martes, 29 de octubre de 2013

Cómo ser mujer, de Caitlin Moran





 Cómo ser mujer
How to be a woman
Caitlin Moran
Anagrama
Traducida por Marta Salís
360 páginas

Argumento:

Caitlin Moran nos cuenta su vida en una zona pobre de Inglaterra (y su posterior trabajo en el mundo de la música y al hilo de ello hace valoraciones y comentarios sobre el feminismo.

Comentario:

Empecé el libro pensando que se trataba de una novela pero en realidad es una mezcla entre ensayo y autobiografía en la cual la autora utiliza hechos de su vida para hablar de temas relacionados con el hecho de ser mujer bajo un prisma de humor (sobre todo al principio).

La primera parte de la novela, cuando habla de su adolescencia y es más novelesca y ácida, resulta bastante entretenida. Conforme avanzamos, el ensayo toma más fuerza y también se pierde humor, al tocar temas más serios como el aborto, por ejemplo. Resultan interesantes los primeros años de vida de la autora, en esa familia numerosa y al parecer pobre, y sus problemas con la gordura y otras neurosis.

La autora toca muchos temas, la moda, la menstruación, los hijos, el machismo, el aborto, los iconos y modelos que toman como guía las mujeres, la gordura, la depilación, la cirugía estética... Sin embargo, resulta mucho más interesante lo que omite. Por ejemplo, para la autora el striptease es "malo", mientras que el cabaret es "bueno y creativo", al dar poder a quien se desnuda. Pero no hay ni una sola palabra de análisis de la violencia sexual contra las mujeres y niñas ni tampoco sobre la prostitución. Claro está que ya al principio la autora señala que va a hablar de cosas que parecen frívolas pero para ella son más importantes que la lucha de las mujeres por la equiparación salarial o la igualdad ante las leyes...

Tampoco sabemos cómo fue a parar a su trabajo a edad tan joven. Explica muy poco de sus experiencias laborales, en un capítulo titulado "me encuentro un poco de machismo". (Sí, un poco).

Es curioso que en el capítulo "por qué debes tener hijos" no nos explique por qué los tuvo ella. Aparece de pronto pariendo, sin explicar nada más. Las referencias a su esposo son mínimas, y brilla por su ausencia la valoración crítica de la situación de su familia, con una madre teniendo miles de niños  y enfermando con cada parto en medio de una situación socioeconómica nada boyante. No sabemos qué opina de este asunto, ni de sus padres no poniendo medios para evitar la concepción.

Aunque hay ideas interesantes que comparto en casi todos los temas que se exponen (es el típico libro en el cual lees ideas que ya se te han ocurrido a ti o has hablado en miles de charlas de salón), se echa en falta mayor profundidad, más implicación y menos tratar de complacer a todo el mundo. La obra se ha vendido como polémica (e incluso como "sucia"), pero a mí me ha parecido más bien todo lo contrario, muy políticamente correcta, exceptuando el capítulo sobre el aborto, que sí me parece novedoso y que puede levantar ampollas en algunas personas y círculos (aunque si lo lees dos veces te das cuenta de que se trata de una nueva autojustificación de la autora, innecesaria, porque puede hacer lo que le venga en gana, pero demuestra su inseguridad al tener que defenderse). Pero lo demás... se ve que no quiere meterse en camisas de once varas en temas como los que ya menté anteriormente como la prostitución, la violencia sexual etc.

Resulta pasmosamente frívola su valoración sobre el origen de la "opresión" de las mujeres, achacándola a que es el "sexo físicamente débil" y olvidando otro tipo de condicionanantes sociológicos, históricos, económicos, psicológicos y hormonales:


"Basándome en mi propia experiencia personal, los cien mil años de superioridad masculina tienen su origen en el mero hecho de que los hombres no sufren cistitis. ¿Por qué no fue una mujer quien descubrió América en 1492? Porque, en la época anterior a los antibióticos, qué mujer se hubiera arriesgado a coger una cistitis en mitad del Atlántico y pasarse el resto del viaje confinada en el retrete, llorando y gritando de vez en cuando? (...)

Somos, físicamente, el sexo débil. No somos tan buenas levantando piedras, matando mamuts o remando. Además, el sexo comporta a veces la complicación añadida de dejarnos embarazadas y hacernos sentir "demasiado gordas" para conducir un ejército a la India. No es una coincidencia que los intentos de emancipación femenina consiguieran avanzar solo con la doble exégesis de la industrialización y la anticoncepción; cuando las máquinas nos hicieron iguales a los hombres en el trabajo, y la píldora nos hizo iguales a los hombres a la hora de expresar nuestros deseos...

No creo que la idea de que la mujer es inferior sea un prejuicio basado en el odio masculino a las mujeres. Cuando te fijas en la historia, es un prejuicio basado en simples hechos."


