Editorial: Alfaguara, 2017
416 páginas
18.90 €
Ebook: 9.99 €
Argumento:
Recién obtenido el DNI que reconoce
su identidad de género, y a punto de contárselo a quienes la rodean, la policía
Sofía Luna recibe el encargo de investigar el asesinato de Jon Senovilla, hijo
de un famoso autor de novela histórica.
Comentario:
En una novela de misterio hay varios
factores importantes, entre ellos que el misterio sea interesante y esté bien
desarrollado, algo que se cumple en «El final del hombre». El autor consigue
crear varias tramas y hacer que fluyan con eficacia durante una investigación
que descarta sospechosos o los retoma según se les interroga y se comprueba lo
que cada cual pudo hacer, o no.
Se logra también mantener el
verdadero motivo y culpable en segundo plano durante la mayor parte de la
novela, permitiendo múltiples especulaciones y posibilidades, sin llegar a
engañar. Se dan pistas, a veces equívocas pero coherentes con la identidad del
personaje que comete el crimen. Quizá podría cuestionarse cómo decide la protagonista
quién ha sido, cómo y por qué, algo que tal vez no podría probar más allá de su
opinión, aunque después de aporten pruebas más tangibles.
Los personajes son interesantes,
distinguibles por varias características, desde tics a problemas personales,
desde el grupo de policías que investiga el asesinato a los sospechosos de
haberlo cometido. Quizá hay demasiados puntos de vista (además de Luna
intervienen también policías y sospechosos), lo que puede dispersar el interés, dando rango de protagonismo similar tanto a personajes que podrían calificarse de secundarios (el capítulo dedicado a Crury) como a quienes realmente llevan el peso de la historia.
Curiosamente es la protagonista, Sofía
Luna, quien puede decepcionar, al centrar su retrato en cómo aceptan, o no,
quienes la rodean (familia, amistades, trabajo) su reasignación de sexo, un
personaje poco habitual, tratada de forma un tanto tópica y previsible, aunque quizá
realista, y evitando dotarla de otros matices. Así mismo llama la atención que tanto
el narrador (autor) como la propia Sofía, se refieran a ella en masculino
varias veces o que, tras reivindicar que al vestirse de mujer no va disfrazada ella
misma hable de haber ido disfrazada siendo niña:
Capítulo 6
—¿Eso qué es? ¿Una enfermedad que te lleva a disfrazarte de mujer?
—No es un disfraz. Es la ropa que voy a vestir. Soy una mujer.
Capítulo 8
—¿Ese es tu disfraz? ¿Es así como vas a venir a trabajar?
—¿Te gusta?
Arnedo la miró con más
pena que enfado.
—Es un ejemplo de indisciplina. Yo te dije que no vinieras disfrazado. Has
desobedecido la orden de un superior.
—Al contrario, la he obedecido. Me dijiste que no viniera disfrazada y es lo
que he hecho. En mi caso, venir vestida de hombre sería venir disfrazada.
Capítulo 17
Pero Sofía evocó con tristeza la tarde en que su padre le pilló
disfrazado de mujer y le arrancó a tirones el vestido, mientras bramaba entre
espumarajos de rabia que en su casa las normas de decoro se respetaban.
La novela aborda varios
temas de interés además de cómo reciben su familia y colegas el cambio de
Sofía, entre ellos los malos tratos dentro del hogar, abuso de poder, culpa y
remordimiento, enfermedad etc… entre las cosas que ocultan los personajes y les
convierten en sospechosos.
En resumen, «El final
del hombre» es una novela bien redactada, con algo de texto sobrante, un
misterio complejo bien solucionado, personajes interesantes y muy entretenida,
que mantiene el interés por saber quién asesinó a Jon, y por lo que será del
resto de los protagonistas, hasta el
final.
***T***
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Acabo de leer el libro y reconozco que me ha gustado. Dentro de la trama policiaca, el autor nos presenta muchos de los problemas que se dan en nuestra sociedad: la homofobia practicada por hombres, algunos jóvenes y otros maduros, los profesores intocables que chantajean a sus alumnas o les plagian sus trabajos y, sobre todo, el maltrato a la mujer. Se nos van presentando muchos sospechosos, van cambiando, puede ser cualquiera, todos tienen algún motivo, pero el autor nos guarda una sorpresa para el final...
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