miércoles, 30 de julio de 2014

El reino (La reina del cementerio II), de Amanda Stevens

T.O.: The Kingdom (Graveyard Queen 2)
Editorial: Roca
350 páginas
18,90 €
Ebook: 4,99 €

Argumento:

Amelia Gray recibe el encargo de restaurar el cementerio de Asher Falls. La joven percibe enseguida algo extraño en el lugar, que la atrae y repele al mismo tiempo..

Comentario:

«El reino» es la segunda entrega de una trilogía («La reina del cementerio») y, como la anterior («La restauradora»), está protagonizada por una joven con capacidad para ver fantasmas y meterse en líos.

Ambas novelas están narradas en primera persona por Amelia, lo cual, quizá debido a la inexperiencia de la autora, se traduce en el relato de una serie de acciones irrelevantes, repeticiones de pensamientos, emociones e  información que dificultan la lectura al tener continuamente la sensación de que tal o cual cosa ya se ha contado antes… alguna de ellas varias veces.

En «El reino» Amelia recuerda de nuevo las instrucciones paternas para cuando se encuentre con fantasmas, insiste una y otra vez en su relación imposible con Devlin (coprotagonista de «La restauradora») y en la atracción física que siente por Thane Asher, un hombre atractivo y, en principio, menos problemático que Devlin, sufre varios ataques de algo misterioso que asocia con El Mal, tiene conversaciones repetitivas con varios personajes (que no aportan nada a la historia) y, sobre todo, insiste en que ese lugar está relacionado con sus propios orígenes…

Así, al contrario que en la novela anterior, cuyo desenlace era menos previsible, no es difícil seguir las pistas que la protagonista esparce continuamente y sin la menor sutileza a lo largo de la obra (aunque ella misma no se entera de casi nada hasta el final) y averiguar enseguida casi todo lo que ocurrió en el pasado y la relación que tiene con ella.

Para ello Amelia cuenta con la colaboración de varios personajes, buenos y malos, que de pronto, pese al anterior secretismo familiar, no tienen inconveniente en responder todas las preguntas que hace, incluso confesiones de culpabilidad y maléficos planes.

En resumen, una novela que hubiera sido más entretenida de no estar lastrada por el exceso de repeticiones, la obviedad de la resolución del misterio que plantea y una conclusión poco satisfactoria en la que deja varios cabos sueltos, quizá a resolver en la tercera entrega, «El profeta».

 Cubierta de «La rastreadora»



***T***


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lunes, 28 de julio de 2014

La señorita Hargreaves, de Frank Baker

T.O.: Miss Hargreaves, 1940
Editorial: Alba
Colección: Rara Avis, nº 13
Traducción: Pilar Vázquez
430 páginas
22 €

Argumento:

Norman Huntley y su amigo Henry Beddow se inventan a una simpática y excéntrica octogenaria, la señorita Constance Hargreaves. Poco después, la dama aparece en Cornford, la ciudad donde residen ambos jóvenes.

Comentario:

«La señorita Hargreaves» parte de una idea interesante y atractiva (que un personaje ficticio cobre realidad), y lo hace creando expectativa desde un comienzo en el que Norman, protagonista y narrador en primera persona, se sitúa en un futuro desde el que relata lo que ocurrió.

A partir de ahí comienza a relatar de manera tan pormenorizada que a veces se pierde de vista lo que se supone el tema principal de la narración, el origen de la señorita Hargreaves, una creación en la que colabora su amigo Henry Beddow aportando algún detalle necesario (la bañera con la que viaja la señora).

La inclusión de nuevos personajes, entre los que se cuentan algunos habitantes del pueblo y la familia de Norman, testigos de su relación con la dama, alargan la trama con escenas que en ocasiones son tan irrelevantes  como repetitivas, por ejemplo las conversaciones entre excéntricas y surrealistas que mantiene Cornelius Huntley con su hijo en la librería familiar.

También hay pequeñas dosis de humor, tanto en la relación del protagonista con su creación, y la distinta percepción que tienen de ella otros personajes, como en la que mantiene con Marjorie, su novia, o momentos para criticar la hipocresía social (cuando opinan sobre la obra de Constance) que elevan ocasionalmente el interés en la lectura.

Es en la última parte, tras el incidente del cisne y la  conversión de la señorita en Lady Hargreaves, cuando la historia parece revivir, evolucionar, con el intento de rebelión de la dama, de enfrentarse a Norman al ser consciente de ser una creación del joven y temer por su existencia. Lamentablemente, el autor no profundiza en lo que se diría el tema central de la novela, o el más interesante, la relación entre creador y criatura, resolviendo la situación, y cerrando el círculo (regesan al lugar donde nació Constance) de forma casi precipitada y carente de emoción o creatividad.

En resumen, «La señorita Hargreaves» es una novela bien redactada, con momentos de humor, reflexión y crítica, no carente de interés y de lectura fácil y agradable, perjudicada por las expectativas que crea su argumento y un comienzo casi intrigante.


