martes, 24 de junio de 2014

La muerte del padre (Mi lucha 1), de Karl Ove Knausgård

 La muerte del padre (Mi Lucha 1)
Min kamp 1
Karl Ove Knausgård
Traductoras: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
504 páginas
Editorial Anagrama


 
Sinopsis:

El escritor noruego Karl Ove rememora los días de su infancia y juventud y el traumático episodio de la muerte de padre. Alcohol, música, literatura, filosofía, amor, familia... y la vida, en suma.

Comentario:

Lo primero que una piensa al afrontar un libro como el que nos ocupa es que será un ladrillo aburrido y sin interés, pues, tal cual, cuenta la vida de un hombre, un noruego, en concreto, en sus menores detalles, una vida muy común, sin grandes aventuras ni hazañas, bastante sosa incluso.

En efecto, en esta primera parte de sus extensas memorias (compuestas por seis tomos), Karl Ove nos relata, de forma no lineal, su vida, centrada en su infancia y juventud, en los recuerdos de su padre, y en la muerte de este y las circunstancias que la rodearon. En medio de la narración, bastante prolija, el autor incluye reflexiones sobre la vida, el arte, la música y muchos otros temas, algunas de las cuales son, sin duda, lo mejor de la novela.

Junto a páginas de realismo sucio, sin adornos ni artificios, aparecen textos de gran belleza literaria y profundidad de pensamiento. Algo tiene este libro que, sin relatar nada espectacular, nos mantiene atados a las páginas y nos obliga (al menos a mí) a seguir leyendo hasta el final.

Ciertamente, son muchas páginas, y quizás podrían ser menos, pero, en verdad, es de esas lecturas que, una vez terminadas, sabes que han merecido la pena. Es curioso como algunos de los pensamientos del Karl Ove joven o niño son similares a los de cualquier persona, incluida yo. Te hace pensar que estás ante un libro que habla de la vida común de todos los seres humanos, encarnada en uno solo. Te puedes identificar con Karl Ove cuando celebra su Fin de Año juvenil, cuando piensa en escenas impactantes que ha visto en televisión, cuando imagina que a su coche le salen dos cuchillas que cortan todo lo que encuentran...

Lo más llamativo es el increíble ejercicio de sinceridad, mediante el cual despoja de oropeles novelescos a las acciones dejándolas como son, con toda su crudeza, que no necesariamente tiene que ser gore (aunque algunas...). Especialmente brutales son las páginas que detallan los trámites para el funeral del padre, y la llegada a la casa donde vivía con su madre, abuela de Karl Ove, abandonada y en un estado lamentable. La decrepitud, la enfermedad, el deterioro... son tan palpables que hieren.

Leyendo este libro te sientes como si espiaras a un hombre en su vida común; particularmente en estas escenas, se hace difícil la digestión de las descripciones de la decadente vivienda llena de botellas de alcohol, basura, meados, detritus, o a los llantos de Karl Ove cuando reflexiona sobre la muerte del padre y por ende, sobre la Muerte en general, esa Muerte que sobrevuela todas las páginas de la historia; de hecho, la novela comienza con una reflexión sobre su ocultamiento en las sociedades occidentales que ya nos da el tono de lo que será la obra.

A mí me ha gustado, aunque no es una novela para todo el mundo, no tanto por la dureza de la exposición de lo que es la vida humana como por su ausencia de peripecias, que podrían alejar a los lectores que buscan acción, intriga y aventuras. Sin embargo, es auténtica, una obra a la que han llegado a denominar proustiana, por su semejanza, en fondo, volumen e intención, con la monumental "En busca del tiempo perdido" de Proust, pero adaptada a nuestros tiempos.

Como curiosidad, la publicación de esta novela en Noruega ha traído algunos problemas a su autor, sobre todo por parte de su familia, que no se ha sentido cómoda con el retrato tan poco pudoroso que hace de ella. Sin embargo, ha sido uno de los libros más vendidos y comentados en el país nórdico.

"La muerte del padre" es la primera parte de una serie titulada "Mi lucha", un título con una clara intención provocadora. Los diferentes tomos se pueden leer por separado, según he leído.

