miércoles, 1 de octubre de 2025

Matices (miniserie TV - 2025 )

Matices

Miniserie TV española 2025
8 Episodios
2025

Dirección: Sergio Cánovas, Javier Naya, Alex Meriweather, Alejandro Merino
Guion: Javier Naya, Martín Suárez, Antonio Garrido, Sergio Cánovas, Carolina Daza León, Bernat Villalonga, Carmen Vidal Balanzat
Reparto: Eusebio Poncela, Elsa Pataky, Maxi Iglesias, Juana Acosta, Miriam Giovanelli, Enrique Arce, Hovik Keuchkerian, Fariba Sheikhan, Raúl Prieto, Luis Tosar, Alfonso Bassave, Álex Meriweather, Javier Naya, Luisa Mayol.

Argumento:

Eusebio Poncela es un inquietante psiquiatra cuyos métodos de terapia son un poco peculiares. Junto con su hija (Elsa Pataki), atiende a sus pacientes en una lujosa propiedad en medio de viñedos, que parece Falcon Crest a la española. La historia comienza cuando seis pacientes, a cual más grave en lo suyo, son citados por el psiquiatra en la mencionada quinta para llevarlos a la catarsis más brutal. Al parecer, al final de la sesión, uno de ellos lo mata. Y entonces viene la poli...

Comentario:

El primer capítulo prometía al menos algo interesante y original (aunque artificioso en grado sumo), pero ya digo que el resto de la serie desmiente por completo la impresión inicial.

Que técnicamente está bien hecha, o al menos con buena factura visual y tal, sí, pero eso no lo es todo. A decir verdad, es lo menos importante. Lo que importa es contar algo coherente. Y en cuestión de misterio o thriller, o como se le quiera llamar, también importa el pacto con el espectador para no ENGAÑARLO en busca del final “epatante” que supuestamente nadie espera.


Porque esa es otra. Desde el capítulo dos o tres ya se sabe cómo va a terminar, sí, señores guionistas. Es absolutamente previsible el giro y quién lo va a protagonizar. Y si hay alguien que no lo adivina, es solo porque ENGAÑAN y usan trucos inaceptables en la ficción para enmascarar lo obvio. Mientras veía la serie yo me decía: “No, no puede ser esto que estoy pensando, porque si lo fuera el personaje X no podría interactuar con esos otros extras vestidos de uniforme...”

Pero aquí todo da igual con tal de que la gente diga: “ohhhhh, no me lo esperaba, qué sorpresaaaa...”. Sorpresa, sorpresa con el tipo de final que más odian los espectadores y, en general, cualquier consumidor de ficción. No doy más pistas, pero es lo peor de los desenlaces: sacando cosas de la manga que deberían haberse sembrado durante la narración.

La estructura de la serie tampoco ayuda. Los dos primeros capítulos, donde se plantea la terapia y la llegada a la finca de los seis pacientes, son más o menos aceptables, creando la intriga necesaria y el ambiente malsano, aunque se abuse de efectismos (es algo que odio, la verdad). Pero desde que entra la policía y empieza la investigación con interrogatorios de los posibles asesinos, todo cae en picado. Primero, porque nadie se cree esa actuación policial a modo de entrevistas psicológicas cuyo único objetivo es contar la historia y el trauma personal de cada uno de esos pacientes, y que incluyen relatos truculentos de malos tratos, incestos, suicidios, dobles personalidades, padres abusivos e hiperexigentes... vamos, todo el catálogo del thriller psicológico llevado al extremo. Pero lo “gracioso” del asunto es que, terminada la serie, nos damos cuenta de que en realidad solo sirven los dos primeros capítulos y el último. Los del medio podríamos no haberlos visto y no habría cambiado nada...

Así que muy mal esta serie, que parecía empezar bien pero luego se precipitó por el acantilado de la simpleza y la mediocridad más absoluta.

Por cierto, Elsa Pataki actúa fatal, aunque supongo que era consciente del material que tenía entre manos y tampoco se esforzó mucho...


En resumen: una miniserie de capítulos cortos (por suerte), con ambientación intrigante pero resolución muy fallida, simple, manida y grotesca incluso, que a veces hasta parece una parodia de la terapia psicológica, con un final que te hace desear quemar la tele.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

El último secreto, de Dan Brown


T.O.: The Secret of Secrets, 2025
Editorial: Planeta, 2025
Traducción: Aleix Montoto y Claudia Conde
810 páginas

Argumento: 

¡Robert Langdon está enamorado! Tras asistir a una conferencia de ella, y pasar la noche juntos,  Katherine desaparece... y no responde a sus llamadas. Langdon teme que le haya pasado algo malo y se lanza a recorrer Praga y resolver enigmas en busca de su amada.