Cita de «La señorita Hargreaves»:

«Enseguida me tiré al agua. Zambulléndome en ella, recuperé la compostura. No sé si les pasa a otros, pero yo siempre puedo creer en mí mismo bajo el agua. No tener agallas, pero poder seguir viviendo con varios galones de esa sustancia acuosa sobre mí, siempre me da confianza en mí mismo. Últimamente había empezado a dudar de muchas cosas. De si la vida no sería un largo sueño; de si los sueños no serían realmente la vida; de si yo mismo existía realmente. Bajo el agua, sabía, de un modo u otro, que existía, y lo sabía porque, si permanecía allí abajo mucho más tiempo, dejaría de existir. Una extraña manera de probarlo, pero no por ello menos prueba.
Salí a la superficie, resoplé y miré a mi alrededor. De nuevo, volví a dudar de todo. La señorita Hargreaves... ¿era real? La había visto comer. Pero ¿era de verdad la comida que comía? ¡Maldita sea! ¡Era todo una pesadilla! Volví a sumergirme y buceé hasta el fondo del río. ¿Y si muriera? Entonces sabría que había existido. Bueno, pues ¿y si la matara? Me colgarían. No quería que sucediera semejante cosa. A mis padres no les gustaría. Marjorie saldría en la prensa. No. ¿Y si deseara con todas mis fuerzas que se alejara para siempre? Nunca podría hacerlo, a no ser que me convenciera de que no era real. ¿Había creído en ella cuando le di vida? Sí, firmemente; y había crecido más y más con cada nueva cosa que me inventaba sobre ella. ¿Podría obligarme a comportarme como si no estuviera viva? Henry y yo lo habíamos intentado, pero ahora habíamos incumplido el pacto.
Recordé una frase de mi padre: «Igual que yo, no te molestas en controlar lo que creas». Supongamos que terminara ella por controlarme a mí: me rondaba por la cabeza esta espantosa posibilidad.»


***T***

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sábado, 26 de julio de 2014

Primeros siete meses de funcionamiento del blog





Ya que estamos a punto de publicar nuestra reseña número 400 de la nueva etapa del blog Regina Irae, he considerado oportuno hacer balance de estos siete meses. En enero decidimos cambiar el blog desde Blogcindario a Blogger, ya que no nos convencían las características de aquel servidor. El antiguo blog Regina Irae, alojado en él, había llegado a tener años atrás medias de visitas de 1500 o más al día, lo cual para un blog personal no está mal. Cuando digo visitas me refiero a visitantes únicos, no a cargas de página. Sin embargo, a finales del año anterior detectamos una caída significativa de las visitas y muchos errores en las páginas, que podrían influir en el rastreo de Google. 

Desde enero, el blog ha ido aumentando visitas día tras día, incluso en los meses de verano, donde esperábamos un bajón. Durante el primer mes no superaban las cincuenta diarias y casi todas provenían de redes sociales como Facebook y Twitter, ya que aún no estaba indexado. Sin embargo, ahora es al contrario. El grueso de las visitas viene de Google, de las búsquedas. Y ahora la media, según Statcounter (referido a esta última semana) es de 203. Se trata, aclaro nuevamente, de visitantes únicos. En el contador tenemos configurado que la cookie funcione durante 24 horas. Es decir, si una persona entra en el blog a la una y vuelve a entrar en ese mismo día, solo cuenta como un visitante. Podríamos poner menos horas para tener más visitas, pero sería falsear y engañarnos a nosotras mismas. 

También hemos aumentado seguidores (un saludo a todos, por cierto, y muchas gracias por seguirnos), hasta llegar a 32 (los del blog, los de Google plus son cerca de 1000, que no es una cifra espectacular, pero bueno, siguen subiendo, que es lo importante. Y participando. Con respecto a esto decir que la participación ha sido ejemplar, salvo muy contadas excepciones, relacionadas con gente ajena al blog y afín a algunos autores. Por suerte, solo recordamos un caso de un/a autor/a "armando bronca". Toda una demostración de elegancia por parte de los escritores. Tres de ellos se han prestado a responder a nuestras preguntas a modo de entrevista: Carolina Iñesta, Pablo R. Nogueras y A.M. Caliani. Muchas gracias a los tres por acompañarnos. Y también a los que respondieron al cuestionario que va incluido en el artículo del libro respectivo, entre los que se cuentan Emilio Bueso y Virginia Pérez de la Puente. Sé que hay más, así que perdón si no pongo todos los nombres, pero tendría que mirar una por una todas las reseñas para encontrarlos.

