domingo, 22 de diciembre de 2013

Legado en los Huesos, de Dolores Redondo





 Legado en los Huesos
Dolores Redondo
Ediciones Destino
560 páginas

Argumento:

La inspectora Amaia se enfrenta a un nuevo asesino en serie en el valle del Baztán, que también usa como referente a un personaje de la mitología vasca... en este caso el Tarttalo.


Comentario:

Lo primero que sorprende de esta novela es que es abismalmente mejor que su predecesora ("El guardián invisible"), y no solo en cuanto a desarrollo de la historia sino también incluso en cuanto a corrección, prosa, estructura, etc. En esta no hay frases dudosas ni descripciones wikipedia mal encajadas con el resto. Está todo muy pulido, lo cual agiliza de manera notable su lectura y comprensión.

Tampoco hay arranques seudolíricos ni exageraciones sentimentales o emotivas como en el anterior, y todo se mantiene dentro de un orden correcto, al menos en cuanto a estilo, siendo este sencillo y plano, ideal para este tipo de obras de consumo masivo.

El caso investigado está mejor planificado que el anterior. Las pistas se dan de manera sutil, quizás a veces demasiado, pero nadie podría reprochar a la autora que no las haya soltado por aquí y por allá. También realiza alguna maniobra de distracción para hacernos creer que otros personajes son los culpables, con mayor o menor éxito. A mí, personalmente logró engañarme con uno de los "señuelos".

En cuanto a los personajes, pues casi todo se centra en Amaia, la inspectora de la Policía Foral. No deja de ser algo forzado que siempre todo lo que ocurre esté relacionado con ella y con su familia y antecedentes, hasta el punto que eso sí que lo ves venir y quita un poco de interés a la obra. De todas formas, el personaje está más comedido en esta entrega, perdiendo casi por completo los rasgos histéricos del anterior, aunque en esta vemos su faceta de madre que se siente culpable por no atender bien a su bebé y estar trabajando, todo un "clásico". Hasta le surge por ahí un "interés romántico".

Llama la atención que, de un libro a otro, algunos personajes sufren un cambio radical y se transforman hasta el punto de que no parecen los mismos, véase el caso de Flora, la hermana de la protagonista... Otros siguen en su línea delirante, como la madre de Amaia, que como siga con la progresión en su hannibalecterismo no sé dónde va a terminar...

El final es algo soso, pero al menos resuelve el caso, aunque abra otras incógnitas para la tercera parte. Lo que menos me encaja son las inclusiones de esos temas fantásticos, que no se sabe muy bien qué función tienen, como por ejemplo, la presencia de Mari, diosa madre vasca, o el que los asesinos tomen como ejemplos a seres mitológicos, el agente del FBI metido en asuntos de vudú y cosas por el estilo, etc.

En resumen, un libro de intriga correcto, con algunos toques un poco forzados y exagerados, pero que en esta ocasión conduce bien la trama hasta el final, dejando sentado el inicio de la siguiente entrega de la trilogía. Para lectores de intrigas nórdicas o pendergastianas...

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Curva del Olvido, de Victoria R. Gil

La curva del olvido
Victoria Rodríguez Gil
90 páginas
Septem Ediciones
Web de la autora

Argumento:

La ciencia ha reducido la memoria a la fórmula R = e − t / S, que define la curva del olvido por la relación matemática que existe entre la intensidad de un recuerdo y el tiempo transcurrido. Para los protagonistas de este libro, las cosas no son tan simples.

¿Se puede recordar el futuro? ¿Guardamos memoria de lo que no ha ocurrido? ¿Elegimos lo que se evoca? ¿Duelen los recuerdos, aunque sean ajenos?

Los diez cuentos reunidos en La curva del olvido plantean preguntas tan inquietantes como éstas, pero no todas las respuestas se diluyen en una solución de ochenta gramos de memoria por cada veinte de olvido.

Las ecuaciones no ayudan a sobrevivir al pasado, aún menos al futuro. Para lograrlo es necesario, a veces, renunciar a la memoria y a la cordura. Y la salvación no siempre está garantizada

Comentario:

La obra es una recopilación de diez relatos de extensión breve, que tienen como leit motiv la memoria y sus fallos, el olvido, etc, haciendo honor al título. Se agradece la coherencia del conjunto, en el cual se ven diferentes facetas o perspectivas del tema. Lo que más destaca es la factura técnica y la prosa de las que hace gala la autora, quien, realizando un tour de force bastante encomiable, trata de dar a cada relato un tono y un estilo diferentes (cartas, informes médicos, etc), incluso voces en tiempos verbales diversos (primera persona, tercera). Eso demuestra un gran dominio de los recursos lingüísticos, muy por encima de lo que se suele ver, y mucho más en noveles, y sobre todo, un intento de ir más allá en cuanto a narración, no quedándose en la mera anécdota argumental y buscando una experiencia estética, que, no obstante, no resulta recargada, sentimental en exceso ni empalagosa, sino fría y racional, rigurosa.

La prosa está muy ajustada el contenido, es rica en vocabulario y matices, aunque hay relatos que destacan sobre los otros. Si tuviera que poner una pega sería el final abrupto de alguna de las historias o el que se prime el virtuosismo técnico sobre la historia. Al menos a mí me ha costado entender el significado de alguno de los relatos, o quizás esperaba algo más. Esta apreciación no empaña la valoración general de la obra, que como digo, está muy bien escrita y planificada. Curiosamente, la memoria aparece varias veces vinculada al amor, y, lo que es más lógico, a la identidad y como afecta a la personalidad (y a la persona) la falta de ella.

Como muestra, la que para mí es una de las mejores piezas "RECORDAR PERJUDICA GRAVEMENTE LA SALUD...", un relato realmente notable donde el lenguaje empleado, el vocabulario y las relaciones con boleros y demás, crean una gran ambientación, y un personaje picaresco, el Flaco, que bien podría ser, español o iberoamericano, protagonista él mismo de algún bolero de desenlace trágico. Técnicamente está muy bien cuajado, aunque el final patine un poco.

Leocadia lo aireaba cada noche, no se le fueran a anquilosar los músculos, los del contento y los de pugilista, que breves, sí, pero alguno tenía; y lo exhibía por restaurantes y clubes, donde se ufanaba de llevar del brazo al joven más gallardo y que mejor cantaba los boleros. En más de una ocasión se encontró rodeado de embelesadas matronas que disfrutaban de su escaso repertorio como si en él se juntara todo el elenco del mismísimo Teatro Real

En resumen, una breve obra compuesta por relatos que requieren una lectura reposada y atenta, pero en absoluto aburrida, sobre un tema en el que se asienta buena parte de nuestra esencia humana, redactada de un modo muy logrado, y más para ser una opera prima.

