Arturo Pérez-Reverte
Editorial Alfaguara
360 páginas
Argumento:
El capitán Alatriste y sus amigos son reclutados para realizar una misión en Francia, en un crossover con los Tres mosqueteros de Dumas.
Comentario:
He de reconocer que solo leí un libro de la serie de Alatriste, Limpieza de sangre, que no me gustó mucho. El primero de la saga intenté leerlo un par de veces, sin éxito. Pero este, la verdad, me ha entrado mucho mejor. No se puede negar que el autor tiene oficio: sabe crear escenas casi cinematográficas y hace que la lectura resulte bastante fácil.
A mi modo de ver, es más entretenido que otros títulos del autor que leí en fechas recientes, o, al menos, da la apariencia de que lo va a ser. Sin embargo, tengo algunas objeciones.
En primer lugar, no me parece muy lógico que en un libro de aventuras la acción propiamente dicha comience hacia el 60 % y que dure un suspiro. No exagero: la famosa misión del título es un visto y no visto. Para colmo, ni siquiera sucede en París, si nos atenemos a lo que la novela plantea. Es cierto que buena parte de la narración transcurre en la capital francesa, pero allí abundan más bien charlas, romances, duelos, descripciones de la ciudad y cosas por el estilo. La misión verdadera tiene lugar en La Rochela, durante el famoso asedio de las guerras de religión contra los hugonotes.
Aunque el libro comienza bien y parece prometer, en cuanto ves que los protagonistas ignoran para qué los han hecho llamar a París y todo se alarga, con rellenos “románticos” repetitivos de otros volúmenes de la serie (como la relación poco creíble e inexplicable entre Íñigo y Angélica), y aparecen personajes de los Tres mosqueteros a modo de cameo, acabas por sentir que todo es una cortina de humo y vas perdiendo interés.
Ya ni menciono que los personajes son siempre los mismos, sin evolucionar por muchos años que pasen ni por muchas aventuras o desgracias que sufran. A ver, siendo un libro de aventuras tampoco vamos a pedir arcos narrativos complejos y profundos, pero sí un mínimo de personalidad distintiva. A mí me parecen casi todos iguales, con idénticos valores y comportamientos.
En el libro aparecen porque sí Athos, D’Artagnan, el señor de Tréville, Richelieu, Luis XIII y Ana de Austria. Solo faltan Aramis y Milady (a Porthos no se le nombra explícitamente, pero juraría que anda por ahí pululando). La presencia de estos personajes parece justificada únicamente por el deseo del autor de hacer su crossover. En realidad, solo Richelieu resulta necesario para la trama; el resto…
Dado que conocemos la historia, el resultado de la famosa misión es fácilmente predecible. Eso resta varios puntos al desenlace, que, además, se solventa con una elipsis y un deus ex machina.
Aunque el autor trata de recrear un lenguaje que suene al Siglo de Oro, a veces se le cuelan expresiones modernas como “en plan” y algún “joder”, que dudo mucho que se usara entonces como interjección de forma generalizada y común. Pero bueno, eso es lo de menos: lo importante es que “dé el pego” y no que sea filológicamente real (si lo fuera, nadie lo leería). Me hace gracia que haya quien crea que aprende historia con las pinceladas que da el autor sobre hechos reales, mezcladas con puras fantasías literarias.
Me ha resultado extraño el punto de vista de la narración, que alterna la primera persona de Íñigo (la cual a veces parece saber cosas del interior de otros personajes) con una tercera persona omnisciente e impersonal. ¿Quién cuenta esa parte? ¿No deberían ser recuerdos de Íñigo? Supongo que el resto de los libros tienen este formato y, por coherencia, no lo va a cambiar ahora, pero a mí me parece raro.
Lo curioso es que, con todos sus defectos y la falta de acción real, el libro se lee bien. Eso también tiene su mérito, desde luego: un libro donde apenas pasa nada y que aun así no se hace pesado.
¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído?
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Acabo de empezar el libro y estoy de acuerdo en varias de las cosas que dices: bien escrito, se lee fácil, pero todavía no ha pasado nada. Da la sensación de que es un entretenimiento del autor, un homenaje a Dumas en el que mete con calzador a los personajes de Los tres mosqueteros. Pero no me quejo, soy seguidor de la saga desde el principio y lo leo y disfruto como un enano. No obstante, si como dices en tu reseña solo has leído Limpieza de sangre, ¿cómo sabes que los personajes no han evolucionado o son los mismos? Hay alguno que debuta en esta novela, y otro que aparece en El sol de Breda.
ResponderEliminarA lo mejor lo expliqué mal. Los personajes no evolucionan dentro de la propia novela. Pero dado el tipo de historia que es, tampoco es demasiado grave. James Bond tampoco evoluciona le pase lo que le pase, al menos. Ni Sherlock Holmes, etc, etc
EliminarAh, de acuerdo con ello. Pero no es el tipo de novela, ni personajes, que evolucionan.
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