domingo, 2 de septiembre de 2007

La vida nueva, de Orhan Pamuk

 La vida nueva
Yeni Hayat
Orhan Pamuk
Traducción de Rafael Carpintero
Punto de Lectura, S.L.
  

Argumento:

Osman es un estudiante que para acercarse a una chica que le gusta y a la que ha visto leer un libro, decide comprar ese libro. Pero al leerlo descubre toda una "vida nueva". Canan, la chica, y Mehmet su novio, le dicen que es mejor alejarse del libro, ya que hay un grupo de personas que persiguen a quienes lo han leído. Canan y Osman viajarán a lo largo de Turquía espoleados por el libro, en busca de ese país desconocido, de ese "ángel" del libro, de su autor, etc, etc...


Comentario:

Este no es precisamente un libro que sea fácil de resumir, ni tampoco es de esos que se leen por el "argumento", ya que la anécdota es muy leve y no está muy definida, o no al menos de un modo "clásico". La Vida Nueva es una novela que se lee por su prosa y por su poder evocador. La trama podría ser tranquilamente la de un best seller de "aventuras y misterio", pero nada más lejos de la realidad.

Orhan Pamuk construye un artificio literario que es metafórico del poder de la lectura y de la escritura. Escrito en un tono poético, pero con prosa sencilla y clara, nos lleva a imaginar mundos que se intuyen más allá de la imaginación, pese a estar asentados en la realidad, en los recuerdos de infancia, en los detalles biográficos y en los elementos más cotidianos. En ningún momento se nos cuenta qué contiene ese libro "La vida nueva", para cambiar de tal modo la personalidad de Osman y su perspectiva vital. Eso nos fuerza a imaginar, algo que se logra gracias a la sugerencia. Curiosamente, el libro que lee Osman se titula igual que la novela, con lo cual parece establecerse un juego metaliterario, que nos hace también protagonistas de la obra. En cierto modo, Osman sería como un trasunto del propio lector.

El autor utiliza muchas metáforas e imágenes novedosas, leit motivs (los ángeles, los autobuses, el libro, los relojes, el viaje), acumulaciones de detalles, descripciones surrealistas (la de los detectives contratados por el Doctor Delicado, todos ellos con nombres de marcas de relojes), que contribuyen a enriquecer la prosa y a dotarla de un poder simbólico increíble.

El discurso narrativo salta de la primera persona a la segunda. En cuanto a referencias, son de lo más variado, aunque destaca la influencia de los cuentos (en algunos fragmentos parece un cuento de hadas, como cuando se describe la familia del doctor Delicado y a sus tres hijas), del mundo del cómic, del cine (las road movies, por ejemplo). También hay muchos saltos en el tiempo, y cambios de perspectiva, que hacen que esta novela se asemeje más que a un relato convencional a un sueño, o visión, o más bien metáfora de la propia vida, e incluso también a una cierta crítica hacia el fanatismo religioso que se ensaña con los escritores y su obra (hay un grupo de conspiradores que desean destruir todos los ejemplares del libro por considerarlo subversivo para la juventud turca), hacia el nacionalismo exacerbado que condena todo lo que sea estranjero, etc... Este modo algo caótico de narrar hace que te pierdas en ocasiones, y no sepas si a Mehmet lo mataron delante de Osman o si murió en un accidente de autobús o si el que murió no era él... Incluso a veces da la impresión de que Osmán murió en el accidente de bus descrito y que todo lo demás es como una visión post mortem donde se une el pasado con el presente en batiburrillo. En todo caso, se pueden realizar varias interpretaciones.

Se trata de un libro que en muchas partes, si no se presta atención, puede resultar ininteligible, o dejar esa sensación de que quizás oculta una segunda lectura o una clave. Es para leer despacio y con detenimiento, nada que ver con las típicas novelitas de "playa" o evasión.

Algunos fragmentos:

"Entre el gentío que atestaba el Instituto Kenan Evren vimos una máquina que guardaba el tiempo, un cristal mágico que convertía los televisores en blanco y negro en aparatos de color, el primer detector automático turco de carne de cerdo, loción para el afeitado sin olor, unas tijeras para cortar rápida y fácilmente los cupones de los periódicos, una estufa que se encendía por sí sola cuando el dueño entraba en casa y un reloj de cuerda que, de un solo golpe, daba una solución definitiva, económica y moderna a todo el problema de los alminares, los almuédanos, los altavoces y la Occidentalización-Islamización. En lugar del pájaro familiar de los relojes de cuco, se había provisto al mecanismo tradicional de dos figuras. A las horas de la oración aparecía en un primer nivel, en forma de balcón de alminar, un minúsculo imán que decía tres veces "Dios es grande", a las horas en punto aparecía en el balcón superior un pequeño caballero de juguete, con corbata y sin bigote, que proclamaba: "¡Dichoso aquel que puede decir soy turco, soy turco, soy turco!"

"Entonces el tiempo era tiempo, los accidentes eran accidentes y la vida, vida. Aquello era la felicidad, y disgustó al Diablo, y, como es el Diablo, comenzó la Gran Conspiración. Un hombre llamado Gutemberg -a él y sus imitadores llamaron impresores- era el peón de esa Gran Conspiración, y multiplicó las palabras de una manera que nunca habrían podido imitar la mano laboriosa, el dedo paciente y la pluma meticulosa, y las palabras, las palabras, las palabras, se extendieron rodando por todas partes como las cuentas de un collar al que se le hubiera roto el hilo."

"Eso que llaman el placer de leer, y de cuya ausencia en nuestra sociedad tanto se queja la gente seria, debe de ser la música que sentía en aquellos momentos entre los documentos y las noticias de asesinatos del enloquecido y bien ordenado archivo del doctor Delicado. Notaba en mis brazos la suave frescura de la noche, oía una música nocturna inexistente y, por otro lado, intentaba descubrir qué iba a hacer a partir de ese momento, como un hombre joven que tiene la intención de ser decidido frente a las maravillas de la vida con las que se ha encontrado a pesar de su tierna edad"

"¡Silencio" -ordenó el ángel-. Ahora escúchenme -se produjo el mismo silencio de cuando los besos-. Un día también a ustedes les sonreirá la fortuna, no lo olviden, también a ustedes les llegará su hora de felicidad. No se impacienten, no se enfaden con la vida, esperen sin tener envidia de nadie. Si aprenden a vivir la vida amándola comprenderán lo que tienen que hacer para ser felices. Entonces, pierdan o no el rumbo, me verán -levantó una ceja con aire seductor-. Porque cada noche tienen aquí al Ángel del Deseo, en la preciosa ciudad de Viranbag."


Orhan Pamuk recibió el Premio Nobel en el año 2006.


Obras más importantes:

La casa del silencio (1983)
El libro negro (1990)
El astrólogo y el sultán (1991
La vida nueva (1994)
Me llamo Rojo (1998)
Nieve (2002)


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