"La vida es sencilla para el corazón: late mientras puede. Luego se para. Antes o después, algún día ese movimiento martilleante se para por sí mismo y la sangre empieza a correr hacia el punto más bajo del cuerpo, donde se concentra en una pequeña hoya, visible desde fuera como una zona oscura y blanda en la piel cada vez más blanca, a la vez que la temperatura baja, los miembros se endurecen y el intestino se vacía. Los cambios de las primeras horas ocurren tan lentamente y se realizan con tanta seguridad que recuerdan algo ritual, como si la vida capitulara según determinadas reglas, una especie de gentlemen’s agreement por el que se rigen también los representantes de lo muerto, ya que siempre esperan a que la vida se haya retirado para iniciar la invasión del nuevo paisaje. Entonces, en cambio, es irrevocable. Nada puede ya detener a las enormes colonias de bacterias que empiezan a expandirse por el interior del cuerpo. Si lo hubieran intentado tan sólo unas horas antes, se habrían encontrado con una gran resistencia, pero ahora todo está quieto en torno a ellas, y penetran cada vez más en lo húmedo y lo oscuro. Alcanzan los canales de Havers, las criptas de Lieberkühn, las islas de Langerhans. Alcanzan la cápsula de Bowman en los riñones, la columna de Clarke en la médula espinal, la sustancia negra en el mesencéfalo. Y alcanzan el corazón. Éste sigue intacto, pero como ya no goza del movimiento al que toda su construcción está dirigida, hay algo de abandonado en él, podríamos imaginarnos algo así como una obra que los obreros han tenido que abandonar a toda prisa, la maquinaria inmóvil brillando con luz amarillenta hacia la oscuridad del bosque, los barracones vacíos, las vagonetas del funicular colgando cargadas hasta los topes por la ladera. "
 
Aquí se puede leer el avance de la obra


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

jueves, 19 de junio de 2014

De Rodillas, de Malenka Ramos

De Rodillas (Venganza 1)
Malenka Ramos
Versión digital- Amazon (Próximamente Planeta)
262 páginas aprox (pero parecen más)

Sinopsis:

Dominic era poco popular en el instituto; Samara no le hacía caso. Quince años después, convertido en un exitoso abogado, decide entrar en su casa y violarla. Será el inicio de una bonita historia de amor, llena de violaciones, humillaciones, zurras, insultos y todo eso tan romántico. Pero Dominic no está solo en sus inocentes aficiones. Bien dicen que Dios los cría y ellos se juntan…


Comentario:

La nefasta novela "50 sombras de Grey" y su incomprensible éxito pusieron de moda un tipo de historia caracterizado por el sexo "alternativo", con preferencia por el cliché de hombre dominante y frío con trauma y mujer sumisa que hace todo por amor (ya que el amor, según estas novelas, es lo más importante, más que la dignidad y que la autoestima). Pero esta novela, tomando el patrón archimanido, decide ir más allá y nos presenta una narración arcaica, retrógrada y machista, donde un acosador, Dominic, maltratador físico y psicológico, violador y torturador, se convierte en el protagonista, mientras la mujer, Samara, es una sumisa con medio cerebro, siendo generosa.

 Bien es cierto que en el género rosa abundan los prototipos masculinos dominantes, chulescos, celosos, machistas y demás, pero es que aquí, se exacerba todo de un modo que llega a lo grotesco y risible (impagable cuando el perturbado la va a violar analmente y ella dice "no, no, que soy virgen de ahí..." ¡De ahí!). Aunque se supone que la versión  que saldrá en julio publicada por Planeta (¡Sí, Planeta!) es más suave que la que yo he leído y se suprime la violación del primer capítulo, no deja de tratarse de un hombre con un pasamontañas que entra en tu casa, te ata a la cama y te amenaza y aterroriza. En la versión digital, la viola directamente y amenaza con más. Un buen principio para una novela erótica. ¡Me salen fluidos como a la prota solo de pensarlo!

No es la primera novela que narra torturas y violaciones, en efecto, pero el quid es cómo se cuenta y de parte de quién se pone el narrador... Si yo leo un relato donde todos los personajes piensan que eso es bueno y lo aceptan como tal, y no hay ni una sola opinión en el libro contradictoria con esto, ningún punto de vista que relativice el de los protagonistas, lógicamente voy a interpretar que la autora simpatiza con estos personajes o que se me está trasladando un cierto mensaje. Si tras una violación, humillaciones a todas horas, insultos y amenazas, una mujer se enamora de un hombre así tengo que concluir que ese libro es un insulto a las mujeres, e incluso a los hombres, por la imagen deplorable que se da de ellos.

Lo peor es la falta de justificación de las acciones. Que el violador decida, quince años después, vengarse de la chica que a los diecisiete lo despreció violándola y humillándola hasta extremos brutales me habla de un problema grave en la mente de ese hombre. Que ella tras la violación, o el allanamiento, en la versión light, no denuncie a la policía y encima se vaya enamorando de este sujeto perturbado, habla de otro problema mental si cabe más severo y de peor pronóstico. Así pues, diríase que se trata de una novela sobre enfermos mentales, que encima caen mal porque no son nada simpáticos y carecen por completo de sentido del humor. Ah, y se creen mejores que los demás, que viven "relaciones aburridas, monótonas y rutinarias",  y no saben lo que se están perdiendo siendo normales y no haciéndose daño entre sí.

