domingo, 27 de noviembre de 2011

El testamento del Diablo, de Mario Escobar




El testamento del Diablo
Mario Escobar
Factoría de Ideas
320 páginas



Argumento

Los aventureros Lincoln, Fox y Mantorella regresan a Europa. La irrupción de un monje en la boda del primero y la última es el punto de partida para una nueva investigación, en este caso sobre un libro que todos desean, desde el Zar de Rusia hasta una extraña secta de monjes. Mientras, Lenin está a punto de iniciar su viaje en tren, en los prolegómenos de la Revolución Rusa.


Comentario

La novela que nos ocupa es una nueva entrega de la serie de libros de aventuras protagonizadas por Hercules Fox y George Lincoln (más Alicia Mantorella), y, aparentemente, la última. La serie completa consta de los siguientes títulos: "Conspiración Maine", "El Mesías Ario", "El secreto de los assasini ", "La profecía de Aztlán", "El Dedo de Dios" y "El testamento del diablo", y ha llevado a los protagonistas de viaje por medio mundo.

En esta ocasión, el trío regresa a una Europa agitada por la I Guerra Mundial y el inicio de la Revolución Bolchevique en Rusia.

Lo cierto es que en esta novela se pueden señalar casi las mismas características, defectos y virtudes de las anteriores: es una historia contada de forma ágil, casi demasiado deprisa, sin apenas descripciones, todo acción física, muy leve caracterización de personajes, mezcla de personajes de ficción y reales (Churchill, Jung, Lenin, el Zar Nicolás, etc), toques de misterio, búsqueda de tesoros (en este caso la búsqueda de un libro), viajes, tiroteos, peleas, capítulos súper cortos (de menos de dos páginas)...

Quizás como diferencias más señaladas, la prosa es más correcta (siendo tal vez aún demasiado esquemática para mi gusto) y se incide menos en la parte histórica, para centrarse en la aventura pura y dura.

Para mi gusto, la poca descripción de los personajes es el mayor hándicap de la obra, ya que impide empatizar con ellos y sentir los hechos, bastante graves (y previsibles en cuanto a su historia personal), que les suceden a alguno de ellos. La caracterización se basa en asignar a cada personaje uno o dos rasgos concretos que son los que mantienen a lo largo de toda la historia: Hercules es racional, descreído en materia religiosa y hombre de acción; mientras que Lincoln es religioso y tiene que lidiar con el racismo de la gente (es negro). Alicia, por otra parte, la mujer del trío, pues no aporta mucho en esta novela, salvo la subtrama de su boda con Lincoln, que apenas es desarrollada. El desenlace de cierto personaje me ha parecido extremadamente frío y poco descrito. No ha logrado transmitirme ninguna emoción, algo que debería haber sido el clímax de la obra.

En cuanto a la historia en sí me ha parecido que esta vez las motivaciones para lanzarse a la aventura son más débiles que en otras ocasiones. Es decir, no parece que el libro que buscan tenga tanta importancia "real", ya que lo que supuestamente desvela en relación a los judíos es un tema de dominio común en la época, marcada por el antisemitismo. En cierto modo, me ha recordado, salvando las distancias, al libro de Umberto Eco, El Cementerio de Praga, que toca este mismo tema pero desde un punto de vista crítico, burlón y desmitificador. Esa falta de sentido de amenaza o de riesgo potencial para la humanidad que siempre existe en este tipo de novelas rebaja un poco su interés. También el hecho de que en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, el autor opta por enmarcar la acción en un contexto muy conocido cuyo final no depara ninguna sorpresa (la Revolución Rusa). El uso de las profecías, por otra parte, parece algo caótico pues mezcla las realizadas por Rasputín sobre el destino de su patria y de la familia en ella reinante con una cita de Nostradamus (al cual no se menciona, por cierto, ni se dice que provenga de él).

La breve aparición de Lenin y su famoso viaje en tren, aunque se trata levemente, tiene cierto interés, sobre todo en el retrato que se hace del personaje. También son curiosas las menciones a Jung y su pertenencia a una secta cuasi diabólica.

