Durante la presentación de un libro, la escritora Amélie Nothomb conoce a una de sus fans, con la que se cartea. Tiempo después, la joven publica un libro y se hace famosa. Ambas inician una amistad íntima. De paso, Amélie nos narra sus dificultades para encontrar «compañeros de borrachera con champagne».
Comentario:
Me ha costado resumir el argumento de este libro y también escribir el comentario, especialmente porque no trata de «nada».
Ya es un lugar común decir que la bibliografía de Amélie Nothomb se divide entre sus obras de ficción y aquellas otras de carácter autobiográfico pero con bastante elaboración novelesca. Pétronille pertenece a la segunda categoría.
En ella se narra una historia de amistad muy rara, en la línea de la autora, que, tal y como está contada, no resulta creíble, en especial por las personalidades de las escritoras protagonistas (aunque suene raro decirlo tratándose de hechos supuestamente «reales»).
El estilo de la obra es cien por cien Nothomb: prosa limpia y pulida, fácil de leer, ingeniosa a ratos, con un buen uso de la elipsis y un cierto humor surrealista… Sin embargo, pese a ser «más de lo mismo» o quizás precisamente por ello, ya no impresiona ni sorprende, ni siquiera en el giro final, tan absurdo y precipitado.
No podría decir que es un libro mal escrito, porque sería falso. Está bien redactado. Pero la experiencia lectora, sobre todo si se ha leído mucho a la autora, es como beber un vaso de agua. A la sensación de levedad le ayuda el escasísimo número de páginas, que no permite profundizar en los temas de la obra: la amistad y la creación literaria.
Se supone que la novela trata de la amistad entre dos escritoras excéntricas, unidas no solo por la literatura sino también por el amor al champagne. Pero apenas tenemos constancia de esa relación: se dan unas pocas pinceladas a modo de anécdotas, como la visita de ambas protagonistas a una estación de esquí donde pasan unas vacaciones, los diferentes encuentros para beber champagne o la visita de Amélie a la casa de los padres de Pétronille (que, por cierto, al parecer está inspirado en la escritora real Stéphanie Hochet). En estas pocas vivencias se nos muestra el contraste entre ambas mujeres, una de clase alta, un tanto snob y excéntrica, y la otra nacida de comunistas, proletaria, «poligonera», o marginal de los barrios bajos como la llegan a llamar, y con un carácter arisco y raro.
Lo más interesante son algunos comentarios de Nothomb sobre sus experiencias personales, como la anécdota que cuenta de su viaje a Londres, donde Vivienne Westwood le hizo salir a pasear el perro por un parque. Pero esto podríamos leerlo en entrevistas o artículos sobre la autora. También revisten cierto interés sus opiniones sobre el mundillo literario.
En ningún momento me he metido en la historia. Aburrida no es, porque la brevedad no permite el tedio, pero tampoco aporta nada nuevo a la bibliografía de la autora ni mucho menos a sus lectores. Los temas tratados son interesantes, pero la forma de plasmarlos, a mi modo de ver, es demasiado superficial. La estructura de la novela me ha hecho pensar en un relato que divaga y va de un asunto a otro sin mucha relación, como escenas sueltas.
En resumen, una novela más de Nothomb, que puede interesar a fans muy acérrimos, o a gente que aún no la conozca, aunque a estos yo les recomendaría otras novelas suyas, como «Estupor y Temblores», por ejemplo.
Menos mal que no quedaban ejemplares cuando fui a comprarlo.
ResponderEliminarYo creo que lo disfrutarán más los lectores que no hayan leído muchas obras de la autora. Para quienes hemos leído casi toda su producción, ya no sorprende ni aporta nada. Gracias por el comentario.
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