jueves, 28 de junio de 2012

Las horas oscuras, de Juan Francisco Ferrándiz



 Las horas oscuras
Juan Francisco Ferrándiz Pascual
Grijalbo
637 páginas


Argumento:

El monje Brian de Liébana desea reconstruir el monasterio de San Columbano, arrasado treinta años atrás en un ataque vikingo. Pero sus motivos para viajar a Irlanda son algo más secretos y misteriosos. Pronto se le unirán más monjes, guardianes de un antiguo espíritu de conocimiento, y también una amenaza, la de fuerzas oscuras que ansían tal conocimiento para el Mal.

Comentario:

Aunque he visto esta novela en la clasificación de novela histórica para mí es una obra de misterio con ambientación medieval, e incluso unos leves toques de novela de terror y fantasía. Al estar ambientada en una época concreta, bastante antigua, y citarse algunos detalles de la sociedad de entonces no se puede negar que tiene una parte de histórica, aunque repito, para mí el mayor peso es el del misterio.

En este sentido, el argumento guarda un vago parecido con El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco, sobre todo por el hecho de que una buena parte de la acción transcurre en el interior de un monasterio, y tiene por protagonistas a monjes, y también por el detalle de que hay muertes en el cenobio y hay que averiguar quién ha sido el culpable. No obstante, no seríamos justos si no reconocieramos que este parecido es meramente anecdótico, ya que la novela de Ferrándiz incluye más elementos, como por ejemplo, el choque cultural y mutuo intercambio de saberes entre la sociedad pagana de Irlanda, con sus druidas, sus leyes ancestrales, su respeto por la naturaleza, etc con las nuevas corrientes del cristianismo que se asientan en la isla. También, un argumento novelesco propiamente dicho, donde no falta el romance, misterios sobre la filiación de las personas, búsqueda de hijos perdidos, intrigas palaciegas, etc. Todo ello está muy bien conjugado, de modo que las diferentes tramas y subtramas se engarzan de forma natural y sin chirriar en ningún momento. Se nota una gran planificación por parte del autor, para lograr que las diferentes historias de los personajes cuadren y se unifiquen al final, dando sentido a todo el conjunto y atando cabos de forma satisfactoria.

La prosa es efectiva, sencilla pero no pobre, con buena adecuación a la época. Hay descripciones bastante buenas. Tal vez podría ponerse la pega de que la novela es demasiado larga, y que si bien el inicio y el final me han parecido correctos, por el medio hay en algunas partes un estancamiento del ritmo, pero nada muy grave, ya que la extensión generalmente corta de los capítulos alivia un poco esta sensación de que se ha "detenido" la trama. otro defecto, aunque tampoco es muy llamativo es que se repiten algunos conceptos como lo que es el "espíritu de Casiodoro", o los "strigoi", o que en Irlanda hay monjes que se casan.

La documentación también está bien utilizada e introducida en la escritura. Los personajes resultan creíbles dentro de su época. Lo que sí me ha sorprendido y me parece que se sale un poco del tono general de la obra es la presencia de ese toque fantástico que mencionaba al principio, con unos villanos, los strigoi, que recuerdan a los vampiros, y tienen ciertos poderes (aunque el autor, muy astuto, lo explica en clave racional). Pero no es solo eso, hay algunos pasajes que parecen en exceso fantasiosos, sobre todo al final. Por cierto, aunque el libro es autoconclusivo hay detalles que incitan a pensar en una hipotética segunda parte, donde continuaría la lucha entre el Bien y el Mal por el poder del conocimiento.

En la novela aparecen citados personajes reales como Gerberto de Aurillac, luego el famoso papa del Milenio, Silvestre II, que ha pasado a la historia por su afición a la magia y por sus inventos.

En resumen, una novela digna y correcta dentro del género de misterio histórico, con buenas dosis de documentación sobre el cristianismo primitivo en Irlanda, la influencia de este monacato incluso en otras regiones de Europa, la persistencia de los cultos paganos druidicos, el temor del año mil, tratado con bastante rigor, lejos de los mitos y exageraciones, envuelto todo ello en una trama principal llena de enigmas que mantiene su interés hasta el final.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

viernes, 22 de junio de 2012

Que sea la última vez..., de Màxim Huerta

Editorial: Martinez Roca, 2012
Colección: MR Narrativa
320 páginas
16,50 €

Argumento:

La concesión del Premio TP a Toda una Vida hace reflexionar a la presentadora Margarita Gayo sobre su profesión y su futuro.

