Argumento:
Doyle, un experto en literatura inglesa, es invitado por un extraño millonario llamado Darrow a que viaje con él y un grupo de personas a una conferencia del poeta Coleridge en el siglo XIX a través de unos agujeros en el tiempo que ha descubierto. El salto se realiza pero, debido a ciertos problemas, Doyle no regresa y se queda atrapado en una época que no es la suya, y para colmo, es perseguido por el siniestro doctor Romany y su corte de gitanos y mendigos.
Comentario:
Las puertas de Anubis es el libro más famoso de Tim Powers, autor especializado en fantasía.
Aunque el tema principal es un viaje en el tiempo, en esta historia se entremezclan muchos otros elementos, como la magia y hechicería, y los mitos del Antiguo Egipto.
El comienzo es clásico. Se nos plantea una visita a una época antigua para asistir a una conferencia con un personaje famoso. Dado que Tim Powers parece más centrado en el desarrollo de la aventura que en dotar de cierta veromisimilitud científica a su teoría de los "agujeros" en el tiempo o puertas que permiten los saltos temporales, se agradece que no se extienda en tediosas explicaciones sobre el particular. Luego, como suele suceder en los libros de viajes en el tiempo, observamos cuán de ayuda son al protagonista sus conocimientos sobre personajes y hechos de la época, y también lo vemos construir la propia historia que ya conoce o tratar de evitar cambios en los acontecimientos.
Lo cierto es que hasta casi la mitad del libro se mantiene un buen ritmo, con las sucesivas complicaciones del viaje de Doyle, que interfiere en un plan superior ingeniado por un Amo que pretende la reinstauración de la vieja religión egipcia y que se sirve de las Puertas de Anubis (los agujeros en el tiempo) y otras manipulaciones mágicas para lograrlo. La ambientación del Londres del siglo XIX es muy buena, y tiene ciertas reminiscencias dickensianas. Antológicas son las descripciones terroríficas de las guildas de mendigos que operan en la capital británica, perfectamente organizadas y jerarquizas, con sus propios lugares de asamblea en el subsuelo. Entre los personajes más espantosos está el payaso Horrabin, al parecer mutilado y deformado por su propio padre para dedicarse de forma más efectiva a la mendicidad.
También hay una participación muy destacada de la magia, los hechizos y contrahechizos, tanto que en algunas partes parece que estás leyendo algún libro de Harry Potter. Powers le echa mucho humor a la cosa, sobre todo en las escenas en las que Romany, un ka, o doble etérico del doctor Romanelli se comunican, o cuando invocan a unos peculiares espíritus de fuego a los que intentan convencer para que incendien Londres. Y qué decir de las descripciones de las mazmorras donde se ocultan los mutantes, fruto de los experimentos de Horrabin y su padre... También son bastante irónicos los pensamientos de Doyle echando de menos los avances científicos de nuestra época, en un mundo donde hasta tener un catarro puede llevarte a la tumba.
Aparte del plan maquiavélico del Amo y de las desventuras de Doyle, perseguido por los sicarios de aquel, se entrecruzan también las tramas de Joe-Cara de Perro, una criatura que invade cuerpos humanos, a los cuales brota una intensa pilosidad, y que mata tras abandonar y pasar a otros; y las de Jacky, una clásica historia de venganza, que implica travestismo de mujer a hombre. Secundariamente se cita a la Hermandad de Anteo, un grupo que combate al doctor Romany, pero que aparecen en otra época.
Como digo, hasta la mitad o así, el cóctel resulta atractivo e interesante, pero luego parece que la historia empieza a divagar o a naufragar o no saber a dónde se dirige. Hay cierta reiteración en los hechos y situaciones, y algunas tramas se descuidan. Todo empieza a volverse algo confuso y a eternizarse.
El final es algo previsible, pero coherente con la historia. El autor va atando los cabos de diversas subtramas, aunque hay muchas cosas que quedan en el aire.
En cuanto al estilo, hay buenas y efectistas descripciones de lugares y de ambientes, y un exceso de acción, persecuciones, etc, que se desarrollan en escenas algo largas, y son similares entre sí. Algunas subtramas parecen muy cogidas por los pelos o introducidas sin mucho criterio, como la intervención de Lord Byron. Una cosa destacable es la continua referencia a poetas y autores británicos, y los guiños literarios.
En resumen, un libro que de tener menos páginas sería bastante más ágil, y cuya primera parte es bastante más entretenida que la segunda. De todas formas, recomendable para los amantes del género.
Yo he leido ese libro, es increible como logra atraparlo desde el inicio hasta el final, en mi parecer es bueno, y a la vez aunque alguna cosas quedan en el aire, siempre sorprende como todo se relaciona, y con uno de los finales más excelente.
ResponderEliminarEs una joya de la literatura.