Argumento:
Nocilla Dream
Agustín Fernández Mallo
Editorial Candaya
218 páginas
Agustín Fernández Mallo
Editorial Candaya
218 páginas
No tiene mucho...
Comentario:
Lo cierto es que cuando empecé a leer este libro pensé que no me iba a gustar. Sin embargo, una vez terminado... no sabía qué pensar. Es decir, es de esa clase de libros que no sabes si catalogar como timo o como obra maestra. Porque por un lado, no se trata más que de una especie de collage literario, con trozos de historias que se entrecruzan, en varios escenarios, fragmentos de textos científicos, citas de otros autores, poemas, pensamientos, etc, aparentemente inconexos salvo excepciones, y por otro, bueno, los fragmentos literarios en sí están bien escritos, resultan casi fascinantes y atrayentes.
Ciertamente, como narración no me convence, pero sí como ejercicio literario, en el que, además, el autor ha tenido el buen gusto de no alargar innecesariamente (es una obra breve).
A pesar de la dispersión de esos minicapítulos o fragmentos de, a veces, menos de una página, se percibe la existencia de varias historias principales que se van relacionando unas con otras a través de una ubicación física (Carson City, la ciudad de Ely, etc) o bien a través de detalles. Tenemos la historia de un niño que va con su padre por la carretera y ve un zapato en medio de ella. La de una pareja que se detiene en la misma carretera, junto a un árbol y arroja unos zapatos a lo alto; la de la ciudad de Ely, famosa por los zapatos que cuelgan de los postes y los árbols de la carretera que pasa cerca de ella... El autor nos describe los acontecimientos y sus explicaciones en desorden cronológico, de modo que el lector ha de hacer un ejercició de memoria y abstracción para entender y relacionar.
Lo que no me ha gustado es el afán de afirmar que esto es "original" como si el autor hubiera inventado la pólvora. Pase que esté bien, que tenga su gracia, que se lo ha trabajado y todo eso, pero no, original no es. A mí, de hecho, me recordaba mientras lo leía, a Rayuela, que también nos proponía algo similar, una escritura fragmentada que el lector debía reorganizar a su gusto en la mente. Cómo no, hay alusiones a Borges, como hacedor de historias que se entrecruzan, y en lo científico, a la teoría de las Catástrofes y a la indeterminación, Heisenberg y Pauli, etc, produciendo una mezcolanza literario-científica o emocional-racional algo extraña. Por cierto, también tiene un aire (pero menos prolijo) a La vida, instrucciones de uso, de Perec.
Uno de los fragmentos o hilos narrativos más interesantes es el de la micronación del Reino de Ergaland y Vargaland y su dominio sobre un territorio físico, dos mentales y otro digital. Los demás, como este, también rozan el surrealismo y el absurdo y, sin embargo, por la forma como nos lo cuenta, parecen anécdotas reales y creíbles (los ingleses que hacen la competición de planchar en el aire).
El autor incluye al final de la obra una especie de mapa o cartografía del universo nocilla, como él lo llama, basado en el sistema de representación cosmos:n de Javier Cañada.
Comentario:
Lo cierto es que cuando empecé a leer este libro pensé que no me iba a gustar. Sin embargo, una vez terminado... no sabía qué pensar. Es decir, es de esa clase de libros que no sabes si catalogar como timo o como obra maestra. Porque por un lado, no se trata más que de una especie de collage literario, con trozos de historias que se entrecruzan, en varios escenarios, fragmentos de textos científicos, citas de otros autores, poemas, pensamientos, etc, aparentemente inconexos salvo excepciones, y por otro, bueno, los fragmentos literarios en sí están bien escritos, resultan casi fascinantes y atrayentes.
Ciertamente, como narración no me convence, pero sí como ejercicio literario, en el que, además, el autor ha tenido el buen gusto de no alargar innecesariamente (es una obra breve).
A pesar de la dispersión de esos minicapítulos o fragmentos de, a veces, menos de una página, se percibe la existencia de varias historias principales que se van relacionando unas con otras a través de una ubicación física (Carson City, la ciudad de Ely, etc) o bien a través de detalles. Tenemos la historia de un niño que va con su padre por la carretera y ve un zapato en medio de ella. La de una pareja que se detiene en la misma carretera, junto a un árbol y arroja unos zapatos a lo alto; la de la ciudad de Ely, famosa por los zapatos que cuelgan de los postes y los árbols de la carretera que pasa cerca de ella... El autor nos describe los acontecimientos y sus explicaciones en desorden cronológico, de modo que el lector ha de hacer un ejercició de memoria y abstracción para entender y relacionar.
Lo que no me ha gustado es el afán de afirmar que esto es "original" como si el autor hubiera inventado la pólvora. Pase que esté bien, que tenga su gracia, que se lo ha trabajado y todo eso, pero no, original no es. A mí, de hecho, me recordaba mientras lo leía, a Rayuela, que también nos proponía algo similar, una escritura fragmentada que el lector debía reorganizar a su gusto en la mente. Cómo no, hay alusiones a Borges, como hacedor de historias que se entrecruzan, y en lo científico, a la teoría de las Catástrofes y a la indeterminación, Heisenberg y Pauli, etc, produciendo una mezcolanza literario-científica o emocional-racional algo extraña. Por cierto, también tiene un aire (pero menos prolijo) a La vida, instrucciones de uso, de Perec.
Uno de los fragmentos o hilos narrativos más interesantes es el de la micronación del Reino de Ergaland y Vargaland y su dominio sobre un territorio físico, dos mentales y otro digital. Los demás, como este, también rozan el surrealismo y el absurdo y, sin embargo, por la forma como nos lo cuenta, parecen anécdotas reales y creíbles (los ingleses que hacen la competición de planchar en el aire).
El autor incluye al final de la obra una especie de mapa o cartografía del universo nocilla, como él lo llama, basado en el sistema de representación cosmos:n de Javier Cañada.
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