lunes, 25 de septiembre de 2023

El sabor del miedo (Taste of fear - 1971)

El sabor del miedo (1961)
Taste of fear (Scream of fear)
82 minutos
Director: Seth Holt
Intérpretes: Susan Strasberg, Christopher Lee, Ann Todd. Ronald Lewis
Hammer Films



Argumento:

Una joven en silla de ruedas va a vivir con su padre, al que hace mucho que no ve, después de ciertos acontecimientos trágicos en su vida. Sin embargo, cuando llega a la mansión, la nueva esposa de su padre le dice que no está. La joven, en el transcurso de los días, empezará a sospechar que le están mintiendo y que, en realidad, su madrastra oculta algo respecto al padre. Decide investigar en compañía del chófer de la casa.

Comentario:

Aunque la Hammer fue una productora que adquirió fama por sus versiones sobre monstruos clásicos como Drácula, el doctor Frankenstein, el hombre lobo, la momia, etc, también se dedicó al género del terror psicológico, uno de cuyos mejores ejemplos fue esta película.

Ambientada en una casa de la Riviera Francesa, rodada en blanco y negro, con austeridad de producción y localizaciones y algún actor recurrente de la casa (Christopher lee) nos relata una intriga psicológica un tanto rebuscada, llena de giros y sorpresas, que enganchan hasta el desenlace imprevisto. Hoy en día, que estamos más habituados a todo tipo de finales inesperados, puede que no parezca tan sorprendente, pero aun así siguen funcionando bien las revelaciones de la película sobre las identidades y relaciones de los personajes, así como sobre las motivaciones que los impulsan. 

No obstante, como suele suceder en muchas de estas cintas, hay escenas que buscan engañar al espectador para orientarlo a un lado u otro de la intriga y la sospecha, siendo la más sangrante la de cierto cadáver en cierto lugar, que sería casi imposible de mover con la rapidez que muestra la peli y sin que nadie se de cuenta. A mí lograron engañarme con algunas de las subtramas, aunque en otros casos sí que vi venir el misterio.

Las interpretaciones, sobre todo de la protagonista, suben bastante el nivel de la película y logran hacerla más creíble, dentro de un argumento algo rebuscado. La participación de Christopher Lee, en un papel secundario, también es un plus, ya que, aparte de su empaque aristocrático y misterioso, interpreta a un personaje un poco diferente de los que solía hacer y que también da alguna sorpresa.

Como es habitual en la Hammer, la narración va al grano, mantiene un crescendo de intriga impecable y termina sin epílogos ni explicaciones innecesarias, todo ello en un metraje súper ajustado, ejemplo a seguir para las generaciones actuales de cineastas.

En resumen, una película corta, entretenida, llena de intriga y misterio, bien interpretada, que gustará a los amantes de las historia estilo "Psicosis".


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lunes, 18 de septiembre de 2023

La Atlántida, de Pierre Benoît

La Atlántida 
L'Atlantide
Pierre Benoît
Traductor: Rafael Cansinos-Assens
Editorial Aura
246 páginas


Argumento:

Dos expedicionarios franceses parten al corazón del Sáhara para explorarlo, pero no se imaginan que ahí, en medio de las ardientes dunas, habita una reina aún más ardiente, descendiente de los propios atlantes, y de la que les resultará muy difícil escapar.

Comentario (con algunas revelaciones de trama):

La novela, del género de aventuras, se inicia a modo de flashback, durante el cual un geógrafo francés escucha de labios de su compatriota, el teniente  Saint-Avit, su expedición anterior al desierto. Para ser de aventuras, los personajes hablan demasiado. Digamos que una buena parte del libro se consume en charlas de camaradas, que denotan eso sí, una aparente buena documentación sobre los lugares y culturas de la zona. La larguísima travesía del desierto abarca casi medio libro. Y cuando llegamos al meollo, al lugar donde está la tan esperada reina Antinea, esta se hace de rogar. Resulta extraño y curioso que la motivación última del protagonista, así como la fuente de fascinación de todo el relato y de todos los hombres que salen en la novela sea Antinea y ¡apenas aparezca! Cuando lo hace, sobre la mitad del libro, tampoco es que haga nada reseñable. Luego reaparece en contadas ocasiones.

