domingo, 28 de septiembre de 2014

Operación Triunfo y Gran Hermano juntos para escritores: Operación Tagus

Qué tiempos aquellos en los que el criterio para elegir el ganador de un premio era la excelencia y la calidad en sana y justa competencia, no de personas, sino de obras. Bien es cierto que muchos de los premios literarios (en especial los mejor dotados económicamente) nunca han estado libres de sospecha en cuanto a la justicia y oportunidad de sus fallos, pero siempre quedaba la ilusión de que el jurado valorara los textos y tuviera buen criterio incluso dentro de la más absoluta comercialidad (¿no viven las editoriales de publicar libros?). 

Parece ser que está cambiando el paradigma. Hoy en día lo importante no es tener una obra de calidad (o, al menos, digna para el consumo). Olvidémonos de los viejos consejos de los talleres literarios y de los gurús que adoctrinan sobre las bondades del buen escribir como garantía del éxito en el mundillo. El descalabro de las ventas de libros obliga a las empresas que viven de ellos a romperse la cabeza con nuevas ideas que ocultan la cruda verdad sobre los cambios culturales que acontecen en una sociedad hiper tecnificada y cuyo ocio se centra en lo audiovisual y en apretar teclas y botones. 

Pero ese no es el tema que nos ocupa. 

Si ya habíamos contemplado con estupor el Concurso literario online para autores «indies» organizado por Amazon y cuyas bases incluían términos bastante dudosos y sospechosos, como no dejar claro cuáles eran TODOS los criterios de selección de originales: «cinco finalistas serán seleccionados exclusivamente por Amazon entre los Participantes con base en una serie de criterios diversos (tales criterios a determinar únicamente por Amazon), incluyendo, pero no limitados al número de ventas y comentarios de los clientes»; ahora tenemos el colmo de los colmos, el Gran Hermano literario que amenaza con tirar por tierra la idea de que la literatura es cultura o aporta algo al ser humano y que sustituye el análisis, estudio y valoración de la calidad artística y narrativa de un texto por los «juegos del hambre» y la democracia mal entendida con un único ganador posible y que no es el escritor.

Hasta el nombre recuerda a los programas de televisión que supuestamente buscan a la nueva gallina de los huevos de oro entre miles de aspirantes con un «sueño» (¿ser famosos? ¿Ganar mucho dinero?). 

Aquí tenemos pues OPERACIÓN TAGUS, el nuevo proyecto en el que SOLO PUEDE QUEDAR UNO, un escritor cuyo mérito no será el de crear la obra de mayor complejidad o calidad, con el mejor uso del lenguaje o de las técnicas narrativas, ni siquiera el que mejor conecte con el público lector masivo, sino aquel que sea capaz de movilizar más gente a su favor para que voten por su propuesta, sea buena o mala, eso qué importa, incluso sin conocer el propio texto, y así conseguir que publiquen su libro en la plataforma Tagus (sin pagar) o la editorial X. Claro está que es voluntario. A ningún autor le obligan a participar en ese juego, pero no podemos evitar hacernos ciertas preguntas.

¿Este es el futuro de la literatura? ¿Convertirse en un concurso de popularidad? ¿Autores que en lugar de luchar por mejorar su estilo lo hacen por buscar votos? ¿Editoriales que seleccionan libros para publicar basándose en criterios como el potencial de un autor para moverse en la red en busca de sus clientes? ¿Editoriales «de las grandes» que terminarán por crear plataformas «de pago» para autores a los que no publicarían pero de los que sacarán beneficio igualmente, por supuesto? ¡Al tiempo, con esto último! 

Creo que va siendo hora de que los propios autores piensen sobre cuál es su idea de la literatura y dónde quieren terminar. Si ya las condiciones de muchas editoriales «tradicionales» rozan lo inaceptable ¿qué decir entonces de esto? ¿Y en qué lugar queda el otro protagonista de la literatura que es el LECTOR? ¿Qué hará este cuando las editoriales solo le ofrezcan libros elegidos por la sinopsis «democráticamente»? 