En resumen, una novela de pura acción y aventura, que se lee muy rápido, debido a la prosa y a los capítulos muy cortos, pero que quizá se queda algo escasa en cuanto a trascendencia y mensaje, y sobre todo, en desarrollo de personajes y sus motivaciones y sentimientos / pensamientos acerca de lo que les sucede.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La hija de los sueños, de Sandra Andrés Belenguer


La hija de los sueños
Editorial: Viceversa, 2011
230 páginas
14,50 €

Argumento:

1810, en un orfanato un niño llamado Sebastian presencia y sufre varios sucesos extraños relacionados con las pesadillas de sus compañeros.2010, en el mismo lugar, reconvertido en instituto, Iris está preocupada por lo que siente hacia su amigo Adrien y por el regreso de un sueño de su infancia.

Comentario (con SPOILERS):

La hija de los sueños es una novela juvenil fantástica que parte de una premisa interesante y prometedora: la posibilidad de manipular y utilizar los sueños y pesadillas de las personas, lo que, junto a la existencia de una biblioteca de los sueños y "otra realidad" o la influencia que ejerce la nuestra sobre ella son temas que sin ser originales sí resultan interesantes y con varias posibilidades de ser exploradas, si bien no se aprovechan en todo su potencial, quedándose muchas veces en la superficie.

La historia, que se desarrolla en varias épocas y universos, está bien estructurada, desde el comienzo en 1810, con Sebastian dando inicio a lo que afectará a los personajes del siglo XXI: el escritor fracasado Britt, la adolescente Iris y sus amigos, midiendo la información que se muestra y la que se oculta para mantener el interés en lo que pasa.

La parte dedicada al huérfano Sebastian (lo que ve desde su cama, lo que le sucede en el bosque) y los relatos de las pesadillas están redactados con el adecuado tono inquietante que mezcla acción y horror in crescendo y, aunque algunos sueños funcionan mejor que otros (por tema, intensidad… ), el nivel se mantiene correcto.

Sin embargo, al comenzar lo que sucede en la actualidad, que ocupa la mayor parte de la novela, aunque se desarrolla con fluidez debido a la casi total ausencia de descripciones (excepto en los pasajes de miedo) y a los diálogos que mantienen los personajes, en los que se informa de todo, desde los sentimientos entre ellos hasta los sueños que atormentan a todos los alumnos del instituto tras recibir el misterioso libro de Sikorski, da la impresión de que la historia ocurre de forma un tanto rápida y superficial.

Quizá la falta de profundidad de los personajes: los “progenitores” de la protagonista ni siquiera tienen nombres y su cometido queda muy simplificado, se habla de la amistad entre Iris y Shaila, o lo que siente la joven hacia Adrien, pero no hay escenas que lo muestren más allá de la indecisión sobre si decírselo o no, lo que resta intensidad a algunos acontecimientos relacionados con ellos que ocurren en la novela.

Esta ausencia de matices afecta también a la evolución de otros personajes que en principio podrían ser interesantes, como la del escritor engañado y fracasado Britt hasta convertirse en Morpheus, cuyas acciones no quedan bien justificadas, o la de Sebastian hasta llegar a ser Venox, de la que se cuentan pocos detalles y se sugieren otros que dejan abierta la posibilidad de una continuación, aunque las tramas principales se resuelven de forma más o menos satisfactoria.

En resumen, una obra ligera, que engancha por momentos, correctamente redactada, con una evolución lógica y algo previsible, en la que el hecho de tratarse de una novela juvenil no justifica la carencia de una mayor profundización en los personajes y en los interesantes temas que plantea.






*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Prisionero del Cielo, de Carlos Ruiz Zafón



 El Prisionero del Cielo
Carlos Ruiz Zafón
Editorial Planeta
384 págs



Argumento

La librería de los Sempere no pasa por sus mejores momentos. Paralelamente, un extraño regala a Fermín, amigo de los anteriores, un ejemplar del Conde de Montecristo, un regalo que resucita recuerdos desagradables...


Comentario

La tercera novela de la tetralogía escrita por Carlos Ruiz Zafón (iniciada por La Sombra del Viento), cambia totalmente de registro y de tono con respecto a las anteriores, en especial con respecto a El Juego del Ángel, críptica y superbarroca obra, no entendida por el público.