Para hacer más suave todo esto (para “justificar”, en suma), se nos dice que el prota "sufre mucho" con sus actos. Yo me pregunto por qué si sufre tanto no pide el tratamiento médico que un enfermo como él precisa. Para algo inventaron los antipsicóticos y los ansiolíticos.

Todas las mujeres que aparecen en la historia son sumisas "avant la lettre", y se dejan maltratar y mangonear, torturar y violar; todos los hombres que aparecen, pese a los fallidos intentos de la autora de insistir en lo buenos que son (lo dice pero no se ve nada de eso), son psicópatas, violadores, torturadores y personas incapaces de una relación sexual sin violencia.

La autora se ampara en que es "consentido" para evitar que la tachen de apóloga de la violencia de género. Hay una escena de tortura al final donde se utiliza la estratagema de dar a la víctima la opción de irse o seguir con las aberraciones, y como la sumisa descerebrada acepta quedarse, pues ahí tiene el camino expedito para todas los maltratos que se le ocurran... ¿Hasta que punto una enferma mental, como las descritas en esta obra, puede dar consentimiento? Es lo mismo que decir que una mujer maltratada da consentimiento a su pareja para que la sacuda porque como no denuncia y no reacciona... Vamos, que en este caso todos dirían que no, que la pobre mujer es que tiene la mente alienada y está tan asustada por el maltratador que no puede ni pensar en lo que le conviene. Sin embargo, cuando esto sucede en un marco sexual, todo vale, y el consentimiento es el argumento.

La novela carece de estructura, por lo demás. Se trata de escenas sueltas centradas en la violencia, sin casi partes de unión, y cuando las hay, como alguna elipsis, son realmente fallidas, denotándose un escaso dominio de los recursos literarios. Se intenta tapar la inexistencia de trama metiendo montones de personajes (iguales a los psicópatas principales) y cansinas escenas de sexo, por llamarlo de alguna manera, y tortura, que destacan por su falta de imaginación, ya que son todas iguales: él la humilla, ella protesta un poco, él le mete los deditos y ve que está húmeda y que en realidad lo desea porque es una perra guarra zorra, consuma la humillación o la violación diciendo que la "hace suya" (sí, eso tan antiguo), y ella tiene un orgasmo "devastador".

La falta de recursos se evidencia también en las poco creíbles coincidencias y casualidades que se saca de la manga la autora (increíble la forma que tiene Samara de averiguar quién es el enmascarado y la suerte que tiene de que justo entonces haya una reunión de antiguos algunos y él vaya), así como las pueriles formas de concluir los simulacros de subtramas que aparecen, y que no son sino relatos muy similares al principal intercalados en él y que no aportan gran cosa, salvo propiciar más escenas de sumisión-dominación. Especialmente ridícula la subtrama con Luis, el hermano perdido de Samara y su inexplicable odio hacia el padre. Aunque ahora que lo pienso, también es ridícula la subtrama con Sara y Mateo. Ahora que lo pienso de nuevo, es todo absurdo: que parece más que una novela un largo relato destinado supuestamente a ponerte cachonda, aunque la reacción normal al leerlo sea apretar bien los muslos y pegar el culo contra la pared, además de evitar a los abogados atractivos, exitosos y ricos, por si acaso...

Aunque se supone que esta "novela" la va a publicar Esencia, de Planeta, un sello de romántica, creo que no he leído nada más antirromántico en mi vida, incluso más anti sexual. Es el tipo de libro que podrían dar a leer a la gente para quitarle las ganas, a falta de bromuro.  A mí me parece más encajable en Valdemar, en alguna colección de terror gore, o en Dolmen, en el género zombi, aunque muchos de los muertos vivientes tienen más luces que Samara, la heroína.

A pesar del intento de superarse en el tema de las parafilias, se cae a menudo en contradictorias y perturbadoras muestras de mojigataría y en blanduras impropias de las fustas de los torturadores. La prota, que no es precisamente virgen (no al menos del agujero convencional), se ruboriza y siente vergüenza por ponerse desnuda y en otras situaciones, pero no le afecta ser violada. Luis, que es un violento sádico (aunque en el libro se dice que es muy buena persona), siente remordimientos por acostarse con ella, ya que es su hermana (a la que ni conocía personalmente). La propia Samara se escandaliza al enterarse de que es su hermano y se enfada con Dominic, el violador, por haber organizado el tema, ¡pero cuando la viola y maltrata él, no le dice nada! ¡Eso le parece bien!

Por otra parte, de la protagonista no sabemos absolutamente nada, ni tampoco de qué la lleva a comportarse así, la razón de su falta de reacciones lógicas, cómo era antes, si ya apuntaba maneras de tonta, si fue por algún golpe en la cabeza o falta de oxígeno en el parto, etc. Parece un robot o una marioneta con relleno de paja en el cerebro.