Para terminar, cito una parte de las bases de la Operación Tagus (a nadie obligan a participar, repito), y a juzgar por uno mismo:

«Operación Tagus se dividirá en cuatro fases:


- Fase 1: Desde hoy 22 de Septiembre hasta el 12 de Octubre. En este periodo tenéis que subir la sinopsis de vuestro libro y acumular el máximo número de “Me gusta” para poder pasar a la siguiente fase. Se procederá al descarte del 35% de obras con menos votos.



– Fase 2: Desde el 13 hasta el 26 de Octubre: Los usuarios que hayan acumulado más “Me gusta” tendrán que subir el primer capítulo de su obra y nuevamente conseguir votos. Se descartarán el 35% de las obras con menos “Me gusta”.



– Fase 3: Desde el 27 de Octubre al 10 de Noviembre: En esta fase los usuarios que continúen tendrán que subir el segundo capítulo de su obra y cómo no, conseguir votos. Se hará un descarte del 20% de las obras con menos “Me gusta”.



– Fase 4: Desde el 11 al 16 de Noviembre: En esta fase final los usuarios finalistas deben conseguir el máximo número de votos posibles.



El autor que más votos consiga a lo largo de las cuatro fases será el nuevo ganador de Operación Tagus y, por tanto, el nuevo autor de Ediciones Tagus»




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viernes, 26 de septiembre de 2014

Entrevista a Isabel Keats, autora de novela romántica

Isabel Keats es una autora de novela romántica que con poco más de media docena de obras publicadas ya ha obtenido varios premios y menciones, entre ellos ha ganado el HQÑ Digital por Empezar de nuevo y  sido finalista del I Premio de Relato Corto Harlequín por El protector o del III Certamen de novela romántica Vergara-RNR entre otros.


Su publicación más reciente es Cuéntaselo a otra, reseñada en este blog y motivo de esta entrevista.

Hola, Isabel. Para empezar nos gustaría saber qué te motivó escribir, cuándo comenzaste a hacerlo y cómo fue tu evolución de autora autopublicada a ser solicitada por las editoriales y con premios a varias de tus novelas. ¿Qué diferencias encuentras entra una y otra forma de publicar?

Siempre he sido una lectora voraz. Leo casi todos los géneros, así que, cuando tuve un poco más de tiempo para mí, decidí apuntarme a un curso de Creación Literaria. Empecé con microrrelatos y relatos cortos; en España (esto va para los que están empezando) hay un montón de ellos con premio en metálico y/o publicación incluida. No me fue mal, por lo que en cuanto leí las bases del I Premio de Relato Corto Harlequin me lancé de cabeza y, a pesar de que me costó sudores llegar a las 60 páginas que pedían, quedé finalista.

Estuve más de un año enviando manuscritos a editoriales y recibiendo rechazos, entonces decidí autopublicar Algo más que vecinos en Amazon y Smashwords y conseguí un éxito inesperado. Luego gané el Premio HQÑ digital con Empezar de nuevo y, a partir de ese momento, empecé a publicar de forma regular con distintas editoriales.

La autopublicación requiere mucho tiempo, tú lo haces todo y lo controlas todo, así que es fácil cometer ciertos errores, pero los royalties son más altos y te da grandes satisfacciones.

La publicación con editorial es más relajada, ellos son profesionales y, en principio, se van a ocupar del diseño de portada, corrección ortotipográfica (no siempre), del tema tributario y, además, tienes la posibilidad de salir en papel a través de sus canales de distribución. Los royalties van a ser menores, pero por otro lado tienes la ventaja del papel. Luego está el tema publicitario que ya depende mucho de cada editorial.

Aunque en tus obras predomina el romance también incluyes misterio (Abraza mi oscuridad, Nunca es tarde) y humor (Cuéntaselo a otra, Algo más que vecinos). ¿Por qué romántica? Parece que te atraen otros géneros, ¿te planteas la posibilidad de escribir novelas que no se centren en la relación amorosa?