Aquí nos encontramos con los personajes de la primera novela (Daniel Sempere, Fermín, etc), y alguno de la segunda (David Martín) en un relato mucho más simple o sencillo en cuanto a prosa y estructura. El tono es claramente humorístico, e incluso irónico y a veces hasta exageradamente rocambolesco, con escenas y diálogos bastante surrealistas. Incido en el tema de los diálogos porque prácticamente toda la novela está construida a partir de ellos, haciéndola bastante fácil de leer. Se echa de menos una mayor elaboración de descripciones, que apenas existen, o de la prosa en sí misma (los famosos amaneceres y atardeceres de Zafón brillan por su ausencia). A veces parece demasiado esquemático todo, y lo que es peor, narrado de forma plana y sosa, hasta el punto de poder decir que hay pocos puntos de giro dramáticos o casi ninguno (por no mencionar la sensación continua de anacronismo). El clímax por lo demás, me ha parecido de lo peor, puesto que no solo no eleva el interés con respecto a los anteriores capítulos de la novela sino que remite a ¡una cuarta! Es decir, el autor nos ofrece un final "truncado" muy frustrante, porque te da la sensación de haber leído un montón de páginas donde en realidad no ha pasado nada relevante desde el punto de vista dramático. Vamos, que tienes que comprar el cuarto para leer el final "verdadero".

Algo que resulta un poco irritante y hasta preocupante es el abuso de homenajes-plagio de grandes y conocidas obras de la literatura universal, como por ejemplo El conde de Montecristo y Los Miserables, a los que, por si el lector no había captado, se alude hasta literalmente, subrayándose el carácter un poco burlón y casi paródico de algunas escenas. Por ejemplo, la huida de Fermín calcada de la que sucede en el Conde de Montecristo (para colmo alargada en exceso) o su posterior encuentro con un sacerdote, donde ironizan sobre la escena de Jean Valjean (de Los Miserables) con la cubertería de plata del cura que lo aloja. Una cosa es homenajear y otra es tomar literalmente escenas de otras obras. A mí eso me hace entrever cierta falta de imaginación, un recurrir a lo fácil y seguro bastante sospechoso. Y también un poco de falta de respeto a los lectores, que no son tan tontos como para que les expliquen lo que es obvio.

En cuanto a los personajes, tenemos al narrador en primera persona, Daniel Sempere, que prácticamente no tiene personalidad alguna, y se limita a narrar con tono anodino la parte de la novela que sucede en el presente. Por otro lado, la parte en la que se hace un flashback para contar la estancia de Fermín en prisión, tras la guerra, se narra en tercera persona por un narrador omnisciente. Toda esta sección de la obra parece un intento por unir las tramas de La sombra del viento y de El juego del Ángel, en la figura de David Martín, otro de los presos de la prisión (que nos recuerda a Dickens por su sordidez, solo que exagera tanto que roza la parodia). Aquí el protagonista absoluto es el mentado Fermín, cuyos diálogos retorcidos a mí me parecen irritantes, sobre todo porque hay al menos otros dos personajes en la novela (el escribiente Oswaldo, y el profesor de Historia) que hablan igual. Parece ser que Zafón limita la caracterización de tales personajes secundarios a que "hablan raro", y si bien en un personaje queda bien, visto en varios resulta repetitivo.

El libro parece apelar al fetichismo de los lectores a los que les gustó La Sombra del viento, recuperando personajes supuestamente "entrañables" de aquel (y de El Juego del Ángel), mezclando el Cementerio de Libros olvidados (que no tiene casi ninguna participación real en el argumento), con la estructura de El Conde de Montecristo, y pasado todo ello por un tono demasiado poco serio para no resultar a veces paródico.

Puede que a muchas personas les guste pero a mí personalmente me ha parecido que representa un bajón notable del autor en cuanto a ambición y calidad literaria. Ha ido a lo fácil, a recuperar la los lectores desencantados con la anterior novela, y la historia no resulta interesante fuera de las alusiones autorreferenciales al resto de la serie, que intentan enganchar emotivamente al lector. Y encima no es autoconclusivo.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Fue un beso tonto, de Megan Maxwell


 
Editorial: Versátil, 2010
394 páginas
18,50 €

Argumento:

Las inspectoras Olga Ramos y Clara Viñuelas conocen a dos atractivos médicos de origen escocés, Alexandro O'Connors y Oscar Butler durante un operativo policial en la Sala Joy Eslava. Más tarde se vuelven a encontrar...