(Los textos anteriores demuestran el escaso rigor de la autora, ya que las mujeres sí han ido en barcos en las épocas que dice, han trabajado duramente en el campo y en las minas, en muchos ámbitos a decir verdad y además cuidaban a sus hijos; por lo demás, más adelante dice que no hubo ningún Einstein ni ningún Galileo entre las mujeres, y tiene razón, pero no creo que fuera por las razones que aduce, después de todo Galileo no se hizo famoso por levantar piedras ni por remar).

Luego hay algunas contradicciones o incoherencias en el discurso, como que denosta el hecho de que las mujeres "tengan" que llevar tacones, los rechace y luego nos cuente toda la lista de zapatos de tacones que tiene (y que supuestamente no usa, ¿para qué demonios los compra? Por cierto, acabo de ver una foto en internet donde aparece con tacones). También rechaza la cirugía estética y las operaciones para aparentar más joven, sin embargo, es benévola en los cambios de sexo. Alguien podría decir "no es lo mismo". De acuerdo, no es lo mismo, pero el discurso debería estar mejor artículado para explicarnos por qué no lo es y en qué se basa para afirmarlo un poco más allá de la idea del "miedo". Por otro lado le disgusta la depilación "brasileña" porque "pica" y porque las jóvenes deberían gastar su dinero en libros, discos, conciertos etc y no en eso; pero la protagonista se pasa toda la novela borracha, drogándose con cocaína y con éxtasis (que supongo que no ve tan dañinas para su cuerpo como la depilación mentada y no son precisamente baratas; la depilación es MUCHO MÁS BARATA).

Me ha parecido una obra de pensamiento "débil" y menos combativa de lo que parecía en un principio, donde a veces a la autora se le ve "el plumero". Por ejemplo, como es amiga de Lady Gaga para ella es un icono y un ejemplo para las mujeres y el feminismo, y la pone por las nubes. La manera como defiende el que tener una empleada de hogar sí es feminista hace pensar que en efecto ella tiene una y se trata de una autojustificación (como algunas otras partes de la obra). Y es que como ella dice: le gustaría que hubiera más mujeres que no tuvieran hijos para que pudieran ser creativas y dedicarse a sí mismas. Pero luego resulta que ella tiene dos hijas y también puede ser creativa y dedicarse a sus cosas... En ningún momento se plantea que los hombres puedan dejar de mirar la tv y jugar con la Xbox como ella misma dice para hacer las tareas de casa. Para ella está muy bien que los hombres no cambien... Como en el discurso más rancio, son siempre las mujeres las que deben hacerlo. Y  estoy de acuerdo; hay muchas cosas que cambiar en la forma de comportarse de las mujeres si se aspira a "algo más". Pero ¿acaso los hombres no deben hacer nada al respecto?

La autora dice que para detectar machismo hay que hacerse la siguiente pregunta ¿lo harían los hombres? Yo me pregunto ahora ¿escribiría un varón un libro como este contando "cómo ser hombre" y las miserias intrínsecas a su ser y su sexo? ¿Tendría  el mismo éxito? ¿Es igual de "cool"?

En otro orden de cosas, el libro es entretenido aunque a veces poco informado y frívolo en sus valoraciones y generalizaciones (pinta a las mujeres como neuróticas, locas, etc) e intentos de autojustificarse, con humor (me ha gustado la reivindicación sobre la mujer graciosa), ideas poco novedosas que más o menos piensa todo el mundo y con las que es difícil no estar de acuerdo, pero certeras y expresadas con ironía. Lo malo es su plasmación en realidades... Me temo que muchas dirán: ¡ah, sí, es cierto, Caitlin tiene razón en tooooodo! Y seguirán haciendo exactamente lo mismo (depilación, torturarse para parecer guapas, tacones, etc, etc) sin cuestionar por qué lo hacen.

Más fragmentos:


Si existiera una especie de Casco Psíquico que permitiera leer los pensamientos de las mujeres, cualquier hombre que lo llevara se quedaría aterrorizado al descubrir el nivel oculto de locura femenina.

(Perdona, guapa; pero eso aplícatelo a ti, así como lo de ser neurótica, etc)

No se trata solo de que un bebé traiga al mundo a una persona llena de problemas. Es que también quita del mundo a una persona útil (...) Cuando tienes hijos pequeños dejas de ser útil para las fuerzas de la revolución y la justicia.

(Esto es directamente insultante para las millones de mujeres que son madres y personas útiles a la sociedad no solo en familia, sino también fuera de ella)

Los hombres no tienen que cambiar ni una sola cosa. Por lo que a mi respecta, los hombres pueden seguir haciendo lo que quieran.