La guinda del pastel está al final, con la gran escena de tortura a una sumisa rebelde, donde se cae en situaciones tan grotescas como llegar a decir que más sufría el Amo, un tal Roberto, al ver como le daban estopa, ya que la quiere muchísimo. Pobre Rober, me dan ganas de llorar solo de pensar en su sufrimiento... Y es que a veces las sumisas son tan obstinadas y se ponen tan tercas queriendo recibir lo suyo... (palabras de Robert en el libro).

Otro momento cumbre del final, de echar lágrimas y no precisamente de emoción, es cuando Dominic le pide matrimonio a Samara...

Habiendo leído por algún foro intervenciones de la autora, indignada por los comentarios a su obra, la cual, según ella, ha de leerse en su totalidad (cómo no, es trilogía), y a pesar de haberme costado Dios y ayuda terminar el primer tomo, he hojeado un poco del inicio del segundo para ver cómo evoluciona. Lo primero que se observa es que se hace algo más light o bien que ya estás tan estragada y con tanto callo del anterior que ya ni te afecta.

Lo segundo que el machismo sube a límites mucho más preocupantes, con la intervención de una domina, una tipa que tiene un sumiso, y que antes fue sumisa. Naturalmente, la interpretación de los habitantes de la casa de los horrores es que es una resentida al haber perdido a su amo, una amoral (jaaaaaaa) y  todos la odian por su forma de vida, y desprecian al sumiso que la sirve, cuyo comportamiento no logran entender (sin embargo, si entienden ser ellos los amos y las mujeres las sumisas).

Dejé de leer cuando el supuesto sumiso se rebela contra la "arpía" y le da también y la viola (en esta novela "violación" es la palabra clave). Y es que a quién se le ocurre, mujeres mandando. ¡El mundo al revés!

Ni que decir que la prosa es pobre, hay erratas, laísmos, leísmos y hasta palabras que significan cosas diferentes de lo que cree la autora. La ambientación brilla por su ausencia. No se sabe dónde transcurre la acción, ya que mezcla datos culturales que parecen norteamericanos con detalles españoles, como que la prota leía el SuperPop de adolescente. Tampoco hay grandes descripciones ni de lugares ni de personas.
Mucho van a tener que editar los de Planeta para sacar algo en limpio de esto… 

La novela, a pesar de todo, te deja con la intriga de saber: ¿Qué será lo próximo? ¿Un aficionado a la necrofilia, a la zoofilia, un pederasta traumatizado? ¿Sexo con ortigas? ¿Intercambio de mascotas? ¿Un club de niños fetichistas de Hello Kitty vestida de cuero?

Estoy en ascuas.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

sábado, 14 de junio de 2014

El asombroso viaje de Pomponio Flato, de Eduardo Mendoza

Editorial: Seix Barrall
190 páginas
7,99 €
Ebook: 6,99 €

Argumento:

Pomponio Flato, de viaje en busca de unas aguas milagrosas que curen su diarrea, llega a Nazaret, donde Jesus, el hijo de un carpintero, José, acusado de asesinato, le contrata para que demuestre la inocencia de su progenitor.

Comentario:

El texto de la contraportada define esta novela como un «Cruce de novela histórica, novela policíaca, hagiografía y parodia de todas ellas...», algo que, junto a la idea de incluir al niño Jesús como ayudante del detective hacen pensar que se tratará de un texto entre irreverente y divertido, pese a que el apellido del protagonista haga temer lo peor en cuanto a una exagerada (y facilona) incidencia en lo escatológico.

Al poco de comenzar la lectura una de las primeras cosas que se percibe es que la división en capítulos y el  continuo cambio de un presente en el que parece estar escribiendo según vive los acontecimientos a un pasado que los hace parecer ya ocurridos, contradice lo que Flato afirma en la primera página («Pero no son mis infortunios los que me propongo relatar en esta carta, sino la curiosa situación en que ahora me hallo y la gente con la que he trabado conocimiento.») y deja cierta impresión de que el texto no está bastante revisado o que el autor no llegó a decidir el tono que deseaba dar a su novela.

Llama la atención la forma de expresarse de los personajes, unas veces como si se pretendiera adaptar a lo que supondría un estilo antiguo y otras utilizando expresiones modernas y vocabulario poco usual, una elección que no parece realizada por algo en particular.

Desde Flato al resto de los personajes todos «hablan» igual, en un tono entre discursivo y ampuloso, produciendo una sensación de artificiosidad que no parece responder a ningún propósito, además de dificultar la identificación entre unos y otros.

