miércoles, 2 de diciembre de 2009

El diario de tapas rojas, de Antonia Cortijos





Editorial: Amazon
8,91 €

Argumento:

Tras el fallecimiento de su madre y la aparición de un hombre buscando el diario de una familiar suya escrito en 1909, Julia Cruells se ve envuelta en una investigación que tiene sus orígenes en unos sucesos ocurridos en el año 36 d.C.

Comentario (con SPOILERS):

Tal como se dice en la contraportada, la novela se desarrolla en tres épocas cuyos acontecimientos se suponen relacionados.

En la  primera, situada en Barcino (la actual Barcelona) en el año 36 d.C., el joven Calíopo relata una historia a un grupo de personas con la esperanza de conseguir su admisión en un grupo llamado "Círculo Garum".

Quizá la elección de la forma en que se cuentan los hechos no es la más adecuada, ya que Calíopo comunica algo que a su vez le ha relatado un desconocido, Jacob, que tampoco pudo vivir todos los sucesos. Sin embargo, el joven da todo lujo detalles acerca de la vida del personaje desde antes de su nacimiento, incluídos diálogos, pensamientos y emociones de los principales protagonistas, lo que, además de ser imposible, no parece esencial para la trama.

Por una parte, los cambios que se hacen a una historia que casi todo el mundo conoce en mayor o menor detalle son bastante previsibles y poco originales, habiendo sido utilizados con ligeras variaciones en otras novelas y películas, y la forma en que afecta a quienes se transmite hace referencia mayoritariamente a la última parte de un relato que puede hacerse largo pese a la brevedad de los capítulos.

El diario de Irene Adell, situado en la primera mitad de la obra, participa de los mismos problemas que el relato de Calíopo. La narradora, Irene, se ve "obligada" a explicar quienes son algunos de los personajes de los que habla (su cuñada Marta o Pablo, el hijo de la portera...) para informar de hechos que ella conoce, dando al diario un estilo novelado en el que reproduce conversaciones entrecomilladas o un relato pormenorizado de varias vivencias de la protagonista con intención de dar un tono de tensión creciente a algunas de sus peripecias.

Al igual que en el relato de Calíopo y en el diario de Irene, también en una carta de Lucía Adell a su hija Julia Cruells, se describe una  conversación del pasado que difícilmente se podría recordar al cabo de tanto tiempo y se relatan emociones y situaciones con la finalidad de emocionar y dramatizar la obra que pueden sacrificar la credibilidad, siendo, en algunas ocasiones, pasajes innecesarios para el avance de la trama.

Y es que da la impresión de que el pormenorizado relato de Calíopo está al servicio de unos hechos, la existencia de un evolucionado "Círculo Garum" en el siglo XXI, cuya finalidad se trata de manera superficial y confusa, al igual que la decisión que toma Julia al conocer todos los hechos y la facilidad con la que confía en la bondad de estos personajes y con la que ellos aceptan sus condiciones.

En cuanto a la historia de la actualidad, la mezcla entre los conflictos personales de los protagonistas y la búsqueda de respuestas da un resultado desigual.

La parte dedicada a la investigación policial es pobre y algo confusa, incluso desordenada: es incomprensible que el el último tercio de la novela se incluya un capítulo que va hacia atrás en el tiempo, al relato de un asesinato que en un principio parecía haber sido tratado en elipsis. Además de que pueda considerarse "hacer trampa" ocultar detalles del misterio, lo que se cuenta no aporta nada nuevo a la trama.

Es curioso también que en otra escena, el interrogatorio de los policías Torralba y Matas a Irina Kamensakaia, se dedique un capítulo a la charla de los personajes sobre la visita y en el siguiente, tras una elipsis, ni siquiera se mencione lo que ha dicho o no la entrevistada.

De hecho, toda la parte de la investigación policial desaprovecha casi todas las posibilidades, desde las reacciones de Gerardo Arnal, quien, tras su primera intervención ante las exigencias de Valeriano Scacs, diluye su presencia e importancia en la obra.

Los policías apenas actúan como tales. Excepto el interrogatorio que incluye a Julia y su hijo Javier, o a un abogado, el resto se reparte entre la naciente relación entre Torralba y Cruells, la reticencia de Matas ante esta, o su inminente separación profesional.

Es en la creación de personajes, en sus sentimientos, personalidades y conflictos, donde se hace hincapié, destacando la relación de Julia con su hijo Javier, o la de ella con Juan Torralba, la amistad entre los dos policías o la situación del matrimonio de conveniencia entre Gerardo Arnal y Laura Doménech. Todas estas relaciones están desarrolladas con mayor profundidad y dedicación de lo que suele ser habitual en las novelas de género, siendo quizá la parte más destacable de la obra (pese a que, en ocasiones, los diálogos se debaten entre lo ingenioso y lo artificioso).

En resumen: Ni su mejor baza, el tratamiento de los personajes, consigue que remonte una historia convencional, que apenas presta atención a la parte de misterio e investigación y cuya estructura es algo confusa y desordenada.


*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta, no seas tímido.
Y no olvides que si publicas un comentario estás aceptando nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres. Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad. Pongo esta coletilla por si acaso fuera necesario, aunque creo que no, al ser un sistema de comentarios de Blogger y no se exige poner email o nombre real. Más vale que sobre que no que falte. No publiques urls ni emails.

Responsable de los datos: M.C. Mendoza (contacto en política de privacidad)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)