Siempre he leído mucha romántica y me ha hecho pasar muy buenos ratos. Recuerdo muchas tardes y noches sin poder parar de leer hasta que acababa el libro que tenía entre manos; mi sueño era conseguir provocar esa misma reacción entre mis lectoras. Después de quedar finalista con El protector tenía claro que quería seguir con este género, pero, desde el principio, decidí variar en lo posible para no caer en aburridas repeticiones. Por ahora no me planteo escribir otra cosa. Hago algo que me encanta, me divierto, desconecto, he conocido a un montón de gente interesante y gano un poco de dinero, ¿qué más puedo pedir?

En cuanto a técnicas literarias, si bien sueles escribir en tercera persona y alternar los puntos de vista de ambos protagonistas, también has escrito en primera (Vacaciones al amor). ¿Te gusta experimentar? ¿Te adaptas a lo que pide la historia? ¿Eres de las que planifican todo antes de empezar o prefieres que tus personajes te sorprendan? La novela romántica tiene tópicos y clichés más o menos convencionales (belleza física, final feliz, matrimonio, hijos), ¿prefieres atenerte a ellos o te gusta hacer algo diferente en cuanto al tratamiento de personajes y conflictos?

Es curioso, porque yo no me planteo: «voy a escribir en primera, voy a hacerlo en tercera». Fue Natasha, la protagonista de Vacaciones al amor, la que decidió contarnos su vida sin intermediarios. Más tarde, traté de repetirlo en otra novela que aún no he publicado y tuve que cambiar a tercera persona cuando ya llevaba tres o cuatro capítulos; no sé, simplemente aquel punto de vista no iba con la historia. Yo planifico más bien poco y mis personajes me sorprenden casi siempre.

Sí, me gusta respetar ciertos clichés de la romántica. Me encanta que los protagonistas sean guapos (hice una encuesta en mi blog sobre este tema y los protas guapos ganaron por goleada) y, por supuesto, el final feliz es imprescindible. Si no, considero que no es novela romántica; puede que esté muy bien también, pero es otra cosa. A veces he encontrado otro tipo de finales y reconozco que no me ha gustado; yo, como lectora, cuando elijo una novela romántica quiero leer una novela romántica, si no, apunto hacia otros géneros.

Con la llegada de las publicaciones digitales ha habido un aumento de la piratería. ¿Piensas que es una forma de dar a conocer a los autores? ¿Crees que os perjudica, que os beneficia, o que no afecta de forma relevante?

No tengo ni idea de si nos beneficia o nos perjudica. He leído opiniones de autores que van en las dos direcciones, pero confieso que cuando veo que la novela que acabo de publicar ya está subida para descargar gratis en menos de 24h me da rabia. Ahora ya no existe la excusa del precio (la mayoría está por debajo de los 3€) y con la opción de Amazon de leer los primeros capítulos tampoco tienes la excusa de no saber si esa autora te va a gustar o no; en cuanto lees un par de páginas lo tienes muy claro.

En fin, quizá consigas más lectores, pero eso no se traduce en que puedas llegar a fin de mes y creo, firmemente, que toda persona tiene derecho a recibir un sueldo digno por su trabajo.

Cuéntaselo a otra, de Isabel Keats

¿Qué crees que distingue a Cuéntaselo a otra entre otras obras del género? ¿Cuál crees que es su público, a quién podría gustarle y a quién no? ¿Por qué la apuesta por el humor y el ingenio, por los conflictos reales y valores como la amistad y la empatía?

Cuéntaselo a otra es un libro muy "yo"; expresiones que utilizo al hablar, o que utiliza la gente que me rodea, y un humor un poco surrealista. Sorprendentemente, al menos para mí que suelo pensar que nadie va a entender mis «idas de ollas», las dos comedias que he escrito están teniendo mucho éxito. Cuéntaselo a otra les gustará a las lectoras con ganas de pasar un buen rato sin comerse mucho la cabeza, de lanzar alguna carcajada y liberar endorfinas. En resumen: CAO le gustará a quien pretenda desconectar durante unas horas de sus penurias diarias. Yo, personalmente, adoro los libros que me hacen reír y me lo paso bomba cuando escribo comedia.

Respecto a los valores, he de decir que me gusta que mis protagonistas los tengan; que reaccionen ante ciertos estímulos de una manera u otra en base a ellos. Que no sean seres insulsos y superficiales; que sean algo más que un conglomerado de rasgos bonitos o una cartera abultada, y que los diálogos entre ellos no estén llenos de lugares comunes y de «buenismo» barato.