Si lo analizamos fríamente, el libro tiene buenas ideas pero muy poca trama para plasmarlas. Lo único que te queda en la cabeza después de haberlo leído es Antinea (la idea que te deja es que es una niñata caprichosa) y la sensación de que los hombres de esta novela no estaban muy acostumbrados a ver mujeres, llegando a perder la razón, y a matar incluso, por la señorita en cuestión, que, repito, no parece ser nada del otro mundo. 

Para más inri, la Antinea de marras también se mueve por unos impulsos como mínimo cuestionables. Secuestra, seduce, utiliza y luego mata a diversos hombres (creo recordar que va por el cincuenta y pico), a los que luego convierte en estatuas de oricalco, que colecciona. Y todo esto porque "se venga" de lo mal que los hombres han tratado a las mujeres de la historia, en especial a sus antepasadas (Cleopatra es una de ellas). Vamos, una adelantada a su tiempo, que encontraría acomodo en el Ministerio español de Igualdad sin problema alguno.

Solo ocurre una cosa en la novela, y esa cosa, lo que Antinea fuerza a hacer al pelele protagonista, es un crimen detestable en la persona de su "amigo", el otro explorador, que es el único que se resiste a la niñata (precisamente por eso se encapricha y se enamora de él). A Saint- Avit le da igual que ella esté enamorada de otro, claro. Si al menos viéramos el motivo de su fascinación... Porque, a diferencia de Ayesha, la inmortal protagonista de "Ella", obra de Rider Haggard, de la que esta es digamos un trasunto o inspiración, siendo generosa, que tenía cierto encanto, sabiduría a su manera y era literalmente inmortal, Antinea es una mujer vulgar y corriente, con ilustres antepasados, eso sí, pero nada más. Lo que más me ha llamado la atención es su interés por las culturas occidentales y que, pese a vivir aislada en un reino oculto, está muy al día de las noticias europeas...

Así que pasa la única acción de la novela, y Saint-Avit huye, pero naturalmente para volver, porque es incapaz de resistirse a la "fascinación" de Antinea. Algo me dice que sus talentos ocultos no podían describirse en una novela de inicios del siglo XX, porque los visibles y aparentes dejan mucho que desear...
En resumen, una novela de aventuras donde lo mejor es las pelis que ha generado (una con Jean-Pierre Aumont y Maria Montez, que está bastante bien y nos resume el libro quitando las partes rollo, además de mostrarnos el talento de Antinea como ajedrecista), y lo peor, que no pasa nada y se pasan la obra hablando. Aun así, es una lectura que puede ser interesante como arqueología literaria.


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)

lunes, 11 de septiembre de 2023

El problema final, de Arturo Pérez-Reverte

El problema final
Arturo Pérez Reverte
Editorial: Alfaguara
328 páginas


Argumento:

Un viejo actor de Hollywood semi retirado, que adquirió fama interpretando a Sherlock Holmes, pasa unos días en una isla cerca de Corfú. Pronto, una tormenta aislará del mundo al actor y a los variopintos huéspedes del hotel donde se aloja. Lamentablemente, al tiempo, aparece el cuerpo de una de las clientas en un modo que da a entender que ha cometido suicido. Sin embargo, algunas pruebas discordantes alejan esta opción. Ante la imposibilidad de la policía de acudir al rescate, el actor toma el rol de Holmes, con ayuda de un escritor español de novelas de misterio, que será su Watson...


Comentario:

Un poco diferente de anteriores productos del autor, Pérez Reverte nos plantea una historia concebida como libro-juego más que como obra literaria. Así pues, el mayor interés es el juego o duelo entre autor y lector, uno tratando de enmarañar para que el otro no descubra el misterio, que, en este caso, y como cabe esperar en este tipo de novelas, es básicamente "quién lo hizo". 

En ese sentido, la obra es entretenida, ya que lees con el interés de descubrir al culpable, al asesino, sabiendo, naturalmente, de las trampas y trucos del autor para que no lo logres. Pérez Reverte sigue las normas clásicas y los tropos y situaciones típicas (la habitación cerrada, el grupo de personas aislado, etc), pero introduce un factor que, al menos a algunos lectores, podría resultarles chirriante, y hasta irritante, y que es la metaliteratura. 

