, y lo hace utilizando un estilo tan similar que, pese a las diferencias de época y vivencias, a veces casi podría estar “hablando” el mismo personaje.

Las historias de ambas están ligadas a la pintura, si bien mientras una intenta dibujar sin especial talento, la otra sirvió de modelo a varios pintores de su época. Este nexo común se utiliza de forma poética, simbólica y con acierto para presentar a Teresa quien, utilizando de fondo sus frustrantes experiencias con el dibujo al carboncillo (los negros, los grises) y su anhelo de pasar al color, comparando su existencia anodina, casi cobarde, incapacitada para tomar decisiones, marcada por la pérdida de su madre y el dominio que ejerce sobre ella su tía Brígida, con las técnicas artísticas y su evolución.

Sin embargo, la sugerencia de algo fantástico (la atracción que ejerce sobre Teresa el cartel de la tienda de Alice, los curiosos fenómenos asociados a este o la coincidencia de cierta fecha común a ambas) es apenas un esbozo sin desarrollar más allá de servir como excusa para que Teresa decida iniciar una nueva vida en la que tomar, por fin, sus propias decisiones.

Tampoco el interés de Teresa por conocer más sobre la vida de Alice tras encontrar las fotos en el sótano de la tienda que pasa de una a otra parece tener mucho sentido más allá de la relación que establece con Mathieu Ardisson y lo que esto conlleva, lo cual puede producir la sensación de que no se aprovechan todas las posibilidades de la historia.

De hecho el autor prefiere centrarse en el relato pormenorizado de los sentimientos y reflexiones de sus protagonistas (en especial Teresa) acerca de sus vidas y, aunque podría decirse que el punto de inflexión no resulta espectacular, es cierto que se nota una evolución en el comportamiento de los personajes que señala el mensaje positivo de la historia, la posibilidad de cambiar, reinventarse.

Novela de mujeres que, aunque el autor niegue que esté dirigida a ellas, seguramente serán sus principales lectoras, Una tienda en París está bien redactada, cuenta con un amplio vocabulario y detalles en los que se nota el nivel cultural del autor, ambientación de la época que se describe, tono intimista, un par de romances (no muy detallados) con un desarrollo quizá demasiado convencional pese a un par de sorpresas poco convincentes, en la que se echa de menos algo de “acción” (sucesos más destacables, mejor aprovechamiento de algunas situaciones), una lectura entretenida aunque no destacable.


Otras novelas del autor:


- El susurro de la caracola (MR, 2011)


- No me dejes (Ne me quitte pas) (Espasa, 2015)


***T***

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lunes, 22 de octubre de 2012

La Torre Prohibida, de Ángel Gutiérrez y David Zurdo





 La Torre Prohibida
Ángel Gutiérrez, David Zurdo
Editorial Minotauro
344 págs

Resumen:

Jack Winger, afecto de amnesia, ingresa voluntariamente en una extraña clínica especializada en el tema. La gente allí dentro es muy rara...


Comentario:

Tal y como uno puede esperar de autores tan experimentados en las lides del bestseller, los últimos ganadores del Premio Minotauro (2012) nos ofrecen aquí una obra que en el aspecto técnico muestra bastante oficio, fácil de leer, sin complicaciones mentales y que tiene la virtud de enganchar al lector y no aburrirlo, pese a que la explicación del misterio sea bastante obvia.

Los autores no hacen trampas en el desarrollo de la historia, lo cual es de agradecer, incluso llegan a decir claramente de qué va el tema en algunos diálogos o también mediante pistas y referencias culturales, acumulación de elementos mitológicos y literarios todos relacionados con el problema del protagonista. Aun así casi seguro que mucha gente no es capaz de adivinarlo, pero no será porque los autores no insistan con las pistas.

La narración alterna la historia de Jack en la clínica dirigida por el doctor Engels (hasta los nombres de los personajes son simbólicos) con varios flashbacks donde conocemos su truculenta historia personal y familiar, con crímenes de por medio. Tanto en la parte en la clínica como en las retrospectivas de Jack, se mezcla la narración más o menos convencional con episodios totalmente surrealistas, que, sin embargo, tienen su explicación en el contexto del misterio.