Comentario:

Esta es la reedición con nueva cubierta y título “recortado” (el original era “Que sea la última vez que me llamas reina de la tele”, 2009) de una obra cuya más que correcta redacción resulta poco habitual en una primera novela que cuenta además con ingenio, sentido del humor y una apreciable cultura literaria, cinematográfica y musical, todo ello incluido con tal sutileza en el texto que si no se sabe de lo que se habla (citas, referencias) pasará desapercibido.

Escrita a modo de diario poco convencional que incluye diálogos, la carta de la revista TP, pasajes del contenido de varios programas o recuerdos del pasado, pronto se percibe que está bien estructurada (detalles que se retoman a posteriori etc), que su autor sabía lo que quería contar y cómo conseguir que la historia progresara sin prisa ni pausa.

El Premio a Toda una Vida concedido por TP es el desencadenante de una crisis que afecta a Margarita en lo personal y lo profesional, punto de partida de un recorrido por la televisión que puede despertar cierto “morbo” entre quienes sepan que el autor es co-presentador en “El programa de Ana Rosa” y quieran buscar la identificación de algunos de los personajes de las novelas con personas reales.

Quizá por eso hacen “apariciones estelares con frase” conocidas presentadoras de éxito como la misma Ana Rosa Quintana o María Teresa Campos, además invitadas al programa de la Gayo como Lolita, Ana Belén etc, que se utilizan también para mostrar algunas interioridades, exageradas o no, del mundo televisivo: la preocupación por los índices de audiencia, la rivalidad entre presentadoras de diferentes cadenas o el culto a una juventud e imagen mantenidas merced a la cirugía plástica.

Al estar narrada por Margarita, la historia profundiza en ella y sus circunstancias (cómo  se comunica con quienes le rodean, la tendencia a la cleptomanía y los baños de masas cuando se siente mal, la diferencia entre lo que cree sentir por su marido y lo que siente en realidad, la superficialidad mezclada con reflexiones profundas y cultas), y aunque hay otros personajes no están tanto ni tan bien definidos.

Destacarían Ramiro, marido al que está acostumbrada; la liberal amiga Marina, de quien acaba imitando ciertas actitudes; la secretaria Antonia, que responde entrevistas por ella y se adelanta a sus deseos; el joven Willy, que representa el reencuentro con la pasión; y otros apenas perfilados, como su hija Eva, si bien todos cumplen una función, siempre a través de la mirada subjetiva de la Gayo.

Si la concesión del TP es el desencadenante que hace reflexionar a Margarita sobre su vida y su trabajo (61 años, rivales veinteañeras, matrimonio aburrido), quizá que el viaje iniciatico (a París) hacia una nueva vida se traduzca sobre todo en una aventura con un joven modelo de 23 años pueda parecer una reacción frívola, aunque también muestra que aún se puede ser una mujer atractiva y sexualmente activa, y vivir (disfrutar) plenamente.

Igualmente, se puede echar de menos un suceso más  impactante que el TP para justificar la decisión que toma al final, ese discurso pronunciado al recoger el premio, un 23 de febrero, en el que la Gayo quema sus naves diciendo lo que piensa del mundo mediático, lágrimas de sangre incluidas, y marca el verdadero inicio de una nueva vida en la que preparar sus memorias, si bien lo cierto es que se trata de una novela bien escrita y desarrollada, entre la comedia y el melodrama, además de entretenida.



Enlace relacionado: - Web de Màxim Huerta


 Màxim Huerta ha publicado también:


- El susurro de la caracola (MR, 2011)

- Una tienda en París (MR, 2012) Reseñada en este blog

- La noche soñada (espasa, 2014) Reseñada en este blog

- No me dejes (Ne me quitte pas) (Espasa, 2015)


***T***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

domingo, 17 de junio de 2012

Gato por Liebre, de Regina Román

Gato por Liebre
Regina Román
Edición Amazon (para Kindle)

Argumento:

Abolafio muere en un accidente y sube al cielo, donde Dios le encarga la misión de seguir a Gaby, una atractiva abogada, que se enamora de Miguel, un músico con ideas místicas. No será una misión muy agradable, ya que le obligará a revisar su pasado de hombre insensible al dolor femenino...

