jueves, 30 de marzo de 2017

No soy un monstruo, de Carme Chaparro

Editorial: Espasa, 2017
Colección: Espasa narrativa
336 páginas
19.90 €
9.99 €

Argumento:

Kike, un niño de cuatro años, desaparece de un centro comercial en el que estaba con su madre, lo que revive un hecho similar sucedido años atrás. La inspectora jefa Ana Arén y la periodista Inés Grau investigan el caso.

Comentario:

Cuando se lee una primera novela, como es «No soy un monstruo»,  cabe esperar que la inexperiencia propicie errores de todo tipo y de diferente importancia. En el presente caso varios de ellos son formales, como la repetición de información ya aportada (la descripción de la comisaría en la que trabaja Ana,  incluida una sala en la que interrogan a los sospechosos, que, además, pasa de ser la tres a la dos de una mención a la siguiente. O la descripción del programa NeuroQWERTY, importante en la resolución del misterio, cuyas características se reiteran en un par de ocasiones).

También puede resultar difícil decidir cuánta información «biográfica» de los personajes incluir (La vida de Laura no es relevante para la historia y en el retrato de Ana es pertinente lo que sucedió cuando ella estaba en la academia de policía y no lo es la historia familiar más lejana, incluyendo a su antepasada Paulina, homenaje de la autora a su tía fallecida, del mismo nombre) o en qué momento contar ciertos detalles (la primera escena en la comisaría es un batiburrillo confuso de datos, alguno de los cuales quizá sería oportuno posponer hasta el momento en que se necesiten, como la mencionada sala de interrogatorios).

Aunque hay varios puntos de vista, de mayor (Inés, Ana) a menor (Laura, Joan, Nori, Sam, Patricia, Jesús, RICHI) importancia, son la periodista y la policía quienes llevan el peso de la historia, una en una primera persona bien llevada, quizá, en parte, por su carácter mayoritariamente emocional, y la otra en una tercera más convencional, que se aprovechan para tratar temas que van más allá del misterio.

Entre estos destacan el morbo que pueden generar las desgracias ajenas (la nota final es buena muestra) o el mundo del periodismo y la literatura (Inés) al funcionamiento del entramado policial (Ana). Se incide además en la maternidad (con sus miedos y responsabilidades) y la pérdida (emotiva la declaración de Lucía que presencia Inés al comienzo de la novela), tramas que, si bien enriquecen la historia, y la dotan de profundidad, en ocasiones desvían la atención de la estrictamente policíaca.

«Los adictos la miraban embobados. Enganchados a esa historia como yonquis a la heroína. Cerraban los ojos por pudor, pero también para disfrutar más, concentrándose solo en el fluir de la droga por sus venas. Yo también, la verdad. Quizá por eso las reuniones de ese tipo tenían siempre tantos asistentes, porque las personas necesitábamos cada día nuestro chute de desgracias ajenas. Somos adictos al dolor de los demás. ¿Era yo también así? ¿Me hacía falta el dolor ajeno para sentirme bien? ¿O quizá para trabajar?»

Que Inés, pueda ser considerada, de alguna manera, como alter ego de la autora (ambas son periodistas, han escrito una novela, son madres…) suma interés a la parte metaliteraria de «No soy un monstruo», que incluye reflexiones sobre el mundillo literario:

«Como a toda persona medio famosa, hacía años que las editoriales me perseguían. Escribe, escribe, escribe. Te damos el argumento, me decían algunas. Te damos las ideas que quieras, me decían otras. Te ponemos a un escritor que te ayude, me propusieron también. Yo sabía —para qué nos vamos a engañar— que no me perseguían solo porque supiera contar muy bien las historias, sino porque querían aprovechar la fama que me daba la tele. Para vender más libros, claro. El mercado literario está así de jodido y si eres famoso, vendes más. Da igual lo que hayas escrito.»

 La autora ha declarado en varios medios que lo primero que escribió de la novela fue el final, basado, como el inicio, en noticias que ella misma había contado en el informativo, y se nota. La estructura de la historia es impecable, los giros en la investigación, la mayoría sorprendentes e inesperados, están justificados de forma creíble, los momentos en que se pospone una revelación no se alargan en exceso, y todo fluye hacia una conclusión narrada de forma progresiva, permitiendo aceptar poco a poco la realidad, que impulsa a releer ciertos pasajes para comprobar si se habían dado pistas de lo que iba a suceder. Y si, a veces son muy sutiles, pero ahí están.

En resumen, «No soy un monstruo»  cuenta una historia de misterio de las que «obligan» a seguir leyendo para conocer lo que pasa (sobre todo en el último tercio),  y la dota de profundidad con la inclusión de otras tramas, como la metaliteraria y la crítica social. Y además está bien escrita.