La novela es ágil y rápida. Está bien narrada, con sencillez y eficacia, aunque llega un momento en que parece algo repetitiva y agobiante por el acumulo de situaciones problemáticas para el protagonista, que dan la sensación de que atraviesa por una fase de locura donde no se sabe lo que es real y lo que es imaginado.

Para mí, el final es lo peor, no por previsible (que también, aunque ciertamente es casi el único final posible), sino por introducir elementos ya demasiado fantasiosos y por una resolución incoherente en el destino de algunos de los personajes, como el de Julia. No se entiende qué la hace especial ni por qué los antagonistas la quieren, ni tampoco la razón y explicación de su "salida de la clínica". Las batallas entre seres fantásticos tampoco me han gustado mucho, y además, diría que el final se estira como un chicle en su intento de prolongar la tensión.

El título, por lo demás, me ha parecido bastante inadecuado, así como la portada, que dan sugerencias erróneas sobre el contenido, donde la presencia de la famosa torre es mínima.

En resumen, una obra de terror y fantasía tan digna como falta de trascendencia, pero mejor que muchas novelas de su género. Además, es entretenida.

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miércoles, 10 de octubre de 2012

La estrella más brillante, de Marian Keyes


T.O.: The Brightest Star in the Sky, 2009
Editorial: Debolsillo, 2011
Colección: Best Seller
590 páginas
9,95 €

Argumento:

Los habitantes del número 66 de la calle Star, en Dublin, viven sus complicadas existencias ajenos a la llegada de un ente que cambiará algunas vidas.

Comentario:

Resulta difícil calificar La estrella más brillante de novela romántica o Chick Lit (de hecho hay bastantes webs que no lo hacen) pese a ser como se suelen catalogar las obras de Keyes, quizá porque tanto su estructura como su contenido se apartan de lo más convencional que se asocia al género.
La autora utiliza una voz narradora omnisciente (capaz de ver lo que hacen los personajes y lo que hay en su interior, incluidos hechos pasados, pensamientos etc) poco habitual que se permite cuestionar y criticar a los protagonistas con un toque de humor y cierta desesperación causada por un creciente temor a no poder llevar a cabo la misión que le ha llevado a rondar a los habitantes del número 66 de la calle Star.

Este ente que ronda el edificio y a sus habitantes y cuya identidad no es difícil intuir (se dan varias pistas y en algún momento se indica con claridad) da un ligero tono de misterio a la novela, cuyos capítulos, o divisiones que separan las visitas a uno u otro piso, son una cuenta atrás descendente que crea expectativa e interés por lo que va a pasar incluso cuando ya se ha deducido de quién, o qué, se trata.

Pese a que por momentos esta presencia se diluye para reaparecer en ocasiones puntuales en las que resulta imprescindible, se trata de un personaje más, con un protagonismo muy definido en la novela, que incluye algún momento entre lo surrealista y lo fantástico (la escena del meteorito que comparte con un ente “opuesto” a él) además de ser el elemento imprescindible para indicar la conclusión de la obra.

El tono coral de la historia, en la que las relaciones entre los personajes cambian de un momento a otro (no todos los que empiezan juntos acaban en la misma situación) sin dar mayor relevancia a ninguno de ellos: cada cual tiene su espacio y se profundiza en su forma de ser, antecedentes o expectativas, no es el más habitual en romántica.

Tampoco lo es el realismo que la autora imprime a las personalidades de sus personajes (imperfectos, contradictorios, a veces atormentados) o la forma en que incide en temas como la enfermedad (el Alzheimer), la adicción al trabajo, las consecuencias de una experiencia traumática o la muerte entre otros. Ni el equilibrio que consigue crear entre humor, ternura, drama o crítica, que da como resultado algunos pasajes de gran fuerza emocional, conmovedores y emotivos, alternados con otros divertidos, absurdos y, finalmente, optimistas.

En resumen, una novela narrada con oficio, eficacia (la elección del narrador y esa cuenta atrás que logra darle una expectativa e interés crecientes funcionan muy bien) y sensibilidad, consiguiendo aunar humor y drama, odio y amor, profundidad y sencillez, reflexión y diversión, lo que se traduce en una lectura capaz de entretener, emocionar y hacer pensar al mismo tiempo.