(Pues yo quiero que se liberen también de sus prejuicios y de las ideas preconcebidas que los atenazan y no les dejan ser ellos mismos, igual que las mujeres)

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viernes, 18 de octubre de 2013

Coral Glynn, de Peter Cameron


Coral Glynn, de Peter Cameron
T.O.: Coral Glynn, 2012
Editorial: Libros del Asteroide
Traducción: Patricia Anton
268 páginas
18,95 € - Ebook 10,99 €
Argumento:

En 1950 la enfermera Coral Glynn llega a una casa de campo inglesa para cuidar de la señora Hart. Allí conoce al hijo de esta, Clement, y a otras personas que influirán en su vida.

Comentario:

Carol Glynn es una de esas novelas en las que resulta difícil, sobre todo a partir de cierto punto, empatizar con los personajes y situaciones y mantener el interés en lo que cuenta.

Quizá uno de los motivos sea la forma en que está redactada, mediante descripciones de lugares y diálogos sin apenas acotaciones que permitan conocer con seguridad lo que piensan o sienten los personajes en su momento. Lo que de alguna manera puede ser positivo, pues deja la opción de que se interprete según la imaginación de quien lee, resultando una ambigüedad que al principio resulta interesante e impele a continuar la lectura para saber qué ocultan todos y cada uno de los personajes, desde los principales a los secundarios, acaba resultando frustrante al desaprovechar la mayoría de subtramas, ya sea resolviéndolas de forma rápida y torpe o no volviendo a ellas.

Las dos primeras partes de las cinco que componen la novela parecen sugerir que se trata de una obra de misterios que incluye tanto lo que ocultan los personajes como un crimen sucedido en el bosque. Esas 175 páginas impulsan a no dejar de leer en un deseo de saber qué traman unos y otros, cómo se van a desarrollar las relaciones entre ellos y qué vueltas va a dar la historia.

Es en el último centenar de páginas (que incluyen tres partes más) cuando la historia se dispersa, pierde el rumbo, resume tramas y «soluciona» otras en una o dos frases, dando la impresión de que el autor no ha sabido cómo seguir o ha utilizado situaciones como lo que pasa a Coral antes de llegar a la casa de los Hart (el anillo, el trabajo anterior) o lo que ve en el bosque para propiciar reacciones absurdas e incoherentes (la señora Prence influyendo en la policía con sus especulaciones sobre Coral, ese inspector Hoke anunciando a Clement lo que va a hacer al día siguiente en lugar de llevarlo a cabo en ese momento) creando unas expectativas frustradas como es el caso de la no resolución del asesinato.

Esas casi cien páginas finales dan la impresión de ser apenas un resumen apresurado de lo que sucede a los personajes tras el forzado punto de inflexión, víctimas de equívocos absurdos y reacciones sin justificar de forma coherente y creíble (Coral y Laszlo, el regreso al pueblo, las parejas resultantes al cabo de los años).

Pese a ser relativamente breve (268 páginas) y contar con muchas escenas resumidas o muy esquemáticas (esos diálogos casi teatrales en su desnudez) da la impresión de que sobra texto irrelevante, sobre todo las escenas relacionadas con la tienda de flores o la compra del vestido de novia de Coral: tanto el dependiente de la floristería como la modista desaparecen sin haber afectado a los protagonistas ni a ninguna de las tramas.

En resumen, una novela que puede interesar en sus dos primeras partes, en especial gracias a los misterios que plantea, y pierde fuelle en las tres últimas, cuando se vuelve cada vez más un resumen y se percibe que no se va a resolver casi nada de forma satisfactoria.


 ***T***

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miércoles, 2 de octubre de 2013

Lo que encontré bajo el sofá, de Eloy Moreno


 Lo que encontré bajo el sofá
Eloy Moreno
Editorial Espasa
320 páginas

 
Sinopsis:

Historias entrecruzadas de amor y secretos en el marco de la histórica ciudad de Toledo.

Comentario:

La nueva novela de Eloy Moreno es bastante mejor que la primera, "El Bolígrafo de Gel Verde", que no dejaba de ser una obra de principiante llena de excesos, sobre todo verbales, grandilocuencia y sentimentalismo primario. En esta ocasión, no sé si por edición editorial o por propia toma de conciencia del autor sobre su obra, se han eliminado prácticamente dichos "excesos", conformando una prosa sencilla, fácil de leer, de frases breves, a veces demasiado (recurso al párrafo-frase, que genera textos tan entrecortados) y escenas clave sin transiciones entre ellas. Eso no quiere decir que de vez en cuando no aparezcan algunos brotes de grandilocuencia y melodramatismo, pero está mucho más contenido y digerible.