Más fragmentos:


Se me olvidó olvidarte. Ya sabes cómo soy, un día cogí el tren a Zamora para visitar a mi hermana y me bajé en León sin tener idea de por qué estaba allí. A ella ya no le extrañan mis ausencias. La primera vez que la olvidé tenía diez años. Le dije que me esperase en el coche mientras enviaba un paquete en Correos y al salir me fui a casa en metro sin recordar que la había dejado aparcada en doble fila en la Plaza de Cibeles. Juró que no me volvería a hablar cuando los rescaté horas más tarde, a ella de la comisaría y al coche, del depósito municipal.
Así son las cosas desde siempre. Me han dicho que tengo no sé qué región del cerebro yerma como la estepa castellana, que mis sinapsis no se excitan convenientemente, que mi hipocampo, en realidad, más parece un hipogrifo, y que todo es psicosomático y borro aquello que no me interesa recordar.


Elena nunca entendió por qué siempre me negué a mirar los folletos que cada mes de junio, con perseverancia digna de mejores causas, brotaban por las mesas y nos inundaban de mares azules y blancos hoteles. Me quiso durante dos años, los mismos durante los que trató de llevarme a la playa, a cualquiera, a todas; del norte, del sur y hasta del trópico. Y aún no sé si se fue porque se le acabó el amor o la paciencia.
Quizás fue entonces cuando empecé a atarme los cordones de los zapatos tan fuerte que a veces se partían; a entallarme la ropa de tal forma que ni un vendaval alcanzaba mi piel y a tensar las sábanas, de noche, hasta el punto de no poder moverme en ellas.


Habla la autora: Victoria Rodríguez Gil

¿Cuál fue tu intención al escribir esta obra? ¿Qué mensaje has querido transmitir con ella?

Mi intención al escribir este libro era la de preguntarme cuánto hay de real y cuánto de inventado en nuestras vidas ya que, según los expertos, los recuerdos no siempre son como los evocamos, tendemos a alterarlos con el tiempo, a mejorarlos e incluso, a empeorarlos o adornarlos. Quizás por mi edad (51), la memoria empieza a ser más que una herramienta, una parte importante de mi identidad a la que me espanta tener que renunciar (tengo varios casos de Alzhéimer en la familia). También es una excusa para analizar las dificultades en las relaciones personales. Creo que no trataba de enviar ningún mensaje consciente, sólo el de preguntarme el porqué de complicarnos tanto la vida.

¿En que se diferencia de otras del mismo estilo, género o temática?

Me gustaría pensar que mi libro difiere de otros volúmenes de cuentos que abordan las relaciones personales (al fin y al cabo, es el principal tema literario, creo) en un estilo que pretende ser directo y variado, pero muy accesible (soy periodista, la legibilidad me importa mucho) y en ofrecer más preguntas que respuestas, que nos haga recapacitar, pero siempre contando una historia, narrando, que es lo que me gusta hacer, y tratando de no aburrir.

¿Cuál sería tu público lector? ¿A quién se lo recomendarías? ¿A quién no?

Creo que mi público lector serían hombres o mujeres de una cierta edad, no adolescentes quiero decir, porque para los más jóvenes creo que mis cuentos resultarían demasiado escépticos y tal vez faltos de  interés temático. Los veo más dirigidos a personas con un cierto bagaje vital, quizás como mis propios personajes, asombrados por la realidad en la que creen vivir, pero que quizás no sea tan real. Aquellos que se lo cuestionan todo.

¿Tienes algo que comentar, objetar, aclarar o matizar al respecto de esta reseña? Defiende tu obra de la malvada criticona.

No tengo nada que objetar a tu reseña, te lo digo en serio. Sólo faltaría más. Sé que soy novata en la narrativa, quizás lo bueno que destacas se debe a mis más de 20 años de actividad periodística, que es un sistema óptimo para depurar el estilo y eliminar muletillas y ñoñeces (lo que más odio) Mi única defensa es que he tratado de escribir, en cuanto al continente, lo mejor posible, huyendo de modismos, frases hechas y comparaciones manidas, y respecto al contenido, desde las tripas, tanto que ahora que el libro está al alcance de cualquiera, siento un cierto pudor que no me esperaba. Es una suerte que los lectores ignoren cuánto hay de verdad y cuánto de ficción en una obra narrativa.


Autora:

Victoria R. Gil

(Oviedo, 1962). Periodista, ha trabajado en radio, prensa diaria y revistas, si bien la mayor parte de su actividad profesional se desarrolló en el desaparecido diario La Voz de Asturias. Ha publicado, como coautora, la biografía José Antonio Coto. Una vida dedicada a la empresa y a Asturias (Club Asturiano de la Innovación, Gijón, 2006) y la antología de relatos PervertiDos (Traspiés, 2012).

Escribe la bitácora Fundida en Negro y colabora en el blog colectivo de reseñas literarias La Tormenta en un Vaso

jueves, 28 de noviembre de 2013

Ambiciones y reflexiones, de Belén Esteban

Editorial: Espasa, 2013
268 páginas
18,90 euros 

Argumento:


Relato «autobiográfico» de las vivencias más relevantes de Belén Esteban.

Comentario:

«Ambiciones y reflexiones» está dividido en un prólogo, escrito a modo de presentación por Boris Izaguirre, encargado también de entrevistarse con Belén Esteban y dar forma a sus palabras, 25 capítulos en los que relata de forma cronológica los pasajes que considera más importantes de su vida, y unas páginas finales para incluir los agradecimientos a familia, amistades y personas del trabajo.

Desde el comienzo se percibe que la redacción es meramente correcta (aunque no recuerda a la forma de expresarse verbalmente la autora) y que los recuerdos que desgrana Esteban son tratados de forma superficial, enumerados sin profundizar en detalles o emociones, dando la impresión de que se trata de un discurso que por muy repetido ha perdido la capacidad de afectar a su protagonista, o que es bien incapaz o reticente a dar más datos.

Quien espere que Belén Esteban se explaye en el relato de sus adicciones se encontrará con lo ya comentado en diferentes programas de TV: no quiere darles nombre ni incidir en los detalles, basta saber que ha salido de ello y no va a volver. Nada más.

En cuanto a referencias a sus compañeros de trabajo, presentes y pasados, cualquiera que haya visto sus recientes intervenciones en distintos programas conocerá ya todo lo que opina de relaciones polémicas como las que mantiene con Ana Rosa Quintana, María Patiño, Lydia Lozano o Aurelio Manzano, a quien aún responsabiliza al 90% de la ruptura de un matrimonio al que dedica un par de capítulos centrados en lo apasionada que era su relación con Fran Álvarez, el amor de su vida por encima del torero y cómo, también, se ha desenganchado de él.

