James BeauSeigneur
Editorial Martínez Roca
A su imagen
In his image
Traductora: Alicia Frieyro Gutiérrez
510 páginas
El nacimiento de una era
Birth of an Age
Traductora: Alicia Frieyro Gutiérrez
322 páginas
NOTA IMPORTANTE: la autora de la crítica respeta todas las creencias, aunque sea atea. Ha comentado los libros como si fueran de ficción, que quede claro.
Argumento:
Decker Hawthorne, un periodista de provincias, recibe el encargo de cubrir las investigaciones sobre la autenticidad de la Sábana Santa de Turín que realiza un grupo de científicos, entre los cuales está el ateo Harry Goodman. Cuando el científico descubre que en el lienzo han quedado algunas células vivas, se abren nuevas posibilidades, incluida la clonación de Jesús... Y, cómo no, a ello se ponen... Pero el panorama internacional está que echa chispas, y aún se pondrá peor...
Comentario:
Solo he leido dos de los libros de la trilogía del Cristo Clonado (el tercero sale en octubre), pero he decidido comentarlos los dos conjuntamente, dada la unidad sustancial y de argumento. Es más, yo diría que estas novelas no deberían haberse dividido, ya que no hay nada en absoluto que justifique su existencia como obras independientes. La acción que se narra en ambos tiene una continuidad total, sin saltos ni cambios de estilo o tema.
Literariamente, no vale mucho. El estilo es peor que si fuera de bestseller: prosa aséptica, meramente informativa; aire de reportaje periodístico más que de novela; personajes más planos que un folio a los que ni los peores cataclismos conmueven; técnicas de introducción de la acción tan burdas como describir las actividades y casi la vida al completo de testigos de las catástrofes, totalmente irrelevantes para la trama; falta absoluta de emoción en las descripciones, tanto que te quedas fría incluso ante hechos gravísimos que no transmiten el menor sentimiento, ni siquiera de fascinación o admiración; una trama que copia casi literalmente los hechos del Apocalipsis y de los Evangelios (la vida de Christopher, el Cristo clonado, reproduce muchos episodios de la vida de Jesús, incluidas resurrecciones, curaciones milagrosas y demás), que se han variado o actualizado para darles un cariz algo más "científico"; tediosos relatos de sesiones del Consejo de Seguridad de la ONU e intrigas "palaciegas" y políticas varias, por no mencionar, páginas y páginas de geopolítica y movimientos estratégicos en diferentes guerras (indescriptible la invasión rusa de Israel)... El ritmo es totalmente irregular, lleno de altibajos, digresiones (el secuestro de Decker en el Líbano), destacando unas últimas 50 páginas del primer tomo realmente soporíferas y que solo se pueden soportar leyendo en diagonal (o no leyendo, porque tampoco cuenta nada que afecte a la trama mucho). Curiosamente, el autor utiliza hasta la saciedad la elipsis para cubrir amplios periodos de tiempo ("Ocho años más tarde..."), aunque los personajes siguen sin mostrar cambios apreciables de personalidad; son casi como robots inmutables e inmunes a toda emoción. También es verdad que no tienen mucha personalidad, así que es difícil que la cambien.
Siendo su valor literario tan mediocre, solo cabría salvarlo por el argumento o por el interés que despertara su supuesto mensaje, pero también ahí encontramos tales despropósitos que sería casi imposible describirlos todos en un comentario. Claro que esto ya es más opinable, y va en gustos. Si eres un fanático de la geopolítica, de la política-ficción, de la Biblia, de la New Age, los libros con tema religioso y todo eso, pues seguro que este libro te vuelve loco. Si te gustan las historias lisérgicas, y disfrutas descubriéndo qué nuevo desbarre se le ocurre al autor, este también es tu libro (solo tienes que leer en diagonal lo que no interesa). El final es delirante, con un panegírico de la anarquía, el ateismo, los extraterrestres y la meditación trascendental, y un odio a la religión judía y cristiana, que parece fruto de una sesión hippie con drogas o algo. Esto redactado en tono de humor tendría que haber quedado chulísimo, pero no, nada, va en serioooooo.