En Cuéntaselo a otra hay un homenaje a La elegancia del erizo, de Muriel Barbery, parece que te ha impresionado, ¿por qué? ¿Qué otros títulos de cualquier género están entre tus favoritos? Y entre tu propia obra, ¿cuál es tu preferida y por qué?

Es una novela magnífica, original, diferente. Estuve a punto de no leerla, porque la filosofía nunca ha sido lo mío, pero me encantan los personajes: Paloma, la niña que no encuentra su sitio en su propia vida; Renné, el ejemplo más claro de que las apariencias engañan; el vecino japonés, que actuará como catalizador... hasta su nacionalidad me resultó exótica. Es una historia que te hace pensar y eso siempre es bueno.

Miles, pero te cito solo algunas lecturas recientes que me han gustado mucho: Retorno a Brideshead, Nos vemos allá arriba, El Mayor Pettigrew se enamora, una biografía de las hermanas Mitford (por cierto, me chiflan los libros de Nancy Mitford, son divertidísimos).

Respecto a mis novelas, siempre digo que no tengo favoritas y es verdad. Todas me gustan, aunque reconozco que, tal vez, las más redondas son: Abraza mi oscuridad y Cuéntaselo a otra.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Tienes alguna otra obra en proceso? ¿Alguna primicia que contarnos?

Pues estoy con la historia de unos personajes secundarios que salen en la próxima novela que publicaré, si Dios quiere, que es un poco mezcla: humor y algo de drama, pero la verdad es que me está costando mucho concentrarme. No sé si han sido las vacaciones de verano o qué, pero estoy un poco parada. Espero que no sea el famoso «bloqueo del escritor» jajaja

Y, para terminar, ¿tienes algo que comentar, objetar, aclarar o matizar sobre la reseña de Cuéntaselo a otra que hemos publicado en el blog? Habla ahora o calla para siempre…

¡Hablaré, hablaré! jajaja. Como ya te comenté, estoy encantada con la reseña y no es peloteo. Me gusta que las opiniones estén argumentadas, que vayan más allá del me gusta o no me gusta. Soy muy cotilla, me encanta entender los «por qués» y, sobre todo, me chifla que me hagan plantearme cosas.


Desde aquí queremos agradecer a Isabel Keats su amabilidad y rapidez en responder a nuestras preguntas y a Fotopets por la fotografía de la autora.


Enlaces relacionados

-Blog de Isabel Keats


***T***


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lunes, 22 de septiembre de 2014

Adulterio, de Paulo Coelho

Adulterio
Adultério
Paulo Coelho
Traductora: Ana Belén Costas 
Editorial Planeta
288 páginas 

Sinopsis:

Una mujer que vive en Suiza y tiene todo lo que cualquier persona desearía se siente infeliz. Para resolver su problema decide iniciar una relación adúltera con un ex novio.

Comentario:

La primera palabra que me viene  a la cabeza tras leer este libro es "desconcierto", y por varios motivos.

En primer lugar, la descripción inicial de la protagonista, que narra en primera persona: una mujer de clase acomodada, con un trabajo bueno (periodista), marido al que ama y la ama, hijos, una estupenda casa, dinero, y residencia en uno de los países de más elevado nivel de vida de mundo y más seguros, que, pese a todo esto, no es feliz.

Mientras leía la primera parte de la obra pensaba que Coelho había elegido este país y esa situación concreta para algo. En ella se nos muestra el mundo ordinario de esta persona insatisfecha y que, por sus comportamientos y pensamientos, más bien parece alguien muy necesitada de tratamiento psiquiátrico. Por supuesto, la idea del tratamiento o de ir a un sicólogo tampoco la deja contenta.

Cuesta un poco entender sus razones para estar tan por los suelos, más teniendo en cuenta que se trata de una persona muy joven, de 31 años, que tiene, como suele decirse, la vida por delante. Pero sus pensamientos recuerdan a los de un depresivo. En alguna parte de la novela se hace alusión al trastorno bipolar, pero parece una cita frívola y luego no se retoma.