No puedo decir que me llame la atención que las páginas más vistas sean las de las novelas de autores más mediáticos o más exitosos. Según las herramientas de Webmaster de Google (solo tengo datos de los últimos tres meses) los artículos más visto son:

Adivina quién soy esta noche, de Megan Maxwell               44.025
Adivina quién soy, de Megan Maxwell                                31.843
La luz de Candela, de Mónica Carrillo                                29.033
Regreso a tu piel, de Luz Gabás                                         17.639
Memoria de mis putas tristes, de Gabriel García Márquez   17.605
La Piel Dorada, de Carla Montero                                     11.256
La noche soñada, de Maxim Huerta                                   11.176
La mirada de los ángeles, de Camilla Läckberg                     8.779

Desde el 27 de abril hasta hoy, que es el tiempo monitorizado por las herramientas de google, hemos contado 26 páginas que superan las mil impresiones. Las visitas se ve que están bastante centradas en unos autores y libros muy concretos, ya que hasta ahora se han publicado 393 reseñas o artículos (entrevistas). Lógicamente, las primeras reseñas que publicamos, rescatadas del anterior blog y puestas con las fechas originales, son las que menos visitas han tenido por el tema de la indexación de Google, que potencia el contenido nuevo.

Las administradoras somos M.C. Mendoza y Rosana Thersuva Adler. Esperamos seguir mucho tiempo en la red comentando libros. Gracias a todos por seguirnos y por comentar.


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viernes, 25 de julio de 2014

Los Hijos de Adán (La saga de los longevos II), de Eva García Sáenz

Eva García Sáenz
Edición digital
237 páginas

Sinopsis:

Iago, miembro de la Vieja Familia, un grupo de longevos que llevan miles de años sobre la faz de la tierra, ha de enfrentarse a uno de sus parientes que creía muerto hacía siglos. Sin embargo, la llegada de este personaje trastocará de tal modo su existencia que se verá abocado a enfrentarse al pasado y a sus conflictos para salvar lo que más ama, a su esposa Adriana.

Comentario:

Lo primero que se aprecia en la novela nada más empezar es la "profesionalización" de la escritura de la autora, y su tendencia claramente comercial (en el buen sentido). Lo segundo, el carácter mucho más coral de la obra, en comparación con la primera parte, llegando a perderse el protagonismo de Adriana, la única "efímera" con un papel relevante en la historia, la cual aparece bastante desdibujada y casi en un segundo plano. Así pues, más casi que la primera, la trama se centra en torno a la llamada "Vieja Familia", sus rencillas familiares a lo largo de los siglos y sus enfrentamientos con otros clanes, contado por varios personajes en primera persona.

La prosa es buena, limpia, precisa y fácil de leer; el vocabulario destaca por su variedad y acomodación técnica a lo narrado. También destaca, y mucho, en cuando a documentación de las diversas épocas históricas donde se desarrolla la acción, con la inclusión de detalles que denotan un buen estudio e interiorización de variadas disciplinas, que además, están bien presentados en la trama, sin didactismo ni afán de lucirse porque sí. Es de agradecer que la autora se dirija a lectores inteligentes, lo cual no quiere decir que sea una lectura complicada. Al contrario.

Los capítulos son cortos, e incluso muy cortos, en consonancia con la tendencia "comercial" apuntada al inicio. No solo cambia en cada uno de ellos el personaje narrador, sino también la época y la localización. Como en la anterior, los flashbacks al pasado (lejano y cercano) permiten conocer los orígenes de las desavenencias de los personajes, aunque diría que en este libro están mejor elegidos, salvo excepciones. Aunque estos flashbacks me han parecido algo largos y detallados para la importancia que tienen.

Sin embargo, pese a la obvia mejoría técnica y a su ejecución casi impecable, el argumento de esta novela no me ha acabado de enganchar, supongo que porque el tema no me llama mucho y me parece algo fría la forma de exponer los hechos, con unos diálogos demasiado alambicados, y una trama algo simple (aunque bien aprovechada y alargada con los flashbacks y demás). Me resulta difícil de entender que personajes de diez mil años o más conserven odios y pasiones tan intensos hacia otras personas. Tampoco veo desarrollado el tema de la inmortalidad y sus consecuencias (psicológicas, sociales, etc). Y los giros de sacar aún más inmortales para enredar las relaciones de los personajes (y lo que es peor, hacer más secuelas) me parece que va en contra de la esencia del primer libro. La autora destaca mucho más en ambientación y documentación que en escenas de acción. Eso se nota, sobre todo en el desenlace, que me ha parecido algo resumido y precipitado.

En resumen, un libro correctamente escrito, riguroso en cuanto a su planteamiento histórico-científico, con una trama centrada en querellas familiares (celos, luchas paternofiliales, etc), cuyo final parece abierto a más aventuras.



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miércoles, 16 de julio de 2014

Mañana, a las seis, de Raquel Sánchez Silva

Editorial: Planeta, 2014
380 páginas
18,50 €
Ebook: 9,99 €

Argumento:

Lucía sufre una crisis al enfrentarse a la ruptura con su pareja César, y la enfermedad de su madre, Aurora, lo que propicia que inicie una relación con Román, un hombre peligroso.

Comentario:

Aunque en algunos medios se prefiere resaltar la parte erótica, esta es, como dice la propia autora, una parte mínima de una novela que trata temas importantes, entre ellos enfrentarse a la pérdida de una persona amada, a una traición o a una ruptura de pareja.