Comentario:

Tras leer 50 sombras de Grey, este libro vino como caído del cielo, por su temática, en esencia similar a la de esta famosa obra. No es que haya prácticas sexuales anómalas o BDSM, pero sí una relación destructiva entre una mujer que "por amor" está dispuesta a aguantar que la denigren y humillen, y un hombre que la trata fatal. La diferencia es que en esta historia el enfoque sobre tal relación es negativo y muy crítico: es una novela contra el maltrato. Muchos dirán que el BDSM es una práctica "consentida" por ambas partes, pero, ¿acaso el maltrato psicológico no es también "consentido" por la parte débil, que muchas veces no solo no denuncia la situación, sino que incluso vuelve con su maltratador?

Leyendo el argumento y el principio de la novela, uno podría pensar que se trata de una comedia por el tono del narrador, desenfadado y popular. También lleva a esta creencia errónea la bibliografía de Regina Roman, toda ella compuesta por novelas humorísticas. En realidad lo que tenemos es un drama realista sobre el maltrato psicológico, la falta de autoestima producida por los espejismos de amor, una crítica también del mencionado amor y de sus peligros; casi podríamos considerarla una novela "anti romántica". En tiempos en los que una buena parte de lectoras devora fantasías irreales sobre amores perfectos y galanes sin tacha, es toda una rara avis, y más rara aún, con mensaje, donde cada episodio está al servicio de lo que se quiere contar y que es la necesidad de que cada ser humano se ame a sí mismo en primer lugar. Está muy bien querer evadirse, pero tampoco está de más echar un ojo de vez en cuando a las realidades que nos rodean.

Es una novela que profundiza, hasta el punto de resultar por momentos dura, ya que habla de situaciones que parecen sacadas de la existencia de cualquier persona corriente y moliente. Pero no es triste ni deprimente, ya que transmite mensajes positivos, sobre la posibilidad de abandonar estas dinámicas de dependencia psicológica hacia los maltratadores, incidiendo en que todo ser humano, hombre o  mujer, está completo, y en una visión de las relaciones humanas basada en el crecimiento más que en la complementación y el llenado de vacíos. Gaby es una mujer ansiosa de amor, que precisamente por eso, por su necesidad de ser amada, cae fácil en las garras de un depredador; este, pese a lo que podría esperarse, no está descrito de forma despiadada, sino que también se desarrolla su digamos parte más positiva, lo cual hace, como dije anteriormente, que la obra resulte muy creíble.

La novela está muy bien escrita, y posee una prosa muy fluida y ágil, bien corregida. Entre sus aciertos, el narrador en primera persona pero omnisciente, que, a través de su misión como acompañante de la protagonista, va conociendo el lado femenino de la situación. Este narrador, que opina, insulta al pretendiente de ella (y a ella), se muestra impotente por no poder ayudarla, nos pone en antecedentes sobre el pasado amoroso de ella, y lanza duras opiniones sobre el amor y sobre las mujeres, al tiempo que nos recuerda cómo era él mismo cuando actuaba como macho alfa, algo bruto, de "pueblo", como él se define, indiferente al sufrimiento femenino, sirve a la autora para distanciarse y emitir sus mensajes y opiniones, y para mostrar su evolución y su catarsis, además de poner el toque humorístico y ejercer de alivio cómico. Me ha parecido una buena opción contar la historia desde fuera de Gaby, ya que de este modo se tiene una visión más realista y crítica de lo que le ocurre, no viciada por su enamoramiento y visión distorsionada de su novio Miguel.

Quizás le sobren algunas páginas (o episodios de denigración de ella, similares unos a otros, pero tal vez necesarios para mostrar in crescendo las vicisitudes del romance), y el final, a mi modo de ver, se alargue, y también se note mucho el tono de "autoayuda", pero lo cierto es que me parece que está bastante bien, y conjuga de forma acertada el fondo con la forma.

Este es el primer libro de Amazon que comento en el blog. Una buena opción para estrenarnos con la famosa plataforma de ebooks.


El libro de Regina Román  se puede comprar aquí.