 «No soy un monstruo» es la obra ganadora del Premio Primavera de Novela 2017.


***T***

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)


lunes, 27 de marzo de 2017

Por último, el corazón, de Margaret Atwood

Por último, el corazón
The heart goes last
Margaret Atwood
Traductora: Laura Fernández
Editorial Salamandra
416 páginas


Argumento:

Charmaine y Stan, una pareja que vive en un coche, continuamente acosada por bandas callejeras y los desórdenes sociales de un mundo en crisis, deciden entrar en la experiencia piloto de las ciudades Positrón - Consiliencia, donde serán durante un tiempo prisioneros y durante otro, burgueses.

Comentario:

Siento que no he conectado con esta novela de Margaret Atwood al contrario de lo que me pasó con otras suyas, como "El cuento de la criada" o "Oryx y Clarke", que sí me parecieron obras de calidad y que tenían un significado. "Por último, el corazón" me ha decepcionado tanto desde el punto de vista artístico como del de fondo.

Se nos vende como una distopía en la que tiene peso la crisis económica, pero, aunque hay referencias al asunto, es algo que pronto se olvida en favor de otros elementos, como la comedia de enredo amorosa, que es lo que acaba por tener la mayor importancia. Es cierto que los protagonistas entran en la ciudad distópica Positrón-Consiliencia por causa de su situación económica y que nos describe su llegada a ese punto y el contexto que los rodea haciendo hincapié en la disgregación económica y social, pero, en el fondo, si elimináramos ese prólogo de antecedentes de la pareja, tampoco afectaría al grueso de la historia en demasía. 

Tampoco me ha quedado muy claro el funcionamiento de las ciudades "ideales" y sus connotaciones alegóricas, si es que las tienen. A veces parece un mero reality show o situación de este tipo, como algo que no va más allá, sin una ideología profunda que le dé sentido al experimento social de orden (me refiero a su significado literario, no al que le dan sus promotores en la novela). O quizás es que la autora no ha sabido explicarlo o yo no lo he llegado a comprender. 

Básicamente, el argumento gira en torno a la relación de pareja de un matrimonio tan en crisis como la sociedad en la que habitan, aunque esa crisis he tardado en percibirla, ya que ambos se aman y están unidos. Lo único que parece ocurrirles es que les falta algo de pasión sexual después de varios años de convivencia y que sienten apetencia por otros sujetos. En torno a los enredos y la gente con la que se acuestan ambos, que es a su vez otro enredo que afecta a la ciudad modelo, surgen diversas situaciones llamémoslas  humorísticas, algunas de las cuales resultan bastante surrealistas.  Ya imaginamos que la ciudad ideal no es lo que parece y que hay algo turbio. Y ahí mete la autora de todo: robots personalizados con función sexual, chanchullos de tipo médico, etc, etc (no revelo demasiado por si alguien lo considera "spoiler"). 

En realidad, resulta bastante previsible casi todo, que encima está contado con gran detalle, con demasiadas páginas, en las cuales casi lo único destacable es el humor. La revelación final a Charmaine, esposa de Stan, los dos protas, es tan previsible y tan manida como recurso que da qué pensar si esta no será una obra menor para mero divertimento de la autora.

Me ha costado bastante leer la obra. No me enganchaba al no verle el sentido. Está muy lejos de las dos novelas de la autora que menciono al inicio. Pero si alguien quiere leer algo ligero pues tal vez le guste.

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

lunes, 20 de marzo de 2017

A menos de cinco centímetros, de Marta Robles

Editorial: Espasa, 2017
Colección: Espasa narrativa
344 páginas
19.90 €
Ebook: 9.99 €

Argumento:

Katia Kohen contrata al detective Roures para que pruebe que el famoso escritor Armando Artigas asesinó a su madre, con quien había tenido una aventura, y a otras tres mujeres más.

Comentario:

«A menos de cinco centímetros» es una novela detectivesca clásica, que incluye muchas de las características del género: su protagonista, Tony Roures, es un sexagenario ex corresponsal de guerra que investiga infidelidades hasta que llega un caso capaz de «redimirle» de un pasado que le hace sentir culpable. Solitario, fracasado, romántico, no tarda en sentirse atraído por Misia Rodríguez, víctima potencial, bella e interesante, a quien desea salvar.

Este reconocido alter ego de la autora (Roures, como Carvalho, al que ha declarado homenajear, se traducen como Robles) aporta además la crítica social que se asocia a este género mediante reflexiones sobre la guerra, la trata de personas, el Holocausto o la prostitución, muy presentes en  los capítulos narrados desde el punto de vista del detective.