De hecho las escenas de sexo son breves, casi elegantes, no se recurre al exceso descriptivo ni se intenta llamar la atención sobre ellas más allá de lo necesario para mostrar la dependencia que siente Lucía por Román y por el mundo que él le muestra.

La  novela, redactada en tercera persona y escrita con un oficio mayor del habitual en una primera obra, está protagonizada principalmente por mujeres (Lucía, Aurora, Gloria, Marisol), cuyos puntos de vista se alternan para mostrar tanto sus vidas interiores como la manera en que se ven afectadas por hechos externos a ellas o las relaciones de amistad y cariño que se establecen entre varias de ellas.

Román, César, Freddy o León tienen roles secundarios de diferente relevancia: sirven como desencadenante de situaciones y emociones, consuelo, pasión, etc, e incluso se muestra lo que piensan varios de ellos, si bien solo en instantes puntuales.

Destaca el tono de la narración, en ocasiones intimista, otras poético, incluso simbólico y fantástico, y la profundidad y sensibilidad poco habituales con que la autora trata temas psicológicos y emotivos, con los que resulta fácil empatizar. Por ejemplo la enfermedad de uno de los personajes y cómo afecta a los demás, la dignidad, amor y belleza que presiden cada escena relacionada con ella: as conversaciones, reflexiones y emociones.

Hay también varias incursiones al pasado, recuerdos de la niñez de Lucía (el espionaje de las conversaciones telefónicas maternas, un recorrido casi onírico y simbólico por la ciudad), que indican la difícil relación entre ella y Aurora, y cuya falta de resolución (hablan de otras cosas, pero no de esas) puede llevar a preguntarse para que se incluyen en la obra.

Cerca del final, la autora da una vuelta de tuerca a la historia, de la que apenas se dan indicios, implicando a Lucía en una venganza que, unida a su crisis sentimental, la enfermedad de Aurora dotan a la novela de varios mensajes dan sentido, finalidad y profundidad al viaje iniciático de Lucía.

En resumen, «Mañana, a las seis» trata temas importantes con sensibilidad y profundidad, que no merece la etiqueta de erótica con la que se la quiere publicitar, beneficiada por la calidad de la redacción y por un final poco convencional.


Cita de la novela: 
«Cuando llegaba la mañana, aún con el pecho encogido por el miedo, buscaba el amparo de su madre como un animal herido su guarida. Verla la apaciguaba y la desequilibraba por igual. Era su madre, una mentirosa dañina en su juventud e inofensiva ahora que con la vejez había llegado también la incapacidad de movimiento. Probablemente, en este instante de sus entrelazadas vidas, Lucía tenía más posibilidades de ser la mala. Dado su control sobre la situación, era ella, la hija, la que podía destrozar el mundo de su madre aunque ya no encontrase ningún placer en semejante ataque. La relación entre ambas era de una subyugante dependencia que las hacía, a su vez, inmunes a la dependencia de un tercero. Eso siempre las unió y las hizo únicas. Tantos años después, se querían con locura. Locura real. Para evitar que esas fuerzas chocasen hasta la extinción, Lucía había buscado, hacía ya más de diez años, un piso cercano al último hogar que compartió con Aurora. Un lugar para hallar una distancia suficiente pero salvable. Desde esa distancia mínima, más próxima a la vecindad, había preparado una vida llevadera para su madre.»


***T***


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lunes, 14 de julio de 2014

Entrevista a Carolina Iñesta, autora de "El Guardián de los Secretos" (Versátil)

 Hoy traemos al blog una entrevista con la autora Carolina Iñesta (Catherine Roberts), quien nos hablará un poco de su obra "El Guardián de los Secretos", reseñada recientemente por nosotras, así como de otras cuestiones relacionadas con su trayectoria literaria, proyectos, etc.





1.      ¿Cuál fue tu intención al escribir «El Guardián de los Secretos»? ¿Has querido transmitir algún mensaje con esta novela?

En primer lugar, muchas gracias por vuestra invitación a esta entrevista y encantada de estar con vosotras.

Mi intención fue polemizar y remover conciencias sobre la hipocresía flagrante en la que estaba cayendo la Iglesia católica. Cosa que, desde mi punto de vista, el nuevo papa Francisco está, al fin, tratando de arreglar, haciendo hincapié en cosas muy similares a las que nombro y trato de denunciar en mi obra. Hace años que el catolicismo estaba perdiendo todo su sentido, convirtiéndose en una religión para ricos en lugar de para pobres, para gente que prejuzgaba a los demás y acumulaba bienes materiales, en lugar de para gente comprensiva y solidaria etc. En cierto momento malo de mi vida necesité consuelo espiritual y me di cuenta de que la religión que me habían enseñado mi madre y mi abuela no me consolaba en absoluto; encontré más consuelo, sabiduría y sentido común en el Budismo y me indigné por este hecho. Comencé a leer sobre los orígenes de ambas y encontré muchas similitudes curiosas, pero parece que una había degenerado más que la otra.

