Título original: Wish
2023
Duración: 95 min.
Directores: Chris Buck y Fawn Veerasunthorn
Banda sonora: Dave Metzger y Julia Michaels
Disney
Animación.
Argumento:
En un reino mediterráneo que recuerda un poco (muy poco) a España, llamado Rosas, el rey Magnífico ha creado una especie de utopía donde todos son felices. Cuando tienen 18 años, sus habitantes le entregan sus deseos, que él guarda en un torreón, y luego los olvidan. Una vez al año, el rey concede un deseo. Todos están contentos hasta que una chica llamada Asha se cuestiona el sistema.
Comentario:
Se supone que esta es la película elegida por Disney para celebrar su centenario. Y lo cierto es que no pudo ser peor elección. Si bien la premisa se prestaba a un desarrollo mucho más profundo e interesante, los guionistas tiran por caminos que podríamos denominar "equívocos", generando un producto ambiguo que no sabes cómo tomarte.
Partamos de la base de que Magnífico, el rey de Rosas, ha levantado con su solo esfuerzo y dedicación todo un reino, reinventándose de una infancia de trauma y dolor. Lejos de tratarse de una distopía o, al menos, no nos lo pintan así, todos parecen estar muy contentos con el statu quo, dirigido por alguien que parece un héroe y encima es tan guapo que todos lo desean. ¿Cuál es el problema entonces?
Pues que Asha una niña algo caprichosa, se empecina en que se le deben cumplir sus deseos a su abuelo y a su madre, por que sí, porque ellos lo valen. No se justifica ni un poquito la razón por la que ellos lo merecen más que otros. Bueno, esto al final deviene en que no es que lo merezcan más que los otros, es que todos han de ver cumplidos sus deseos, olvidándose la protagonista y Disney también, de que podría haber deseos incorrectos o dañinos para el reino y para otras personas.
De este modo, la protagonista, en lugar de ser un modelo de virtudes, tal como solían ser antes los héroes y heroínas, se nos describe como caprichosa, infantil e inmadura. Ella es joven y tiene la razón, así tal cual. Le da lo mismo que sus acciones generen un estado de caos y que, de carambola, el rey termine siendo un villano. Porque sí, porque es ella quien lo empuja, o al menos, repito, así lo muestran.
Aunque, la verdad, la forma como el bueno se vuelve malo es bastante simplista y está fatal explicada. Lo que sí queda bien claro es el egocentrismo y el poco sentido común de la protagonista.
Siendo un musical está lleno de canciones, algunas innecesarias, la mayor parte de ellas olvidables, que no malas. A esta cinta, como tantas otras de los tiempos modernos le pasa que no resulta memorable, ni te llega ni te emociona ni nada. A duras penas entretiene. No voy a decir que me aburriera, y desde luego, me parece mucho mejor que la anterior, la de Strange Worlds, que eso sí que era malo con avaricia.
En cuanto al dibujo o animación... Bien, el diseño de personajes es bastante soso. Todos recuerdan a otros personajes de Disney, incluso se parecen entre sí. A la cabra dan ganas de hacerla al horno. La estrella no transmite nada. Los amigos de la protagonista son irritantes y estúpidos a partes iguales. La protagonista cae tan mal que deseas que el supuesto villano la aplaste de una vez.
Tampoco los decorados o mundo imaginario resultan dignos de mención. Se ve que dibujaron lo justo. No hay creatividad ni ideas interesantes o novedosas. Además, el reino de Rosas peca de lo mismo que todos los demás reinos imaginarios de Disney de los últimos tiempos, es étnicamente incoherente. Está muy bien la inclusión racial, pero siendo lógica. En un supuesto reino medieval europeo no había tantas personas de colores diferentes del blanco. Aunque esto, viendo todo lo demás, es casi una anécdota sin importancia.
El humor brilla por su ausencia. Lo intentan, pero es un quiero y no puedo, en especial los chistes de la cabra (aunque ignoro si en idioma original tiene gracia y esta se pierde en la traducción, me da que no). Es cierto que hay algunas referencias a otras cintas de Disney, pero eso no salva la producción.
En resumen, un película mediocre que no altera ni lo más mínimo las emociones, y que meramente se deja ver, si uno no es muy exigente, aunque me temo que los niños disfrutarán poco de esta cinta y su mensaje confuso sobre lo que está bien o mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta, no seas tímido.
Y no olvides que si publicas un comentario estás aceptando nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres. Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad. Pongo esta coletilla por si acaso fuera necesario, aunque creo que no, al ser un sistema de comentarios de Blogger y no se exige poner email o nombre real. Más vale que sobre que no que falte. No publiques urls ni emails.
Responsable de los datos: M.C. Mendoza (contacto en política de privacidad)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)