Comentario:

El último secreto es la sexta novela protagonizada por Robert Langdon. Aunque no es necesario haber leído las anteriores para asistir a la inexistente evolución del personaje, que parece reiniciarse de una aventura a otra, sin recordar lo sucedido en las anteriores, en algún caso grandes cambios a nivel mundial, quizá sí convendría leer El símbolo perdido, en la que aparece por primera vez Katherine Solomon, coprotagonista de esta historia, aunque se pasa casi la primera mitad desaparecida.

Además de Langdon y Solomon, hay otros personajes en la obra, todos, como ellos, carentes de personalidad, varios sobrantes. Entre ellos, el editor de Penguin Random House, Jonas Faukman, el empleado del departamento de Seguridad Informática, Alex Conan, y el resto de quienes intervienen en esta trama que, pese a la cantidad de capítulos que ocupa, podría eliminarse sin que afectase a la narración más allá de beneficiarla al disminuir la cantidad de páginas sin interés que no habría que leer.

De los componentes del servicio de inteligencia checo, Janáček y Pavel, mejor no hablar, sobre todo del segundo y cómo se resuelve su absurda trama, en un par de frases decepcionantes, a la altura de su nula importancia. Al menos Sasha Vesna, el inevitable Golěm (estamos en Praga), clásico personaje poco convencional del autor, o la embajadora de Estados Unidos, Heide Nagel, tienen roles más o menos necesarios para que la historia avance. 

Se podría tomar a Praga como otro personaje, uno de los que más páginas ocupan: descripciones de lugares largas, sosas, aburridas, monótonas, que no aportan nada, no te hacen sentir que estás en la ciudad, ni conocer su historia, sus leyendas o cualquier cosa que se pretenda aportar. Pero es otra de las señas de identidad de Brown. Y más texto sobrante. 

Como suele hacer el autor, se alternan capítulos breves protagonizados por distintos personajes, que muchas veces acaban en un momento de intriga o peligro, buscando que se quiera seguir leyendo para saber cómo se resuelve… casi nunca de forma satisfactoria. Por lo general, vuelve a contar lo mismo que en el pasaje anterior con un par de frases más, que dan la sensación de que se está avanzando, aunque demasiado despacio. Puede resultar frustrante.

Brown recurre también a los flashbacks habituales en sus novelas, en este caso para recordar los días anteriores al que se desarrolla la acción (otro clásico, que toda la acción transcurra en un día). Se centra en el contenido de la charla de Katherine a la que asistió poco antes, la relación romántica que ha nacido entre ellos y conversaciones con otros personajes que, se supone, le sirven para hacer deducciones y resolver enigmas, en esta ocasión pocos y simples, como encontrar la clave para entrar en cierto lugar.

En cuanto a las partes más o menos científicas, místicas etc... se exponen ideas, sugieren posibilidades, hay varios experimentos y poco más. Pese a que se insiste una y otra vez en relatar lo que sería el motivo de tantas persecuciones, asesinatos y conspiraciones, no resulta fácil comprender en qué consiste, y eso que las explicaciones son largas y repetitivas. Y confusas. Una vez, y otra, y otra.

En resumen, El último secreto es una novela típica de su autor, que repite un esquema similar a las anteriores, sin grandes alardes literarios, sin  personajes, solo acción, muy lenta y aburrida, ideas de cierto interés que no llega a desarrollar en todo su potencial, apenas esbozadas, quién sabe si por alguna carencia, quizá de imaginación. Se deja leer, y hasta entretiene, a ratos, pero es tan larga que se ven demasiado sus carencias tanto de forma como de fondo. Para incondicionales. O no.


***T***


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)

lunes, 15 de septiembre de 2025

Misión en París, de Arturo Pérez-Reverte

Misión en París
Arturo Pérez-Reverte
Editorial Alfaguara
360 páginas



Argumento:

El capitán Alatriste y sus amigos son reclutados para realizar una misión en Francia, en un crossover con los Tres mosqueteros de Dumas.

Comentario:

He de reconocer que solo leí un libro de la serie de Alatriste, Limpieza de sangre, que no me gustó mucho. El primero de la saga intenté leerlo un par de veces, sin éxito. Pero este, la verdad, me ha entrado mucho mejor. No se puede negar que el autor tiene oficio: sabe crear escenas casi cinematográficas y hace que la lectura resulte bastante fácil.

A mi modo de ver, es más entretenido que otros títulos del autor que leí en fechas recientes, o, al menos, da la apariencia de que lo va a ser. Sin embargo, tengo algunas objeciones.