La trama policíaca se reduce a unas cuantas conversaciones del protagonista con el resto de personajes (la familia de Jesús, la del difunto...) para, al final, resolver el misterio de forma clásica: con una repentina iluminación de Flato que, con un mínimo detalle deduce todo el resto, reúne a los «sospechosos» y decide lo que ha sucedido.

La inclusión de Jesús, su familia y otros personajes conocidos de la época (Lázaro, etc...), que es la única idea de la novela, queda reducida a unas mínimas apariciones del niño en las que no se aprovecha el conocimiento histórico de quien llegará a ser, excepto porque se apuntan un par de alusiones superficialmente críticas, y se evita sacar partido, por ejemplo, a la forma en que Flato ve y trata a Jesús en contraposición a lo que se sabe que será en el futuro.

Al terminar la novela y releer el  mencionado texto de la contraportada que la define como histórica, policíaca, hagiografía y además parodia de estos géneros hace pensar que el autor del mismo no la ha leído.

Decepcionante.


*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

martes, 10 de junio de 2014

Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro

Never let me go, 2005 
Editorial: Anagrama 
Colección: Compactos (CM 420)
Traducción: Jesús Zulaika Goicoechea 
360 páginas
11,90 € 

Argumento: 

Kathy H. Relata su vida en el internado británico Hailsham, donde conoce a quienes serán sus mejores amigos, Ruth y Tommy. 

Comentario: 

Esta es una novela de difícil clasificación. En apariencia, y durante la mayor parte del relato, se diría que es la típica y algo anodina vida de un grupo de jóvenes en un internado británico, con su descubrimiento de la vida y sus circunstancias, y es sólo después de la mitad cuando parece convertirse en ciencia-ficción, algo que su autor niega, afirmando que «Más bien, me gusta pensar que es una ficción alternativa»...


La historia parte de un presente en que Kathy incluye, con la naturalidad de vivir dentro de esa particular realidad, algunas frases de contenido incierto, casi inquietante, que se perciben como misteriosas, para luego lanzarse de lleno a la descripción de la vida en Hailsham y de cómo empezó la amistad entre Kathy, Ruth y Tommy, protagonistas principales de la novela. 

Kathy relata su propia vida en primera persona con cierto distanciamiento, mostrando pequeños retazos de la realidad de un grupo de niñ@s y luego adolescentes que, sin saber los detalles, perciben de forma inconsciente que no son como el resto de la gente y tratan de comprender lo que sus cuidadores apenas les revelan como insinuaciones a medias al tiempo que establecen sus identidades coleccionando las obras de arte producidas por los demás e intentando individualizarse por todos los medios posibles mientras crecen entre conflictos típicos como peleas, enamoramientos y dificultad de adaptación al medio. 

Muchas de las vivencias que recuerda Kathy son verdades a medias, ocultas además por una serie de términos eufemísticos para referirse a lo que desde siempre conocen como su destino en la vida, para que, de pronto, la protagonista suelte los hechos dramáticos y terribles con la mayor naturalidad en medio de cualquier frase de apariencia inocua. 

Durante cientos de páginas el autor describe el desarrollo de los personajes, dando saltos del presente al pasado de la protagonista, sin perder el tono pausado, casi aburrido del relato en que sus protagonistas comienzan a soñar con cambiar el futuro que les espera por la fuerza del amor.

Cuando se produce el reencuentro entre Kathy, Tommy y Ruth, deciden hacer algo por sí mismos y es Ruth quien propicia el desenlace en una escena poco creíble en que se saca de la manga la dirección de Madame, personaje recurrente de su infancia que visitaba el colegio para llevarse las obras de arte producidas por los alumnos a una incierta Galería en la que creen que se exhibe el resultado de sus esfuerzos, cuyo verdadero nombre y circunstancias no se comentan en ninguna parte del texto. 

Así, después de unas trescientas páginas de dudas, preguntas, eufemismos y el intento de mantener el interés y el misterio, el autor, por medio de Madame y otro personaje, suelta al fin el mensaje de la obra, relacionado con el significado de la individualidad, la identidad, el miedo a lo desconocido y la forma de reaccionar ante lo que se teme, que resulta en cierto punto decepcionante y, desde bastante antes, previsible, incluyendo la revelación de la naturaleza de los protagonistas.


Nunca me abandones fue adaptada al cine en 2010, protagonizada por Carey Mulligan (Kathy), Andrew Garfield (Tommy) y Keira Knightley (Ruth).


Kathy, Ruth y Tommy


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

jueves, 5 de junio de 2014

Adivina quién soy esta noche, de Megan Maxwell

Adivina quién soy esta noche
Megan Maxwell
Editorial Esencia
496 páginas
  
Sinopsis:

Yanira inicia sus aventuras como cantante famosa mientras su esposo Dylan se cela. Entre pelea y pelea, sexo.