Quizá los capítulos más novedosos, los que entran en detalles menos conocidos, son en los que habla de su hija, Andrea, y lo que quiere para su futuro, o su madre, con quien la relación ha sido difícil en algunos momentos.

También aparecen las personas fallecidas, desde el progenitor, a la abuela Pilar o su monja, sor Mercedes, si bien, de nuevo, no añade nada nuevo a lo ya manifestado en diferentes programas.

Igualmente conocidos son los relatos de su relación con Jesús Janeiro y los familiares de este, en la que solo salen bien paradas Carmen Bazán y Carmen Janeiro (las únicas que quieren a su hija), reservando los comentarios más duros, previsiblemente, para María José Campanario (incluida su familia) y Humberto Janeiro, al que llama el Cojo. En ninguno de estos casos aporta novedades.

La obra incluye fotos de la vida de su autora desde su niñez hasta la actualidad (octubre de 2013), incluyendo a su familia, su hija Andrea, Jesús Janeiro o su ex marido, Fran Álvarez (curiosamente hay más imágenes del torero, o del representante de Esteban, Antonio Sanchís, a quien dedica bastantes y agradecidas páginas, que de este).

Se observan además un par de errores, como escribir mal el nombre de Jimmy Giménez Arnau (Jiménez) o asociar de forma indirecta la serie «Falcon Crest» con JR, personaje que aparecía en «Dallas».

En resumen, se trata un libro para incondicionales de la autora en la que ni estos ni sus detractores encontraran material novedoso más allá de las fotografías personales que acompañan al texto.


Extractos de la obra


Boris Izaguirre en el prólogo:

«Fue esa imagen: Belén, con Andrea en brazos, viendo cómo la puerta de Ambiciones se cerraba para siempre y ella se quedaba fuera, también para siempre, junto a un coche que las devolvería a Madrid, la que me reveló que Belén era símbolo de la mujer española, la de provincias o urbana, universitaria o desempleada. La mujer que tiene que enfrentarse sola a un mundo empeñado en ser adverso.»

***

«Mi asombro estaba justificado ante las dimensiones melodramáticas del relato, pero se incrementó al comprender que en ese momento, ante las puertas cerradas de Ambiciones, estaba naciendo una nueva Scarlett O’Hara, auténtica, española, completamente real.»

***

«Aunque fuera producto de una burbuja, que estalló con abrumadoras consecuencias, Belén Esteban significó precisamente un punto de arraigo en medio del huracán colectivo de nuevos ricos por el que transitó este país en los últimos años. Era la chica de barrio que se convierte en rica y famosa. Pero sin perder su voz de barrio. Se movía y comportaba como una vecina que podría vivir dos puertas más abajo en la escalera. Era católica, creía en el matrimonio, pero la vida la había convertido en madre soltera y repudiada evidentemente por los más poderosos. Era difícil lo que vivía, pero tenía una manera de hacernos reír cuando lo contaba, creando poderosísimas frases que ya pertenecen al público. «Ni que yo fuera Bin Laden», es realmente portentosa.»


Belén Esteban:

«Por supuesto que también habrá gente a la que no le guste, e incluso que me tenga manía, que con eso ya cuento. Pero son los menos. La mayoría me quiere y me aprecia muchísimo. Y una de las cosas que más valoran de mí es la sinceridad. Porque jamás me he preparado un guion cuando he ido a hablar a la tele o con algún periodista. Siempre me he puesto muy nerviosa antes de empezar, pero cuando llega el momento de sentarme ante todos, pienso: «Pero, vamos a ver, Belén. ¿Por qué te vas a poner nerviosa si solo tienes que decir lo que sientes?». Y como digo lo que siento, siempre voy con la verdad por delante. Por lo menos con la mía… Salvo en la última etapa, que reconozco que en algún momento he mentido por Fran, mi exmarido.»


***T***

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

lunes, 25 de noviembre de 2013

El buen hijo, de Ángeles González-Sinde


Editorial: Planeta, 2013
320 páginas
19,50 €
Epub: 9,99 €

Argumento:
Tras un vívido sueño con su fallecido progenitor y un accidente doméstico materno, Vicente decide cambiar su vida, aunque las cosas no salen como él las planifica.

Comentario:
El buen hijo es una de esas novelas en las que da la impresión de que no pasa gran cosa porque carece de “acción” y misterio (el que pudiera haber lo anula la sinopsis oficial, que cuenta la mitad de la historia), recreándose, sin embargo, en el relato de la suerte de viaje iniciático que emprende el protagonista, en tono intimista.

La obra está contada en una primera persona que, al contrario que en otras novelas, no solo es adecuada, incluso visual, sino que no molesta ni choca al incluir datos que el personaje no podría saber, quizá porque la autora sabe escribir, redacta con una prosa limpia, en la que no se aprecian los errores habituales en este tipo de relato, no incluye acciones irrelevantes y se centra, con la ayuda de títulos representativos de su contenido al principio de cada capítulo, en las reflexiones sobre la familia, el amor, la amistad, de un personaje en plena crisis de identidad.

Si bien el protagonista es Vicente, se muestra tanto a su madre (Margarita) como a su hermana (Nuria) y sus tres hijos (Amelie, Mauro y Sergio), su amigo (José Carlos), la asistenta rumana (Corina) a quien cree la solución a sus problemas, la copropietaria del salón de belleza (Eva… o Laura) o su perro, Parker, desde su punto de vista, lo que él opina de todos ellos, recuerdos y anécdotas. La autora consigue así dotarlos de voz y personalidad propias, e incluso logra que se distinga la diferencia entre lo que Vicente cree, o quiere creer, y la realidad, permitiendo que quien lee pueda adelantarse al protagonista en algunas conclusiones, previendo lo que va a pasar y creando expectativa acerca de cómo reaccionará él a determinados hechos.

Aderezada con referencias musicales, cinematográficas y literarias tan breves que no obstaculizan la lectura, la vida de un Vicente que durante gran parte de la novela aborrece las diferentes versiones que se dan de su nombre, transcurre entre la familia, el negocio (una librería) y sus cuitas sentimentales, mostrando una peripecia vital común a la mayoría de personas, lo que facilita identificarse tanto con él como con sus dudas, contradicciones, un amor que incluye tanto el familiar como el romántico o a Parker, y la búsqueda de la felicidad.

Quizá hay pasajes que pueden resultar algo lentos por el detalle en el que se relatan, aunque se diría algo deliberado, buscando una reacción, al igual que lo es el tono entre el diario y la autobiografía (desde el principio se dirige a alguien cuando cuenta su historia desde el punto de partida propiciado por el accidente materno y el sueño paterno), el humor y el drama, de un personaje en continua búsqueda de su identidad, de la felicidad, contradictorio, que se engaña a sí mismo, que sufre reveses y alegrías cotidianos, que nunca se rinde y concluye en una situación diferente a cómo empieza.