Los otros protagonistas, Misia Rodríguez y Armando Artigas, además de sus roles de posibles víctima y asesino, protagonizan la trama «romántica» (pasión, sexo), y la mayoría de las escenas eróticas, algunas de ellas más significativas que otras, casi todas breves y sin caer en el mal gusto. Y también reflexionan sobre literatura, Armando como autor («Escribir una mala novela es muy difícil. Y escribir una buena es un milagro. La diferencia entre una y otra es la emoción. Y ni siquiera eso garantiza su éxito. Por eso solo hay que contar aquello que uno querría leer. Nada más. No existen fórmulas mágicas, salvo, tal vez, tener algo que decir y una mirada propia a la hora de decirlo») y Misia, esposa de un editor, como lectora («Ahogó sus penas entre esas palabras escritas que un día le enseñaron a llorar y a vivir en mundos paralelos»).

El resto de los personajes: Katia Kohen (contrata al detective), Isabel (periodista, parte del pasado traumático de un Roures en busca de redención) Alfonso Benítez y Miguel Atance (amigos de confianza de Artigas) o Carlos Rothman (marido de Misia) cumplen su cometido como secundarios necesarios para que avance una historia en la que los flashbacks que muestran la relación de Armando con varias de las mujeres supuestamente asesinadas no parecen aportar gran cosa a la novela.

Las continuas referencias a cómo visten los personajes (Misia y Armando), si bien se dirían utilizadas a modo de caracterización y contraste, un largo listado de títulos y características de libros, o los mencionados flashbacks, llega un momento en el que obstaculizan la fluidez de la narración más que enriquecer la historia. En cuanto a la resolución del misterio, la escasez de personajes con posibilidades de haber cometido los crímenes es tal que no resulta difícil, para quienes lean habitualmente este género, deducir su identidad incluso antes que Roures. El motivo, en cambio, es casi imposible adivinarlo, quizá por su carácter rebuscado, del que no se dan indicios.  

En resumen, «A menos de cinco centímetros» es una novela correctamente redactada que contiene los elementos habituales de las novelas de detectives clásicas, con varios altibajos de ritmo, algún cabo suelto (¿Qué ocurre con cierto libro tras publicarse?), un desenlace de interés creciente resuelto de manera convencional y un final agridulce acorde con el género al que pertenece.


***T***


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

jueves, 16 de marzo de 2017

La noche de la usina, de Eduardo Sacheri

La noche de la usina
Eduardo Sacheri
Editorial Alfaguara (Premio Alfaguara 2016)
376 páginas

Argumento:

Un grupo de personas que juntan dinero para montar un negocio es estafado en los tiempos del "corralito" argentino. En lugar de dejar que el estafador se salga con la suya, organizan un gran robo para recuperar su dinero.

Comentario:

Dos cosas destacan en esta novela por encima de todo: primero, lo entretenida que es, y segundo, su clara influencia cinematográfica, tanto desde el punto de vista de la estructura de los acontecimientos y de cómo se muestran, como de las referencias  (hay alusiones a la película "Cómo robar un millón y..." con Peter O'Toole y Audrey Hepburn).

Las aventuras de un desparejo grupo de amigos y vecinos que se juntan para perpetrar un robo, que es también venganza (y que posee incluso componente social), no tienen nada de intelectuales, metafísicas y elevadas; solo son las, a veces, torpes mañas de personas normales (con sus manías y excentricidades) de un pueblo argentino, afectadas por la terrible crisis económica de los años noventa del siglo XX, rematada por el llamado "corralito" (2001), que  marcó tan negativamente la vida de los habitantes de este país austral. 

La novela se divide en tres partes diferenciadas. La primera nos narra las malas condiciones económicas del pueblo de O'Connor y de los vecinos, y de las decisiones que toman para afrontarlas (recaudar dinero entre todos para poner un negocio). Después, con la estafa de la que son víctimas y que desencadena otros hechos luctuosos, comienza la parte en la que se elabora el plan para recuperar el dinero robado, mediante otro robo; finalmente, el autor nos regala un epílogo contando la suerte de los diferentes participantes en la empresa, un happy end en toda regla, quizás demasiado happy. 

Ya solo observando la estructura se ve el estilo cinematográfico de la historia. Y es que es inevitable ver, mientras lees, esas regiones campestres y algo desoladas, similares a paisajes de western, y a los personajes urdiendo sus planes, con sus soluciones ingeniosas.