***T***


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domingo, 23 de septiembre de 2012

Elling (Hermanos de Sangre), de Ingvar Ambjørnsen


Elling (Hermanos de Sangre)
Brødre i blodet
Ingvar Ambjørnsen
Traductora: Cristina Gómez Baggethun
Nórdica
265 páginas

Argumento:

Elling y Kjell Bjarne son dos hombres de edad mediana que viven en un centro del estado, afectos de diversos trastornos mentales y afectivos. Cuando el ayuntamiento de Oslo les ofrece un piso para que vayan a vivir a él y se inserten en la sociedad, se inicia para ellos una aventura fascinante, la de descubrir el mundo de las personas "normales", vigilados de cerca por el asistente social Frank. Elling, que se cree un poeta, pronto entra en contacto con el viejo Alfons, de quien se hace amigo, mientras Kjell Bjarne se inicia en la vida amorosa con una vecina.

Comentario:

Narrada en primera persona por el personaje que da título a la novela, esta historia nos presenta a una extraña pareja a cuyos miembros se tilda de "locos", aunque, a mi parecer, no están tan trastornados como se nos trata de hacer ver. A decir verdad, diría que los protagonistas sufren de algún tipo de trastorno social o de relación con los demás, bastante inespecífico (aunque algunos opinan que se trata de un trastorno de evitación). Elling, en algunos momentos, habla de ataques de ansiedad. Sin embargo, esto es lo de menos.

A través del protagonista y de su peculiar visión de las personas "normales" y de la vida, el autor nos ofrece una soterrada crítica a varias cuestiones, la más llamativa, la que se hace al estado del "bienestar" en general y noruego, en particular, un sistema que sobreprotege a los individuos y en cierto modo los anula como personas, tal y como le ha ocurrido al personaje principal. En Elling se hace un paralelismo entre la figura materna (el protagonista vivía con su madre, que se ocupaba de todo, cocinar, comprar, etc) y el estado noruego, materializado en la figura de la primera ministra de la época en que transcurre la acción, Gro Harlem Bruntland, de la cual Elling guarda fotos, como si fuera un icono para él. El asistente social es otro de los representantes del Estado, en su labor de tutela y de inserción en la sociedad. También es la figura correctora o de castigo para estos individuos, una especie de "padre", en cierto sentido, con la que Elling amenaza a su compañero de piso, Kjell Bjarne.

La voz narradora, original, egocéntrica, fantasiosa, pero muy lúcida, inteligente y culta, pone el tono humorístico a la historia, convirtiendo en auténticas aventuras delirantes, acontecimientos que para las personas normales no tienen mayor importancia, como ir a pasear o cenar en un restaurante, sentarse en un café (muy elocuente a este respecto, la visita al parque Frogner de Oslo, y su sorpresa y entusiasmo al encontrarse con las esculturas de Vigeland). Los personajes, por cierto, se manejan muy bien en su nueva vida solos y fuera de los muros de la institución.

A lo largo de la historia, vamos viendo como estos seres solitarios se juntan con otras personas también solitarias (una mujer embarazada y alcohólica y un anciano, antiguo poeta) para formar un extraño grupo social unido por lazos "no de sangre" ni "tutelado" por el sempiterno estado.

La crítica al estado del "bienestar" no viene dada solamente por la excesiva sobreprotección al individuo sino también por los intentos de este de crear un pensamiento políticamente correcto y casi único, que se muestran en los comentarios homófobos de Elling, quien, al instante, recuerda que "no puede pensar así, ya que lo psicólogos del centro dicen que eso está mal".

Especialmente hilarantes resultan las escenas de la cabaña, donde Elling especula con la vida sexual de su compañero (él es asexual). El personaje enseguida se "monta películas" de cualquier cosa, ya sea su categoría como gran poeta ya sea el comportamiento de Kjell Bjarne, a quien parece menospreciar ligeramente, aunque, a la postre, este parece manejarse mejor que él en la vida social.

