viernes, 8 de agosto de 2014

Un paso al frente, de Luis Gonzalo Segura

Un paso al frente
Luis Gonzalo Segura
Tropo Editores, 2014
260 páginas

Sinopsis:

Un teniente, harto de los excesos de los oficiales superiores y de sus comportamientos corruptos y delictivos, decide denunciar la situación. Su actitud no sentará nada bien en los mandos, quienes tratarán de quitarlo de la circulación como sea.

Comentario:

Es difícil afrontar el comentario de una obra tan polémica como esta, que incluso ha sido causa del encarcelamiento de su autor, un militar de carrera. Y digo que es difícil porque si bien el valor del escritor para enfrentarse con esta novela a todo un sistema de castas, corrupto, clasista e ineficiente es motivo de admiración y un acto loable, resulta un poco decepcionante que su plasmación literaria no esté a la altura. Por mucho que se aplauda la valentía y la honradez, no se puede cerrar los ojos ante las formas narrativas algo primitivas que nos ofrece el libro. Después de todo es una novela.

Ignoro cómo es la vida militar, el interior de un cuartel, las relaciones entre soldados y oficiales, etc, etc, por lo tanto no estoy en condiciones de valorar si todo eso está bien reflejado o no. Tampoco puedo opinar acerca de los hechos que constituyen la denuncia, esos estamentos corruptos y siniestros que imponen su ley cual mafia siciliana, o sobre esos tribunales militares formados por jueces también militares que se ven en la paradoja de tener que juzgar a quienes puedan ser en el futuro sus superiores (con lo que eso conlleva en cuanto a promoción, traslados, etc). Por la forma cómo está contado, parece bastante verosímil lo que se describe en la novela, con las licencias normales, naturalmente.

Lo malo es que un material tan explosivo no recibe el mejor tratamiento literario, quedándose la obra, en algunas partes, a medio camino entre la ficción y la no ficción, con partes que no parecen noveladas, y otras que suenan un poco a "panfleto". Muchos diálogos solo existen para que los soldados de turno recuerden irregularidades o abusos de los mandos, sin una función narrativa clara. Hay escenas y situaciones que van en la misma línea. Muchos personajes que van y vienen. Tiempos que se alternan. La lectura no es fluida ni fácil si a uno no le atraen estos temas, ya que el estilo literario no ayuda nada a avanzar.

La trama principal es algo endeble y se centra en el intento de denuncia de un teniente honrado, que por supuesto, es rechazada por los estamentos superiores. El autor aprovecha para meter diversas digresiones que son, de nuevo, denuncias de hechos o anécdotas sobre corrupción militar. Los personajes no están muy bien descritos, y cuando se detiene un poco en ellos, como en el caso de Conte, cae en bastantes estereotipos (el militar facha, que odia a los rojos, a los "sudacas", que es un torturador, que se hace marcas en el cuerpo según los soldados que mata, etc, etc). La mala definición de personajes hace que muchas de sus acciones parezcan precipitadas o carentes de sentido (el caso de Conte y su desenlace, por ejemplo). Los buenos son muy buenos y muy honrados; los malos, son casi de opereta. Hay secundarios que lo único que sirven es para ilustrar de nuevo las maldades del mando de turno (una chica acosada sexualmente, mujeres de generales que usan vehículos del ejército para ir de compras, etc). Bien es cierto que cuando comienzas a leer sientes una gran indignación al pensar que esas cosas puedan suceder y quedar impunes, pero cuando ya llevas un buen trozo de libro la acumulación de situaciones juega en contra al saturar al lector y provocar una sensación reiterativa, que hace perder fuerza a la historia.

A partir de los lances bélicos que tienen lugar en Afganistán parece que empieza a mejorar la trama, al tener lugar diversos giros o situaciones que hacen avanzar un poco la narración, pero el desenlace resulta muy exagerado y para nada creíble. La pelea final entre el bueno y el malo y el rescate casi deux ex machina de otro personaje son de los más rocambolesco que he leido en los últimos tiempos.