Cuando comienza, de la manera más absurda, el adulterio, los comportamientos de la prota se tornan cada vez más extravagantes, pueriles y alocados, como ir a comprar cocaína para colocársela a la mujer del amante y cosas por el estilo. Su aventura también es un poco incomprensible; él parece utilizarla meramente como un objeto sexual, y ella tampoco parece disfrutar mucho, excepto por el cumplimiento de sus fantasías narcisistas. Sin embargo, esta transgresión la "anima", y refuerza la unión con su esposo, que, de todas formas, ya parecía perfecta. El súbito e inexplicable enamoramiento de la protagonista hacia un hombre con el que tiene brevísimos encuentros y que la ignora como persona la hace tocar fondo como personaje. Más que pasión se ve desesperación por hacer cierto tipo de cosas.

Teniendo en cuenta estos factores (y que el sexo es mínimo y la relación empieza tarde en la historia), llegué a pensar que más que la historia de un adulterio Paulo Coelho trataba de hacer un relato simbólico sobre la sociedad actual y el futuro de la humanidad en un entorno demasiado seguro y opulento, como si quisiera trasladar el mensaje de que un mundo perfecto termina por alienar y aburrir al ser humano, llevándolo a la insatisfacción, en especial, por la ausencia de espiritualidad. Esto podría derivar en comportamientos de riesgo, aventuras y otros entretenimientos que pudieran romper la rutina.

Pero creo que me equivocaba. El final con el parapente y la "revelación" que sufre la prota, a mi modo de parecer, bastante estúpido, y rematado para colmo con un montón de sermones, remite de nuevo al tema amoroso y concreto de esta persona. Cosas como que el amor es lo único que da sentido a las cosas, que es lo único que permanece incluso cuando el cuerpo desaparece, alusiones a Dios, al espíritu, y frases "bonitas" de esta índole, que carecen de sustento real y son mera palabrería. Esa es la segunda razón de mi desconcierto.

La tercera tiene que ver con la redacción de la novela. Habiendo leído por ahí que se trataba de una prosa mediocre y teniendo en cuenta que tenía prejuicios por este autor, me ha sorprendido que tampoco está tan mal llevado. La prosa es sencilla, pero más elaborada de lo que parece. Al ser en primera persona, lo más profundo es el retrato de la protagonista, que acaba resultando entrañable en su absurdez y en su, a veces, extraña lucidez sobre su propia incapacidad para disfrutar de lo que tiene, mientras que todos los demás permanecen a su alrededor como sombras, sin apenas relieve, en especial el amante, del que poco sabemos, si acaso que solo le importa su carrera política y poco más.

Las descripciones turísticas sobre Suiza también son interesantes; hasta dan ganas de ir a visitarla, aunque solo unos pocos días. Parece un país sumamente raro para una mentalidad mediterránea. Y según todos los estudios estadísticos, es uno de los países más felices del mundo, junto con los países escandinavos, justo los más pudientes y seguros. Pena que a esta señora le tocó ser la infeliz en el paraíso materialista.



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jueves, 18 de septiembre de 2014

Cuéntaselo a otra, de Isabel Keats

Editorial: Planeta
Colección: Esencia contemporánea
300 páginas
15,90 €
Ebook: 3,99 €

Argumento:

Inés Santaolalla, afectada por su divorcio, acepta un trabajo como portera para aislarse del mundo, sanar sus heridas y escribir una novela. Poco a poco empieza a conocer al excéntrico vecindario, entre el que destaca el médico del sexto derecha, Enrique Echevarría, un atractivo viudo con una hija adolescente.

Comentario:

Si bien la premisa de la novela (que una mujer abandone todo para trabajar como portera cuando puede aislarse del mundo de una manera más «cómoda»), destinada a homenajear la obra «La elegancia del erizo», de Muriel Barbery, suena en principio poco creíble, el tono humorístico elegido por la autora, y el cuestionamiento de esta elección por parte de otros personajes, relativizan esa primera impresión, logrando que se acepte con naturalidad dentro de la lógica interior de la narración («Como escritora en ciernes, Inés sabía de sobra que las tramas no podían estar cogidas por los pelos. Si los hechos no encajaban sobre la base de una cierta lógica, la historia no resultaba verosímil»).

