50 shades of Grey
E.L. James
Traducción: PILAR DE LA PEÑA MINGUELL, HELENA TRIAS BELLO
Grijalbo
554 páginas
Argumento:
La
estudiante Anastasia Steele entra en contacto con el joven millonario
Christian Grey, del cual se enamora inmediatamente, ya que es joven,
guapo, rico y misterioso. Pero pronto surgirá un problema: él practica
sadomasoquismo.
Comentario:
Aunque
el marketing está vendiendo este libro basándose en el supuesto morbo
que pueda tener el sadomasoquismo (BDSM, de ahora en adelante), lo
cierto es que este asunto es un mero adorno en la historia, que no deja
de ser un romance de manual, sin ninguna aportación nueva a lo que ya se
conoce en el género.
La novela, pues, pertenece al género rosa puro y duro, con la inclusión de profusas escenas explícitas
pero finas, adaptadas al gusto femenino, sin palabras malsonantes ni
descripciones escabrosas. Quien espere ver torturas, gente colgando del
techo sujeta por ganchos en los pezones o similares, quedará muy
decepcionado. Es claramente un libro "para mujeres", como toda novela
romántica que se precie. Y es así porque el acento se pone en el AMOR,
pese a lo que pudiera parecer por la gran cantidad de escenas subidas de
tono que nos encontramos, a partir casi de la mitad de la obra (encima
el inicio es sosillo, muy poco erótico).
La
protagonista, inocente, casta, pura y virginal, enamorada de Grey,
acepta entrar en su juego de dominio/sumisión, precisamente por eso,
porque está ENAMORADA. Él adopta un rol de dominio, ya que es un AMO, y
pretende que ella firme un contrato por el cual pasaría a ser su SUMISA y
a realizar las actividades concomitantes a su nuevo estatus. Incluso
antes de firmar observamos que la protagonista es sumisa, pasiva de por
sí, se deja controlar, que él se ponga celoso y le diga hasta lo que
tiene que hacer en cada momento, incluso ella misma lo llama
"controlador" y "acosador", un modelo de relación entre hombre y mujer
que trae reminiscencias del maltrato y de otras épocas... El famoso
contrato que ella debería firmar para entrar en el juego estipula un
montón de cláusulas, consensos y limitaciones, tantas que hacen que el
sadomasoquismo de la novela se quede en un juego de niños, puesto que
ella, en el fondo, se niega a hacer casi todo lo que parece más "heavy",
y solo se entrega a meros intercambios eróticos de lo más normalito,
con bolas chinas, azotitos en el culo y poco más.
Poco
a poco los roles van cambiando, ya que sutilmente, ella va "dominando"
al supuesto Amo mediante el amor (él está enamorado, así que lo tiene
fácil), y modificando las normas a su gusto, hasta el punto que el
Contrato, que es el quid de la cuestión de la novela (¿firmará, no
firmará?) va perdiendo importancia y va siendo sustituido por un romance
de lo más convencional.
Lejos
de ser una novela sobre BDSM, se trata más bien de una novela CONTRA el
BDSM, ya que la protagonista ve a Grey como un MONSTRUO, una persona
ENFERMA, que actúa como lo hace debido a un trauma de infancia, una
persona que necesita causar dolor para disfrutar. Como en toda novela
romántica, ella, armada con su pureza y su amor tratará de hacerle
regresar a la LUZ desde el mundo OSCURO donde se mueve, y convertirlo,
en suma, en una persona normal, curar su herida y reformarlo. Así pues,
las características personales de los personajes encajan a la perfección
con sus roles simbólicos: ella virgen (pura, inocente), él el típico
"libertino-con-trauma", misterioso, etc.
El argumento plagia o copia o como se quiera decir el de Crepúsculo,
la famosa obra de S. Meyer, y no solo a nivel de historia sino también
en la descripción de los personajes, que están calcados (dado que es un fanfic de la obra en origen). Ana es Bella, Christian Grey es Edward, y el vampirismo es sustituido por los peculiares gustos de él, pero toda la estructura de la novela, las cosas que pasan, los secundarios (con algunos cambios leves) son los de Crepúsculo de una manera descaradísima, sin rubor ninguno.
