Saturnine responde a una anuncio en prensa que solicita persona para compartir un apartamento. El dueño es un aristócrata español, descendiente de Aníbal y otros cartagineses, según él, que encierra un oscuro secreto en un cuarto no menos oscuro cuyo acceso está vedado a las inquilinas...
Comentario
Una nueva novela de la prolífica autora belga Amélie Nothomb y, que, como viene siendo habitual en los títulos de su última producción, confirma su decadencia artística y literaria, pese a lo que dicen las críticas oficiales. A mí, personalmente, me ha parecido muy alejado de sus obras más famosas e impactantes como por ejemplo "Estupor y Temblores".
La escritora suele alternar las obras que tienen por material narrativo su propia vida y las de pura ficción (en las que, por otro lado, también están presentes muchos detalles de su personalidad). "Barba Azul" corresponde al grupo de novelas no autobiográficas, aunque, como se puede observar, su foto figura la portada, como casi siempre, algo cuyo sentido no soy capaz de comprender.
En este caso tenemos dos personajes principales enfrascados en un duelo verbal y psicológico: por un lado, Saturnine, una joven belga que responde a un anuncio de alquiler de apartamento compartido, y, por otro, un noble español, de extraño nombre, al que todos reputan de asesino, pues las ocho mujeres que anteriormente fueron a vivir a su casa están en paradero desconocido. Teniendo en cuenta este argumento y el título, no hay que ser un genio para entender que se trata de una revisión o versión moderna o interpretación sui generis del personaje de cuento Barba Azul. Dado que ya de partida se nos informa de la naturaleza de fábula de la obra (pese a acontecer en ambientes realistas y reales como la ciudad de París), admitimos que haya que entregarse a la suspensión de la incredulidad más de una vez.
La novela es muy breve, y además, está construida casi íntegramente a partir de diálogos entre ambos personajes, no siempre ingeniosos como cree la autora, y muy a menudo vacíos. El noble español, una auténtica caricatura humorística, siente interés en la Inquisición y muestra unas creencias y comportamientos bastantes arcaicos, y a veces excéntricos, como su curiosa manera de hacer fotos... Pese a su talante amistoso y amable, es la representación de la maldad. Los españoles, históricamente, no son bien considerados en Bélgica.
Se supone que la obra está escrita en clave simbólica (los nombres de los personajes, Saturnine, por ejemplo, y su relación con metales y elementos de la alquimia), con algunos leit motivs como el oro y las transformaciones interiores, el cuarto oscuro para el revelado de fotos, referencias al alquimista Ramón Llull, etc. El cúmulo de imágenes y símbolos convierte la obra en algo críptica. Incluso podría tratar de las relaciones entre desiguales y su sadomasoquismo intrínseco, del poder, etc, pero lo reconozco, no he entendido el mensaje. Si alguien lo ha hecho y sabe de qué va la historia, más allá de la anécdota del argumento y de su muy previsible final, por favor, que lo indique, y no lo digo de broma. Tal vez los críticos tengan razón y sea una de las mejores obras de la autora, pero no he captado su grandeza, ni el alcance de su contenido filosófico.
En resumen, otra obra menor de la autora. Diría que incluso la prosa es más floja que en otras ocasiones, no destaca ni brilla, y es menos mordaz, ingeniosa o lapidaria. Me ha parecido un trabajo rutinario y de mera transición, aunque no sé hacia qué. Poco más se puede contar de una historia tan poco interesante.
La Nothomb que me gusta es la de sus novelas autobiográficas, lo tengo clarísimo. Aun así hace tiempo que no me acerco a ella porque tengo la sensación de que ha caído en una especie de bucle y ha perdido frescura. De este libro no he visto muy buenos comentarios y tú lo corroboras, así que de momento lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Yo es que con esta autora estoy muy desconcertada. A mí casi todas sus obras de antes me gustaban, unas más otras menos. Será que me sorprendían sus puntos de vista. Pero es que últimamente me encuentro con obras que no parecen tener ninguna razón de ser, pero que siguen siendo alabadas por la crítica. Eso es lo que me descoloca. Hasta me hace pensar que igual soy yo la que la "leo diferente". También puede ser que la crítica oficial es más reacia a criticar a autores encumbrados, pero no sé, a mí es que estas últimas obras suyas no me dicen nada. Ciertamente, en las obras autobiográficas se la ve más segura. Está claro que ella misma es lo más interesante de su producción.
EliminarPara mí Barba azul es una de las mejores obras de Norton -las he leído todas- y está me fascinó absolutamente; por los simbolismos de los trajes y colores afines a las personalidades de cada una de las mujeres desaparecidas. Delicioso también el color de oro; él champagne, la yema de huevo, la falda amarilla... el drama y el diálogo, la combinación de ambos, el misterio implícito en la historia, el arte en sus múltiples formas; fotografía, gastronomía, literatura...,y el magnífico final del todo inesperado que acaba con la existencia de ambos protagonistas convirtiendo en estatua de oro a la chica en el justo instante en q su amante deja de respirar. Una obra completa en todos los sentidos. Chapeau!
ResponderEliminarLa foto en la portada de la autora, ya me ha chocado bastante y tanto narcisismo me sorprende, solo la conozco porque leí Temblores y estupores y me hizo gracia. Este cuento resulta agradable de leer para metro viaje, bus, playa. Los diálogos empiezan bien, pero resultan confusos y que decir de los personajes: la típica chica lista y galán español, que no sabe la autora lo patético que resulta,a estas alturas de siglo que utilice semejante arquetipo para crear ese personaje, (bueno claro, es q como los personajes no estan desarrollados y viene muy bien utilizarlo) y todo envuelto en un ambiente q de misterioso y poco trabajado termina siendo confuso,eso sí aderezado con pinceladas de marcas de champagne, de libros sobre el color, dulces, alquimia y demás. Bien escrito, aunque los diálogos terminan cansando. En definitiva un libro agradable,sin duda no de los mejores para el metro,ni de la autora, pero de literatura nada
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