Comentario (con SPOILERS):

Una novela se puede leer fijándose en varios factores, entre ellos los que valoran la evolución de la historia: desarrollo, emoción, credibilidad, el mensaje si lo hubiere o los aspectos formales: erratas etc...

En cuanto a estos últimos, en «Fue un beso tonto» se percibe una falta de revisión del texto que puede obstaculizar la lectura, como el uso excesivo, e innecesario, de varias coletillas: «rápido», «rapidez» y «rápidamente», que la mayor parte de las veces no vienen a cuento, o la extraña estructura de muchas frases, desordenadas hasta el punto que en ocasiones hay que leerlas varias veces para entender lo que quieren decir.

Otra cosa que llama la atención es la utilización continuada de palabras y expresiones «vulgares», que aumentan en la última parte de la historia, cuando las policías entran en contacto con la familia O'Connors y se establecen varias peleas dialécticas entre los personajes, sobre todo a partir del capítulo 48), algo que quizá es cuestión de preferencias, aunque se conseguiría un efecto más creíble sin tanta sobrecarga, que muchas veces suena excesiva y exagerada.

También hay varias alusiones y «homenajes» a programas de TV como «Anatomía de Grey» (los apodos de doctor Pichón y doctor Agobio) o la española «Los hombres de Paco» (Olga y Clara bautizan a sus vibradores «Lucas Fernández» y «Montoya»), o referencias a la crónica social de hace algunos años (la amiga de Pepa, Maruja, elige quedarse con «Dinio» entre todos los cachorros de la perra «Dolores», en el capítulo 50, página 325, Clara dice «Aquí hay más tomate que en Telecinco»...) que podrían quedar obsoletas en poco tiempo.

La creación de personajes profundiza sobre todo en la pareja principal, Olga y Alex, siendo Clara y Oscar, por sus similitudes con ellos, copias un tanto insustanciales de sus personalidades. La policía se muestra como una mujer independiente, decidida y profesional, más partidaria de las relaciones ocasionales que de las serias, mientras que él médico es un hombre serio y responsable, preparado para casarse (por segunda vez) y tener hijos.

Entre los personajes secundarios, todos con un rol concreto, útil a la historia, resaltan la abuela Pepa, una septuagenaria que lo mismo sale con hombres que cuida a la nieta y la biznieta, y su vecina y amiga Maruja, quienes protagonizan escenas y diálogos divertidos, ingeniosos y tiernos, cuya caracterización va más allá de las coletillas que usan al hablar («hermosa» la primera y «oy oy oy» la segunda).

La historia, dividida en capítulos cortos de diversa extensión, se centra, como es lógico en el género, en la resolución de la trama romántica, con lo que los pasajes dedicados a los operativos en los que participan las dos amigas se reducen comprensiblemente a varias escenas de acción, aunque hay momentos (toda la parte relacionada con Eva y James y su torpe resolución en la que se echa de menos un micrófono oculto, testigos visuales o algo similar) que puede resultar decepcionante.

Es de resaltar la fluidez con la que avanza la historia. Si bien al principio, tras una breve toma de contacto, parece que los protagonistas masculinos quedan apartados mientras se centra el protagonismo en la vida familiar de Olga (la entrada en escena de la abuela marca el comienzo del tono de humor ingenioso), más tarde se ve la utilidad de estos capítulos, desde la relación de Olga con Pepa hasta lo de la prima Susi y la pequeña Luna, «Dolores» y sus cachorros, encuentros de las policías con otros personajes (la familia de Alex: Perla, Eva, Lidia, el abuelo Walter) o los compañeros de trabajo (Márquez: el ex de Olga, Patricia: la nueva, Juan etc...)