Dejando
aparte el valor simbólico de los detalles, parece ser que, según este
tipo de historias, las mujeres han de ser tontas, torpes, ignorantes y
románticas, y los hombres arrogantes, controladores, celosos,
misteriosos y expertos en los menesteres realizados en lechos. El
protagonista no solo desflora a la joven, al más rancio estilo
decimonónico, con gran efusión de sangre, "comme il faut", sino que
además le enseña todo lo que hay que hacer (la "entrena", empezando por
lo "básico"), desde cómo tocarse (aunque ella no puede hacerlo sola,
claro, ha de ser siempre en presencia de él, para su placer, incluso
fuera del "contrato") hasta cómo tomar la píldora, ir al ginecólogo.
Ella no parece una universitaria, sino una persona con graves
limitaciones intelectuales. Por desgracia, al estar narrada la obra en
primera persona desde su perspectiva tenemos el dudoso gusto de conocer
sus pensamientos, bastante frívolos en ocasiones. Aunque no sabría decir
si son peores sus pensamientos o sus poco creíbles actos, ya que para
ser virgen (en todos los sentidos, nunca ha tenido novio, luego no tiene
experiencia tampoco en trato con hombres, exceptuando a sus amigos) la
chica se maneja muy bien en la cama, llega al clímax varias veces
seguidas con toda facilidad (y rapidez), y no desconfía para nada de un
tipo que la lleva a su casa y le muestra una cámara de torturas. Por si
fuera poco, la protagonista "excusa" a Christian, y achaca sus vicios a
que "abusaron" de él, es decir, Christian nunca tiene la culpa de nada
ni es responsable de sus actos (es una pobre "víctima"), cosa que
también debe de pensar él puesto que tiene hasta un terapeuta,
psiquiatra o algo así, al que le cuenta sus historias...
No
ayudan precisamente a tragar esta obra el paupérrimo lenguaje, la
redacción esquemática, plana, tipo telegrama, con diálogos "partido de
tenis", lapidarios y repetitivos, y con frecuencia ridículos y risibles,
y el abuso de expresiones y palabras que crean efectos cómicos. Los
personajes se pasan toda la novela arqueando la ceja, mordiéndose el
labio, poniendo los ojos en blanco, frunciendo ceños, labios y ojos
(sic), ruborizándose (ella, cada dos líneas), poniéndose rojos como
tomates (ella también), diciendo "uau", y "nena" (él), mascullando. Para
mí gusto, solo lo mal escrita (y traducida) que está la obra ya la
convierte en "ardua de leer". Para colmo, sobre la mitad poco más o
menos, empieza a hacerse reiterativa y a no avanzar, a aburrir
sobremanera... hasta el previsible (aunque efectivo) desenlace, que deja
la historia abierta para la segunda y tercera partes, que, por
supuesto, no leeré: no tengo madera de sumisa ni me gusta sufrir...
¿Dónde
está lo novedoso de esta historia? En ningún lado. Cualquier lectora de
romántica podría hacer una lista de novelas de género erótico con
escenas similares o más escabrosas que las de este libro (y seguramente
mejor escritas). El argumento y su mensaje, súper trillado, hasta tal
punto que ya es insultante, esa mezcla entre Pretty Woman y Crepúsculo, con sus discutibles concepciones de las relaciones humanas. El marketing desaforado que incide en el sadomaso
de forma engañosa, en busca del morbo por el morbo, para enmascarar una
historia de amor convencional... Ya podrían haber invertido el dinero
de la publicidad en mejorar la traducción de la obra y ofrecer un
producto de más calidad en lugar de este texto mal escrito y peor
desarrollado, tan anticuado en su concepción que parece ingeniado en el
siglo XIX.
La
obra es la primera de una trilogía. Cuesta creer que tan breve
argumento pueda seguir desarrollándose a lo largo de mil páginas más,
pero es así...
Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.
Muy de acuerdo con tu reseña. Cuando la leí, me recordó a aquellas novelas de hace años: Jazmín, Bianca... pero con escenas eróticas.... Insulsa a más no poder. Y me espanta que a tantas mujeres les haya gustado... Personalmente no me va que me pegue nadie, por más guapo o rico que sea.
ResponderEliminarAl final esta obra tiene su utilidad, no te creas. Yo la uso como vara de medir para ver si los blogs que recomiendan lecturas coinciden con mis gustos. Si les gustó ya directamente no hago caso de sus recomendaciones. Si, como a ti y a mi, le pareció que estaba mal escrita y era aburrida me quedo curioseando. Estoy totalmente de acuerdo con tu reseña de lo que recuerdo leído. Allá por el contrato estaba hasta el moño de la diosa interior y dejé de leer la novela.
ResponderEliminarTienes un blog estupendo. Me quedo por aquí curioseando.
Saludos.