Argumento: Osman
es un estudiante que para acercarse a una chica que le gusta y a la que
ha visto leer un libro, decide comprar ese libro. Pero al leerlo
descubre toda una "vida nueva". Canan, la chica, y Mehmet su novio, le
dicen que es mejor alejarse del libro, ya que hay un grupo de personas
que persiguen a quienes lo han leído. Canan y Osman viajarán a lo largo
de Turquía espoleados por el libro, en busca de ese país desconocido, de
ese "ángel" del libro, de su autor, etc, etc...
Comentario: Este
no es precisamente un libro que sea fácil de resumir, ni tampoco es de
esos que se leen por el "argumento", ya que la anécdota es muy leve y no
está muy definida, o no al menos de un modo "clásico".
La Vida Nueva es
una novela que se lee por su prosa y por su poder evocador. La trama
podría ser tranquilamente la de un best seller de "aventuras y
misterio", pero nada más lejos de la realidad.
Orhan Pamuk
construye un artificio literario que es metafórico del poder de la
lectura y de la escritura. Escrito en un tono poético, pero con prosa
sencilla y clara, nos lleva a imaginar mundos que se intuyen más allá de
la imaginación, pese a estar asentados en la realidad, en los recuerdos
de infancia, en los detalles biográficos y en los elementos más
cotidianos. En ningún momento se nos cuenta qué contiene ese libro "La
vida nueva", para cambiar de tal modo la personalidad de Osman y su
perspectiva vital. Eso nos fuerza a imaginar, algo que se logra gracias a
la sugerencia. Curiosamente, el libro que lee Osman se titula igual que la novela, con lo cual parece establecerse un juego metaliterario, que
nos hace también protagonistas de la obra. En cierto modo, Osman sería
como un trasunto del propio lector.
El autor utiliza muchas
metáforas e imágenes novedosas, leit motivs (los ángeles, los autobuses,
el libro, los relojes, el viaje), acumulaciones de detalles,
descripciones surrealistas (la de los detectives contratados por el
Doctor Delicado, todos ellos con nombres de marcas de relojes), que
contribuyen a enriquecer la prosa y a dotarla de un poder simbólico
increíble.
El discurso narrativo salta de la primera persona a
la segunda. En cuanto a referencias, son de lo más variado, aunque
destaca la influencia de los cuentos (en algunos fragmentos parece un
cuento de hadas, como cuando se describe la familia del doctor Delicado y
a sus tres hijas), del mundo del cómic, del cine (las
road movies, por
ejemplo). También hay muchos saltos en el tiempo, y cambios de
perspectiva, que hacen que esta novela se asemeje más que a un relato
convencional a un sueño, o visión, o más bien metáfora de la propia
vida, e incluso también a una cierta crítica hacia el fanatismo
religioso que se ensaña con los escritores y su obra (hay un grupo de
conspiradores que desean destruir todos los ejemplares del libro por
considerarlo subversivo para la juventud turca), hacia el nacionalismo
exacerbado que condena todo lo que sea estranjero, etc... Este modo algo
caótico de narrar hace que te pierdas en ocasiones, y no sepas si a
Mehmet lo mataron delante de Osman o si murió en un accidente de autobús
o si el que murió no era él... Incluso a veces da la impresión de que
Osmán murió en el accidente de bus descrito y que todo lo demás es como
una visión post mortem donde se une el pasado con el presente en
batiburrillo. En todo caso, se pueden realizar varias interpretaciones.
Se
trata de un libro que en muchas partes, si no se presta atención, puede
resultar ininteligible, o dejar esa sensación de que quizás oculta una
segunda lectura o una clave. Es para leer despacio y con detenimiento,
nada que ver con las típicas novelitas de "playa" o evasión.
Algunos fragmentos: "Entre
el gentío que atestaba el Instituto Kenan Evren vimos una máquina que
guardaba el tiempo, un cristal mágico que convertía los televisores en
blanco y negro en aparatos de color, el primer detector automático turco
de carne de cerdo, loción para el afeitado sin olor, unas tijeras para
cortar rápida y fácilmente los cupones de los periódicos, una estufa que
se encendía por sí sola cuando el dueño entraba en casa y un reloj de
cuerda que, de un solo golpe, daba una solución definitiva, económica y
moderna a todo el problema de los alminares, los almuédanos, los
altavoces y la Occidentalización-Islamización. En lugar del pájaro
familiar de los relojes de cuco, se había provisto al mecanismo
tradicional de dos figuras. A las horas de la oración aparecía en un
primer nivel, en forma de balcón de alminar, un minúsculo imán que decía
tres veces "Dios es grande", a las horas en punto aparecía en el balcón
superior un pequeño caballero de juguete, con corbata y sin bigote, que
proclamaba: "¡Dichoso aquel que puede decir soy turco, soy turco, soy
turco!"
"Entonces el tiempo era tiempo, los accidentes eran
accidentes y la vida, vida. Aquello era la felicidad, y disgustó al
Diablo, y, como es el Diablo, comenzó la Gran Conspiración. Un hombre
llamado Gutemberg -a él y sus imitadores llamaron impresores- era el
peón de esa Gran Conspiración, y multiplicó las palabras de una manera
que nunca habrían podido imitar la mano laboriosa, el dedo paciente y la
pluma meticulosa, y las palabras, las palabras, las palabras, se
extendieron rodando por todas partes como las cuentas de un collar al
que se le hubiera roto el hilo."
"Eso que llaman el placer de
leer, y de cuya ausencia en nuestra sociedad tanto se queja la gente
seria, debe de ser la música que sentía en aquellos momentos entre los
documentos y las noticias de asesinatos del enloquecido y bien ordenado
archivo del doctor Delicado. Notaba en mis brazos la suave frescura de
la noche, oía una música nocturna inexistente y, por otro lado,
intentaba descubrir qué iba a hacer a partir de ese momento, como un
hombre joven que tiene la intención de ser decidido frente a las
maravillas de la vida con las que se ha encontrado a pesar de su tierna
edad"
"¡Silencio" -ordenó el ángel-. Ahora escúchenme -se
produjo el mismo silencio de cuando los besos-. Un día también a ustedes
les sonreirá la fortuna, no lo olviden, también a ustedes les llegará
su hora de felicidad. No se impacienten, no se enfaden con la vida,
esperen sin tener envidia de nadie. Si aprenden a vivir la vida amándola
comprenderán lo que tienen que hacer para ser felices. Entonces,
pierdan o no el rumbo, me verán -levantó una ceja con aire seductor-.
Porque cada noche tienen aquí al Ángel del Deseo, en la preciosa ciudad
de Viranbag."
Orhan Pamuk recibió el Premio Nobel en el año 2006.
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