martes, 5 de noviembre de 2013

Matar a papá, de Carina Bergfeldt




Editorial: Seix Barral, 2013
Colección: Biblioteca Formentor
Traducción: Gemma Pecharromán Miguel
448 páginas
18,50 €

Argumento:

Mientras una mujer planea cómo matar a su progenitor sin ser descubierta, dos periodistas y una policía intentan resolver el asesinato de una mujer encontrada en el hielo. 

Comentario:
Matar a papá es la primera obra de su autora, quien dice haberse documentado en internet y en una sección de la web de Camilla Lackberg para escribir una novela de misterio que se asemeja bastante en estructura a las de la propia Lackberg, incluyendo una subtrama originada en el pasado, temas sociales (los malos tratos a mujeres y niños) e información de la vida privada de sus protagonistas principales.

También se menciona en un par de ocasiones la trilogía Millenium, de Stieg Larsson, y a su heroína, Lisbeth Salander, obra con la que coincide en el protagonismo de periodistas, de nuevo el maltrato, y un claro tono de información y denuncia presente en muchas de las páginas de esta novela.

Además de estas influencias reconocidas por Bergfeldt, también se percibe la de la “cultura” norteamericana, plasmada en las múltiples referencias a sus series de misterio y crímenes, entre las que destacan las tres de CSI (Las Vegas, New York y Miami) además de sus personajes principales (Gil Grissom, Mac Taylor y Horatio Caine), héroes de una de las protagonistas y , sobre todo, Dexter, cuyo modus operandi (que incluye creer que mata a quien lo merece) utiliza para planear sus propios actos.

En cuanto al misterio, la autora maneja dos tramas principales, la que da título a la novela (¿Cuál de las protagonistas: Anna, Ing-Marie o Julia, quiere matar a su progenitor? ¿Lo hará o no?) y la resolución de asesinato de Elisabeth Hjort, a los que dedica similar atención aunque no con los mismos resultados.

El crimen aún por cometer consume muchas páginas, tanto en cursiva, contando incidentes de cuando la candidata a asesina era una niña, como en primera persona, relatando sus planes, basados en las mencionadas series norteamericanas, que ve de forma casi obsesiva en su afán de cometer el asesinato perfecto.

En este aspecto, la novela puede considerarse un tanto fallida, sobre todo porque repite demasiado la información. Hay tal cantidad de sucesos recordados que acaban por perder efectividad, y lo mismo pasa con las entradas que hace en una libreta con la cubierta adornada por 35 magdalenas relatando los pros y contras de cada idea que se le ocurre. Además, no se dan pistas que permitan deducir su identidad, sino que se revela en el momento que conviene a la trama.

El asesinato de Elisabeth Hjort está mejor llevado, aunque llama la atención que averigüen más las periodistas que la policía o la actitud casi superficial y hasta competitiva con la que afrontan las respectivas investigaciones, muy similar a la que se observa en las series norteamericanas que se mencionan.

Afortunadamente, la autora conoce el género que escribe, y da pistas que llevan a la resolución del caso tras recorrer un largo camino lleno de los equívocos, interrogatorios, sospechosos que resultan inocentes y demás convenciones habituales en las novelas de misterio.

El resultado final es una historia bien redactada y mejor traducida de lo habitual en obras similares, con algunos excesos quizá debidos a ser la primera novela de la autora, que cumple los requisitos del subgénero al que se adscribe (misterio nórdico) y entretiene.


***T***

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