En primer lugar, no me parece muy lógico que en un libro de aventuras la acción propiamente dicha comience hacia el 60 % y que dure un suspiro. No exagero: la famosa misión del título es un visto y no visto. Para colmo, ni siquiera sucede en París, si nos atenemos a lo que la novela plantea. Es cierto que buena parte de la narración transcurre en la capital francesa, pero allí abundan más bien charlas, romances, duelos, descripciones de la ciudad y cosas por el estilo. La misión verdadera tiene lugar en La Rochela, durante el famoso asedio de las guerras de religión contra los hugonotes.

Aunque el libro comienza bien y parece prometer, en cuanto ves que los protagonistas ignoran para qué los han hecho llamar a París y todo se alarga, con rellenos “románticos” repetitivos de otros volúmenes de la serie (como la relación poco creíble e inexplicable entre Íñigo y Angélica), y aparecen personajes de los Tres mosqueteros a modo de cameo, acabas por sentir que todo es una cortina de humo y vas perdiendo interés.

Ya ni menciono que los personajes son siempre los mismos, sin evolucionar por muchos años que pasen ni por muchas aventuras o desgracias que sufran. A ver, siendo un libro de aventuras tampoco vamos a pedir arcos narrativos complejos y profundos, pero sí un mínimo de personalidad distintiva. A mí me parecen casi todos iguales, con idénticos valores y comportamientos.

En el libro aparecen porque sí Athos, D’Artagnan, el señor de Tréville, Richelieu, Luis XIII y Ana de Austria. Solo faltan Aramis y Milady (a Porthos no se le nombra explícitamente, pero juraría que anda por ahí pululando). La presencia de estos personajes parece justificada únicamente por el deseo del autor de hacer su crossover. En realidad, solo Richelieu resulta necesario para la trama; el resto…

Dado que conocemos la historia, el resultado de la famosa misión es fácilmente predecible. Eso resta varios puntos al desenlace, que, además, se solventa con una elipsis y un deus ex machina.

Aunque el autor trata de recrear un lenguaje que suene al Siglo de Oro, a veces se le cuelan expresiones modernas como “en plan” y algún “joder”, que dudo mucho que se usara entonces como interjección de forma generalizada y común. Pero bueno, eso es lo de menos: lo importante es que “dé el pego” y no que sea filológicamente real (si lo fuera, nadie lo leería). Me hace gracia que haya quien crea que aprende historia con las pinceladas que da el autor sobre hechos reales, mezcladas con puras fantasías literarias.

Me ha resultado extraño el punto de vista de la narración, que alterna la primera persona de Íñigo (la cual a veces parece saber cosas del interior de otros personajes) con una tercera persona omnisciente e impersonal. ¿Quién cuenta esa parte? ¿No deberían ser recuerdos de Íñigo? Supongo que el resto de los libros tienen este formato y, por coherencia, no lo va a cambiar ahora, pero a mí me parece raro.

Lo curioso es que, con todos sus defectos y la falta de acción real, el libro se lee bien. Eso también tiene su mérito, desde luego: un libro donde apenas pasa nada y que aun así no se hace pesado.



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lunes, 25 de agosto de 2025

Los diablos, de Joe Abercrombie

Los diablos
The Devils
Joe Abercrombie
Traductor: Manu Viciano
Alianza Editorial (Colección Runas)
808 páginas 


Resumen

En una Europa sumida en una especie de Edad Media alternativa o ucrónica, la papisa de la religión imperante envía a un grupo de personajes de habilidades diversas y naturaleza monstruosa, bajo el mando del inexperto hermano Díaz, a proteger a Alex, una joven ladrona cuyo tío asegura que es la heredera de un lejano reino en el Este. El viaje no será fácil, pero aún será peor lidiar con las intrigas palaciegas del reino de Troya.

Comentario

No es la primera novela que leo de Abercrombie, aunque esta es algo diferente, por el tono, de la que había leído antes.

En primer lugar, el mundo imaginario es nuestra vieja Europa, solo que un tanto alterada por ciertas circunstancias históricas que se deducen de la trama. Parece ser que los cartagineses vencieron a los romanos y se convirtieron en la civilización hegemónica. No solo eso: también poseían conocimientos profundos de ingeniería y de magia, dejando esparcidas por este mundo algunas muestras de su genio. Con todo, el centro espiritual de la ucronía es Roma, donde reside la papisa, una niña con supuestos poderes oraculares, junto con toda la jerarquía de su iglesia.