El buen hijo puede agradar a quien le gusten las historias bien escritas, protagonizadas por personajes cercanos con los que resulta sencillo empatizar, un equilibrio entre la comedia y el drama, y una profundidad mayor de la habitual en el relato de la crisis existencial del protagonista.

Nota

Esta novela es la finalista del premio Planeta 2013

***T***

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jueves, 21 de noviembre de 2013

El Último Lapón, de Olivier Truc


El último Lapón
Le Dernier Lapon
Olivier Truc
Traductor: Joan Riambau Möller
512 páginas
Editorial Destino

Argumento:
La policía de los Renos del lejano norte investiga dos sucesos que perturban la noche perpetua: la desaparición de un tambor ancestral de los samis y la muerte misteriosa de un ganadero sami al que han cortado las orejas.


Comentario:

La obra que nos ocupa se podría encasillar en la corriente de moda de de las novelas negras nórdicas, con la salvedad de que está escrita por un francés. Pero la ambientación es puramente escandinava, pues nos situa en la Laponia, tanto la noruega como la sueca, haciéndose hincapié en lo desdibujado de las fronteras por aquellos lares del lejano norte.

La historia toma como referencia la mitología y folklore del pueblo sami, conocido en occidente como Lapón, los únicos indigenas de Europa. Se habla de sus creencias, costumbres, forma de vida como ganaderos de renos y sobre todo, de sus famosos tambores, uno de los cuales desencadena una de las tramas de la novela. La otra involucra a un ganadero sami asesinado y mutilado en medio de la nieve.

La pareja de investigadores, unos guardias de los renos (policía especial dedicada al control de conflictos entre ganaderos) está formada por el veterano sami Klemet y la joven noruega del sur Nina, que sirve para contraponer las costumbres noruegas y su feminismo y tranquilidad proverbiales con la rudeza de los habitantes del norte, mucho más pasionales y acostumbrados a la vida en condiciones muy extremas. Ejemplo de estas es la época en la que se ubica la acción, enero, justo cuando tras largos meses de oscuridad perpetua, aparece el sol por unos minutos, desgarrando las tinieblas. El lector encontrará pues, mucha nieve, auroras boreales, frío a tope y todo lo que uno vincula con esas latitudes en invierno.

Siendo una obra del género negro, no se desdeña la crítica social, centrada en este caso en la discriminación del pueblo sami por parte de suecos y noruegos, los cuales trataron de obligar a estas gentes a olvidar su idioma y costumbres y en algunos casos intentaron exterminarlos, y expoliar sus tierras con explotaciones mineras y de otro tipo. Se nos muestran las tendencias ultraderechistas de los países nórdicos (el partido del Progreso noruego, por ejemplo) empecinado en restar privilegios a los samis o las corrientes religiosas también ultras de los laestadianos, una secta protestante muy rígida y austera que pulula por esa zona. Klemet, el protagonista de la obra, nos cuenta a través de sus recuerdos su infancia como sami oprimido y los conflictos con su familia. Es el personaje más desarrollado, quedando Nina en un segundo plano.

Entre los secundarios llama la atención el degenerado geólogo francés Racagnal, el sami extremo Aslak, que vive como sus antepasados, y el sami medio loco Mattis. Pero la obra muestra un amplio elenco de personajes, algunos de los cuales se distinguen con breves pinceladas.

La investigación del robo del tambor y de la muerte de un sami ganadero se toma realmente su tiempo, pudiendose considerar esta obra de ritmo "lento" por decir algo. Agrava el efecto el hecho de que se repiten informaciones constantemente, tanto sobre los hechos como sobre los personajes. Solo al final toma un poco de velocidad hasta el extraño desenlace, bastante deprimente.

Lo mejor de la obra es la ambientación, pero sobran muchas páginas de idas y venidas por la nieve, y de charlas, descripciones y demás que alargan en demasía una novela que podría ser más corta y más efectiva. En lo demás, se deja leer, y  hasta puede resultar interesante para quien no conozca las contradicciones y conflictos internos de los países escandinavos, tan llenos de trapos sucios como los del sur... bueno, no tanto pero tampoco tan perfectos.

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viernes, 15 de noviembre de 2013

As de corazones, de Antonia J. Corrales


As de corazones
Editorial: Vergara, 2013
272 páginas
14 €

Argumento:
Las vidas de Ayala, Bastián y Samantha se entrecruzan a lo largo de los años en diferentes paisajes y situaciones.

Comentario:
As de corazones es una novela de personajes y sentimientos, en los que el misterio que rodea al trío protagonista se diría más una excusa para incidir en el "romance" que un intento real de crear intriga (es fácil que personas que lean habitualmente deduzcan enseguida lo que pasa, aunque la autora no lo revela hasta la última parte de la historia), ya que se van soltando sugerencias e insinuaciones (quién sabe si buscando que se adivine o solo intentando crear expectativa) a lo largo de la narración por parte de los tres implicados.

Curiosamente, cuando al final se revela el misterio, se descubre también que varios personajes tenían conocimiento del mismo y han adoptado una actitud de silencio y ocultación tan chocante como incomprensible y carente de lógica y credibilidad, sobre todo en cuanto a un hecho del pasado, que condiciona el presente, forzando de forma inverosimil que se acepte cierta situación.

La historia está contada en primera persona a modo de reflexiones y recuerdos de Samantha, Ayala y Bastián, cuyas «voces» pueden confundirse en ocasiones, pese a que cada capítulo comienza con el nombre de quién lo relata, pues todos ellos utilizan similar tono (entre lo dramático y lo pretendidamente poético) y vocabulario, aunque uno de ellos sea un hombre y que la desaparición de Samantha como narradora apenas alteraría el contenido de la obra.

Ellos tres son los buenos de la historia (pese a la insistencia de Samantha en su maldad), frente a otros, como los tíos, cierto militar y algunos más que parecen representar el mal por el mal, aunque también hay personajes positivos, sobre todo por parte de Ayala, si bien dos de ellos, Víctor y Anthony, tienen roles similares y poco convincentes.

Esta redacción en primera persona, que quizá intenta implicar a quien lee con quienes cuentan sus vidas, tiene como consecuencia involuntaria un tono a veces discursivo, que cuenta las cosas más que mostrarlas, sin apenas diálogos, que cuando aparecen resultan casi irrelevantes y poco representativos, como también lo es la subtrama relacionada con cierto manuscrito y su autor pese a propiciar el encuentro de dos personajes o la demasiado casual y oportuna intervención del mentado coronel.

La obra contiene también varias repeticiones de información (algo que afecta sobre todo a dos de los protagonistas), algún «momento Wikipedia» (Tanzania y el Kilimanjaro), cierta crítica (a Dios, al mundo editorial) que resulta tan tópica como superficial y un simbolismo que pasa de los paraguas rojos de una novela anterior de la autora, En un rincón del alma, al de las amapolas y las jirafas albinas en esta.