Algunos fragmentos:

De súbito, una certeza iluminó mi mente inmortal, como un relámpago. Una especie de regla número 1 para que no te den gato por liebre en el difuso universo de las relaciones. Apuntadla antes de que se me olvide: cuando tu instinto te prevenga contra algo, por sutil que sea el ramalazo de desconfianza, hazle caso y corre lejos. Claro, que para actuar con tanto acierto y cálculo, sería necesario aparcar vuestras debilidades, vuestra autoestima machacada, la pobre opinión que a veces sustentáis sobre vosotras mismas y la angustiosa necesidad de sentiros queridas y valoradas, porque todo ello nubla vuestra capacidad de análisis.

—Tú eres lo más importante de tu vida y de tu mundo. Debes aprender eso como la primera y básica lección. Buscar tu felicidad y encontrarte a ti misma. Deja de volcarte en los demás. No es posible vivir hacia fuera, se vive hacia adentro. Cada cual debe resolver sus propios conflictos.

Observando el efecto que sus experiencias causaban en sus amigas, tuvo la certeza de que miles de mujeres habían pasado por su mismo cautiverio: presas de ellas mismas, de su inseguridad, de una autoestima rota que las conduciría irremisiblemente al abismo. Y había un modo de ayudarlas, a todas juntas y al mismo tiempo. Con su ejemplo mudo. Puso sus pensamientos y sus emociones por escrito. El resultado fue un diario que parió casi sin esfuerzo, que pugnaba tanto por ver la luz que salió solo, pero que a ratos también la hirió en lo más profundo de su alma.


Habla la autora:

¿Cuál fue tu intención al escribir esta obra? ¿Qué mensaje has querido transmitir con ella?

Los casos de maltrato psicológico que conocí haciendo mediación familiar me impactaron profundamente. Y el índice de suicidios entre personas sometidas a maltrato, es más que preocupante. Creo en la mujer, en su fortaleza, me rompía la idea de que la baja autoestima de un ser humano lo condujera a pozos negros de ese nivel. Me propuse documentarme a fondo sobre los “PERVERSOS” y aportar mi granito de arena para ayudar a identificarlos y lanzar un mensaje de esperanza: se sale. En cuanto recuerdas quién eras y te recompones, puedes escapar.


¿En qué se diferencia de otras del mismo estilo, género o temática?

No sé si será casualidad o un regalo, que la aclamada “50 sombras de Grey” haya coincidido en fecha de lanzamiento y en temática con “Gato por liebre”. Parten de la misma base y analizan, de modo diferente, una misma realidad: el sometimiento de ella por complacerlo, dárselo todo por amor, tratar de hacer feliz a quien por genética no es capaz de serlo y en el caso de él, la perversión. Diría que Miguel Angel, a diferencia de Grey, se lo pone más difícil a su víctima, ya que en “Gato por liebre” no hay amenaza de daño físico, algo que en condiciones normales dispararía las alarmas de la presa y facilitaría su huida. Digamos que Miguel Angel es mucho más sibilino y más peligroso que Grey, por su invisibilidad. Pero Grey es rico y Miguel Angel no, eso viste mucho y envuelve fácilmente a quien se deja embelesar por los signos externos de poder.


¿Cuál sería tu público lector? ¿A quién se lo recomendarías? ¿A quién no?

En este caso, la experiencia me dice que hay tantos maltratados como maltratadas. A diferencia de la violencia física, la psicológica, el daño moral, el herir el alama, no precisa de especial superioridad, de modo que lo recomendaría a todos los públicos a partir, digamos, de los 17 años. Para los que todavía no han vivido una relación, que conozcan los peligros que conlleva la debilidad, la baja autoestima y el enamoramiento ciego (tan comunes en la adolescencia); para los que la viven, que puedan juzgar su grado de sanidad y respeto; para los que maltratan sin ser conscientes de ello, puede que estén a tiempo de enmendarse.


¿Tienes algo que comentar, objetar, aclarar o matizar al respecto de esta reseña? Defiende tu obra de la malvada criticona.

Jajajajajajaja. Tengo por costumbre divertirme mucho más con el proceso de escritura, pero esta novela estaba destinada a la terapia, no a mi entretenimiento personal. Es cierto que el final se alarga, a mí también me lo pareció, hubiera sido genial pegarle a Miguel Ángel una patada en el culo y emborracharse para celebrarlo pero no hubiera sido creíble: era necesario para volver a ver a Gaby en su rutina de vida. No bastaba con analizar el problema y concederle la liberación, había que llegar más allá para dar instrumentos de defensa a quien pasa por el mismo calvario: Gaby llena su vida de cosas positivas, pinta su casa de color, aparca una profesión que le roba energía, comienza nuevas actividades que la hacen feliz… Todo eso la curará, evitará que vuelva a caer en brazos del perverso y la salvará de nuevos maltratadores en el futuro. Nada es automático, hay un proceso y había que contarlo. Porque si la víctima no está realmente curada volverá a caer.