La prosa fluye de modo libre (con anticipaciones y otros cambios de tiempos verbales), coloquial, con diálogos rápidos, expresiones puramente argentinas, que la hacen más auténtica y realista (un estilo que me recuerda, salvando las distancias, al de "Patria" de Aramburu), y abundante humor, derivado casi siempre de la torpeza de los personajes comunes al enfrentarse a algo que los supera y que solo se ve en las películas (especialmente hilarantes las peripecias del chico que se hace pasar por jardinero en la oficina del "malo").

No es que sea una novela de alta literatura. En realidad, es bastante ligera, a pesar de tocar temas nada divertidos como la crisis económica argentina y el corralito, y ya de modo  más general, el abuso que los poderosos hacen de las personas de a pie y que suele quedar impune. En este caso, los afectados, en unión solidaria y fraterna, se toman la justicia por su mano, lo cual puede tener también lecturas sociopolíticas. Dejando esto aparte, el autor ha tomado la vía de las aventuras y el humor, logrando una historia amena, quizás con algún bache de ritmo durante la elaboración del plan, y con personajes que, siendo entrañables y algunos de ellos pintorescos, tampoco es que sean un dechado de profundidad  (más bien lo contrario).

Quizás este es uno de los defectos de la novela, que  no se ahonda mucho en la psicología de los personajes, a los que conocemos por un par de rasgos cada uno apenas, pero que, teniendo en cuenta el tipo de historia, tampoco afecta demasiado. Otro defecto podría ser que resulta algo previsible en sus pasos. Es decir, sigue el "guion" de una película de robos canónica, incluida el algo inverosímil desenlace (que nadie los investigue, quiero decir, que salga todo tan bien).

No, no es alta literatura, repito (pese a haber ganado un premio), pero hace pasar un rato entretenido, despierta algunas risas, nos muestra el triunfo de gente común oprimida por el malvado capitalista, y además, termina bien. De vez en cuando, hay que leer algo amable en esta línea. Pero sin acostumbrarse.


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

lunes, 13 de marzo de 2017

La biblioteca de los libros rechazados, de David Foenkinos

T.O.: Le Mystère Henri Pick, 2016
Editorial: Alfaguara, 2017
Traducción: María Teresa Gallego y Amaya García
290 páginas
18.90 €
Ebook: 9.99 €

Argumento:

Delphine Despero, editora de la editorial Grasset, y su pareja, el autor fracasado Frédéric Koskas visitan la biblioteca de Crozon, un pueblo de Bretaña, donde encuentran un manuscrito que deciden publicar,  alcanzando un éxito inesperado.

Comentario:

En «La biblioteca de los libros rechazados» se encuentran dos historias, una de misterio y otra metaliteraria, engarzadas entre sí, sustentándose mutuamente, cada una protagonista de la mitad de la obra.

Tras la publicación, y posterior éxito, de la novela, se inicia una pesquisa en la que esta, «Las últimas horas de una historia de amor», sería la «víctima», y su autor, supuestamente Henri Pick, un pizzero fallecido un par de años antes, el «criminal». Jean-Michel Rouche, un crítico literario en horas bajas, sería el detective que, creyendo en la «inocencia» de Pick, decide averiguar quién es el verdadero «culpable».

La investigación de Rouche, emprendida por su cuenta, desconfiado de la versión oficial, incluye entrevistarse con diversos «testigos», encontrar pruebas que cree concluyentes, e incluso pensar que ha resuelto el caso y verse impelido a tomar una decisión, más o menos moral, sobre qué hacer con lo que sabe. La resolución del caso, con un giro final hasta cierto punto inesperado (elige entre las dos posibilidades más creíbles), es la lógica y pertinente con la intención de la novela.

La aparición del «cadáver» («Las últimas horas de una historia de amor») se usa además para analizar la influencia que ejerce un hecho inesperado tanto en un público lector ansioso de saber más como en las personas cercanas al supuesto autor, siendo la viuda de Pick, Madeleine, una de las principales afectadas. La mujer pasa de la incredulidad a la duda y a la asunción de que su marido escribió una novela, basándose en una anécdota de juventud, cuando estuvieron temporalmente separados:

« Pocos minutos después se dijo incluso que era posible. Improbable, sí, pero posible. Y además, debía tener en cuenta otro elemento: a ella le agradaba aquella manifestación del pasado. Le apetecía creer en cualquier cosa que le permitiese volver a entrar en contacto con Henri, de la misma forma que otros se dedican al espiritismo. A lo mejor había dejado esa novela para ella. Para regresar por sorpresa. Para decirle que todavía estaba allí; esa novela era para cuchichearle al oído su presencia; era para que el pasado de ambos pudiera seguir vivo. Y entonces preguntó:
   —¿Puedo leer su libro?»