Cabe destacar además, cierto tono anticuado, tanto en las actitudes y comportamientos de los protagonistas como en la propia ambientación de la historia, con detalles tan vagos que se hace imposible distinguir en qué época se desarrolla.

Quizá la mejor baza de la novela es su carácter intimista, el tono poético y el conflicto que atormenta a los personajes, lo que puede crear en algunos lectores la buscada implicación emocional que consigue que una lectura resulte satisfactoria.

***T***

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martes, 5 de noviembre de 2013

Matar a papá, de Carina Bergfeldt




Editorial: Seix Barral, 2013
Colección: Biblioteca Formentor
Traducción: Gemma Pecharromán Miguel
448 páginas
18,50 €

Argumento:

Mientras una mujer planea cómo matar a su progenitor sin ser descubierta, dos periodistas y una policía intentan resolver el asesinato de una mujer encontrada en el hielo. 

Comentario:
Matar a papá es la primera obra de su autora, quien dice haberse documentado en internet y en una sección de la web de Camilla Lackberg para escribir una novela de misterio que se asemeja bastante en estructura a las de la propia Lackberg, incluyendo una subtrama originada en el pasado, temas sociales (los malos tratos a mujeres y niños) e información de la vida privada de sus protagonistas principales.

También se menciona en un par de ocasiones la trilogía Millenium, de Stieg Larsson, y a su heroína, Lisbeth Salander, obra con la que coincide en el protagonismo de periodistas, de nuevo el maltrato, y un claro tono de información y denuncia presente en muchas de las páginas de esta novela.

Además de estas influencias reconocidas por Bergfeldt, también se percibe la de la “cultura” norteamericana, plasmada en las múltiples referencias a sus series de misterio y crímenes, entre las que destacan las tres de CSI (Las Vegas, New York y Miami) además de sus personajes principales (Gil Grissom, Mac Taylor y Horatio Caine), héroes de una de las protagonistas y , sobre todo, Dexter, cuyo modus operandi (que incluye creer que mata a quien lo merece) utiliza para planear sus propios actos.

En cuanto al misterio, la autora maneja dos tramas principales, la que da título a la novela (¿Cuál de las protagonistas: Anna, Ing-Marie o Julia, quiere matar a su progenitor? ¿Lo hará o no?) y la resolución de asesinato de Elisabeth Hjort, a los que dedica similar atención aunque no con los mismos resultados.

El crimen aún por cometer consume muchas páginas, tanto en cursiva, contando incidentes de cuando la candidata a asesina era una niña, como en primera persona, relatando sus planes, basados en las mencionadas series norteamericanas, que ve de forma casi obsesiva en su afán de cometer el asesinato perfecto.

En este aspecto, la novela puede considerarse un tanto fallida, sobre todo porque repite demasiado la información. Hay tal cantidad de sucesos recordados que acaban por perder efectividad, y lo mismo pasa con las entradas que hace en una libreta con la cubierta adornada por 35 magdalenas relatando los pros y contras de cada idea que se le ocurre. Además, no se dan pistas que permitan deducir su identidad, sino que se revela en el momento que conviene a la trama.

El asesinato de Elisabeth Hjort está mejor llevado, aunque llama la atención que averigüen más las periodistas que la policía o la actitud casi superficial y hasta competitiva con la que afrontan las respectivas investigaciones, muy similar a la que se observa en las series norteamericanas que se mencionan.

Afortunadamente, la autora conoce el género que escribe, y da pistas que llevan a la resolución del caso tras recorrer un largo camino lleno de los equívocos, interrogatorios, sospechosos que resultan inocentes y demás convenciones habituales en las novelas de misterio.

El resultado final es una historia bien redactada y mejor traducida de lo habitual en obras similares, con algunos excesos quizá debidos a ser la primera novela de la autora, que cumple los requisitos del subgénero al que se adscribe (misterio nórdico) y entretiene.


***T***

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martes, 29 de octubre de 2013

Cómo ser mujer, de Caitlin Moran





 Cómo ser mujer
How to be a woman
Caitlin Moran
Anagrama
Traducida por Marta Salís
360 páginas

Argumento:

Caitlin Moran nos cuenta su vida en una zona pobre de Inglaterra (y su posterior trabajo en el mundo de la música y al hilo de ello hace valoraciones y comentarios sobre el feminismo.

Comentario:

Empecé el libro pensando que se trataba de una novela pero en realidad es una mezcla entre ensayo y autobiografía en la cual la autora utiliza hechos de su vida para hablar de temas relacionados con el hecho de ser mujer bajo un prisma de humor (sobre todo al principio).

La primera parte de la novela, cuando habla de su adolescencia y es más novelesca y ácida, resulta bastante entretenida. Conforme avanzamos, el ensayo toma más fuerza y también se pierde humor, al tocar temas más serios como el aborto, por ejemplo. Resultan interesantes los primeros años de vida de la autora, en esa familia numerosa y al parecer pobre, y sus problemas con la gordura y otras neurosis.

La autora toca muchos temas, la moda, la menstruación, los hijos, el machismo, el aborto, los iconos y modelos que toman como guía las mujeres, la gordura, la depilación, la cirugía estética... Sin embargo, resulta mucho más interesante lo que omite. Por ejemplo, para la autora el striptease es "malo", mientras que el cabaret es "bueno y creativo", al dar poder a quien se desnuda. Pero no hay ni una sola palabra de análisis de la violencia sexual contra las mujeres y niñas ni tampoco sobre la prostitución. Claro está que ya al principio la autora señala que va a hablar de cosas que parecen frívolas pero para ella son más importantes que la lucha de las mujeres por la equiparación salarial o la igualdad ante las leyes...

Tampoco sabemos cómo fue a parar a su trabajo a edad tan joven. Explica muy poco de sus experiencias laborales, en un capítulo titulado "me encuentro un poco de machismo". (Sí, un poco).

Es curioso que en el capítulo "por qué debes tener hijos" no nos explique por qué los tuvo ella. Aparece de pronto pariendo, sin explicar nada más. Las referencias a su esposo son mínimas, y brilla por su ausencia la valoración crítica de la situación de su familia, con una madre teniendo miles de niños  y enfermando con cada parto en medio de una situación socioeconómica nada boyante. No sabemos qué opina de este asunto, ni de sus padres no poniendo medios para evitar la concepción.