Este mismo humor y el ingenio del que hacen gala todos los personajes, desde los protagonistas a los secundarios, permite que se acepte que no se reconozca a Inés bajo su disfraz de señora Santos o que, sospechando que el vecino del 4º izquierda se dedica a actividades criminales, no llamen a la policía y dejen pasar el tiempo, manteniendo la intriga y las «incursiones» para resolverla como una parte importante del desarrollo de la historia.

Aunque se trata de una novela romántica, de alguna manera se podría identificar (en un sentido positivo) con una obra mainstream en la que Inés se esfuerza en sanar sus heridas emocionales mediante el trabajo físico, la redacción de su novela («El asesino del cortapizza») y el trato con los vecinos, en la que parte de una situación de baja autoestima para acabar encontrándose de nuevo a sí misma.

Los personajes son uno de los puntos fuertes de «Cuéntaselo a otra», descritos mediante un par de frases y diálogos ágiles y certeros que consiguen identificarlos sin dificultad aunque no se especifique quién está hablando. Además de los protagonistas destacan la exactriz y exvedette Sasha Montagut y su tendencia al melodrama, la madre y la hermana de Inés, Blanca, la hija del médico,  Fran y sus rastas o el inquietante vecino del 4º izquierda, el señor Hurtado, aunque todos los que pasan en uno u otro momento por el edificio de la calle Lagasca tienen su momento de gloria, una frase ingeniosa o lapidaria, una personalidad excéntrica.

También destaca la perfecta planificación de la novela, equilibrada entre texto y diálogos, humor y seriedad, en la que cada escena tiene un sentido y cada subtrama hace avanzar la historia hasta unirse al final, dando coherencia y cohesión a la narración. Igualmente se agradece la ausencia de frases con estructuras extrañas, erratas o palabras repetidas, y los conocimientos de la autora, quien cuenta con un amplio vocabulario y referencias culturales de todo tipo insertadas con elegancia en la obra.

Mención especial merecen las escenas de humor surrealista, entre ellas las primeras apariciones de la «siniestra» señora Santos y la impresión que produce en los vecinos (sobre todo en Enrique) o la última persecución (la operación secreta «Caza al pichón») y descubrimiento del secreto de señor Hurtado.

Al tratarse de una novela romántica, en especial en la última parte, hay varias escenas de tensión sexual más o menos resuelta entre Inés y Enrique y una atracción palpable entre ellos, aunque la autora no descuida dotarles de cierta profundidad emocional, trabas creíbles para la realización de su amor o, lo más interesante, la inclusión de motivos que van más allá del lo físico, como divertirse juntos o compartir valores como la honestidad.

En lo emocional, destacar alguna conversación de Inés con Enrique sobre el rumbo de su relación, con Blanca (quien sufre un mal de amores que tiene ciertas similitudes con el suyo) o a el encuentro final de la protagonista con Daniel, su ex, en el que, en presencia de todos, se muestra la evolución experimentada por la protagonista.

Curiosamente, es a partir de que la historia se centra en la relación romántica (antes ha habido incluso varios capítulos en los que la pareja ni se encontraba) cuando pierde cierta frescura, quizá porque utiliza varios tópicos del género (ella cree que él tiene varias amantes, él que ella aún quiere a su ex, etc), que aunque son resueltos rápidamente, sin recrearse en los equívocos, llegan a lastrar el ritmo de la narración, sobre todo al final (esos tres o cuatro epílogos para mostrar la situación de todas las parejas). Por suerte, el humor, el ingenio y la ironía («adorables» Lucifer y Belcebú) evitan que esta «sobrecarga» final empañe el conjunto, dando como resultado una novela muy entretenida y divertida, bien escrita, algo diferente a lo que es habitual en el género, sin duda la mejor de una autora a la que sería interesante leer en otros géneros.

