Argumento:
Terribles incursiones de seres negros y crueles, los orcos, perturban la paz del reino de Abisinia. Acuciado por las noticias de matanzas, crímenes y violaciones en masa, el Rey se decide a intervenir y reune un ejército de nobles de la región. Entre tanto, su propia familia es refugio de pasiones e intrigas. Su hijo menor, Elvor, un chico siniestro con afición a la magia, se somete a extraños rituales, al tiempo que escucha voces que lo aleccionan; su hermana, Ikra, que siente una gran atracción sexual por él (al parecer mutua) se siente desconcertada por su comportamiento huraño y tenebroso; y Galendor, el hermano mayor, llamado a ser el futuro rey, desea ponerse a prueba en la batalla junto a su padre. Temerosa de las intenciones de Elvor, Ikra encomienda al noble Sir Yavin que proteja a Galendor... El ejército parte hacia el bosque de Twentie donde tendrá lugar el enfrentamiento con las criaturas diabólicas...
Comentario:
Confieso que empecé a leer este libro con todas la prevenciones posibles, a pesar de la curiosidad que me despertaba el hecho de que un autor español se atreviera con un género dominado por autores anglosajones. No me gusta mucho la fantasía heroica (dejando aparte "El señor de los Anillos"); para colmo, ya había leído en la web del autor el prólogo y uno de los capítulos, de una farragosidad increíble, que me hicieron temer lo peor. Sin embargo, al final no me ha disgustado demasiado.
Es quizás ese terrible prólogo lo peor de la novela, capaz de echar para atrás al más valiente. El autor, que ha creado una historia completa y detallada para su mundo imaginario, nos la cuenta toda de golpe, de forma apelotonada, con gran acumulación de nombres, hechos y situaciones, imposible de asimilar, de tal forma que la única manera de leer esa parte es "en diagonal" o mejor, no leerla, pues no aporta, que yo haya visto, nada a la historia (de hecho, yo no la he leido esta vez; la salté directamente). Otro detalle que me desagrada, sobre todo en ese prólogo, es la heterogenidad de los nombres, que a veces parecen tomados de otras obras del género (y las situaciones también, es como una mezcolanza de Dragonlance, Tolkien y otros), y otras veces deformaciones humorísticas un tanto fuera de lugar. De todas formas, esto no tiene mucha importancia, porque, como digo, no hace falta leerse esa parte para entender el libro.
Pasado ese primer escollo, Grumm nos presenta la localización y a sus personajes, quizás con un exceso de verborrea que hace muy pesado ese inicio. El autor describe mucho y con minuciosidad, llegando incluso a contar el número de pulseras que lleva cierto personaje y mil detalles no muy necesarios para la comprensión. En las descripciones de lugares, tres cuartos de lo mismo.
Creo que es precisamente en este detalle donde se nota que el autor es primerizo: en lugar de hacer elipsis y cortar, cuenta y cuenta sin mesura, intercala historias, y lo peor, explicaciones innecesarias acerca de los personajes y de sus motivos, que el lector debería ir viendo a través de sus actos. Por otra parte, las escenas se alargan en exceso, y llegan a ser repetitivos algunos diálogos. Los capítulos, huelga decirlo, son eternos, lo cual hace que sea difícil abarcarlos en una sesión de lectura. También se cargan mucho las tintas sobre ciertos aspectos y ciertas escenas, en especial sobre el carácter "siniestro" de Elvor, y su relación con la hermana, de una tensión sexual elevada, pero que no explota, inexplicablemente, pese a que ambos personajes son descritos como carentes de escrúpulos de esa índole. La adjetivación, a veces excesiva, contribuye al efecto de exageración: "Muchos de los allí presentes ahogaron lastimeros sollozos. Las imágenes que se presentaban ante sus ojos eran desgarradoras. Los salvajes acorralaban a las tropas del rey y caían sobre ellas violentamente. Los soldados eran masacrados vilmente por unas criaturas de aspecto monstruoso."