La novela está plagada de interminables charlas, algunas muy repetitivas en cuanto a los conceptos y estructura, entre el Holmes apócrifo y el Watson de turno sobre las características y trucos de la novela de detectives (o mejor dicho, de la novela problema llamada en inglés whodunit), sin olvidarse de acompañarlas con citas de libros y de películas. El autor, es decir, el personaje que hace de Holmes, que, en realidad, es un actor que lo interpretó hace años, incluso llega a cuestionar varios aspectos de las novelas de misterio, con mayor o menor acierto, pero sin mucha originalidad. Nos dice, por ejemplo, que los crímenes de la ficción pueden ser más elaborados y también su resolución que los de la vida real... precisamente por eso, porque la vida real no tiene normas como sí tiene la literatura. Bueno... Tiene razón, pero es un poco obviedad, así como varias conclusiones más. También hace alguna afirmación discutible, como que lo que importa es el cómo se hizo, desdeñando la componente psicológica, social o cualquier otra que no sea el mero mecanismo. No estoy muy de acuerdo con esto. Incluso en un Whodunit la psicología y las motivaciones son importantes y hasta podrían afectar al "cómo" se realiza. En lo que sí estoy de acuerdo es en que muchas de las conclusiones y deducciones "geniales" de Holmes son mera literatura, es decir, deduce con eficacia porque lo decide el autor, no porque sean realmente buenas deducciones.

Dado que Pérez Reverte sigue al pie de la letra sus preceptos, los personajes de esta novela son un poco cartón piedra, muy idealizados, muy unidimensionales, excepto el protagonista, pero más que nada por acumulación de datos biográficos.

Sobre este punto, el autor elige inspirarse en el actor Basil Rathbone, pero sin que llegue a ser nunca Basil Rathbone. Le da otro nombre y se inventa los títulos de sus películas y hace suyas anécdotas de otros para poder meter más documentación y para tener más libertad también. Pero básicamente, a veces parece estar hablando y opinando por el autor.

La novela me ha gustado más en su parte de artificio whodunit que en la parte metaliteraria y metacinematográfica. Entiendo que eso es como un homenaje a las lecturas y pelis favoritas del autor, pero satura con demasiada información que, la mayor parte de las veces, no influye en el desarrollo de la trama. Tratándose de cine "antiguo", además, es de suponer que una buena parte de los lectores leerán esos nombres de actores como si fuera chino... Yo, que tengo una edad, sí conozco a Basil Rathbone, que, de hecho, me gustaba mucho de pequeña, y también a la mayor parte de las estrellas del Hollywood clásico. Por cierto, que el autor dice que Peter Cushing, uno de mis actores favoritos, era "bajito", ¿pero cómo puede ser eso si medía 1,82?

Como el protagonista es un actor inventado, por mucho que se inspire en Basil Rathbone, los títulos de sus películas son también ficticios, aunque cualquier persona con cierta cultura cinematográfica podrá identificar varias de ellas. "El capitán pirata" podría ser "El capitán Blood", por ejemplo, ya que en ella aparecen Rathbone y Errol Flynn, aunque a mi modo de ver el duelo más famoso entre ambos es el de Robin Hood. 

Volviendo a la novela en sí, hay varios detalles que no me han gustado. En primer lugar, la ambientación. Es decir, la justificación de que los personajes estén aislados varios días sin que pueda ir la policía. Vamos a ver, se nos dice que la policía no puede acudir porque hay muy mal tiempo, pero luego las descripciones de la isla son idílicas, con vistas de la luna, del sol... Apenas dice que sopla el viento en el mar... Pero queda muy forzado y nada creíble. A mí me resultaba imposible de creer que hubiera un temporal tipo DANA con el que no se pudiera navegar pero permitiera esos paseos a la luz de la luna y excursiones a ruinas y todo lo demás. 

Otra cosa que no me gustó fue el final y el asesino, cien por cien perezrevertiano. Es que es imposible sacarlo de sus arquetipos... Con todo, he de decir que no acerté quién era, ya que nos escamotean datos importantes, aunque justo es señalar que el autor, por boca de Basil, ya nos avisa de que está legitimado a ocultarnos cosas, engañarnos y cualquier truquito para que no adivinemos, como si eso fuera lo más importante...

En resumen, una novela imperfecta, metaliteraria, más homenaje que historia, planteada como un reto para el lector, que resulta fácil de leer y entretenida, además de mostrar toda la nostalgia posible por las lecturas y películas que forjaron el imaginario del autor. 


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