El mensaje tiene mucho que ver con los citados orígenes tanto de la religión cristiana como del Budismo. Es una revelación muy, muy curiosa y polémica.



2.      ¿En qué se diferencia de otras del mismo estilo, género o temática?

La han llegado a llamar “El código Da Vinci romántico” así que supongo que profundiza más en los personajes y sus relaciones que otras obras de misterio-aventura. Los flash-backs extendidos y la fuerza de los protagonistas del pasado también han llamado la atención.
Desde mi punto de vista, lo que la hace distinta es lo que hay de mí en la obra: hay viajes propios, vivencias y datos sobre los protagonistas actuales que corresponden a los inicios de mi propia historia de amor con mi marido, como las escenas ambientadas en París…

3.      Los personajes son uno de los puntos fuertes de tu obra. Parecen gustarte los personajes femeninos fuertes  y los masculinos con ciertos valores y un poco de misterio… ¿Te atreves a hablarnos brevemente de tus héroes?

Creo que los has definido muy bien: Ana (protagonista del presente) y Rasalhague (protagonista del pasado), son ambas mujeres valientes, soñadoras y algo arriesgadas. Toman decisiones rápidas dejándose llevar por su instinto, sin importar las consecuencias. Eso sí, ambas tienen un fondo bastante romántico.

En cuanto a los personajes masculinos, son, efectivamente, muy misteriosos, inteligentes, justos, algo fríos en sociedad (aunque con un fondo muy sentimental) y muy protectores. Hombres en los que puedes confiar; machos alfa, como se suele decir ahora.

4.      ¿Cuál sería tu público lector? ¿A quién se la recomendarías? ¿A quién no?

Diría que esta obra, en general es para gente de mente abierta y curiosa, a partir de 16, quizá 18 años. Aunque su rango de fans declarados va de los 13 a los 82 años (mujeres ambas). Es poco tradicional, moderna, inteligente y misteriosa y sus lectores más fieles cumplen este perfil.

Por otro lado, me he topado en ferias del libro, internet etc. con gente católica radical que ha tenido prejuicios para comprarlo o leerlo, pero, curiosamente, los que lo han hecho han encontrado en él puntos interesantes que desconocían, incluso cierta reconciliación.

5.      Has publicado, aparte de esta novela de aventuras, un par de novelas juveniles, e incluso tienes en tu haber alguna novela erótica. ¿Qué te ha llevado a este género tan alejado de los que anteriormente cultivabas? ¿En qué género te sientes más cómoda?

En realidad, yo siempre he escrito y leído erótica: erótica clásica, tipo Marqués de Sade, e histórico-romántica, tipo “El castillo de Camberleigh”. En mis relatos y poemas de adolescente, la erótica estaba presente, pero, al comenzar mi primera novela “El guardián de los secretos”, quizá era demasiado consciente mientras la escribía de que la iban a leer mi familia, amigos etc., así que me corté en la parte erótica actual (en el pasado sí que hay una pequeña escena algo explícita). Por otra parte, en las novelas de género misterio-aventura que yo leía no había sexo explícito, así que decidí hacerlo de manera similar: hay dos escenas de sexo, pero son muy poco explícitas, se centran más en lo que cada personaje está sintiendo.

Sinceramente, me siento más cómoda ahora que estoy escribiendo de forma más liberada: en la histórica erótica me siento como pez en el agua.

6.      ¿Podrías hablarnos un poco de Catherine Roberts? ¿En qué se diferencia de ti como escritora? ¿Por qué has elegido tener un seudónimo?

Precisamente Catherine Roberts es ese lado liberado de mí del que estaba hablando. No se diferencia en nada de mí porque soy yo; Catherine es, en realidad, mi “yo” más puro.

Escribo más rápido y me divierto más cuando hay erotismo, además he comprobado que gusta gracias a Amazon. Llevo 5 meses con la colección de relatos “¿Cuál es tu fantasía?” en el Top erótico, y uno de esos relatos, que también se vende suelto (“La cena de empresa”) lleva ya 3 meses ininterrumpidos sin bajarse del Top. Quien me ha comprado un relato erótico, ha repetido. Es algo que no sabía cómo iba a salir.



7.      ¿Cómo ve una joven escritora como tú el mundo literario actual?

Uff, pregunta difícil. Lo veo difuso; es como si las editoriales tuvieran algo de vértigo y estuvieran haciendo experimentos, a ver cuál sale bien. Los lectores seguimos necesitados, en general de las cosas que han funcionado siempre: romance, fantasía, misterio, historia, landscape novels etc., más puros, no excentricidades y modernidades que nos suenan extrañas y no aportan nada a nuestra alma, aunque para los críticos sean muy cool. 