Citas:

«Bueno, pues ya conocía a dos de sus vecinos, se dijo, satisfecha. Interesante. De hecho, aprovecharía la oportunidad para estudiar si alguno de ellos podría ser candidato a convertirse en uno de los personajes de la novela que se traía entre manos desde hacía casi dos años. La niña prometía; esos ojos castaños, inteligentes y brillantes, indicaban que no era la típica adolescente sin interés. En cuanto al padre, reconocía que no estaba nada mal, pero, de un tiempo a esta parte, odiaba de tal manera al género masculino que más de una vez se le había pasado por la cabeza romper las trescientas páginas que llevaba escritas y convertir su novela de suspense policial en una utopía feminista en la que sólo salieran mujeres. Mujeres triunfadoras, por supuesto; mujeres que no necesitan a los hombres para nada, pues claro; mujeres que se reproducen mediante esporas... en fin. Sacudió la cabeza y decidió que sería más productivo seguir fregando.»

***

«Una soleada mañana de sábado, Inés arrastraba el carrito de la compra por la calle cuando, al alzar la vista de la acera, descubrió a Silvia que la esperaba sentada en el banco frente al portal. Su amiga le hizo un saludo desde lejos que ella se apresuró a devolver.
—¿De dónde vienes? —la interrogó en cuanto estuvo a su lado y luego, en un susurro, añadió—: No sé cómo no te da vergüenza salir de paseo de esa guisa.
—Pobre señora Santos. —Inés exhaló un ruidoso suspiro—. Nadie la quiere porque es fea.
—Y está amargada, y viste de pesadilla —la interrumpió la otra sin contemplaciones.
—Te lo digo en serio, Silvia, la vida es injusta con los que no somos guapos. Cualquiera diría que nos ponemos un manto de invisibilidad sobre los hombros en cuanto salimos de casa. A Inés Santaolalla todo el mundo se desvivía por ayudarla, pero a la señora Santos la tratan a patadas. Nadie la cuela en las colas, ningún chico mono se ofrece a llevarle la bolsa, el pescadero no le sonríe al preguntarle qué quiere...
—¡Uis, qué penita, mare! Se me saltan las lágrimas.»


***T***


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sábado, 6 de septiembre de 2014

Agatha Raisin y la quiche letal, de M.C. Beaton

T.O. The Quiche of Death, 1992
Editorial: Círculo de lectores
Traducción: Vicente Campos
280 páginas
17,50 €

Argumento:

Tras jubilarse anticipadamente a los 53 años y cerrar su empresa de relaciones públicas, Agatha Raisin decide retirarse a vivir en una casa de campo en un pueblo en los Costwolds.

Comentario:

«Agatha Raisin y la quiche letal» es la primera novela de una serie que lleva ya 27 entregas y sirve de presentación de su protagonista, el lugar donde transcurren varias de sus aventuras y algunos personajes que serán habituales.

Narrada en tercera persona, casi en todo momento desde el punto de vista de Agatha (hay breves y ocasionales pasajes en los que se conocen los pensamientos y opiniones de otros personajes), la obra incide tanto en la resolución de un asesinato, que quizá lo sea o quizá se trate de un accidente, como en mostrar la personalidad de la señora Raisin y en su intento de adaptarse a pasar de vivir en Londres a hacerlo en Carsely, un lugar diminuto en el que todos los vecinos se conocen y cualquiera que no haya nacido allí es un extraño.

Tras varios capítulos dedicados a describir con excesivo (e innecesario) detalle los parajes en los que se mueven los personajes, la comida congelada que «cocina» en el microondas y los desafortunados intentos de relacionarse con la gente del lugar,  la protagonista decide presentarse a un concurso de quiches, pese a sus escasas dotes como cocinera. Y es cuando aparece el cadáver. Y empieza la «investigación».

Aunque en principio se «juega» con la posibilidad de que no se trate de un asesinato, o se señala a la señora Raisin como sospechosa de haberlo cometido, la resolución del crimen, con una oportuna confesión incluida es tan tópica como previsible, si bien se utiliza para hacer un recorrido por la zona, interrogar a diferentes «sospechosos» y mostrar la evolución de Agatha.

La creación de personajes es superficial, desaprovechando las posibilidades de profundizar en la relación del resto con la señora Raisin, logrando que la incipiente complicidad con el joven detective Bill Wong, su ex empleado, Roy, la amistad con Doris Simpson, la señora de la limpieza o la señora Bloxby, esposa del vicario, así como la rivalidad con su vecina, Sheila Barr o James Lacey, interés romántico de última hora.