Al final de la novela, se incluye con anexo la carta del personaje del teniente dirigida al juez, donde se hace una serie de sugerencias para mejorar el ejército. Y a continuación, nos ofrece una lista de artículos publicados en diversos periódicos y revistas con noticias de corrupción militar relacionadas con la trama.

Lo más interesante es la parte de Afganistán, las informaciones sobre las batallas y escaramuzas donde participó el contingente español, la muerte de varios soldados, la actuación de la inteligencia militar, etc, temas que no fueron difundidos con todo el detalle que hubiera sido deseable.

En resumen, una novela cuyo valor no está en lo literario, sino en el intento de desmitificar y desenmascarar una institución como es el ejército, sobre la que existe un cierto oscurantismo,  y que, al parecer, según lo descrito por el teniente Segura, debería sufrir una reforma radical. Naturalmente, es su visión de los hechos.

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7 comentarios:

  1. La verdad que no conocía este libro ni la polémica que lo rodea. Pero parece que en este caso el deseo de hacer llegar un mensaje, una denuncia, se "come" el envoltorio y no lo arma de criterios literarios. No me cabe duda de que la institución militar necesite de una reforma profunda, como casi todas las instituciones. Renovarse debería ser obligatorio cada cierto tiempo (aplicable incluso a nivel individual) ;)

    Besos!

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  2. Sí, si es todo como lo cuenta el autor la reforma urge muchísimo. Da hasta miedo leer las cosas que cuenta el autor sobre la institución. Pero a mí no me ha parecido que la parte literaria esté a la altura. De todas formas, y aunque para mí eso no sea disculpa, al inicio del libro el propio autor explica que no es un escritor profesional, es decir, ya es consciente de sus limitaciones.

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  3. Si bien me interesa mucho el contenido, la historia de fondo: corrupción y demás; no estoy segura de que me guste la forma en que está narrado, por todo lo que comentas. Es una pena que una novela algo crítica sobre el sistema militar, quede empañada porque el autor no ha dado la talla literariamente hablando.

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    1. La forma es la típica de una persona no muy ducha en las artes literarias, pero el propio autor confiesa su inexperiencia en el prólogo. Es obvio que escribió el libro como protesta y no como arte.

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  4. Es la forja de un rebelde

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  5. No he leído el libro, así que no puedo opinar al respecto, pero llevo un tiempo siguiendo al autor y la conclusión que saco es que está utilizando el desconocimiento o los tópicos sobre el Ejercito para su beneficio personal.
    Le he oído hablar de amenazas, abusos, malos tratos, comida en mal estado etc. De un Ejercito Franquista, de castas y no se que más.
    En 20 años que llevo de militar (y ya es tiempo) no he visto nada de lo que denuncia el autor. Y he pasado por muchos destinos y empleos.
    No voy a echar flores ni descalificar a nadie. Lo único esperar que la gente sea un poco más crítica y no se crea a pies juntillas cualquier afirmación o denuncia contras sus Fuerzas Armadas, que ya tienen un trabajo oscuro, duro y desagradecido y merecen el apoyo y la consideración de los españoles para seguir cumpliendo con sus misiones.
    Un saludo.

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  6. He leído el libro. Ciertamente en lo litwErario no es peor que cualquiera de Tom Clancy y ya vEis la de incienso que arrojaban cada vez que sacaba uno. De hecho,creo que Gonzalo Segura es muy modesto. Sabe escribir mejor de lo que dice porque es capaz de variar de registros. Desde el costumbrismo más crudo hasta el grand guignol tipo bestseller norteamericano.
    Respecto a la situación militar la conozco de primera mano (de ahí el pseudónimo). Es tal como Gonzalo Segura lo describe. Unos soldados y suboficiales que, en general, son grandes profesionales, y unos mandos aberrantes, incultos, auténticos borregos en su mayoría que han ido subiendo por escalafón y no por mérito y se creen los amos del lugar. Dentro y fuera de los cuarteles. Supongo que "Anónimo" es uno de ellos (aunque escribe mejor que la mayoría de ellos) o bien es un oficial intermedio (teniente, capitán...) que espera ganarse el ascenso por la vía de echar tierra encima de la podredumbre caciquil que gobierna un Ejército que habría que reformar de arriba a abajo.

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