Aunque hay ideas interesantes que comparto en casi todos los temas que se exponen (es el típico libro en el cual lees ideas que ya se te han ocurrido a ti o has hablado en miles de charlas de salón), se echa en falta mayor profundidad, más implicación y menos tratar de complacer a todo el mundo. La obra se ha vendido como polémica (e incluso como "sucia"), pero a mí me ha parecido más bien todo lo contrario, muy políticamente correcta, exceptuando el capítulo sobre el aborto, que sí me parece novedoso y que puede levantar ampollas en algunas personas y círculos (aunque si lo lees dos veces te das cuenta de que se trata de una nueva autojustificación de la autora, innecesaria, porque puede hacer lo que le venga en gana, pero demuestra su inseguridad al tener que defenderse). Pero lo demás... se ve que no quiere meterse en camisas de once varas en temas como los que ya menté anteriormente como la prostitución, la violencia sexual etc.

Resulta pasmosamente frívola su valoración sobre el origen de la "opresión" de las mujeres, achacándola a que es el "sexo físicamente débil" y olvidando otro tipo de condicionanantes sociológicos, históricos, económicos, psicológicos y hormonales:


"Basándome en mi propia experiencia personal, los cien mil años de superioridad masculina tienen su origen en el mero hecho de que los hombres no sufren cistitis. ¿Por qué no fue una mujer quien descubrió América en 1492? Porque, en la época anterior a los antibióticos, qué mujer se hubiera arriesgado a coger una cistitis en mitad del Atlántico y pasarse el resto del viaje confinada en el retrete, llorando y gritando de vez en cuando? (...)

Somos, físicamente, el sexo débil. No somos tan buenas levantando piedras, matando mamuts o remando. Además, el sexo comporta a veces la complicación añadida de dejarnos embarazadas y hacernos sentir "demasiado gordas" para conducir un ejército a la India. No es una coincidencia que los intentos de emancipación femenina consiguieran avanzar solo con la doble exégesis de la industrialización y la anticoncepción; cuando las máquinas nos hicieron iguales a los hombres en el trabajo, y la píldora nos hizo iguales a los hombres a la hora de expresar nuestros deseos...

No creo que la idea de que la mujer es inferior sea un prejuicio basado en el odio masculino a las mujeres. Cuando te fijas en la historia, es un prejuicio basado en simples hechos."


(Los textos anteriores demuestran el escaso rigor de la autora, ya que las mujeres sí han ido en barcos en las épocas que dice, han trabajado duramente en el campo y en las minas, en muchos ámbitos a decir verdad y además cuidaban a sus hijos; por lo demás, más adelante dice que no hubo ningún Einstein ni ningún Galileo entre las mujeres, y tiene razón, pero no creo que fuera por las razones que aduce, después de todo Galileo no se hizo famoso por levantar piedras ni por remar).

Luego hay algunas contradicciones o incoherencias en el discurso, como que denosta el hecho de que las mujeres "tengan" que llevar tacones, los rechace y luego nos cuente toda la lista de zapatos de tacones que tiene (y que supuestamente no usa, ¿para qué demonios los compra? Por cierto, acabo de ver una foto en internet donde aparece con tacones). También rechaza la cirugía estética y las operaciones para aparentar más joven, sin embargo, es benévola en los cambios de sexo. Alguien podría decir "no es lo mismo". De acuerdo, no es lo mismo, pero el discurso debería estar mejor artículado para explicarnos por qué no lo es y en qué se basa para afirmarlo un poco más allá de la idea del "miedo". Por otro lado le disgusta la depilación "brasileña" porque "pica" y porque las jóvenes deberían gastar su dinero en libros, discos, conciertos etc y no en eso; pero la protagonista se pasa toda la novela borracha, drogándose con cocaína y con éxtasis (que supongo que no ve tan dañinas para su cuerpo como la depilación mentada y no son precisamente baratas; la depilación es MUCHO MÁS BARATA).

Me ha parecido una obra de pensamiento "débil" y menos combativa de lo que parecía en un principio, donde a veces a la autora se le ve "el plumero". Por ejemplo, como es amiga de Lady Gaga para ella es un icono y un ejemplo para las mujeres y el feminismo, y la pone por las nubes. La manera como defiende el que tener una empleada de hogar sí es feminista hace pensar que en efecto ella tiene una y se trata de una autojustificación (como algunas otras partes de la obra). Y es que como ella dice: le gustaría que hubiera más mujeres que no tuvieran hijos para que pudieran ser creativas y dedicarse a sí mismas. Pero luego resulta que ella tiene dos hijas y también puede ser creativa y dedicarse a sus cosas... En ningún momento se plantea que los hombres puedan dejar de mirar la tv y jugar con la Xbox como ella misma dice para hacer las tareas de casa. Para ella está muy bien que los hombres no cambien... Como en el discurso más rancio, son siempre las mujeres las que deben hacerlo. Y  estoy de acuerdo; hay muchas cosas que cambiar en la forma de comportarse de las mujeres si se aspira a "algo más". Pero ¿acaso los hombres no deben hacer nada al respecto?

La autora dice que para detectar machismo hay que hacerse la siguiente pregunta ¿lo harían los hombres? Yo me pregunto ahora ¿escribiría un varón un libro como este contando "cómo ser hombre" y las miserias intrínsecas a su ser y su sexo? ¿Tendría  el mismo éxito? ¿Es igual de "cool"?

En otro orden de cosas, el libro es entretenido aunque a veces poco informado y frívolo en sus valoraciones y generalizaciones (pinta a las mujeres como neuróticas, locas, etc) e intentos de autojustificarse, con humor (me ha gustado la reivindicación sobre la mujer graciosa), ideas poco novedosas que más o menos piensa todo el mundo y con las que es difícil no estar de acuerdo, pero certeras y expresadas con ironía. Lo malo es su plasmación en realidades... Me temo que muchas dirán: ¡ah, sí, es cierto, Caitlin tiene razón en tooooodo! Y seguirán haciendo exactamente lo mismo (depilación, torturarse para parecer guapas, tacones, etc, etc) sin cuestionar por qué lo hacen.

Más fragmentos:


Si existiera una especie de Casco Psíquico que permitiera leer los pensamientos de las mujeres, cualquier hombre que lo llevara se quedaría aterrorizado al descubrir el nivel oculto de locura femenina.

(Perdona, guapa; pero eso aplícatelo a ti, así como lo de ser neurótica, etc)

No se trata solo de que un bebé traiga al mundo a una persona llena de problemas. Es que también quita del mundo a una persona útil (...) Cuando tienes hijos pequeños dejas de ser útil para las fuerzas de la revolución y la justicia.

(Esto es directamente insultante para las millones de mujeres que son madres y personas útiles a la sociedad no solo en familia, sino también fuera de ella)

Los hombres no tienen que cambiar ni una sola cosa. Por lo que a mi respecta, los hombres pueden seguir haciendo lo que quieran.