La parte metaliteraria de la novela incluye desde un recorrido superficial  por las costumbres literarias francesas, hasta menciones de programas dedicados a la literatura, o autores y libros famosos: Houellebecq («Sumisión es su mayor éxito. Más que el Goncourt. Pero es su peor libro. Se me cayó de las manos. La verdad, para cualquiera a quien le guste Houellebecq, es muy inferior a todo lo demás que ha escrito. Tiene un sentido excepcional de lo novelesco, pero aquí la verdad es que no hay argumento. Y las pocas páginas buenas sobre la sexualidad o la soledad son repeticiones de lo que ya había escrito, pero en peor.»), Marcel Proust, John Kennedy Toole y, en especial, Richard Brautigan, en cuya novela «The Abortion» está el origen de esa Biblioteca de libros rechazados que inaugura Jean-Pierre Gourvec en Grozon.


En general, durante buena parte de la narración, se mantiene el equilibrio entre las menciones literarias y la trama de misterio, si bien en la segunda mitad, cuando se centra en la investigación sobre quién escribió en realidad la obra, comienzan las digresiones, desde el relato pormenorizado de la vida de personajes secundarios hasta el exceso de romances, dejando algunas de las subtramas sin una conclusión satisfactoria.


En resumen, «La biblioteca de los libros rechazados» es una novela sobre el amor a la literatura, con algunos, breves, baches de ritmo e interés debidos a digresiones innecesarias y a la tendencia del autor a contar más que a mostrar, aderezada con un misterio cuya resolución mantiene la intriga hasta el último momento.


***T***


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

jueves, 9 de marzo de 2017

Y si fuera cierto, de Antonia J. Corrales

Editorial: Amazon, 2017
Longitud de impresión: 155
2.99 €

Argumento:

Fabiola es contratada para escribir una biografía. Cuando llega al pueblo donde tiene que hacer su trabajo empiezan a suceder cosas extrañas.

Comentario:

Alguien que haya leído alguna de las novelas anteriores de la autora podría pensar, tras la lectura de los dos o tres primeros capítulos de «Y si fuera cierto», que, al menos en lo formal, tiene muchas similitudes con estas: narración en primera persona de protagonista femenina en crisis, frases entre lo melodramático, lo superficial  y lo incomprensible, repetitivas, con menos contenido del que aparentan, desorden narrativo (comienza con el viaje y vuelve a un acontecimiento anterior), ausencia de fecha o lugar en el que se desarrolla la historia, palabras usadas fuera de contexto, erratas, puntuación caótica en la que faltan tildes y comas, etc….

Por fortuna, poco después de la llegada de Fabiola a su destino, algunas de estas características empiezan a diluirse. La autora abandona durante la mayor parte de la novela el tono exagerado y las frases tan grandilocuentes como vacías para adoptar una narración sencilla y eficaz, en algunos momentos emotiva, sobre todo en el relato, bastante tópico y por tanto susceptible de despertar empatía, de la vida matrimonial de la protagonista y su ex marido, Ezequiel, o la breve escena que esta comparte con su madre enferma.

También se nota que, además de mejorar la comprensión y facilitar la lectura, la drástica disminución de este tipo de frases permite distinguir la historia bajo la superficie, y el trabajo realizado para dotarla de estructura y coherencia, y de una profundidad ausente en varias de las obras anteriores de la autora, más centradas en el relato de generalidades emocionales que en contar algo con sentido, como sí ocurre en «Y si fuera cierto», obra más «novelada», con escenas, diálogos y un mensaje claro, directo y positivo.

Como ejemplo de estructura destaca la relación entre lo que sucede en la primera parte de la novela y en la segunda (se explica incluso el ruido que hace el tren camino del pueblo), la sutileza con la que a media novela cambia un escenario por otro, o la muy eficaz revelación de los misterios, con un toque fantástico, que rodean el lugar y a sus habitantes, en un crescendo de intriga y curiosidad. Que haya quien pueda deducir lo que sucede en realidad (no es tan difícil) no resta interés a la lectura, ni tampoco la relativa previsibilidad de lo que ocurre tras la revelación, si bien la autora consigue dar un par de sorpresas sin perder la credibilidad (dentro de lo fantástico) de la historia.

La elección de la primera persona (habitual en la obra de la autora) cobra significado y sentido en la historia de Fabiola, en la subjetividad de lo que experimenta. Aunque la definición del personaje no es muy profunda, si está lo bastante caracterizada para mostrar a una mujer en crisis: separada de su marido, con un amante, la madre enferma y una novela que lleva años escribiendo sin ser capaz de terminarla. La estancia en el pueblo, lo que allí vive y las consecuencias, que cambian su vida, son una suerte de viaje iniciático (de nueve meses, como un embarazo) que ordena sus prioridades y le hace tomar decisiones que cambian su vida. El resto de los personajes (Santos, Jacinta, Margaret, Ezequiel, Torcuato…) y sus actos están al servicio de la trama.