En algunas cosas, parece una traslación casi literal de los ritos y estructuras de la religión cristiana (en lugar de hacer la señal de la cruz hacen un círculo; en lugar de Jesús, tienen una Salvadora, etc.), pero en otras cuestiones se apartan un poco de este paradigma, aunque no en demasiadas, a decir verdad. Lo más llamativo es el poder femenino en la religión y en la vida secular. Las mujeres ocupan los puestos de poder tanto en la iglesia como en muchos reinos.

Otra cuestión curiosa es que el lugar que ocuparían los musulmanes —como enemigos, vamos— lo ocupan los elfos, que en esta narrativa son caníbales y considerados monstruos horribles a los que hay que matar sin piedad. Eso viene muy bien para evitar problemáticas de ofensas a razas y religiones reales, je, je. Además, también permite ver cómo los constructos sociales imperantes estigmatizan a todo un pueblo.

Volviendo a la construcción del mundo, a veces resulta un poco extraño y confuso. Tanto las descripciones que se dan como algunos de los dibujos de los personajes que incluye la novela parecen aludir a ropajes y estilos de épocas diferentes, que van desde la Edad Media real hasta el siglo XVIII o incluso tiempos más cercanos.

Entiendo que es una obra de fantasía, una ucronía, y todo puede ser; pero me resulta un poco difícil crear una composición estética coherente de un mundo donde uno va vestido como un cruzado medieval y otra como una pirata del siglo XVIII. Por no mencionar el atuendo del “vampiro” o la descripción de la mujer loba vikinga. Es como una mezcolanza de épocas y situaciones tópicas de la historia europea que, a veces, no queda bien trabada.

La trama tampoco es muy original. Abercrombie sabe escribir y crear escenas y situaciones, pero usa todos los tópicos habidos y por haber, aunque en algunos casos sea para darles la vuelta.

El inicio de la novela sigue la típica estructura de “reclutamiento” de diversos elementos díscolos o antiheroicos que van a realizar una misión imposible o muy peligrosa. Esta es la parte más interesante, a decir verdad. Vamos conociendo al hermano Díaz y al grupo variopinto que lo va a acompañar, en algunos casos no precisamente de forma voluntaria.

Hay un hechicero o brujo que está atado a la orden por una especie de conjuro mágico que no es capaz de romper; una mujer que parece haber ejercido todos los oficios y conoce a todo el mundo importante; una mujer loba vikinga ligeramente promiscua; un vampiro que va rejuveneciendo según chupa sangre (lo propio); un cruzado inmortal (literalmente) con cierta crisis de conciencia; y una elfa que trabajaba en un circo...

Aunque tampoco puede decirse que sean personajes súper profundos, para lo que es la historia están bien perfilados y son distinguibles unos de otros. En cuanto a cómo se relacionan entre sí, me ha parecido curioso que la interrelación vaya por parejas: el hermano Díaz y la loba; el mago Baltasar y Baptiste; la elfa y Alex, etc.

Después de esta presentación, que está bastante bien lograda, viene una parte algo tediosa, al menos para mi gusto: el inevitable viaje, larguísimo y lleno de peleas, combates y lances, algunos repetitivos, todo contado de la forma más extensa posible. Durante él, Alex y su grupo han de enfrentarse a sus primos, que tratan de impedir que llegue a Troya a reclamar el trono.

Así la cosa se alarga hasta ochocientas páginas, con demasiados detalles innecesarios...

Finalmente, la parte de Troya resulta algo más interesante. Ahí tienen lugar varios giros argumentales que rompen un poco la monotonía de los combates, aunque no puedo decir que no los viera venir. Era justo todo lo que esperaba: tanto en la identidad de los verdaderos villanos como en el secreto de Alex, todo resulta bastante previsible.

En cuanto al estilo, el autor introduce un exceso de chistes y chascarrillos que asemejan esta obra, más que a una novela de fantasía, a una comedia disparatada. Eso no es malo de por sí, aunque puede resultar agotador cuando se repiten varias veces los mismos chistes y situaciones.

Pese a este tono ligero, y a veces autoparódico, el autor también lanza alguna pulla contra las religiones y los fanatismos, comentarios sobre el poder y consideraciones sobre el bien y el mal, siempre relativos. Algunos de los personajes, como el cruzado, son conscientes de que hacen cosas horribles al servicio de un supuesto “bien”.

En resumen: una novela de aventuras, fantasía y humor, con algunas buenas escenas, pero que se hubiera beneficiado de cortes radicales en su parte media. Es entretenida si uno se la toma con mucha paciencia (o se salta las páginas problemáticas de peleas), aunque muy básica en cuanto a argumento.