Ah, y otra cosa: nuestro amado Abolafio no muere en accidente de tráfico: se despeña por un barranco cuando robaba chumbos. Mucho más glamoroso, dónde va a parar… jajajajaja
Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

martes, 12 de junio de 2012

Cincuenta Sombras de Grey, de E.L. James



 50 shades of Grey
E.L. James
Traducción: PILAR DE LA PEÑA MINGUELL, HELENA TRIAS BELLO
Grijalbo
554 páginas


Argumento:

La estudiante Anastasia Steele entra en contacto con el joven millonario Christian Grey, del cual se enamora inmediatamente, ya que es joven, guapo, rico y misterioso. Pero pronto surgirá un problema: él practica sadomasoquismo.

Comentario:

Aunque el marketing está vendiendo este libro basándose en el supuesto morbo que pueda tener el sadomasoquismo (BDSM, de ahora en adelante), lo cierto es que este asunto es un mero adorno en la historia, que no deja de ser un romance de manual, sin ninguna aportación nueva a lo que ya se conoce en el género.

La novela, pues, pertenece al género rosa puro y duro, con la inclusión de profusas escenas explícitas pero finas, adaptadas al gusto femenino, sin palabras malsonantes ni descripciones escabrosas. Quien espere ver torturas, gente colgando del techo sujeta por ganchos en los pezones o similares, quedará muy decepcionado. Es claramente un libro "para mujeres", como toda novela romántica que se precie. Y es así porque el acento se pone en el AMOR, pese a lo que pudiera parecer por la gran cantidad de escenas subidas de tono que nos encontramos, a partir casi de la mitad de la obra (encima el inicio es sosillo, muy poco erótico).

La protagonista, inocente, casta, pura y virginal, enamorada de Grey, acepta entrar en su juego de dominio/sumisión, precisamente por eso, porque está ENAMORADA. Él adopta un rol de dominio, ya que es un AMO, y pretende que ella firme un contrato por el cual pasaría a ser su SUMISA y a realizar las actividades concomitantes a su nuevo estatus. Incluso antes de firmar observamos que la protagonista es sumisa, pasiva de por sí, se deja controlar, que él se ponga celoso y le diga hasta lo que tiene que hacer en cada momento, incluso ella misma lo llama "controlador" y "acosador", un modelo de relación entre hombre y mujer que trae reminiscencias del maltrato y de otras épocas... El famoso contrato que ella debería firmar para entrar en el juego estipula un montón de cláusulas, consensos y limitaciones, tantas que hacen que el sadomasoquismo de la novela se quede en un juego de niños, puesto que ella, en el fondo, se niega a hacer casi todo lo que parece más "heavy", y solo se entrega a meros intercambios eróticos de lo más normalito, con bolas chinas, azotitos en el culo y poco más. 

Poco a poco los roles van cambiando, ya que sutilmente, ella va "dominando" al supuesto Amo mediante el amor (él está enamorado, así que lo tiene fácil), y modificando las normas a su gusto, hasta el punto que el Contrato, que es el quid de la cuestión de la novela (¿firmará, no firmará?) va perdiendo importancia y va siendo sustituido por un romance de lo más convencional.

Lejos de ser una novela sobre BDSM, se trata más bien de una novela CONTRA el BDSM, ya que la protagonista ve a Grey como un MONSTRUO, una persona ENFERMA, que actúa como lo hace debido a un trauma de infancia, una persona que necesita causar dolor para disfrutar. Como en toda novela romántica, ella, armada con su pureza y su amor tratará de hacerle regresar a la LUZ desde el mundo OSCURO donde se mueve, y convertirlo, en suma, en una persona normal, curar su herida y reformarlo. Así pues, las características personales de los personajes encajan a la perfección con sus roles simbólicos: ella virgen (pura, inocente), él el típico "libertino-con-trauma", misterioso, etc.