Comentario:

 Esta novela es la segunda parte de "Adivina quién soy", publicada no hace mucho. Y cuando digo segunda parte, es literal, puesto que comienza donde terminaba la anterior. 

Ya que en la primera dejábamos a la protagonista en un trance un tanto peligroso, el inicio de esta resuelve ese asunto de la manera más tonta, haciendo que el famoso cliffhanger no sea más que un gancho y, en cierto modo, un engaño, ya que a lo largo de la historia no se retoma ese asunto, que queda ahí como un hecho aislado y sin conexión con el resto de la trama. La resolución, por cierto, es algo insatisfactoria, tomando la protagonista decisiones incomprensibles (spoiler: como no denunciar a quien ha tratado de atropellarla), cuyas razones no se explican.

Lo de trama es un decir, puesto que esta escasea, lo cual se nota más al ser una novela extensa. Todo gira en torno a un conflicto muy leve y manido: si la protagonista elige su carrera profesional en el mundo de la música o  a su marido Dylan, quien, naturalmente, no ve con buenos ojos que ella esté en ese mundillo (su madre también era cantante y eso repercutió en su familia para mal). A lo largo de la novela se repiten los enfrentamientos y roces entre la pareja por ese motivo, pues como era de esperar, ella se hace famosa y se codea con celebridades como Ricky Martin, Marc Anthony, Michael Bubblé, Antonio Banderas y otros de esta índole, creándose situaciones que generan celos en Dylan.

La novela no tiene ningún tipo de estructura. Se limita a narrar acciones casi a modo de diario donde Yanira nos cuenta cada cosa que hace, sin profundizar demasiado y sin que se vean muchas escenas con puntos de giro, avances de trama, o narrativamente relevantes. Eso afecta al ritmo. Durante la primera parte de la novela casi no pasa nada (nada en el sentido narrativo, repito), siendo la historia, además, bastante previsible en todo, en qué va a ser de la carrera musical de la joven, en cómo va a molestar eso a Dylan, en cómo va a terminar todo, etc, etc. Algo que hace que el interés vaya decayendo por momentos hasta el único punto de giro, casi llegando al final, que aunque sea esperable y predecible, al menos hace que cambie un poco el ritmo cansino de la narración.

Los personajes principales, Yanira y Dylan, son algo planos. Al estar narrado en primera persona, tenemos la ocasión de conocer los "pensamientos" y "reflexiones" de la chica, quien usa un lenguaje en exceso coloquial y algo pobre, plagado de interjecciones que tratan de suplir sus carencias expresivas a la hora de narrar experiencias intensas. Cuando tienen relaciones sexuales ella repite: "qué gustazo, qué placer, qué pasote" y cosas por el estilo. Cuando piensa sobre su marido las reflexiones son: "qué sexy y qué guapo es, ¿cómo puede ser tan guapo mi morenazo?" Prácticamente, toda la relación de esta pareja se asienta en el sexo y en la belleza. Aunque en el resto de los protagonistas hay algo similar. Hasta la abuela de ella justifica los cuernos que le puso a su difunto "porque estaba enfermo" y claro, al encontrarse con su amor de juventud... La amiga de la protagonista también busca al amor de su vida basándose en si es o no bueno en la cama.

La protagonista, como los otros personajes, no alberga ni un gramo de maldad, solapamiento u oscuridad. Son todos tan buenos y perfectos que da grima. Pero más grima da los apelativos con que se dirigen unos a otros: caprichosa, conejita, mi bichito, o las expresiones que salen de las bocas de algunos: me súper encanta, te súperquiero... Acabas súper odiándolos y súper deseando verlos súper muertos.

Como en la anterior, o quizás más acentuado en esta, los personajes no usan un lenguaje propio de sus nacionalidades. Sean canarios, portorriqueños, españoles o norteamericanos todos hablan un atildado castellano de Burgos, a menudo muy coloquial, hasta el punto de que incluso los latinoamericanos dicen "vosotros" en lugar de "ustedes" y expresiones típicas de la Península.

La pléyade de secundarios que aparece agobia y distrae, sobre todo porque, quitando a unos pocos, como Omar, Ankie o Tifany, el resto no parecen tener un rol claro en la trama ni sirven para nada más que para acompañar a la protagonista o aumentar páginas. El travesti Valeria, por ejemplo, no tiene ninguna participación narrativa.

Además, se añaden decenas de páginas con escenas sin interés, como la que explica los cuidados que hay que dar a la niña bastarda en su enfermedad diabética. Para subidas de azúcar, las que producen ciertos diálogos en los lectores... Y es que siempre que salen niños en estas novelas empiezan las disfunciones pancreáticas... Aunque en este caso, los adultos también aportan lo suyo.