Hay opiniones divergentes en internet sobre si es o no autoconclusiva. Al parecer, se puede leer la historia independientemente, pero para completarla hay que leer otros dos tomos... Puuuuf. Que serán, casi con seguridad, de ochocientas páginas como mínimo.


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miércoles, 6 de agosto de 2025

Thomas Helder, de Muriel Barbery

Thomas Helder
Muriel Barbery
Traductora: Isabel González‑Gallarza 
Seix Barral (Colección Biblioteca Formentor) 
208 páginas 


Argumento:

Margaux y sus amigos rememoran la vida y muerte de su amigo, el escritor Thomas Helder.

Comentario:

La autora de La elegancia del erizo (probablemente su única obra buena) nos "deleita" en esta ocasión con una novela simbólica, abstracta y llena de pretenciosidades y figuras estilísticas sobrecargadas sobre el tema de la muerte, supongo; de estilo plúmbeo y con nula progresión dramática.

Sé que hay gente que considera que esto es "escribir bien", pero la verdad es que resulta toda una odisea mantener la vista en las líneas de esta novela, por suerte breve. Está escrita con ese tipo de prosa opaca, retorcida e inconcreta que requiere un esfuerzo de atención extra. Es muy fácil, mientras intentas seguir un párrafo hasta el punto final, que se cuelen pensamientos e ideas ajenas (como la lista de la compra), ya que es imposible fijar los sentidos en algo tan evanescente y genérico, que no avanza y gira una y otra vez sobre lo mismo. 

No, para mí esto no es escribir bien. Hasta en los manuales de buena escritura se dice que hay que ir a lo concreto y no a lo abstracto, que no hay que contar las cosas sino mostrarlas, que hay que dosificar los recursos y no sobrecargar con imágenes, que hay que CONTAR algo. Es cierto que hay novelas más contemplativas, pero de seguro también más efectivas a la hora de transmitir el mensaje. Podría decir que Amélie Nothomb, que también vivió sus épocas gloriosas hace años (aunque de vez en cuando le sale algo decente), al menos sí tiene una prosa de calidad: pulida, estilizada, sencilla pero no simple, que demuestra sus años de oficio. Barbery no ha aprendido nada, en cambio. Estoy convencida de que habrá mucha gente fascinada por la "elegante prosa" sin percatarse de que, en realidad, muchas de las frases no significan nada o enmascaran puras simplezas y obviedades.

A modo de ejemplo, pongo varios párrafos de la novela para que se vea lo intrincado e inconcreto de esta narrativa.


"La elección de las armas. La elección del lugar. La elección de los testigos.

 ¿Y para qué?, le preguntó al amigo invisible. El diablo te encadena a tu ficción predilecta a costa de lo más preciado para ti, dijo la voz de Jorg en su cabeza, te impide convertirte en quien eres, te encadena a quien crees que debes ser. Contempló la nieve que caía ahora con dulce placidez; lo que hace el diablo y lo que hacen los lugares de espíritu: un marco para la oscuridad o para la luz, para cegarse o para ver, pensó. Se quedó ahí un momento, inmóvil, erraba sin pensar entre dos mundos, entre dos eras; entonces, cuando ya casi se estaba quedando dormida, él surgió."

"No construyo desde la nada, dijo ella, doy una forma al vacío, y esa forma viene de lejos —Al fin una palabra sensata en ese océano de mutismo, o gracias a él, quizá, ironizó él, mi cháchara te permite el lujo de callar y meditar tus respuestas. No te tendré en cuenta que estás haciendo caso omiso de mi última pregunta, hay tiempo de sobra para distraer la atención antes del duelo final... Una forma al vacío, dices, una forma que viene de lejos. Pero ¿de qué lejanía hablamos, si me permites la pregunta? "


Esta novela casi podría terminar en cualquier capítulo o parte. Y concluye sin que conozcamos realmente a ninguno de los personajes, ni qué los hacía especiales, ni cómo eran sus relaciones entre sí, debido a las vagas descripciones y lo genérico que es todo. No me extraña que esta novela haya pasado tan desapercibida, ya que es la pura nada. Lo único bueno que puedo decir de ella es que no te hace perder muchas horas de tu vida. Puede que haya quien vea aquí un derroche de sensibilidad, poesía y emotividad, pero yo soy más simple (lo admito) y no estoy preparada para obras de este estilo tan elevado... Así que sí, el error puede estar en mí.

En resumen: una novela con un tema poco original, contada de forma abstracta, con prosa de una elevada pretenciosidad, de tema deprimente, pero que logra, por paradoja, alegrarte sobremanera cuando termina...


¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)