El tono de la obra es amable y optimista, y al contrario de la mayor parte de las obras donde aparecen locos, estos son tratados de forma "normalizada", sin condescendencia, morbo o miradas compasivas.

Al parecer, este libro es el inicio de una serie protagonizada por los mismos personajes. También tiene versión fílmica, realizada en el año 2001, y varias versiones teatrales en numerosos países.


Elling y Kjell Bjarne, en la película noruega "Elling", de 2001



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domingo, 16 de septiembre de 2012

No te escondo nada, de Sylvia Day


 No te escondo nada

T.O.: Bared to You
Editorial: Espasa, 2012
ISBN: 978-84-670-0965-1
320 páginas
17,90 €

Argumento:

Eva Tramell conoce a Gideon Cross y comienzan una relación condicionada por los traumas que ambos sufrieron en el pasado.

Comentario:

Parte de la publicidad de No te escondo nada la compara con la “famosa”  50 sombras de Grey (incluso el diseño de la cubierta imita a las de Grey), lo que hace difícil resistirse a la tentación de comentar las similitudes, y diferencias, entre ambas novelas.

 Los parecidos empiezan con la narración en primera persona de una protagonista que enseguida queda fascinada por el atractivo del galán de turno, quien a su vez se siente atraído por ella. Además Cross, como Grey, es un hombre de éxito y millonario, en apariencia “inalcanzable” y que tiene ciertos problemas en cuanto a las relaciones íntimas se refiere y un pasado misterioso y traumático que se muestra reticente a contar y condiciona la evolución del romance entre los personajes. Y, cómo no, ambas novelas son la primera entrega de una trilogía.

Las diferencias, partiendo de una base con bastantes puntos en común, comienzan con que Day, al contrario que James, tiene oficio, una carrera como autora en diversos géneros y varios premios literarios, lo que establece las distancias entre las obras de ambas.
Eva, a diferencia de Ana, tiene experiencia previa, parte de ella traumática lo que, sumado a su pertenencia a una familia adinerada, sienta una base de igualdad con Cross que no se da en la otra novela. Incluso se revela cuando él intenta controlarla (las clases de Krav Maga, el regalo del móvil con ocasional intercambio de mensajes, la forma en que la espía) y establece hasta qué punto lo admite y las contraprestaciones que quiere a cambio.

Curiosamente, junto a las descripciones de impresionantes físicos (todos los personajes son muy atractivos) y cada cambio de vestuario que hacen los protagonistas principales (Eva, Gideon, Cary), casi sorprende la caracterización psicológica de cada uno de ellos, quizá superficial y esquemática en los más secundarios, aunque muy relevante.

Si en 50 sombras de Grey el conflicto principal se originaba en el deseo de él de basar su relación en unas prácticas de BDSM que en ningún momento se hacen realidad, en No te escondo nada, son ambos, Eva y Gideon, quienes sufren las consecuencias de un pasado traumático (más especificado en ella, la narradora, que en él, quizá reservado para las secuelas) que condiciona su forma de relacionarse de forma romántica y física.

Aunque ambos se sienten mutuamente atraídos, ella quiere más, amistad, conversación, algo que apenas oculta su necesidad de compromiso, y los dos son inseguros celosos y posesivos (la reacción de ella ante Magdalene o Corinne, la de él ante Cary o Christopher). Estas reacciones, y otras, que podrían parecer caprichosas o producto de una “necesidad” de crear escenas para complicar el progreso del romance, incluso poco lógicas a veces, se justifican psicológicamente con la inclusión de breves retazos, a veces dramáticos (las pesadillas de Gideon) de lo que han sufrido en el pasado.

Las escenas explícitas, abundantes, podrían parecer repetitivas y excesivas, hasta que los protagonistas analizan sus respectivos comportamientos, y preferencias, ante esta intimidad: mutua dependencia, necesidad de ejercer el control o cederlo (más psicología que sadomasoquismo), demostrando que su inclusión no es caprichosa.