En cuanto a la transformación que sufre la señora Raisin al contacto con los habitantes de Carsely, se produce mediante situaciones que oscilan entre un leve humor y cierta excentricidad, siendo en el fondo tan superficial como la resolución del crimen o las relaciones entre los personajes, y menos profunda de lo que pueda parecer.

En resumen, la novela se ve lastrada por el exceso de texto (descripciones y excursiones por el campo que no aportan nada), una redacción sin personalidad, incluso fría, distante, y un misterio de resolución demasiado simple, que puede interesar a quienes agrade la intensa personalidad de la señora Raisin, quien se erige en protagonista de cada página de la obra.

Enlace relacionado:

- Reseña de Agatha Raisin y el veterinario cruel.
- Reseña de Agatha Raisin y la jardinera plantada.


Nota:

Hay un telefilme de 2014 basado en la novela y protagonizado por Aghley Jensen (Agatha), Matt McCooey (Bill Wong), Jamie Glover (James Lacey), Matthew Horne (Roy), Katy Wix (Gemma Simpson) o Lucy Liemann (Sarah Simpson).



        Protagonistas de «Agatha Raisin y la quiche letal»


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martes, 2 de septiembre de 2014

El manuscrito de piedra, de Luis García Jambrina

El manuscrito de piedra
Luis García Jambrina
Editorial Alfaguara
320 páginas


Sinopsis:

Un clérigo es asesinado en la Salamanca de los Reyes Católicos. Las autoridades designan al estudiante Fernando de Rojas como investigador del hecho.


Comentario:

La historia que nos narra "El manuscrito de piedra" nos lleva a un interesante periodo de la Historia de España como es el reinado de los Reyes Católicos. Sin embargo, no calificaría la novela como histórica sino más bien como detectivesca, siguiendo un poco las modas de los detectives "de época".

La prosa es sencilla y fácil de leer. Se nota su vocación de literatura popular, sin muchas pretensiones artísticas o literarias. En este sentido, el lenguaje está actualizado y no tiene la pretensión de imitar o remedar el habla del Renacimiento español. Los comportamientos de los protagonistas también presentan cierta "actualización"  así como algunas de sus ideas o actitudes.

Algo que no me ha gustado ha sido la forma de introducir los datos. A veces los personajes sueltan largos discursos donde explican aspectos con un aire demasiado didáctico, como para informar de la época. No es mi método favorito para ambientar. En la narración se mezclan personajes ficticios con otros reales y con acontecimientos históricos, como la muerte de uno de los hijos de los Reyes Católicos. En lo relativo a la ambientación, lo mejor es el retrato de la ciudad de Salamanca, su universidad y sus mitos.

En cuanto a la trama en sí, se trata de la resolución de un asesinato, en la que interviene un personaje real, el bachiller Fernando de Rojas, famoso por haber escrito "La Celestina", importante obra de la Literatura clásica española. Este hecho permite al autor un cierto juego metaliterario, sobre todo al final de la historia, que es lo más interesante de la obra, aunque, a mi modo de ver, no se desarrolle en toda su extensión.

La investigación, a mi modo de ver, es algo sosa, y no destaca especialmente. Entra dentro de los cánones del género de detectives con análisis del cuerpo, interrogatorios a testigos, algún giro, etc. Sin embargo, al final, parece perder pie y conducirnos por unos vericuetos un tanto surrealistas y no muy creíbles. Aparecen conspiraciones, personajes rocambolescos, coincidencias de personajes en cierto lugar supuestamente secreto pero que parece el camarote de los hermanos Marx por lo concurrido...

A mí modo de ver, el resultado no es muy satisfactorio. Eso sí, la novela se lee bastante deprisa, a pesar de no tener una trama en exceso novedosa, destacable, etc o unos giros espectaculares. Lo peor es el "desmadre" final, que desluce la hasta ese momento correcta y canónica estructura.

En resumen, una historia que podría haber dado más de sí, pero que se queda algo corta como investigación detectivesca y retrato de una época que sería decisiva para la historia de España.

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