El argumento plagia o copia o como se quiera decir el de Crepúsculo, la famosa obra de S. Meyer, y no solo a nivel de historia sino también en la descripción de los personajes, que están calcados (dado que es un fanfic de la obra en origen). Ana es Bella, Christian Grey es Edward, y el vampirismo es sustituido por los peculiares gustos de él, pero toda la estructura de la novela, las cosas que pasan, los secundarios (con algunos cambios leves) son los de Crepúsculo de una manera descaradísima, sin rubor ninguno.

Dejando aparte el valor simbólico de los detalles, parece ser que, según este tipo de historias, las mujeres han de ser tontas, torpes, ignorantes y románticas, y los hombres arrogantes, controladores, celosos, misteriosos y expertos en los menesteres realizados en lechos. El protagonista no solo desflora a la joven, al más rancio estilo decimonónico, con gran efusión de sangre, "comme il faut", sino que además le enseña todo lo que hay que hacer (la "entrena", empezando por lo "básico"), desde cómo tocarse (aunque ella no puede hacerlo sola, claro, ha de ser siempre en presencia de él, para su placer, incluso fuera del "contrato") hasta cómo tomar la píldora, ir al ginecólogo. Ella no parece una universitaria, sino una persona con graves limitaciones intelectuales. Por desgracia, al estar narrada la obra en primera persona desde su perspectiva tenemos el dudoso gusto de conocer sus pensamientos, bastante frívolos en ocasiones. Aunque no sabría decir si son peores sus pensamientos o sus poco creíbles actos, ya que para ser virgen (en todos los sentidos, nunca ha tenido novio, luego no tiene experiencia tampoco en trato con hombres, exceptuando a sus amigos) la chica se maneja muy bien en la cama, llega al clímax varias veces seguidas con toda facilidad (y rapidez), y no desconfía para nada de un tipo que la lleva a su casa y le muestra una cámara de torturas. Por si fuera poco, la protagonista "excusa" a Christian, y achaca sus vicios a que "abusaron" de él, es decir, Christian nunca tiene la culpa de nada ni es responsable de sus actos (es una pobre "víctima"), cosa que también debe de pensar él puesto que tiene hasta un terapeuta, psiquiatra o algo así, al que le cuenta sus historias...

No ayudan precisamente a tragar esta obra el paupérrimo lenguaje, la redacción esquemática, plana, tipo telegrama, con diálogos "partido de tenis", lapidarios y repetitivos, y con frecuencia ridículos y risibles, y el abuso de expresiones y palabras que crean efectos cómicos. Los personajes se pasan toda la novela arqueando la ceja, mordiéndose el labio, poniendo los ojos en blanco, frunciendo ceños, labios y ojos (sic), ruborizándose (ella, cada dos líneas), poniéndose rojos como tomates (ella también), diciendo "uau", y "nena" (él), mascullando. Para mí gusto, solo lo mal escrita (y traducida) que está la obra ya la convierte en "ardua de leer". Para colmo, sobre la mitad poco más o menos, empieza a hacerse reiterativa y a no avanzar, a aburrir sobremanera... hasta el previsible (aunque efectivo) desenlace, que deja la historia abierta para la segunda y tercera partes, que, por supuesto, no leeré: no tengo madera de sumisa ni me gusta sufrir...

¿Dónde está lo novedoso de esta historia? En ningún lado. Cualquier lectora de romántica podría hacer una lista de novelas de género erótico con escenas similares o más escabrosas que las de este libro (y seguramente mejor escritas). El argumento y su mensaje, súper trillado, hasta tal punto que ya es insultante, esa mezcla entre Pretty Woman y Crepúsculo, con sus discutibles concepciones de las relaciones humanas. El marketing desaforado que incide en el sadomaso de forma engañosa, en busca del morbo por el morbo, para enmascarar una historia de amor convencional... Ya podrían haber invertido el dinero de la publicidad en mejorar la traducción de la obra y ofrecer un producto de más calidad en lugar de este texto mal escrito y peor desarrollado, tan anticuado en su concepción que parece ingeniado en el siglo XIX.

La obra es la primera de una trilogía. Cuesta creer que tan breve argumento pueda seguir desarrollándose a lo largo de mil páginas más, pero es así...



Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 6 de junio de 2012

La Tabla Esmeralda, de Carla Montero

La tabla Esmeralda
Carla Montero
Plaza y Janés
714 páginas

Argumento:

Ana investiga por órdenes de su novio alemán sobre el paradero de un cuadro perdido de Giorgione, pintor renacentista. Sus pesquisas la ponen sobre la pista de un nazi que también buscó el libro en los tiempos oscuros de la ocupación de París durante la II Guerra Mundial.