Una vez llegada a ese punto no puedes creer lo que has leído, y mucho menos, conociendo las credenciales del autor (partido repúblicano de los USA, posible fundamentalista cristiano, que ha trabajado en la Administración Bush), ya que, como apuntaba arriba, defiende con vehemencia la New Age, y tacha a Yavé de tirano, cruel, asesino y de todooooo lo malo, y entonces, solo se te ocurren dos opciones: una, en el tercer libro nos hará una vuelta de tuerca (que ya viene en el Apocalipsis, todo sea dicho de paso) y nos demostrará que de eso nada, que nada de no adorar a Dios, que eso son cosas del Demonio; dos, el autor no es quien dice ser... Me inclino por lo primero, ya que Beauseigneur incluye una nota al inicio donde pide a las personas devotas que no hagan juicios precipitados antes de lapidarle y "esperen al final". Así que el "mensaje" es de temerse, no me lo quiero ni imaginar... (la ONU mala, la New Age, mala, la clonación, no digamos; USA bueno, los judíos también buenos; Francia y los rusos malos; las armas atómicas buenas...)
En resumen, una trilogía con mucha paja, datos innecesarios, delirio religioso, documentación ciéntifica y geopolítica abundante, etc, que podría haber mejorado con algo más de emoción, un estilo más literario (no tanta "cita biblica" y "nota a pie de página", por favor, que esto no es una enciclopedia), personajes de verdad, la mitad o menos de las páginas, y sobre todo, si no tomara tan al pie de la letra lo que dice el Apocalipsis (es prácticamente una crónica periodística del asunto) lo cual lo hace previsible (damos por supuesto que la gente CONOCE EL APOCALIPSIS). Pero lo que realmente pone los pelos de punta no es lo que cuenta el libro, sino que el autor cree que eso sucederá. Bueno, todo el mundo tiene derecho a creer lo que le apetezca, pero... Léase esta entrevista:
Extracto:
" ¿Tiene una visión de la humanidad tan apocalíptica como refleja en su novela?
He creado mi historia alrededor de hechos descritos en el Apocalipsis. No digo que lo que cuento vaya a ocurrir, pero creo que hechos muy similares a los que describo en la novela ocurrirán."
O este reportaje:
Extracto:
"Aun así, las consecuencias de todo ello dejan un panorama desolador y nos hacen desear que mejor que no se cumpla todo lo que dice. «¿De verdad querrías evitar la clonación de Jesucristo si fuera posible? Es una técnica que existe y es imposible prevenir que suceda algo así. Aunque creo que lo que sí es inevitable es la llegada del Apocalipsis. En todos los sentidos: a medida que avanzas en la lectura de las novelas te vas dando cuenta cómo se está desarrollando», afirma serio. Su mujer va guiando sus contestaciones. «Es muy importante que el lector sepa que no todo sale de mi imaginación. Si creemos en la Biblia, y muchos millones de personas lo hacen, tenemos que creer en lo que narra. Y el Apocalipsis es una parte. Yo sólo lo he descrito»."
En fin...
En 2018 publiqué una novela a la que titulé "El Cristo Final". Parte de su argumento asume la clonación de ADN procedente de las "Reliquias de la Pasión, pero se desarrolla desde las vicisitudes de un modesto y apasionado profesor que, aún enterado de su terrible origen, de que no es más que una copia absurda que una oscura organización intentó usar para hacerse con el poder planetario de una "nueva fe", carente de cualquier apoyo divino y habilidad sobrenatural, aún así decide luchar por educar a sus estudiantes en la verdad, enfrentado a un sistema escolar y social burocrático y corrupto, para el cual el desarrollo de lo humano es sólo un slogan. Mientras el personaje se debate entre su infructuoso idealismo docente y sus debilidades muy humanas que lo arrastran al oportunismo, al vicio y la venganza, sus contrapuntos con su amigo, devoto cristiano, nos invitan a reflexionar hasta qué punto el ateísmo y la fe, aún siendo opciones sinceras, nada pueden más que consolarnos en un mundo incierto y despiadado, basado en la depredación y la lucha por la existencia, y en el que el único destino de un verdadero maestro es vivir por amor a otros y morir por lo que deben llegar a ser.
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