En el aspecto fantástico, destaca la recreación del pueblo y sus circunstancias: la sabiduría de Jacinta, los colores, el simbolismo de la hoja de arce roja (en novelas anteriores fue un paraguas rojo o una jirafa albina), a modo de contacto con la realidad, recordatorio de la vida de Fabiola antes de llegar al pueblo, objeto «mágico» que actúa como nexo de unión entre un lugar y otro.

En resumen, pese a las evidentes similitudes entre «Y si fuera cierto» y otras de sus novelas (mujeres heridas, «fantasía», símbolos, cambios, amistad femenina, viajes iniciáticos, relaciones románticas difíciles...), se percibe en esta una evolución (sería mayor con una revisión formal más profunda para «limpiar» la prosa), que la convierte en la que mejor consigue transmitir las inquietudes de su autora.


***T***


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

lunes, 6 de marzo de 2017

El silencio de las Tierras Altas, de Steinar Bragi

El silencio de las Tierras Altas
Hálendið
Steinar Bragi
Traductor: Enrique Bernárdez Sanchís
Ediciones Destino
368 páginas


Argumento:

Dos parejas recorren las Tierras Altas de Islandia. El mundo mágico y desolado de la región sacará a la luz sus fantasmas ocultos.

Comentario:

No sé muy bien en qué género encuadrar la novela que nos ocupa. Podría ser fantástico o terror o incluso un thriller con elementos psicológicos y sobrenaturales, en los que tienen mucho peso los mitos propios de la nación islandesa, con sus duendes y demás. Lo que sí tengo seguro es que no me ha gustado nada. 

Para ser tan corta, me ha aburrido. Y no sé muy bien por qué. Supongo que detectar la falta de dirección de la historia ayudó bastante a mi tedio.

Tenemos dos parejas de islandeses acomodados pero que han sufrido (todo lo que puede sufrir un islandés) con la crisis económica e inmobiliaria, lanzados a la aventura de recorrer en todoterreno las tierras altas de Islandia, un lugar desolado, según la descripción que hace el autor, casi un desierto, donde no parece haber ni cobertura para los teléfonos... Los protas tienen un accidente y empiezan a ocurrir cosas extrañas. Se refugian en una cabaña con unos viejos que también dan mala espina. Hay apariciones y desapariciones, huesos y cosas cada vez más raras. 

En todo esto, el autor nos intercala flashbacks con las muy aburridas vidas de los protagonistas, los cuales para mí son casi indistinguibles unos de otros. La forma tan sosa de contarlas no logró hacérmelas interesantes al menos. 

Algunos capítulos parecen crítica social (leve); otros, terror de la más rancia escuela, con toques de absurdo y surrealismo estilo "Lost" (qué daño hizo esta serie), para terminar con un final ambiguo pero cuyas posibles explicaciones son todas estúpidas y te hacen desear no haber leído el libro. 

La prosa tampoco es nada del otro mundo, más bien lo contrario. Quizás lo mejor sea la ambientación, el aire sobrenatural y mágico que confiere al paisaje donde se desarrolla la acción, pero en líneas generales deja un poso de vacío al final, porque no sabes muy bien qué se nos quiere transmitir con esa novela. ¿Hay algún tipo de simbolismo? ¿Va de la crisis y bancarrota que sufrió Islandia? ¿Los duendes son reales o alucinaciones? 

El final es de esos que tanto odian los lectores, así que no digo más... El que quiera arriesgarse a perder valiosas horas de vida está en su derecho, pero no digan que no están advertidos.


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

viernes, 3 de marzo de 2017

Open: Memorias, de Andre Agassi

T.O.: Open. An Autobiography, 2009
Editorial: Duomo ediciones, 2014
Traducción de Juanjo Estrella González
480 páginas

Argumento:

Autobiografía del tenista Andre Agassi.

Comentario:

Tenis, tenis y más tenis. La autobiografía de Agassi gira en torno a este deporte, y abarca todas las facetas de su vida, dominada por la inevitabilidad de jugar, competir, ganar y perder, luchar por ser el mejor.

El autor relata cómo comenzó a entrenar obligado por la obsesión paterna de cumplir en el hijo un sueño que no había logrado por sí mismo. Los duros entrenamientos a los que se sometía, el lento progreso hasta hacerse conocido, el detallismo con el que relata algunos de los partidos (juego a juego, golpe a golpe) o la relación con varios de sus compañeros, desde pelotear siendo niño con su admirado Björn Borg y la arrogancia de Jimmy Connors, a los enfrentamientos con su némesis, Pete Sampras, entre otros (Roger Federer, Boris Becker, Rafael Nadal…).