De hecho, la novela entera parece diseñada para ser un bestseller, pues contiene todos los ingredientes consustanciales a este género literario: amores imposibles, temas de actualidad, un poco de autoayuda sobre el amor y la felicidad, unas gotas de misterio, un entorno llamativo, en este caso la ciudad de Toledo, capítulos cortos o cortísismos, prosa sencilla, anécdotas históricas intercaladas en la narración, algunas situaciones escabrosas, como las del bullying... En resumen, un compendio de todos los elementos que uno debería meter en una novela para hacerla grata al público lector masivo. En algunos aspectos, incluso hasta me recuerda a Zafón.

La forma como está escrita la novela genera cierta confusión al inicio, al irse saltando de personaje en personaje y de historia en historia, del presente al pasado, de la primera persona a la tercera. Y aunque al final parecen unirse o relacionarse varias tramas, queda la sensación de que hay un número grandísimo de personajes en poco espacio, muchos de los cuales solo se citan de pasada. Este abarrotamiento de tramas y personajes en pocas páginas produce una inevitable superficialidad, ya que no se profundiza en ellas (sobre todo en la historia de los dos hermanos, el padre, etc)

El tema de la novela son los secretos que guarda la gente, un tema no muy original. Este se articula en torno a dos ejes principales: las historias de amor y las de corrupción o malos comportamientos sociales.

La historia principal es básicamente una básica trama de infidelidad engarzada con una intriga que tiene por fondo la ciudad de Toledo y sus monumentos, y un misterio del pasado. Paralelamente, se desgrana la segunda historia principal, que no me atrevo ni a llamar trama, puesto que es de muy leve desarrollo y se limita a apuntar unas cuantas críticas contra la corrupción a todos los niveles, desde los políticos hasta el ciudadano de a pie.

En el libro abunda la crítica contra diversos aspectos de la sociedad actual, hasta el punto de parecer un noticiario lleno de noticias de temas "candentes". A mi parecer mete como en un cajón de sastre demasiadas cosas: bullyng, sobornos a políticos, crítica a la tv y al famoseo, a no pagar el IVa cuando se contrata un albañil, etc, etc, expresado todo con charlas que parecen de filósofo de salón o de barra de bar, tópicas, superficiales y muy vistas y oídas, lo cual no quiere decir que no sean ciertas. La parte de crítica a veces queda como un parche o pegote metido en medio de la historia, así como varios de los relatos intercalados sobre la ciudad de Toledo y sus calles, con aire a guía turística para mí aburrida, aunque no descarto que haya gente que lo encuentre interesante. Lo que sí me llama la atención es que despotrica contra todo pero se deja a un lado la crítica contra el sector cultural español, en especial el literario, los premios amañados, las reseñas complacientes, etc, etc... Como en el Gel Verde, también se expresan a conclusiones tópicas sobre la felicidad, el amor, el daño que causa la rutina en las parejas, la falta de pasión conforme pasan los años, etc...

A pesar de haber mejorado mucho la estructuración de las tramas con respecto a su anterior novela, no faltan las reiteraciones y el cargar las tintas sobre varios puntos. Por ejemplo, la protagonista, atribulada por su infidelidad, le cuenta su caso a otras personas y siempre que lo hace estas le dicen, no literalmente, bah, no te preocupes, lo mío es peor, y le narran otra historia con ellos como protagonistas. Este recurso se repite demasiado para ser efectivo. Hay historias como la de la peluquera que no parecen aportar nada nuevo a lo que ya dicho por otros personajes. Lo del bulliyng tampoco parece muy engarzado con lo demás aparte de propiciar el encuentro entre dos personajes.

Me de la impresión de que, a veces, cuenta o explica demasiado y muestra poco los eventos, de que hay una intención moralizante muy explícita, en lugar de permitir que sea el lector quien piense por su cuenta y valore los hechos.

Pese a los defectos, hay apuntes positivos y algún recurso interesante, como el de terminar una escena con una frase o hecho, e iniciar la siguiente, con otros personajes, con esa misma frase o parecida, creando una sensación de continuidad entre dos hechos distantes. Así mismo, y aunque ya ha sido usado, introduce el recurso del "tejado levantado", donde vemos diversos personajes en sus hogares, en distintas situaciones vitales, muchos de los cuales, eso sí, no tienen relación directa con las historias; otros sí. También me ha parecido interesante el tema de los relojes. Con buen tino, el autor ha cambiado la ambición literaria centrada en la prosa recargada a la basada en la estructura.

Dicho esto, y dado que la novela no va más allá de ser un producto de consumo rápido con algunas referencias coyunturales y un poco de misterio y romance, cumple su propósito, ya que se lee fácil y rápido, muchos creerán haber aprendido cosas con las anécdotas toledanas y algunos hasta la verán profunda... Gustará al público al que va dirigida. El autor ha mejorado, lo cual no puede decirse de otros.

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