(Pues yo quiero que se liberen también de sus prejuicios y de las ideas preconcebidas que los atenazan y no les dejan ser ellos mismos, igual que las mujeres)

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viernes, 18 de octubre de 2013

Coral Glynn, de Peter Cameron


Coral Glynn, de Peter Cameron
T.O.: Coral Glynn, 2012
Editorial: Libros del Asteroide
Traducción: Patricia Anton
268 páginas
18,95 € - Ebook 10,99 €
Argumento:

En 1950 la enfermera Coral Glynn llega a una casa de campo inglesa para cuidar de la señora Hart. Allí conoce al hijo de esta, Clement, y a otras personas que influirán en su vida.

Comentario:

Carol Glynn es una de esas novelas en las que resulta difícil, sobre todo a partir de cierto punto, empatizar con los personajes y situaciones y mantener el interés en lo que cuenta.

Quizá uno de los motivos sea la forma en que está redactada, mediante descripciones de lugares y diálogos sin apenas acotaciones que permitan conocer con seguridad lo que piensan o sienten los personajes en su momento. Lo que de alguna manera puede ser positivo, pues deja la opción de que se interprete según la imaginación de quien lee, resultando una ambigüedad que al principio resulta interesante e impele a continuar la lectura para saber qué ocultan todos y cada uno de los personajes, desde los principales a los secundarios, acaba resultando frustrante al desaprovechar la mayoría de subtramas, ya sea resolviéndolas de forma rápida y torpe o no volviendo a ellas.

Las dos primeras partes de las cinco que componen la novela parecen sugerir que se trata de una obra de misterios que incluye tanto lo que ocultan los personajes como un crimen sucedido en el bosque. Esas 175 páginas impulsan a no dejar de leer en un deseo de saber qué traman unos y otros, cómo se van a desarrollar las relaciones entre ellos y qué vueltas va a dar la historia.

Es en el último centenar de páginas (que incluyen tres partes más) cuando la historia se dispersa, pierde el rumbo, resume tramas y «soluciona» otras en una o dos frases, dando la impresión de que el autor no ha sabido cómo seguir o ha utilizado situaciones como lo que pasa a Coral antes de llegar a la casa de los Hart (el anillo, el trabajo anterior) o lo que ve en el bosque para propiciar reacciones absurdas e incoherentes (la señora Prence influyendo en la policía con sus especulaciones sobre Coral, ese inspector Hoke anunciando a Clement lo que va a hacer al día siguiente en lugar de llevarlo a cabo en ese momento) creando unas expectativas frustradas como es el caso de la no resolución del asesinato.

Esas casi cien páginas finales dan la impresión de ser apenas un resumen apresurado de lo que sucede a los personajes tras el forzado punto de inflexión, víctimas de equívocos absurdos y reacciones sin justificar de forma coherente y creíble (Coral y Laszlo, el regreso al pueblo, las parejas resultantes al cabo de los años).

Pese a ser relativamente breve (268 páginas) y contar con muchas escenas resumidas o muy esquemáticas (esos diálogos casi teatrales en su desnudez) da la impresión de que sobra texto irrelevante, sobre todo las escenas relacionadas con la tienda de flores o la compra del vestido de novia de Coral: tanto el dependiente de la floristería como la modista desaparecen sin haber afectado a los protagonistas ni a ninguna de las tramas.

En resumen, una novela que puede interesar en sus dos primeras partes, en especial gracias a los misterios que plantea, y pierde fuelle en las tres últimas, cuando se vuelve cada vez más un resumen y se percibe que no se va a resolver casi nada de forma satisfactoria.


 ***T***

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miércoles, 2 de octubre de 2013

Lo que encontré bajo el sofá, de Eloy Moreno


 Lo que encontré bajo el sofá
Eloy Moreno
Editorial Espasa
320 páginas

 
Sinopsis:

Historias entrecruzadas de amor y secretos en el marco de la histórica ciudad de Toledo.

Comentario:

La nueva novela de Eloy Moreno es bastante mejor que la primera, "El Bolígrafo de Gel Verde", que no dejaba de ser una obra de principiante llena de excesos, sobre todo verbales, grandilocuencia y sentimentalismo primario. En esta ocasión, no sé si por edición editorial o por propia toma de conciencia del autor sobre su obra, se han eliminado prácticamente dichos "excesos", conformando una prosa sencilla, fácil de leer, de frases breves, a veces demasiado (recurso al párrafo-frase, que genera textos tan entrecortados) y escenas clave sin transiciones entre ellas. Eso no quiere decir que de vez en cuando no aparezcan algunos brotes de grandilocuencia y melodramatismo, pero está mucho más contenido y digerible.

De hecho, la novela entera parece diseñada para ser un bestseller, pues contiene todos los ingredientes consustanciales a este género literario: amores imposibles, temas de actualidad, un poco de autoayuda sobre el amor y la felicidad, unas gotas de misterio, un entorno llamativo, en este caso la ciudad de Toledo, capítulos cortos o cortísismos, prosa sencilla, anécdotas históricas intercaladas en la narración, algunas situaciones escabrosas, como las del bullying... En resumen, un compendio de todos los elementos que uno debería meter en una novela para hacerla grata al público lector masivo. En algunos aspectos, incluso hasta me recuerda a Zafón.

La forma como está escrita la novela genera cierta confusión al inicio, al irse saltando de personaje en personaje y de historia en historia, del presente al pasado, de la primera persona a la tercera. Y aunque al final parecen unirse o relacionarse varias tramas, queda la sensación de que hay un número grandísimo de personajes en poco espacio, muchos de los cuales solo se citan de pasada. Este abarrotamiento de tramas y personajes en pocas páginas produce una inevitable superficialidad, ya que no se profundiza en ellas (sobre todo en la historia de los dos hermanos, el padre, etc)

El tema de la novela son los secretos que guarda la gente, un tema no muy original. Este se articula en torno a dos ejes principales: las historias de amor y las de corrupción o malos comportamientos sociales.

La historia principal es básicamente una básica trama de infidelidad engarzada con una intriga que tiene por fondo la ciudad de Toledo y sus monumentos, y un misterio del pasado. Paralelamente, se desgrana la segunda historia principal, que no me atrevo ni a llamar trama, puesto que es de muy leve desarrollo y se limita a apuntar unas cuantas críticas contra la corrupción a todos los niveles, desde los políticos hasta el ciudadano de a pie.