Como también sucedía en la primera parte, las escenas sexuales se intercalan cada x capítulos, a veces sin venir a cuento. La mayor parte de estos encuentros no aportan nada a la relación de los personajes ni alteran la trama. A veces parece que se trata de dos novelas distintas, "pegadas" una a la otra. Si elimináramos las escenas eróticas la historia general no sufriría ninguna alteración. Hablando de estas escenas resulta curioso que la protagonista acepte todo por parte de su dominante marido incluso habiendo declarado ella que no le gusta. Siempre que tiene alguna reticencia, esta desaparece al iniciarse el intercambio sexual, y termina gustándole todo, ya sean golpes con latigo, sexo anal, etc. Y si no le gusta (como que le eyaculen en la cara), pues da igual. ¡Vaya suerte tiene! En la primera parte se hablaba de intercambio de parejas, pero sigue sin verse en esta, quedando como mucho reducido el tema a tríos variados o cuartetos. Las escenas sexuales a mí me han parecido poco emocionantes e incluso aburridas, puesto que no cambian nada en la historia, son meros adornos que alargan muchísimo la novela. Y además, son muy parecidas unas a otras.

El final es el de todas las novelas románticas, y el epílogo también, por supuesto. Por si alguien no quiere leerlo, gemelos, chico y chica.



Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 4 de junio de 2014

Vencer al Dragón, de Barbara Hambly

Dragonsbane, 1985 
Editorial: Ediciones B
Colección: Byblos (371/1) 
Traducción: Margara Auerbach
420 páginas

Argumento: 

Jenny Waynest salva a Gareth de unos asaltantes. El joven busca al vencedor de dragones John Aversin, pareja de Jenny, para encargarle, en nombre el rey, que acuda a la corte a salvarles del dragón Morkeleb, que ha invadido la Gruta de Ylferdun y expulsado a los gnomos que la habitan. Los tres inician el camino hacia la aventura. 

Comentario: 

En el habitual prólogo de Miquel Barceló a la edición de Nova, explica que decidieron traducir el título de la novela como «Vencer al Dragón» en lugar de «El vencedor de dragones» que viene a ser la traducción más clásica porque, además de que en inglés «Dragonsban» no tiene género específico, también Jenny tiene que ver en la misión. 

En realidad Jenny es la protagonista de la novela, pues es desde su punto de vista que se relata toda la historia, son sus pensamientos, emociones y opiniones sobre el resto de los personajes los que se transmiten en el texto. De hecho, el enfrentamiento de John con Markeleb no se muestra, pues ella sólo presencia las consecuencias. 

El clasicismo de la trama, grupo de personajes que parten a la aventura para salvar a los oprimidos, se beneficia de un punto de vista diferente, que comienza desde el protagonismo femenino hasta la desmitificación del supuesto romanticismo de ser un héroe o la presencia de unos protagonistas más humanos, falibles, inseguros y contradictorios de lo habitual. 

De esta forma se plantea la diferencia entre el idealismo casi infantil de Gareth, quien cree que las baladas relatan los hechos de la forma que ocurrieron y la sucia realidad de un «héroe», John, de aspecto poco heroico a quien se presenta por primera vez metido entre una piara de cerdos, ocupado en el estudio, con gafas y no especialmente atractivo, a quien le costó mucho vencer a aquel primer dragón que le hizo famoso y se muestra poco dispuesto a intentar otra aventura similar. 

Durante el viaje que emprenden los tres protagonistas, la autora sigue profundizando en las personalidades de los personajes mediante las pruebas que han de pasar en un periplo que se hace algo largo, como el encuentro con una especie de fantasmas que afectan a las personas con aquello que más temen o un pueblo con gustos culinarios diferentes. 

Cuando finalmente Jenny y sus acompañantes llegan a la corte, se muestra la relativa frivolidad de sus habitantes o la inteligencia de John al comportarse deliberadamente como un bufón para cambiar la opinión que tienen de él. 

También aparecen dos hechiceras, la humana Zyerne, amante del rey, y la gnomo Mab, preocupada por su pueblo, que contribuyen a hacer pensar a Jenny sobre sus problemas con la magia y el precio que se ha de pagar por el desarrollo pleno de los poderes. 

En el prólogo, Barceló también comenta que la autora, aun utilizando los elementos más clásicos del género, escribe una fantasía adulta. 

Y tiene razón, porque los temas que desarrolla y la forma en que lo hace son poco habituales. Sin embargo, la continua reiteración por parte de Jenny de cuáles son sus dudas y problemas puede acabar resultando algo cansina, lo que perjudica el ritmo y rebaja el interés en la lectura. 

Porque la autora, que plasma con escenas vívidas todo aquello de lo que quiere hablar, también lo explica, una y otra vez, como si temiera no ser capaz de transmitir lo que pretende, con lo que muchas veces está cerca de estropear lo que cuenta con lo que desmenuza, siendo el resultado final una novela bienintencionada con un resultado irregular. 