Comentario:

Ya solo con leer la sinopsis es fácil adivinar qué la novela es la  clásica obra de investigación de misterios escondidos en obras de arte, con nazis de por medio, tan de moda. Como suele suceder, hay dos historias que se entrecruzan y alternan, una en la actualidad, protagonizada por Ana, la investigadora de Arte, y otra ubicada en los años cuarenta, en París, con la judía Sarah y el nazi Georg en los papeles principales.

Tanto el título como la sinopsis prometen aventura e investigación en busca del improbable tesoro, quizás un objeto mágico de la antigüedad de gran poder, tanto para el bien como para el mal. Sin embargo, no se llega a desarrollar el tema de la Tabla famosa, que queda como un macguffin, al igual que el cuadro de Giorgione (cuya intervención, por cierto, al inicio de la novela, es prescindible, ya que no aporta nada a la historia, no informa de nada de lo que no se informe posteriormente), y parece un mero intento de dotar de pátina "erudita" a la novela.

Lo que tenemos en el fondo son dos historias de amor, una en el pasado y otra en el presente. Hasta tal punto me parece una novela romántica que si se eliminaran las referencias a la investigación del presente, el romance del pasado podría funcionar por sí solo. Y para mi gusto es lo que mejor funciona.

La relación a tres bandas de Sarah, Georg y Jacob tiene cierta coherencia argumental, acción e interés para los amantes de este tipo de relatos melodramáticos de amores imposibles en un marco incomparable. Sin embargo, la historia del presente es la que, a mi modo de ver, presenta más puntos negativos.

En primer lugar, hacía mucho que no veía una protagonista con la que se pudiera empatizar menos. Se la describe como doctora, y se dice que sacó una oposición, y que trabaja en el Museo del Prado, pero en su comportamiento muestra bastantes carencias intelectuales, empezando por su relación sentimental con Konrad, un alemán que desde que aparece lleva un cartel colgado del cuello que señala el rol que tendrá en la historia. Este tal Konrad la humilla diciéndole que tiene un aspecto descuidado, la trata como un objeto de su propiedad, la manipula, le dice todo lo que tiene que hacer, cómo vestir, cómo peinarse, etc... y ella encantada de la vida. Según se dice, llevan cuatro años juntos, y a ella no le parece raro ni mal cómo la trata el individuo, que, a lo largo de la novela, incluso cambia de comportamiento y empieza a ser violento. Ni que decir tiene que la protagonista no solo no deja a este energúmeno  en el momento en que estampa su cráneo contra la pared, sino que sigue como si tal cosa sin analizar lo que le ha pasado y sin dedicar ni un solo pensamiento a tales situaciones violentas y vejatorias. Es más, solo decide dejar al alemán cuando se enamora del "otro", como si tuviera que "rescatarla" de esa situación de "desamor" un hombre, no su propia determinación. Una cosa es que se plantee el maltrato en una novela, cosa que veo muy bien, porque es algo real, pero que se haga con esta frivolidad me enerva un poco. Al principio del libro Ana llega a afirmar que le encanta que Konrad decida y piense por ella... Ya solo leyendo eso... Es cierto que su amigo Teo le echa en cara que no es un pensamiento muy positivo precisamente, pero ella, que narra en primera persona, parece no opinar lo mismo...

El arranque de la historia es cuanto menos extraño, ya que Konrad le encarga a ella que encuentre El Astrólogo, el cuadro perdido de Giorgione. "Casualmente", Ana es experta en Giorgione, pero en ningún momento son necesarios sus conocimientos, así que no puede "lucirse" mucho... De hecho, lo que hace ella lo hubiera podido hacer cualquiera.

Como suele suceder en este tipo de historias, la protagonista no tiene ningún problema en irse a París y a San Petersburgo, entre otros lugares, y dedicar TRES MESES de su valioso tiempo a investigar (¿no trabaja? ¿tantas vacaciones tiene?). Y encima se lleva a su vecino, Teo. Una se pregunta para qué era necesario llevar al vecino a París, aparte de para que hable con la protagonista y la llame "cari" y ella piense en que es un desperdicio para las mujeres que un hombre tan genial, guapo, fornido, elegante, buena persona, ingenioso no sea heterosexual. Ni qué decir que el personaje homosexual está cargado de tópicos.

