T.O.: Agatha Raisin and the
Vicious Vet, 1993
Editorial: Círculo de lectores
Traducción: Vicente Campos
220 páginas
17,50 €
Argumento:
Tras el «accidente» sufrido por el nuevo veterinario, Agatha
Raisin decide investigar si en realidad se trata de un asesinato, tal como
sospecha.
Comentario:
Si bien esta segunda entrega de las aventuras de Agatha
Raisin tiene bastantes similitudes con su predecesora (un crimen que parece un
accidente hasta que la protagonista decide investigarlo, visita de Agatha a
Londres con el fin de contrastar la vida en la ciudad y en el campo, conversaciones
con multitud de sospechosos y enfrentamiento final, a solas, con el criminal), en
esta ocasión la autora parece haber controlado ciertos «excesos» que lastraban
la lectura de Agatha Raisin y la quiche letal, en especial las eternas
descripciones que no aportan nada a la narración.
La misma señora Raisin resulta menos desagradable que en la
obra anterior, quizá porque la autora la ha «humanizado» dotándola de dudas,
sentimientos románticos que la hacen sufrir y vulnerabilidad, lo cual le
confiere además una mayor profundidad, al igual que al coronel James Lacey,
vecino e interés amoroso, que se erige en un coprotagonista con entidad propia:
aterrado ante la idea de comprometerse, confuso acerca de las intenciones de
Agatha, que se suma a la investigación para no tener que escribir el libro que
se ha propuesto y resulta, en suma, el perfecto compañero de aventuras,
detectivescas y sentimentales, para la señora Raisin.
La intervención siempre serena y lógica, aunque breve, del
detective Bill Wong, que en esta ocasión presenta a su familia y la casa en que
viven, y los excéntricos secundarios (casi todos sospechosos del crimen), cada
cual con una o dos características que les definen y diferencian, completan una
galería de personajes entre los que destacan el veterinario asesinado Paul
Bladen (un seductor y estafador de mujeres por quienes finge sentir un interés
amoroso) y Jack Pomfret, un ex colega profesional de la señora Raisin, con
quien tiene un breve y desafortunado encuentro en Londres, que ayuda a que la
protagonista empatice con las candidatas a asesinas. Sin olvidar a los gatos:
Hodge y la nueva adquisición, Boswell, que tienen un importante cometido en la historia.
Aunque hay multitud de personajes con motivos para cometer el
asesinato, es posible que alguien que haya leído muchas novelas del género no
tenga mucha dificultad para deducir la identidad de la persona que ha asesinado
al veterinario, algo que no tiene porqué disminuir el placer de leer una novela
de misterio de estilo clásico, ligera y entretenida.
Cita de la novela:
«Sí que estamos removiendo porquería, Agatha —dijo con un suspiro, y se
volvió para mirar el pulcro bungaló—. ¿Sabes? A veces, cuando volvía a casa de permiso,
miraba las casitas como ésta desde el tren e imaginaba vidas acogedoras y
tranquilas. Pero qué espantosos dramas emocionales se esconden tras las
fachadas de estas casas con nombres tranquilizadores como Mon Repos o
Shangri-La, qué caldos de cultivo para el asesinato.»
***T***
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A mi la primera parte se me hizo un poco larga, así que decidí no continuar con la saga. Después de leer tu reseña, quizás me lo replantee
ResponderEliminarBesos
Hola, Marina:
EliminarA mi también se me hizo larga la primera, incluso algo pesada y dispersa, y no esperaba gran cosa de esta, una lectura de verano, ligera, entretenida, sin complicaciones, y creo que es lo que he conseguido.
En mi opinión se lee mucho mejor que la primera entrega, quizá porque hay menos digresiones y la protagonista cae mejor.
Espero que, si te decides a leerla, no te decepcione.
Saludos.
No es un libro que me llame demasiado
ResponderEliminarno creo que lo lea
un besito