Hay varias cosas interesantes, por ejemplo el tono de credibilidad que tiene casi todo lo que ocurre a los protagonistas (con excepciones: Sabrina convertida en una villana de telenovela, el brusco cambio de Perla hacia Olga, la cantidad de emparejamientos del epílogo...), conflictos normales y comprensibles que dificultan su relación (ella quiere ser libre y mantener su trabajo, Luna, la madre y la ex de Alex, la diferencia de personalidades y clases sociales, varios equívocos).

También es apreciable cierta complejidad en la evolución y profundidad en las personalidades de los protagonistas, lo que, junto a una cuidada planificación que se percibe en pequeños detalles (la autora no se saca nada de la manga, todo ha sido justificado antes, aunque pudieran parecer escenas accesorias), enriquece la historia que se relata y la dota de interés, destacando detalles como la confianza de Alex en Olga cuando su familia cuestiona a la joven o el relato de las cosas, relacionadas con ella, que ha hecho él durante su separación ( ver «Posdata: te quiero» tres veces, visitar a los pingüinos del Faunia, hacerse un tatuaje como el de Robbie Williams y ver el vídeo en el que canta «Something Stupid» con Nicole Kidman etc...)

En resumen, una novela que, pese a sus errores formales, está bien planificada y estructurada, tiene una evolución creíble, sentido del humor y resulta una lectura entretenida.


Enlaces relacionados:

  

*** T ***



Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Carne Muerta, de David Mateo

Carne Muerta
David Mateo
433 páginas
Editorial Dolmen (Serie Z)



Argumento

Debido a un fulminante virus llamado Tifoidea todos los hombres de la tierra mueren. Pero al tercer día resucitan convertidos en muertos vivientes sin cerebro. Las superviventes tendrán que buscarse la vida...


Comentario


Esta obra es la tercera que leo de temática zombi, que ahora está tan de moda, aunque, por el estilo y el argumento, tampoco diría que es tan "de zombis". Estos aparecen, es cierto, pero digamos que su actividad es más bien secundaria en relación con lo que ocurre en el libro.

Si tuviera que calificarlo de algún modo o encuadrarlo en algún género concreto me resultaría un poco difícil: diría que si bien empieza siguiendo la clásica pauta de este tipo de novelas (un incidente o pandemia que provoca la mortandad y posterior resurrección de miles de personas como muertos vivientes putrefactos, etc), luego la trama deriva hacia la aventura bélica, la trama de misterio o thriller (al final) e incluso hacia la fantasía y la Ciencia Ficción.

Precisamente es esta amalgama de géneros, que no tiene por qué ser mala en sí, lo que me ha desconcertado y desenganchado varias veces de la novela. También la estructura elegida por el autor, con varios personajes femeninos en lugares diferentes sin conexión, y los episodios narrados, a veces como relatos dentro del relato principal.

Es decir, me ha parecido que aunque la trama tiene la unidad argumental de la pandemia y resurrección de los muertos varones, en realidad, cada capítulo es como una "estampa" o relato dentro de ese marco. Imagino que finalmente estas historias que parecen desconectadas se unirán en una segunda parte (el libro termina con un "continuará..."), algo que francamente no me gusta nada, porque cuando leo una obra prefiero que sea autoconclusiva. Ya me parece que sobran páginas en esta, como para considerar que necesite aún más para desarrollarse todo lo que quedó pendiente, que es bastante, por no decir todo.

El autor ha mejorado abismalmente en cuando a prosa y recursos narrativos respecto a los anteriores libros que leí de él (Nicho de Reyes, etc). Se nota que conoce las técnicas. Introduce variadas referencias y datos documentales de forma adecuada. Es muy descriptivo, y al tiempo le fluyen los diálogos con naturalidad y bastante coherencia en relación a los personajes que hablan, que están en general bien caracterizados, y algunos de ellos, analizados con cierta profundidad (María, la monja, por ejemplo: para mi gusto es el personaje mejor descrito y el único normal de la historia). Hay descripciones potentes de lugares y de hechos, y pequeñas reflexiones sobre el mundo apocalíptico, que sin embargo, no llegan a dotar a la novela de un "mensaje" claro. Eso sí, el autor, para mi gusto, se regodea en exceso con algunas escenas, y no me refiero a que ponga mucha sangre y gore, sino a que estas escenas, en especial de acción, se alargan. Por ejemplo, hay una pelea entre una mujer soldado y un involucionado en una jaula que dura varias páginas, y tampoco parece que tal exceso se justifique por la relevancia de lo que nos narra. Así hay varias partes en la novela. Sobre todo al final, esa abundancia de descripciones de acción y batallas me han hecho bastante farragosa la lectura. A mí ese tipo de escenas me parecen un poco de relleno, pues no hacen avanzar la trama ni producen giros argumentales.