También se recrea en las manías o rituales antes de entrar en la pista, sus entrenadores, que llegan a ser parte de su familia, las lesiones, el sufrimiento que soportaba en algunos partidos, los viajes por el mundo en busca de la siguiente competición, la soledad, detalles que satisfarán a quienes interese especialmente la faceta deportiva del protagonista.


Además, la obra incide, sobre todo en su primera mitad, en la compleja relación entre el tenista y su progenitor, un hombre implacable decidido a que el muchacho triunfase (el autor rememora repetidamente sus enfrentamientos una máquina lanzapelotas modificada, a la que llama el dragón, y le hace sentir diminuto, desvalido), con quien mantiene una relación entre el amor y el odio similar a la que tiene con el tenis.

«De pronto mi padre disponía ya de su pista de tenis en el patio trasero, lo que significaba que a partir de entonces yo ya tenía mi cárcel. Yo mismo había alimentado a quienes habían construido mi prisión. Había ayudado a pintar las líneas blancas que servirían para confinarme. ¿Por qué lo había hecho? No tenía otra opción. Ésa es la razón por la cual hago todo.»
«Después de años oyendo a mi padre despotricar contra mis fallos, una derrota ha bastado para que yo mismo asuma sus críticas. He interiorizado a mi padre –su impaciencia, su perfeccionismo, su rabia– hasta que su voz no sólo suena como la mía, sino que es la mía. Ya no necesito que mi padre me torture. A partir de ese día, eso puedo hacerlo yo solito.»

También se dedica espacio a las mujeres de su vida, desde un primer amor por Wendi, una recogepelotas de su edad, hasta sus matrimonios con Brooke Shields (ella le convenció para que dejase de ponerse peluca y se afeitase la cabeza) y Steffi Graf, relaciones que parecen predestinadas y relata en cierto detalle, sobre todo la de Stefanie, quien es la primera persona que entiende y  comparte su relación con el tenis («Hablamos de tenis por primera vez. Cuando le digo que odio el tenis, ella se vuelve hacia mí con un gesto que significa: pues claro. ¿No lo odiamos todos?»).


Andre Agassi, Stefanie Graf, Jaden y Jaz (Fotografía: John C. Russell)

«Esa noche, tras celebrarse la final, tiene lugar el famoso Baile de Wimbledon. Llevo años oyendo hablar de él, y me muero por asistir, porque el ganador baila con la ganadora de la final femenina y en esa edición, como en casi todas las celebradas en los últimos tiempos, la ganadora es Steffi Graf. Yo me enamoré de ella desde que la vi concediendo una entrevista en la televisión francesa. Me impactó, me deslumbró su gracia discreta, su belleza natural. Era como si su aspecto, de algún modo, mostrara que olía bien. Y, además, que era buena, una persona intrínseca, esencialmente buena, llena de rectitud moral y de una clase de dignidad que hoy ya no existe.»

Destaca la estructura de la obra, que empieza por un final (la inminencia del último partido antes de la retirada) para luego relatar el inicio de su carrera, a los siete años, y termina con un comienzo, el de la escuela que ha construido en Las Vegas.
 «Juego al tenis para ganarme la vida, aunque odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y siempre lo he detestado.Cuando este último fragmento de mi identidad encaja en su lugar, me pongo de rodillas y susurro: por favor, que acabe todo esto.Y después: no estoy preparado para que acabe todo esto»


Las memorias, escritas entre Agassi y J. R. Moehringer (premio Pulitzer de periodismo y autor de su propia autobiografía,  El bar de las grandes esperanzas, obra que impresiona al tenista y motivo por el que le pide ayuda para escribir la suya), están narradas en primera persona y presente, con algún que otro salto temporal, sin guiones para indicar los diálogos, aunque no resulta difícil de leer.

En resumen, Open es una autobiografía irregular (dependiendo de qué faceta de la vida del autor interese más), con altibajos (demasiados relatos de partidos), a veces superficial y otras profunda que, más allá del deportista de élite, muestra a la persona, con sus contradicciones, intensidad, dudas, pasión, sufrimiento, romanticismo. Y es que, si bien el tenis parece el tema principal, trata de la vida, como dice Agassi en las palabras que quiere dirigir a los alumnos de la primera promoción de su escuela:

«La vida es un partido de tenis entre extremos opuestos. Ganar y perder, amar y odiar, abrir y cerrar. Reconocer pronto ese doloroso hecho ayuda. También hay que reconocer los extremos opuestos que hay en nosotros, y si no podemos entregarnos a ellos, o reconciliarnos con ellos, debemos al menos aceptarlos y seguir adelante. Lo único que no podemos hacer es ignorarlos.
¿Qué otro mensaje espero poder transmitir? ¿Qué otro mensaje podrían esperar ellos de alguien que dejó el colegio a los catorce años, y cuyo mayor logro, el logro del que más orgulloso se siente, es esta escuela?»