Especialmente, en el mundo literario infantil y juvenil veo cosas extrañísimas, que no me hubieran gustado nada siendo niña (incluso me hubieran hecho llorar), creo que algunos editores de estos géneros no se apean de su visión adulta e innovadora, en detrimento del verdadero disfrute de un joven o un niño. En cambio, creo que la adulta sí trata de acercarse a los verdaderos gustos de la gente últimamente, pese a los experimentos también ;)

8.      ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Tienes alguna otra obra en proceso? ¿Alguna primicia que contarnos?

En dos proyectos preciosos: una novela más de género histórico-romántico, igual que la que saldrá en otoño en España y Chile (¡primicia!) y en la biografía de una polémica periodista de la jet-set.
Hasta ahí puedo leer, hay que esperar solo un poco.

9. Y, para terminar: ¿tienes algo que comentar, objetar, aclarar o matizar sobre la reseña de «El Guardián de los Secretos» que hemos publicado en el blog? Habla ahora o calla para siempre…

En líneas generales, yo ya conocía la escrupulosidad y profesionalidad con que reseña este blog y me parece muy interesante su forma de trabajar. Estoy muy agradecida por tener una crítica que es casi un pormenorizado informe de lectura.

Hay detalles que considero que no tienen realmente tanta importancia negativa, como el uso del pergamino (eran adinerados, tradicionales y disponían de él) o el recurso de usar palabras en francés para marcar que los personajes son franceses (recurso muy usado, por ejemplo, por Carmen Posadas, y que me gusta mucho usar). Con otros detalles reseñados estoy de acuerdo y me van a ayudar a mejorar. 

Decir que no todo lo marcado son descuidos, sino que hay cosas programadas así. En muchas novelas se sacrifica un poco la lógica en función de la espectacularidad y hay momentos así en mi obra, como en muchas otras, algunas muy famosas.

Trabajé mucho en la obra y le puse mucho corazón, pero es imposible ser impecable. Al fin y al cabo, es ficción y está hecha para disfrutar.


Gracias por responder a nuestras preguntas.

Gracias a vosotras, ha sido un placer compartir un ratito. Espero que podamos volver a hacerlo en el futuro. ¡Seguid así, no cambiéis, pese a los riesgos que corréis ;)!
Y un enorme saludo a los lectores, espero veros entre mis páginas.


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domingo, 13 de julio de 2014

Tempus, de Nerea Riesco

Tempus
Nerea Riesco
Editorial Minotauro
496 páginas


Sinopsis:

Leonard Green, un físico que investiga sobre viajes en el tiempo, es brutalmente asesinado. Richard, alumno del profesor Green, resulta sospechoso del crimen y por ello es perseguido por la policía de Scotland Yard. Richard y Daniela, hija del difunto, huyen en busca de respuestas, mientras son acosados por una letal sádica.

Comentario (con algún SPOILER - OJO):

El título hace presagiar que nos enfrentamos a una nueva historia sobre viajes en el tiempo o donde estos tienen una cierta importancia. Y así es, en efecto, pero matizando. A mí me ha parecido que más bien de lo que trata es de la inmortalidad, de la vida eterna, sus consecuencias, su valoración filosófica, etc. Con esto no quiero decir que sea una historia donde la filosofía tenga mucho peso. Hay ciertas escenas donde los personajes discuten sobre el tema, se ven los pros y los contras, pero es más bien hacia el final. Considerada en conjunto, la obra me ha recordado, en estructura, al Código Da Vinci (Dan Brown), y en temática, a La Saga de los Longevos (Eva García Sáenz), mezclado todo ello con gotitas de El día de la marmota y El Mapa del Tiempo, de Félix Palma.

Lo del Código Da Vinci es bastante obvio. Comienza con el asesinato de un sabio que parece custodiar un secreto que podría cambiar la historia de la Humanidad; el protagonista, junto con una descendiente del difunto (en este caso hija, en el anterior, nieta) se lanza a una aventura en busca de pistas que hay que descifrar para dar con el “tesoro”. Son perseguidos por la policía, y acogidos por un amigo del protagonista, que, como imaginamos, hace el mismo rol que el amigo de Langdon en la novela de Dan Brown. En el desenlace, por si esto fuera poco, hay una escena similar a la de “Ángeles y demonios”, que tiene lugar en el CERN, hogar del Gran Colisionador de Hadrones. 

En la historia aparece un grupo de inmortales que forman una “familia” con sus conflictos, filias, fobias y mutuas solidaridades (como en La Saga de los Longevos), donde no falta la típica “manzana podrida” que ejerce el rol antagónico. Desde casi el primer capítulo se adivinan varias líneas argumentales de la novela, como quién es quién en el mundillo inmortal y el secreto que esconden (lo de Liz canta bastante, y más conociendo su modus operandi y el nombre del inspector de Scotland Yard). Hay varias partes muy previsibles. También es cierto que para mí ha sido fácil adivinar todo, dado que he leído mucho de temas esotéricos y no me son desconocidos los nombres de los “inmortales” de la novela. De hecho, nada más leer “Nicolás” lo asocié directamente con el apellido de un famoso alquimista… Y así con el resto de las cosas. 