Sin embargo, la historia es interesante y está contada con pasión (aunque se notan las influencias de otros libros, e incluso de películas, como la saga de Star Wars, con la que tiene marcadas similitudes en lo que toca a la conversión de Elvor al "lado oscuro"). Se nota que el autor cree en su obra, y en su mundo y lo describe con emoción y sentimiento. Suple los pequeños fallos técnicos con ese aliento propio de los autores que se abren camino. Quieres saber qué pasa con los personajes, se te hacen bastante visibles dentro de su estereotipo, sobre todo Ikra y Elvor (Galendor está menos construido, pese a tomar más protagonismo al final; de sir Yavin, que se intuye tendrá un gran protagonismo en el resto de la saga, se sabe mucho de su vida, pero poco de su psicología). Además, consigue que el lector se involucre en la trama, yo creo que porque se detiene bastante en narrar la parte de las relaciones humanas, algo que suele descuidarse en este tipo de novelas, más centradas en la fantasía propiamente dicha. También mete sueños y visiones quizás con una intención de "flashforward", para anticipar de forma velada hechos que sucederán más adelante (Ikra sueña con una mujer que abandona dos bultos, dos bebés se intuye, etc, etc... ; sea como sea, eso abre expectativas para la segunda parte)
En cuanto al ritmo, es un poco lento, debido a la acumulación de descripciones ya mencionada. Yo diría que sobre la mitad de la novela hay otro escollo importante en ese aspecto, que es la batalla, un episodio clave en la trama y el cual produce un giro argumental que aunque previsible, no deja de ser astuto. Y digo que es escollo porque para contarla se tira páginas y páginas. Eso hace que la posible fuerza de ese punto argumental se diluya un poco hasta que llega la "revelación", donde de nuevo remonta el interés.
Si el libro tuviera la mitad de páginas sería una más que digna novela de aventuras heroicas. Incluso tal y como está, si se leen un poco por encima las parrafadas que no aportan nada, está bastante presentable y yo diría que es mejor que la pesadísima saga de "Añoranzas y Pesares", que tuve que dejar en el tomo cuatro o cinco, y mucho mejor que la Dragonlance, aunque la obra de Weis y Hickman es mucho más ligerita y más ágil en cuanto a forma de escritura (también, por qué no decirlo, más "pobre" en su calidad). De todas formas veo muchas palabras y páginas para un argumento escueto (y algo tópico) que seguramente se desarrollará en siguientes tomos, pues deja el final muy abierto.
Un punto aparte es la edición, que es muy cuidada en su parte visual y muy poco en cuanto a corrección de textos. Se descubren cantidad de faltas de ortografía como "rallo" (rayo), "vanal" (banal), "vasto" (basto), "bello" (vello), "pié" (pie, ésta varias veces) y el uso de algunas palabras que parecen un poco fuera de contexto en un mundo así: masificación, paranormal, etc... E incluso frases mal construidas sintácticamente ("De las paredes, forradas con murales de madera de roble, colgaban extraños aparatos que Galen era incapaz de comprender su uso o su procedencia, aún así un experto marino reconocería de inmediato instrumentos tan sofisticados como los astrolabios, sextantes..."). Vamos, que no se han matado nada los de la editorial revisando.
Me ha hecho gracia el sistema de acceso a la Orden de caballeros de Luján, que explica sir Yavin, y que consiste en la superación de pruebas que parecen una oposición (incluso tienen un examen con preguntas, aunque no explica si es tipo test) Suena bastante "moderno", aunque no carece de gracia.
En resumen, gustará a los fans de la fantasía heroica, pues no desmerece, e incluso está por encima, de otras del mismo género de autores anglosajones.
Quizás lo que da más miedo es pensar que solo es el primer tomo de una serie de ¡DOS TETRALOGÍAS! Y supongo que de 600 pp. para arriba cada tomo... De todas formas ¡ánimo para los autores españoles!
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