Tanto Eva y Gideon como el resto de los personajes, desde Cary, el también atormentado compañero de piso de ella hasta sus respectivas familias y compañeros de trabajo, tienen cierta personalidad y roles relevantes (sobre todo Cary, Monica -la madre de Eva- y el doctor Petersen, terapeuta de ambos), dando la sensación de que no sobra ninguno.
La presentación y evolución de los personajes es correcta, fluida, con los clásicos e inevitables conflictos que crean interés, la intriga y misterio por conocer los detalles de lo que sucedió a los protagonistas en el pasado. El final no es tal, ya que hay dos secuelas y muchos conflictos por resolver, aunque tampoco es del todo insatisfactorio.

En resumen: aunque No te escondo nada se ha publicitado (al menos en España) como una especie de sucesora de 50 sombras de Grey, quizá para intentar repetir su éxito (producto de una afortunada campaña de marketing), seguramente no tendrá su repercusión, si bien se trata de una novela mucho mejor que la otra (dentro del género que comparten) en muchos aspectos: redacción, personajes, credibilidad, interés. 


*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Presagios y Grietas, de Benjamín Van Ammers




 Presagios y Grietas
Benjamín Van Ammers
Amazon.es (Edición electrónica para Kindle)
414 páginas (estimación)

Argumento:

Unos hermanos desaprensivos juegan con un Mal mitológico que fue encadenado hace mil años, mientras el indolente emperador Belvann ignora el peligro que le acosa desde varios lugares. Entre tanto, las intrigas y movimientos oscuros juntan en un solo grupo a una prostituta, un asesino a sueldo, a un antiguo luchador y su esposa embarazada, a un enano superviviente de una masacre y a una extraña niña con poderes, entre otros. Peligros sobrenaturales y humanos acosan al mundo.

Comentario:

Cuando empecé a leer esta novela la primera impresión que tuve es que se trataba de una más de las muchas émulas de G.R.R. Martin y su exitosa serie de "Canción de Hielo y Fuego". Tanto la forma de redactar, como el hecho de tratarse de una obra coral, con diversas localizaciones dentro del mundo imaginario, la ambientación típicamente pre-industrial, etc., me hacían tener esta sospecha (aunque el autor no marca los capítulos y bloques por puntos de vista de personajes sino más bien por localizaciones). Sin embargo, conforme se va leyendo se ve que existen influencias de la fantasía heroica más clásica, incluso tolkieniana (con la aparición de razas como los enanos, que tienen características típicas: su gusto por los trabajos manuales como canteras, minas, longevidad, carácter hosco) y algunas aportaciones del autor (por ejemplo, el mundo descrito es menos "medieval" que otros, es más organizado administrativamente, más evolucionado, con la existencia de un imperio y de estructuras territoriales complejas que recuerdan a varios periodos históricos como los romanos o los antiguos imperios agrícolas de Oriente Medio). 

Se echa en falta, sin embargo, algo que defina este mundo imaginario y lo distinga de los muchos otros del género. Por ejemplo, la premisa de "Canción de Hielo y Fuego" es un mundo donde las estaciones son diferentes que las nuestras y los inviernos son largos y vienen cargados de peligros; la de Dune, un planeta de arena en el cual se lucha por la posesión de una especia. Digamos que no hay nada que haga especial este mundo respecto a otros (salvo lo de desmarcarse un poco del seudomedievalismo en boga), y ese podría ser un punto a corregir, más que nada a efectos de llamar la atención de los lectores y de ser más fácilmente recordable. 

Aunque se ven trabajados algunos aspectos como el de la organización administrativa de las naciones descritas, otros no quedan muy claros (organización social, costumbres, etc), y da la sensación de un mundo trazado a medias, en el que faltan quizás descripciones físicas. Cuando las hay, son buenas, eso sí, aunque existe la tendencia a explicar más que a mostrar, lo cual da lugar a algunas digresiones, no muy largas, todo hay que decirlo. En cuanto a los nombres geográficos, el libro peca a menudo de falta de imaginación (Aguas del Norte, del Sur, del Este, etc). Esto también ocurre con algunas instituciones o estructuras, donde se usan nombres demasiado genéricos. El mapa del inicio, y también el libro en su contenido, me induce algunas dudas. No sé si es el mundo completo o una parte de él, las distancias que hay entre lugares (aunque se pone una escala númerica, no una regla, que quizás haría más fácil la visualización de las distancias).