Muchas de las acciones y decisiones de los personajes no se entienden, como las razones del alquimista para hacer inmortal a cierto personaje bastante nefasto y sádico, o que este personaje arrastre una locura de amor de siglos que la llega a trastornar. O que le permitan sus acciones. Tampoco queda claro si sus crímenes sirven para lo que ella cree (rejuvenecer) o no, dado que los otros, Richard mismamente, se describen como de aspecto joven y no necesitan realizar tales masacres. Hay varios aspectos que quedan como en el aire, relacionados con la forma en que se hicieron inmortales o las consecuencias de esta inmortalidad y forma de mantenerla. Tampoco resulta muy creíble que se pueda entrar tan fácil en el colisionador en pleno experimento ni que toda la base  teórico-práctica del viaje en el tiempo dependa de una fórmula matemática que ha desarrollado un solo científico...

La historia en sí me ha parecido bastante convencional (y con poca trama para las páginas que tiene), exceptuando el final, el último capítulo, que, para mí, salva el conjunto, correcto en su redacción, incluso mejor escrito que la media, pero con un grave lastre que hace que la lectura no sea todo lo fluida que debería. 

De sus 500 páginas, sobran más de la mitad. Esto es así debido al afán de la autora por “documentar” cada paso que dan los personajes, incluso con datos innecesarios para la comprensión de la historia. Están en plena persecución, una escena de acción, y nos mete una cuña para explicar el “efecto Doppler”; se van a cierta ciudad inglesa y nos cuenta anécdotas históricas irrelevantes sobre un príncipe que iba ahí a montar sus juergas; y así con todo. Las explicaciones sobre diversas teorías acerca de la posibilidad o no del viaje en el tiempo son necesarias, no así el resto de informaciones que incluye sobre diversos temas, así como tampoco las prolijas descripciones de las ciudades. También rompe muchísimo el ritmo el que cuente la vida de cada personaje secundario que se encuentran por el camino, como el portero o el policía de aduana francés, o lo que piensa el policía sobre los delincuentes (dado que eso no afecta a la trama). Incluso las vidas de los personajes principales están introducidas de un modo digresivo que ralentiza la acción. Algunos flashbacks podría decirse que no son estrictamente necesarios. 

Una vez llegas al final, te das cuenta de que, además, sobra algún personaje, como el inspector de Scotland Yard, que lo único que hace es perseguir a los protagonistas, pero sin intervenir en la trama realmente. Su historia queda inconclusa. Y podría haber dado juego, dado su apellido…

La redacción y la prosa, por otro lado son bastante buenas, y más para el género, con un aire, sobre todo al principio, de novela clásica de aventuras que incita a leer más. Este punto es muy destacable y sitúa al libro, repito, por encima de la media.

El desenlace es lo más original, dentro de que no hay nada original en la literatura, ya que incide en una solución del viaje en el tiempo poco tocada y en cierto modo algo deprimente. Aunque  no se logra entender muy bien por qué el protagonista no toma acciones mucho más drásticas o lógicas para solucionar su problema (como matar a ciertos personajes).

En resumen, una novela en exceso larga para lo que cuenta, con un tema que siempre es atrayente, pero que tiene un ritmo poco fluido debido a constantes digresiones “documentales”. Sin embargo, resultan interesantes algunas consideraciones sobre la vida, la inmortalidad, los viajes en el tiempo y lo que traerían consigo de poder realizarse. Creo que puede gustar a los amantes de la CF.

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miércoles, 9 de julio de 2014

El Guardián de los Secretos, de Carolina Iñesta Quesada

El guardián de los secretos
Carolina Iñesta Quesada
Editorial Versátil
400 páginas


Sinopsis:

La estudiante española Anna es atacada en Florencia por unos desconocidos. Su salvador, un atractivo joven, le ruega que lo acompañe si quiere salvar su vida. Anna se lanza a una aventura a través de Europa en busca de un tesoro vinculado a ella y a su familia desde el siglo XVI, cuando una joven guerrera rompió con su esclavitud y huyó con un valioso libro. Pero no serán los únicos que vayan tras el secreto. Sectas misteriosas, alquimia, el poder de la sangre, religión, amor, traiciones y cambios de bando… a todo esto tendrá que enfrentarse Anna en su periplo en busca de la verdad.

Comentario:

Aunque el marketing de la obra hace suponer que se trata de una novela juvenil y romántica (y los primeros capítulos parecen corroborarlo), “El Guardián de los secretos” podría adscribirse mejor al género de novela de aventuras con búsqueda de un tesoro o conocimiento que puede cambiar el curso de la historia o, en este caso, de la religión cristiana, con un leve toque fantástico, que no se aprovecha mucho. Lo más juvenil es la edad de varios de los protagonistas; el tratamiento, por ejemplo, es adulto (pero no en el sentido de que haya escenas delicadas, sino en la madurez de la exposición); en cuanto al elemento romántico, está bastante diluido y no es lo principal, aunque también existen unas gotitas en las dos historias paralelas, que, sin embargo, no distraen en ningún momento de la trama central. 