Mención especial merece la poca revisión del texto, en el que se encuentran algunas erratas, frases estructuradas de forma inadecuada y, lo peor, parece que se les hay caído un montón de comas por varias páginas que no vienen a cuento, puestas entre palabras que no se pueden separar. No es que le den otro sentido a la frase, sino que le quitan cualquiera que podría tener. Algo más que dificulta el disfrute de la novela. 


*** T *** 


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

domingo, 1 de junio de 2014

Pies de barro, de Terry Pratchett

Feet of Clay, 1994
Número 19 de Mundodisco
Editorial: DeBolsillo 
Traducción: Javier Calvo Perales
368 páginas 
7,55 €
 
Argumento: 

En Ankh-Morpork alguien está asesinando a ancianos que no parecen relacionados entre sí. La Guardia ha de investigar estos crímenes al tiempo que intenta averiguar quién y por qué ha intentado asesinar al Patricio Vetinari. 

Comentario: 

Esta tercera novela de La Guardia, retoma los personajes de las entregas anteriores, «¡Guardias! ¿Guardias?
» y «Hombres de armas», para protagonizar nuevas aventuras. 

En esta ocasión Vimes y sus guardias han de enfrentarse a nuevos casos, como los asesinatos de varios ancianos o el intento de asesinato del Patricio, argumento que sirve de excusa para tratar otros temas, como asumir la propia identidad o especular sobre lo que humaniza, o no, a seres como los vampiros, que son no-muertos, o los gólems, no-vivos. 

Mientras, el comandante Vimes tiene que desenvolverse entre los intentos de asesinarle por parte del gremio de asesinos, la negativa de un vampiro especializado en heráldica a hacerle su propio escudo, o la incapacidad de curar al Patricio pese a los insistentes intentos propios de cualquier serie policíaca de hoy en día al estilo CSI realizados por el cabo Culopequeño. 

Para ilustrar la búsqueda de la propia identidad, la guardia Angua (mujer-loba y pareja del capitán Zanahoria) tiene que enfrentarse tanto al temor de que la relación no prospere como a ayudar al nuevo miembro de la Guardia, el cabo enano Culopequeño, a encontrar su lugar en el mundo al tiempo que desconcierta a Vimes y Zanahoria con sus progresivos cambios de indumentaria y aderezos…. 

Otro nuevo personaje de importancia es el gólem Dorfl, en quien recae la tarea de reflexionar tanto sobre la búsqueda de la identidad como sobre los requisitos que definen al ser humano o ser víctima del miedo/odio a lo desconocido. 

Dorfl es a su vez un homenaje a los robots y su incapacidad de dañar a los humanos (en este caso mediante los papelitos en el interior de sus cabezas), personaje en cierta medida relacionado en intenciones y hechos con el Sonny de la película 
«Yo, Robot», y protagonista de un par de las escenas más conmovedoras y significativas de la novela. 

Hay otros homenajes, como el realizado a la novela 
«El nombre de la rosa» en un pasaje protagonizado por el Patricio en relación a la causa no resuelta de su enfermedad. 

En cuanto a los personajes habituales, siguen cumpliendo su cometido de acuerdo a las personalidades ya formadas en las entregas anteriores, sin grandes evoluciones ni sorpresas.
 
Zanahoria escribe una carta llena de faltas de ortografía a su familia, sigue utilizando sin darse cuenta su carisma y toma al pie de la letra los preceptos de Vimes, incapaz de ser deshonesto, mientras su jefe va un paso más allá y actúa en consecuencia de sus creencias, aunque en ocasiones haya de utilizar métodos poco honorables. 

Resaltar que apenas hay acotaciones a pie de página, la breve aparición de la Muerte, tanto la humana como la de las ratas, o el demasiado escaso protagonismo del Patricio, pese a que su intento de asesinato ocasiona cierto revuelo político y alguna conspiración para reinstaurar la monarquía. 

La relación entre Venitari y Vimes, con el primero manipulando al segundo para hacerle creer que hace lo que quiere es de lo más interesante de la saga, y se hubiera agradecido que tuviera mayor presencia en la historia.

También es interesante comprobar cómo sigue manejando todo en la sombra, incluso la posibilidad de revelar a Vimes la forma en que se ha producido su envenenamiento cuando este es incapaz de resolverlo o la inteligencia con que conserva su puesto logrando que amigos y enemigos se den cuenta de que bajo su mando están un poco mejor que bajo el de otra persona. 

Quizá no es la mejor novela de Mundodisco, ni siquiera de la Guardia, pero es indudable que entretiene, divierte y hace pensar gracias al ingenio con que está escrita.

 
***T***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.