Otra cosa que no me ha gustado y que en mi opiníón hace bajar a la novela muchos enteros es la falta de verosimilitud tanto del argumento como de las actitudes de la mayor parte de los personajes. De acuerdo, en una novela de zombis, suspendemos la incredulidad. Damos por hecho que ha ocurrido este suceso en este mundo y nos lo creemos. Pero lo que ya no me creo es que en un escenario así (o en cualquier otro escenario) las mujeres se comporten como en este libro. Porque  prácticamente todas las que aparecen son o asesinas o hiperviolentas o psicópatas o locas o líderes de sectas apocalípticas. Y bueno, puedo aceptar que haya una secta dirigida por una loca que haga rituales cuasivampíricos y tenga verborrea de predicadora del Apocalipsis pero que haya tres, casi iguales, pues eso ya me resulta bastante difícil de asimilar (sobre todo porque uno de los personajes en su periplo se encuentra con ¡dos de ellas!), así como las cosas que hacen. Supongo que el "mensaje" de la novela es que las mujeres son tan violentas como los hombres, pero esa premisa es falsa, ya que la realidad demuestra que no es así, y también la ciencia. Una sociedad solo de mujeres no sería como se nos cuenta en esta obra, porque las mujeres, está demostrado, son más colaboradoras y  menos jerárquicas que los hombres, también menos agresivas. Y  ni siquiera algo tan fuerte como lo que pasa en esta novela sería capaz de cambiar lo que es por naturaleza. Además, contribuye a la sensación de irrealidad el que sucedan cambios tan radicales en un periodo de tiempo cortísimo. Surgen sectas dirigidas por mujeres que parecen la Condesa Bathory, se organiza el gobierno  y la milicia, surgen rebeldes guerrilleras en pocas semanas... pues no, no me lo creo.

Dando por hecho que la resurrección zombi es un asunto provocado por algo científico, un virus, también me chirría la irrupción de elementos que parecen fantásticos, como mujeres con lo que parecen poderes mágicos. Y una vez más, la secta de la demente del pueblo de Doña Lambra, que me ha resultado con diferencia lo más increible de todo, y donde el autor se detiene extrañamente, dándole una importancia que no encuentro justificada en el argumento global de la obra.

Siempre me han atraído las historias sobre sociedades diferentes de la nuestra, y en especial,  las especulaciones sobre cómo serían sociedades únicamente femeninas, por eso creo que esta obra está muy desaprovechada en este terreno, y no capta ni plasma, siempre a mi modo de entender, la psicología femenina ni en el comportamiento de cada personaje ni en la dinámica global del grupo (por decirlo de una forma resumida, estas mujeres actúan como hombres). Podría pensarse que el hecho de que el "enemigo" sea un prototipo de varón brutal, sin cerebro y puramente violento entraña un cierto simbolismo de las relaciones entre sexos (así como el hecho de que varias de las protagonistas tengan un historial de maltrato y abuso por parte de hombres), pero a mí me parece un aspecto poco desarrollado y quizás demasiado simplista y obvio en su planteamiento.

Como anécdota, hay algunas erratas en el libro ("envestirla" en lugar de "embestirla"), y sobre todo un pequeño lapsus cuando se dice que una mujer entró en rigor mortis cuando un zombi le arrancó la cabeza (el rigor mortis acontece varias horas tras la muerte, no en el momento).

En resumen, una obra formalmente aceptable y con diversos puntos positivos en cuanto a redacción e imaginación pero que para mi gusto no resulta muy creíble, y además tiene el hándicap de ser una "primera parte" y por lo tanto no remata las tramas, un tanto dispersas y en algunos casos hasta desmadradas y exageradas.