El arranque de la novela me ha parecido lo más flojo, con unas motivaciones de la protagonista para lanzarse a la aventura con un desconocido, tras haber sido agredida, algo endebles (una siempre se pregunta en estos casos ¿por qué no avisan a la policía?). Sin embargo, pasados los primeros capítulos la novela va in crescendo en cuanto a interés y también en cuanto a calidad y empaque de la narración.

Dado que el relato se ambienta en dos épocas distintas, la autora utiliza la primera persona para la narradora de la época actual, una estudiante española en Florencia, y la tercera para narrar los hechos a los que no tiene acceso este personaje, además de para la historia del pasado, situada en el siglo XVI, que, para mi gusto, es la más interesante.

Resulta destacable que los roles de protagonistas (en las dos líneas narrativas) y de antagonista los lleven tres mujeres fuertes que actúan por ellas mismas. El personaje que más me ha gustado es el de la esclava turca, una auténtica luchadora, en todos los sentidos de la palabra. Sin embargo, la villana me ha resultado poco creíble y algo unidimensional.

Como novela de aventuras religiosas contiene todos los ingredientes del género, quizás demasiado obviamente: sectas que custodian o persiguen secretos desde hace siglos, libros misteriosos y conocimientos heredados a través de generaciones, una cierta crítica a las manipulaciones de la iglesia sobre sabidurías anteriores, malvados obsesivos y dementes, criptogramas, viajes por varias ciudades europeas en busca de la verdad, monumentos histórico artísticos cargados de leyendas, referencias a mitos y temas mágicos (magia, alquimia) o personajes vinculados al ocultismo, como Isabel Bathory, Bérenguer de Saunière, Vlad Draculea… Y como ocurre en el resto de novelas de este estilo, a veces te ves obligada a suspender la incredulidad en algunas escenas, especialmente en las que suceden en lugares como El Escorial, etc., o con algunos detalles y formas de resolver situaciones.

Hay algún pequeño patinazo en el uso de la primera persona como cuando dice “Se me notó en la cara” (ella no puede saber si se le notó o no, en todo caso puede imaginarlo o suponerlo a juzgar por la sensación de calor, etc), pero en general está bien llevada. 

La protagonista, gracias a una regresión hipnótica, es capaz de ver lo que ha acontecido con la heroína del siglo XVI, antepasada suya. De este modo, los capítulos que nos muestran esta historia, aunque están en tercera persona, en realidad están insertados en la perspectiva de la narradora.

Aunque se percibe que la autora se ha documentado sobre variados temas, sobre todo esotéricos, también hay algún que otro dato dudoso, como por ejemplo la referencia a la “doncella de hierro”, de la que uno de los personajes del pasado dice: “Llaman a esta caja la Iron Maiden”. Teniendo en cuenta que el origen de este instrumento de tortura es alemán (Núremberg) resulta extraño que unos húngaros se refieran a ella en inglés (esto, dejando aparte que tampoco es seguro que existiera en la época, pero dado que está en la leyenda de la Bathory, lo damos por válido). 

Tampoco tiene mucho sentido que un personaje use un pergamino (material escaso y muy valioso, solo usado para códices y documentos importantes), para escribir una nota a vuelapluma y dársela a la protagonista del pasado.

De igual modo, suena raro que los personajes del XVI cuando están en Francia y hablando entre ellos en francés, intercalen en sus discursos expresiones como s’il vous plaît, monsieur, tout de suite. Es decir, se supone que también el resto del parlamento está en francés, ¿por qué transcribir unas palabras sí y otras no? De todas formas, esto es algo que he visto en miles de novelas, aunque me parece que no es un buen recurso para ambientar.

Otra cosa que me ha parecido un poco anticlimática es que se revele en un capítulo, casi al inicio, quién es o qué es, cierto personaje, cuya, condición, por otro lado, tampoco tiene relevancia en la historia ni cuadra con el resto ni se explica luego, quedando ahí como una especie de fleco o cabo suelto un poco extraño. Así  mismo, parecen sobrar las alusiones iniciales y la descripción de la relación del personaje femenino con sus amigas, las cuales no aparecen ni tienen intervención en la historia.

Las descripciones de las ciudades visitadas (París, Florencia, Elche, etc) sí me han parecido acertadas, aunque algo prolijas. Se nota que la autora las conoce personalmente por los detalles que incorpora (sobre todo Florencia).

En otro orden de cosas, no me ha quedado muy claro cómo puede afectar a la Iglesia el “secreto”, aunque sí se comprende que deseen deshacerse de la parte más “peligrosa” de la revelación.

En resumen, una obra bastante entretenida, bien escrita (mejor que Dan Brown, desde luego), ágil (solo en ocasiones algo densa), llena de lances, personajes audaces, misterios, etc, quizás demasiado similar a otras del mismo estilo, pero que, precisamente, por eso, satisfará las exigencias de los amantes de las aventuras literarias con un fondo de ocultismo.


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