En el libro abunda la crítica contra diversos aspectos de la sociedad actual, hasta el punto de parecer un noticiario lleno de noticias de temas "candentes". A mi parecer mete como en un cajón de sastre demasiadas cosas: bullyng, sobornos a políticos, crítica a la tv y al famoseo, a no pagar el IVa cuando se contrata un albañil, etc, etc, expresado todo con charlas que parecen de filósofo de salón o de barra de bar, tópicas, superficiales y muy vistas y oídas, lo cual no quiere decir que no sean ciertas. La parte de crítica a veces queda como un parche o pegote metido en medio de la historia, así como varios de los relatos intercalados sobre la ciudad de Toledo y sus calles, con aire a guía turística para mí aburrida, aunque no descarto que haya gente que lo encuentre interesante. Lo que sí me llama la atención es que despotrica contra todo pero se deja a un lado la crítica contra el sector cultural español, en especial el literario, los premios amañados, las reseñas complacientes, etc, etc... Como en el Gel Verde, también se expresan a conclusiones tópicas sobre la felicidad, el amor, el daño que causa la rutina en las parejas, la falta de pasión conforme pasan los años, etc...

A pesar de haber mejorado mucho la estructuración de las tramas con respecto a su anterior novela, no faltan las reiteraciones y el cargar las tintas sobre varios puntos. Por ejemplo, la protagonista, atribulada por su infidelidad, le cuenta su caso a otras personas y siempre que lo hace estas le dicen, no literalmente, bah, no te preocupes, lo mío es peor, y le narran otra historia con ellos como protagonistas. Este recurso se repite demasiado para ser efectivo. Hay historias como la de la peluquera que no parecen aportar nada nuevo a lo que ya dicho por otros personajes. Lo del bulliyng tampoco parece muy engarzado con lo demás aparte de propiciar el encuentro entre dos personajes.

Me de la impresión de que, a veces, cuenta o explica demasiado y muestra poco los eventos, de que hay una intención moralizante muy explícita, en lugar de permitir que sea el lector quien piense por su cuenta y valore los hechos.

Pese a los defectos, hay apuntes positivos y algún recurso interesante, como el de terminar una escena con una frase o hecho, e iniciar la siguiente, con otros personajes, con esa misma frase o parecida, creando una sensación de continuidad entre dos hechos distantes. Así mismo, y aunque ya ha sido usado, introduce el recurso del "tejado levantado", donde vemos diversos personajes en sus hogares, en distintas situaciones vitales, muchos de los cuales, eso sí, no tienen relación directa con las historias; otros sí. También me ha parecido interesante el tema de los relojes. Con buen tino, el autor ha cambiado la ambición literaria centrada en la prosa recargada a la basada en la estructura.

Dicho esto, y dado que la novela no va más allá de ser un producto de consumo rápido con algunas referencias coyunturales y un poco de misterio y romance, cumple su propósito, ya que se lee fácil y rápido, muchos creerán haber aprendido cosas con las anécdotas toledanas y algunos hasta la verán profunda... Gustará al público al que va dirigida. El autor ha mejorado, lo cual no puede decirse de otros.

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martes, 24 de septiembre de 2013

Ni lo sueñes, de Megan Maxwell



 Ni lo sueñes
Megan Maxwell
Versátil Ediciones
298 páginas


Sinopsis

Un famoso futbolista español del Milan es tratado por una fisioterapeuta que no está en sus cánones de belleza y que arrastra una oculta historia de enfermedad. A pesar de todo, se enamora de ella, aunque la chica tiene sus dudas sobre la relación.

Comentario

La novela de Megan Maxwell toca un tema que no suele ser habitual del género romántico, como es el de las enfermedades graves. Ya solo por eso la obra genera una inicial atracción y curiosidad por ver cómo se resuelve algo tan escabroso en un contexto que suele ser de escenas edulcoradas y finales felices. Sin embargo, tanto este asunto como el otro que parece formar parte del mensaje (la belleza no es tan importante para lograr el amor, ya que la prota es descrita como una mujer de "culo gordo", "talla 44", como si fuera grande, ejem, mal arreglada, pelo hecho un desastre etc) no solo se quedan a medias sino que incluso dan un giro inesperado que contradice lo que pensabamos que era lo que la autora pretendía decir. No es lógico que un personaje presentado como "fea" en realidad solo esté "mal arreglada", ya que en cuanto se viste un poco deslumbra a personas acostumbradas a codearse con top models. Con lo cual pensamos "no solo no es fea sino que, además, se nos transmite que la belleza SÍ importa".

En el caso de la enfermedad, un tema más serio, la autora se queda claramente a medio camino, al presentar para esta dolencia en concreto unas secuelas en la protagonista mínimas e incompatibles con el historial que se nos describe (cicatrices que casi ni se ven), bastante severo. Es como si no quisiera cargar de horrendas mutilaciones o marcas a la protagonista, que tendría en la vida real, pero eso hace menos auténtica y más light y frívola la historia. Falta valentía a la hora de tocar un tema que no es precisamente una broma.

En cuanto al protagonista masculino, se presenta al inicio de manera para mí exagerada y caricaturesca, incidiendo en su carácter mujeriego y de desprecio a las mujeres que no son "técnicamente prefectas". Es de verse la sonrojante escena inicial donde, junto con un amigo, denigra a la protagonista por "ir mal arreglada", pensando que ella no le entiende. Así pues, su cambio a altruista y chico enamorado de una mujer "técnicamente no perfecta" (como dice la autora), es demasiado brusco y poco creíble, siendo descrito como totalmente superficial e incluso desagradable e insultante. Vamos, que dejando aparte su dinero y su fama poco atractivo parece este chico.

En otro orden de cosas, la novela está bien corregida, mejor redactada que otras de la autora (exceptuando las cansinas coletillas tipo: tocapelotas, yupi yipi hey, príncipe, y similares que se repiten en exceso), y hasta la mitad, más o menos, se lee con bastante agrado, por su contención (nada habitual en la autora), los diálogos entre los personajes, etc. Sin embargo, a partir de la mitad es cuando se desmadra todo y se incluyen escenas de relleno como las que implican a la familia del chico (como de costumbre, familias perfectas e idealizadas, en las que nadie se lleva mal con nadie), que aportan poco a la trama, aparte de alargarla innecesariamente. Esta última parte se me hizo algo pesada y aburrida.

En resumen, una novela romántica con una temática poco usual en el género pero que no es tratada con toda la profundidad que tal vez hubiera sido menester, y que traslada al lector mensajes contradictorios sobre la belleza y su importancia. Eso sí, mejor rematada en lo formal que otras de la autora, más contenida, con personajes femeninos menos histéricos, aunque en este caso Daniela, la prota, es bastante cabezota y empecinada en el absurdo de no querer continuar la relacion con el chico por miedo al futuro (debido a su enfermedad) y sin embargo, no importarle llevar adelante una adopción, que es algo más serio y de más responsabilidad y que igualmente su enfermedad podría truncar.

El final, imitando a cierta famosa película, me ha parecido demasiado de novela rosa, pero bueno, es una novela rosa.

En resumen, la disfrutarán las fans más adictas a la autora si perdonan la repetición de esquemas de sus otras obras y si no tienen en cuenta los mensajes contradictorios y frívolos sobre los temas anteriormente citados.

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