No es que sea un error exactamente, pero a mí me gusta que los libros que leo tengan un argumento claro y se note hacia dónde se dirige la acción, qué es lo que pasa, etc. Dado que se trata del primer tomo de una obra más larga, y por lo tanto está inconcluso, me he quedado con la sensación de leer una presentación del mundo y del conflicto principal bastante bien resuelta, sobre todo por el cliffhanger final, pero me ha costado entrar en la trama, debido a la dispersión de lugares y al gran número de personajes protagonistas, que en un principio no parecen tener mucho en común. Sin embargo, aunque tarda un poco, finalmente las subtramas convergen y empieza a mostrarse el conflicto principal que da sentido a todo lo demás, y que es bastante típico de las novelas de fantasía heroica. Es decir, es necesario leer bastantes páginas para que veamos cuál es la trama, y cuando se revela esta es la esperada en el género.

La redacción es muy buena, ágil y limpia, sin vacilaciones ni tampoco florituras. Quizás hay algunos excesos cuando el autor cuenta las vidas de los protagonistas, incluso de alguno secundario, o cuando describe algunas particularidades políticas u organizativas (o mejor dicho, por la forma cómo lo describe, demasiado explicativo), pero en general se lee bien, y resulta entretenido, pese al número de páginas, excesivo para mi gusto. Muy puntualmente, se utilizan expresiones que no parecen pegar mucho con un mundo preindustrial, pero en general, el tema del lenguaje está bien llevado, e incluso el autor hace alarde de un extenso vocabulario, que es una de las cosas que más me han sorprendido (y gustado), así como la madurez de la escritura, superior a la de muchos autores publicados.

Como suele suceder, la abundancia de nombres tanto de personas como de lugares hace un poco difícil retener todo pero por suerte algunos de los personajes están definidos y se los recuerda bien, como a Willia, Levrassac, Berd y su mujer, Lehelia y Porcius... Otros, sobre todo los militares o los diversos cargos del imperio, me han resultado menos distinguibles. En cuanto a los personajes y sus relaciones, no hay una profundización tan intensa como en la obra de Martin en la psicología o en motivaciones, centrándose la novela en la acción externa. Un asunto que sí parece "martiniano" es el de hablar de x personaje, dedicarle bastantes páginas y luego... hacerlo desaparecer (no voy a soltar spoilers). Comprendo que a mucha gente le gusta que la sorprendan con estas cosas, pero a mí siempre me da la impresión de que he "perdido el tiempo" leyendo tantas páginas de un personaje que luego no tiene participación en la trama. Otra cosa es que su actuación propicie un acontecimiento que luego sí sirva en el argumento, pero ponerlo y que no tenga un rol claro... Por suerte, esto solo recuerdo que pase con un personaje muy concreto. Algunos de los personajes poseen cierta ambigüedad moral que les da realismo, lo cual es un punto a favor. La inclusión de los Juegos me parece acertada y proporciona mayor variedad de situaciones y tipos, aunque no esté muy introducida en la trama, al menos en apariencia. La parte que me ha resultado más pesada es la de las intrigas palaciegas y los movimientos militares.

La existencia de razas o criaturas totalmente malas o corrompidas, típico de la fantasía heroica más tolkieniana, es algo que no me gusta mucho, aunque supongo que lo demanda el género. A mí me parece irreal, incluso en un contexto de mundo imaginario.

El final del libro primero demandaría quizás más espectacularidad en la forma de describirlo, pero deja la novela en un buen punto de cara al libro segundo. Al tratarse de una serie o novela río, resulta un poco frustrante que termine bruscamente, pero bueno, es así como está estructurada la obra. Yo soy más de libros autoconclusivos, considero que son más atractivos para los lectores, a no ser que uno sea un súper ventas famosísimo. Por ende, también son más fáciles de colocar en una editorial.