***T***

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)



jueves, 2 de marzo de 2017

Un lugar a donde ir, de María Oruña

Un lugar a donde ir
María Oruña
520 páginas
Editorial Destino

Argumento:

La teniente Valentina Redondo se enfrenta a un extraño caso: aparece muerta una joven vestida con ropas medievales en un lugar llamado Mota de Trespalacios, y en posesión de una moneda antigua. Poco después, ya son dos los cadáveres con moneda. Paralelamente, su novio Oliver realiza gestiones para encontrar a su hermano desaparecido. 

Comentario:

La segunda novela de las aventuras de la teniente Valentina Redondo en tierras cántabras me ha parecido más floja que la primera. A todas luces, la extensión desmesurada de la novela, de más de quinientas páginas, es un hándicap para una narrativa fluida. La trama, mucho  más sencilla de lo que parece, se alarga al intercalar en la narración de la investigación policial  flashbacks con la vida de la víctima y las reflexiones un tanto delirantes del asesino, siguiendo por otra parte, el manido modelo de los misterios "nórdicos". Para rematar, se incluye una subtrama protagonizada por el novio de la detective, Oliver, un auténtico hombre-florero, que añade páginas y solo sirve para justificar su existencia y para liar más el caso principal de un modo forzado.

Los diálogos son también extensos y repetitivos. Habría sido  necesaria una buena poda para ajustar la prosa, ya que a menudo repite informaciones ya dichas, tanto en la parte narrada como en los parlamentos de los personajes. En cuanto a estos, apenas están perfilados. En lugar de mostrarnos cómo son, la autora nos cuenta un montón de datos de ellos, pero desvinculados de lo que vemos o de la trama en sí. Así tenemos una gran cantidad de páginas dedicadas a describir la vida de la forense o de alguno de los policías, claramente sobrantes, ya que esos datos no son relevantes para la historia ni estos personajes tienen una actuación más allá de la que les otorga su rol arquetípico de informadores o ayudantes de la protagonista. El premio a la situación más rara del libro se la llevan dos ingleses hablando entre sí en español, "para practicar el idioma", viviendo ambos en España... y mostrando unos parlamentos perfectos llenos de frases complejas.

Como ya es de rigor en toda novela policíaca, los cadáveres aparecen con unas parafernalias rocambolescas. En este caso, la primera víctima ha sido vestida como una princesa medieval, y lleva una moneda antigua. Si ya de por sí resulta extravagante tal disposición, más chocantes son las explicaciones finales, tan cogidas por los pelos que no resultan nada creíbles. Más parece que todo eso forma parte de la obligación ineludible en el género de que las muertes tengan la presentación más espectacular y rara posible. Si esto ya resulta chirriante de por sí, más lo es el que algunos de los personajes consideren que pueda haber elementos mágicos o anómalos, tales como un viaje en el tiempo. Bien es verdad que la anomalía queda pronto descartada, pero resulta molesto que se baraje tal hipótesis, cuando el lector es consciente de que la obra transcurre en un ambiente realista.

 Otra cosa que no me gusta, será porque este género no es de mis favoritos, es el abuso de explicaciones, por ejemplo, forenses, que los expertos dan a otros que se supone deberían conocer del tema, al menos un poco. Estos momentos wikipedia solo valen para que veamos lo mucho que se ha documentado la autora, pero a mí no me interesan. Prefiero que me digan directamente que la policía ha determinado la fecha y hora de la muerte en x y en y y no me cuenten todo el proceso para determinar eso. Pero imagino que habrá gente a quién sí le interesen esos procedimientos. Y que forma parte del género.

El afán por evitar que el lector descubra al asesino, único aliciente de este tipo de novelas, hace que la trama se retuerza y se usen recursos un poco engañosos. A pesar de ello, y casi sin pistas, uno puede hacer sus deducciones, fijándose un poco en la estructura de la novela...

En resumen, una novela policíaca muy canónica y convencional, que gustará a los fans de este género, pero que a mí me ha quedado muy corta como novela en general, al no lograr empatizar ni con los personajes ni con las situaciones. Eso sí, buen reclamo turístico para Cantabria, con abundantes postales.

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)