Casi todo en la novela es previsible, incluyendo los vínculos entre pasado y presente, como es habitual en los bestseller de este estilo. Contiene casi todos los clichés de las novelas de "misterios históricos": historias en dos épocas distintas, vínculos familiares (bastante obvios), nazis, un objeto artístico con una clave que lleva a un objeto de poder (aunque en enlibro esto último no se desarrolla), una asociación secreta que quiere dominar el mundo (que se cita de pasada)... Además, hay parecidos con otras novelas de éxito. Durante la lectura de una buena parte de la obra a veces me daba la impresión de estar leyendo "La llave de Sarah": ambas son novelas con investigación sobre un hecho de la II Guerra Mundial, la historia del pasado está protagonizada por una joven judía llamada Sarah, se cita el Velódromo de Invierno, la protagonista del presente tiene problemas con su pareja y se involucra de forma inverosímil en sus pesquisas, se localizan en el presente a los supervivientes del pasado, etc, etc.

En la novela hay cosas que a mí me parecen poco creíbles como el hecho de que la protagonista confíe en los mensajes que le manda un desconocido por sms y acuda a un peligrosísimo lugar, donde están a punto de matarla (episodio que luego tampoco es que aporte mucho), y ella ¡no va a la policía a denunciarlo!

También me resultaron raras algunas reacciones de la protagonista que solo con mirar la foto del nazi ya se "enamora" de él, y luego se pone a llorar cuando descubre cuál fue su destino.

En cuanto a la documentación, parece buena, aunque para mi gusto excesiva en algunas partes. Me refiero al despligue de información, que en el fondo no nos importa mucho, sobre los uniformes nazis, o las organizaciones de archivos, y digo que es excesiva porque no parece muy relevante para descubrir los "misterios". De todas formas, la documentación es el punto de fuerte de la novela, el derroche de información sobre las actividades de los nazis en cuanto al robo de objetos artísticos de los países ocupados o de los judíos, pero incluso este tema ya ha sido tratado en otras obras de aventuras ("El salón ámbar, de Matilde Asensi, sin ir más lejos, ya en el año 1999).

El desarrollo de la trama actual es algo lenta y sin revelaciones. Y los personajes... como siempre, los buenos muy buenos, y los malos muy malos, sin matices.

Algo que me fastidia un poco en las novelas es que los personajes digan palabras o expresiones en la lengua original en la que se supone que hablan. Me explico, cuando hablan en la novela  personajes franceses entre sí, es absurdo que se llamen "monsieur", "madame", "mademoiselle" y similares, y lo mismo entre alemanes (herr, fräulein, doktor). Si "traduces" al castellano todo el resto del discurso, ¿por qué eso no?

En la novela (al menos en mi edición) hay también erratas, alguna expresión incorrecta ("dignarse a") y alguna frase que no se entiende. Entre las erratas, Chateaux, en lugar de château, Pigale, en lugar de Pigalle, Galerie Parisien en lugar de Galerie Parisienne...

Pero para mí lo peor de la obra es constatar el bajón de calidad literaria de la autora, que en su primera novela mostraba un gran talento para la redacción, con una prosa bastante buena y literaria, pese a los errores de principiante, normales en cuanto a estructura, falta de medida, etc. Esto me ha dejado descolocada, porque de tener estilo propio ha pasado a escribir un libro como cualquier otro de este género, en nada destacable, plano, correcto sin más; eso sí, "profesional", "comercial", con todos los ingredientes del bestseller, que no aburre y logra mantener cierto nivel de interés aunque el clímax sea mediocre a mi modo de ver, y encima le dé un final un tanto "peculiar" a algunos de los personajes.

En resumen, el clásico libro que puede gustar a los fans de códigos davincis y similares, con historia de amor trágica (lo mejor de la obra, sin duda), muchos nazis metidos en el ajo, correcta pero impersonalmente escrita, con un tono en la parte actual que parece demasiado "ligero" para hablar de ciertos temas (maltrato), fácil de leer pese a su extensión desmesurada, y con una protagonista que a mí me ha dejado estupefacta, pero que igual resulta encantadora y atractiva a algunas personas pese a su sumisión y falta absoluta de personalidad y dignidad...

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.