En resumen, una obra bastante clásica en el tratamiento de la fantasía heroica, pero con algún pequeño rasgo moderno por influencia de Martin, fundamentalmente, que transcurre en un mundo que no destaca por nada en concreto, donde el peso de la magia no parece demasiado fuerte (más bien nos encontramos con elementos "sobrenaturales"), y donde se recurre a la eterna lucha contra el Mal de un grupo de héroes, muy bien redactada, bien dialogada, con vocabulario adecuado salvo contadísimas excepciones. Sobre todo, es entretenida y se lee bien. Para mi gusto el mundo imaginario debería estar mejor definido, no solo en el plano administrativo. El glosario final está bien en cuanto a la parte de personajes, pero la de divisiones políticas no me ha aclarado gran cosa. Me resulta confuso, igual que el mapa.

Espero que el autor termine el libro segundo para ver cómo sigue la historia. Es lo malo de las obras no conclusivas, que hay que esperar para conocer el final. Se trata de una trilogía.

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sábado, 8 de septiembre de 2012

Misión Olvido, de María Dueñas


Editorial: Temas de Hoy, 2012
Colección TH Novela
510 páginas
22,90 €

Argumento:

Tras separase de su marido, Blanca Perea viaja a California con el encargo de revisar los papeles de su compatriota, el hispanista Andrés Fontana. 

Comentario:

Tras el éxito de El tiempo entre costuras, se esperaba con cierta expectativa la segunda novela de Dueñas, quizá con la intriga de saber si estaba a la altura de su predecesora. 
Aunque hay parecidos superficiales entre ambas novelas: narración en primera persona, intención de explorar hechos del pasado, son mayores las diferencias.

En Misión Olvido esa primera persona utilizada para contar lo que vive Blanca Perea, protagonista e hilo conductor con las partes de otra época, parece perjudicar más que beneficiar el proceso de identificación con el personaje y lo que le sucede. 

No solo su drama personal es tópico y previsible, sino que  Blanca se extiende en largas, prolijas, confusas explicaciones (bastantes de ellas sobre temas irrelevantes) que no solo ralentizan el comienzo de la “acción”, sino que también crean lo opuesto a lo que suele pretender la primera persona, un desapego hacia lo que cuenta sobre sí misma y la sensación de que redactado en forma de diálogos o incluso en tercera persona, disminuiría páginas y digresiones y profundizaría en los personajes, tanto ella como quienes son vistos a través de sus ojos.

En la novela, alternados con la tarea de Blanca, hay capítulos dedicados tanto al origen de Andrés Fontana como a la juventud de Daniel Carter, uno de sus alumnos, especialmente interesado en recuperar la memoria de su mentor.

Si bien el relato de la vida de Fontana, cuya infancia se centra incomprensiblemente (no vuelven a aparecer) en su benefactora y en un relato tan amplio como superficial (quizá por el mencionado tono explicativo y monótono que también lastra la parte de Blanca)  de sus años universitarios, rompen la monotonía del relato de la protagonista, son los capítulos dedicados a la estancia de Carter en España los más interesantes de la novela.

Quizá esto se deba tanto a la previsibilidad de las experiencias de Blanca, antes de su viaje y en Santa Cecilia (la revisión del legado de Fontana y las relaciones con el resto del claustro apenas tienen utilidad), en especial el supuesto romance apenas desarrollado con Daniel Carter (y Luis Zárate, director del departamento, como improbable pretendiente alternativo), mientras que en el pasado de este personaje hay una historia de amor de corte más clásico y con una dosis de drama que le concede interés adicional por encima de sus estudios o de ciertos paralelismos entre su biografía y la de Fontana (viven en la misma casa, el tutor de uno fue compañero de estudios del otro).

Además, la novela, de tono “intimista”, carece casi por completo de “acción”, en el sentido de que los personajes permanecen estáticos en un par de escenarios y todo lo descubre Blanca eligiendo sin mucha lógica pasajes de postales, cartas o textos de Fontana entre una maraña de escenas largas y plagadas de generalidades. Que la meta sea encontrar la Misión Olvido del título, cuya consecución no tiene el interés de lo personal, también contribuye a disminuir el interés por lo que sucede.

Lo mismo ocurre con la vida de Blanca, cuyo romance con Carter se dice pero no se muestra, no hay emoción sobre si quedarán juntos o no y la inclusión de Zárate es irrelevante. Tampoco esos paralelismos que encuentra Blanca entre ella y otras dos mujeres con las que trata se ve más allá de su afirmación de que es así y lo que ha supuesto para ella, con lo que la pretensión intimista de un relato que parece apostar por el “realismo”  acaba siendo otra de las facetas fallidas de la novela.

En resumen, Misión Olvido tiene características y errores que suelen asociarse a una primera novela, entre los que destacan la desafortunada utilización de la primera persona, la redacción explicativa que alarga y embarulla la progresión de lo que se cuenta, cantidad de texto que se podría eliminar sin que afectase a la historia (las largas escenas en la base americana) o un tema central (el hallazgo de la Misión del título) y una protagonista cuyo interés es muy relativo (hay secundarios más atractivos).

Parece difícil que quienes disfrutaron con El tiempo entre costuras lo hagan también con Misión Olvido, ya que, pese a carencias como falta de credibilidad en algunas de las cosas que sucedían a la protagonista, al menos contaba con todo tipo de acción: viajes, peligros, misterio, romance... Algo de lo que esta segunda novela carece.


***T***

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miércoles, 15 de agosto de 2012

Sin Cambios, de Gail Carriger





 Changeless
Gail Carriger
Traductora: Sheila Espinosa
Editorial Versátil
392 páginas


Argumento:

Una extraña plaga asola Londres: los seres sobrenaturales se están "humanizando" y no se sabe cómo ni por qué. Alexia Maccon (antes Tarabotti), casada con un licántropo, tendrá que tomar cartas en el asunto y para ello viaja en dirigible hacia Escocia, lugar donde parece surgir el problema, en compañía de una peculiar inventora, su hermana, su amiga, la adicta a los sombreros raros, y el extravagante actor Tunstall, requerido de amores por las dos últimas...


Comentario:


La segunda novela de la serie de "Sin alma" de Gail Carriger, sigue la estela steampunk de la primera, incidiendo más en esta estética y ambientación, pero aligerando el tono paródico en favor de un humor más contenido, más sutil y que incluso desaparece casi del todo al final, donde hay un viraje a lo dramático que me ha sorprendido bastante.

La historia en sí me ha parecido floja. Podría decirse que a lo largo de la novela no pasa gran cosa, centrándose buena parte de las páginas en una viaje en dirigible y en una trama de misterio bastante previsible en cuanto a quiénes son los "malos" y otros detalles de las relaciones entre los personajes. Alexia, la protagonista, me ha parecido sutilmente distinta a la primera novela, menos paródica, más seria incluso. Como personaje nuevo más llamativo la inventora francesa, un personaje bastante original, ya que el rol de inventor o de científico no suele recaer en mujeres. En realidad, el peso de toda la acción de esta novela recae sobre los personajes femeninos, quedando los masculinos como comparsas o más desdibujados. Supongo que esto es debido a dos factores: la autora es una mujer y sus lectoras también...

Lo mejor de la novela es el tono delirante y surrealista del mundo steampunk descrito, en el que interviene casi más la magia que la ciencia o la técnica, y también la redacción, que imita las formas del XIX, añadiendo humor, repito algo más sutil que en la obra precedente, pero bastante acusado de todas formas, excepto al final. La parte de aventura es más fuerte que en el primer libro, donde aunque también había una trama de misterio, el acento se ponía en el romance entre Alexia y Lord Maccon.

Lo que menos me ha gustado ha sido la reacción final de Lord Maccon ante cierto anuncio que hace Alexia, y que no se corresponde con la personalidad que hasta ese momento había ofrecido el personaje. Comprendo que tenga que suceder eso para enlazar con la siguiente parte de la serie, pero a mí me ha parecido desproporcionado e irracional, o dicho de otro modo, no suficientemente justificado por la autora.

En resumen, una novela interesante, que se lee más por el humor y la redacción, por el cómo está escrita, que por su argumento, pero que destaca igualmente en estilo y personalidad dentro de nuestro panorama literario tan anodino.



Gail Carriger, muy metida en su personaje

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