Hoy traemos al blog una entrevista con Arwen Grey, autora de novela
romántica, quien nos hablará
un poco de su obra MI HONORABLE CABALLERO, publicada en octubre por RNR
(Ediciones B), así como de otras cuestiones relacionadas con su trayectoria
literaria, proyectos, etc.
Arwen Grey es el seudónimo que utiliza esta autora nacida en San Sebastián para
escribir novela romántica. Tras el inesperado éxito de su primera novela
autopublicada, «Olvida el pasado», varias editoriales se fijaron en su obra.
Además de «Mi honorable caballero» (Ediciones B), próximamente publicará con la
editorial Harlequin en su sello HQÑ.
Hola, te agradecemos mucho que hayas decidido
dedicarnos unos minutos para responder esta entrevista. Para empezar nos
gustaría saber qué te motivó escribir, cuándo comenzaste a hacerlo y cómo fue
tu evolución de autora autopublicada a ser solicitada por las editoriales. ¿Te
consideras un ejemplo del nuevo paradigma de a autores que saltan de
autoedición a publicación editorial?
Ante todo, gracias por vuestra atención, teniendo en cuenta que no soy
nadie en este mundillo.
Empezaré diciendo que recuerdo haber escrito desde siempre, pero que lo
hacía para mí, que nunca pensé en publicar ni en que nadie me leyera. Todavía
hoy me resulta raro pensar que haya gente que lo haga. Me siento muy incómoda
cuando me lo dicen, no sé muy bien cómo responder.
Publicar, o más bien autopublicar, no fue más que un impulso, no lo planeé.
Alguien me dijo que lo que hacía «tenía posibilidades» y que, si no funcionaba,
tampoco perdía nada, lo cual era cierto. Así que no lo pensé dos veces (tampoco
es que sea muy de pensar dos veces las cosas, me gustan los retos y soy
impulsiva por naturaleza), así que puse título a algo que tenía hecho, lo
revisé, hicimos una portada, y en cuestión de días estaba publicado. La
sorpresa vino fue cuando me dijeron que estaba número 1 en Amazon.com, en las
categorías de suspense romántico y contemporánea. Por ese entonces yo ni
siquiera sabía ni que eso existía, era joven e inocente. Estuvo varios meses
número 1 de romántica allí. De eso hace casi dos años, y la novela sigue entre
los 20 primeros puestos la mayoría de los días.
Llegaron otras novelas, algunas nuevas y otras recicladas, y empezaron a
funcionar en España, aunque costó un poco más que en Amazon.com. Las últimas
han estado durante semanas en el top 100 general, lo que ha hecho que las
editoriales se fijen en cosas que antes ignoraban: autora con público fiel y
que se coloca en buenos puestos desde el principio. Y no es que yo me considere
especial, ni mucho menos, pero es lógico que, como toda empresa, busquen la
rentabilidad. Van a lo seguro, o lo que creen que lo va a ser. Conmigo ha
sucedido como con otros autores de Amazon. Otra cosa es que su teoría se
confirme y que arrastremos nuestro público a la editorial.
Por ahora solo has publicado en
digital: ¿Cómo está siendo la experiencia? ¿Crees que sería diferente en cuanto
a «prestigio» y popularidad (u otras cuestiones) hacerlo en papel?
Creo que existe una percepción extremadamente snob hacia la publicación en
papel, como si fuera de primera categoría, haciendo la historia mejor, mientras
que la publicación en ebook (y con ello su autor), fuera de segunda.
Yo soy una persona práctica y lo veo de otra forma: en papel la
distribución es menor, se restringe a tu país (con mucha suerte), por no hablar
de que los derechos o royalties son menores, mientras que en ebook llegas a
mucho más público (todo el mundo, o casi). En ese sentido, las ventajas del
formato digital sobre el papel son mucho mayores.
Sin embargo, sigue existiendo ese prejuicio de que si publicas en papel
eres como más… autor. Si llega el día en que me publiquen en papel (fuera de
las antologías) tal vez cambie de idea, pero por el momento, solo puedo decir
que no tengo quejas sobre el formato digital.
Además, creo que son ideas antiguas que se deberían ir cambiando, los
lectores ya lo están haciendo, ¿para cuándo nosotros?
Últimamente hay dos visiones polarizadas sobre Amazon:
o se lo odio o se lo ama. ¿En qué punto te encuentras tú? ¿Crees que el
futuro del libro pasa por lo digital o, por el contrario, confías en que el
libro impreso logre superar el reto tecnológico?
¿Quién odia Amazon? Dudo que sea la gente que funciona bien allí. Cierto
que a veces tiene cosas «malas», como que comentarios negativos no desaparezcan
y los positivos no aparezcan, que los ránkings sean tan impenetrables como
ciertos logaritmos, o que las ventas sean impredecibles, pero es una plataforma
que, a día de hoy, es de lo más democrático que existe, un sitio donde
«cualquiera» puede triunfar… y tal vez por eso sea tan odiado.
El libro impreso sobrevivirá, pero seré sincera: yo solo compro en papel
libros de consulta, ensayos, libros técnicos como atlas de anatomía o de
proyecciones radiológicas para el trabajo (que necesito en color y en buen
formato por la calidad de las fotos etc). Porque, seamos sinceros, una novela,
y me da igual de quién sea, del genero que sea, ¿qué diferencia hay de leerla
en papel o en digital? Solo un libro «especial» merece la pena tenerlo en
papel, pero es solo mi opinión.
¿Cuáles fueron las lecturas que más influyeron en ti como lectora y como
escritora? ¿Tienes algún libro de cabecera? ¿Qué autores te inspiran o son tus
favoritos como lectora?
Yo me crié leyendo a escondidas todo lo que había en casa. De adolescente
me gustaban los libros de aventuras de Alejandro Dumas y Verne. Un poco más
tarde descubrí la romántica, pero nunca fui lectora de un solo género, a la vez
leía lo mismo a Stephen King que a Stendhal o a Jane Austen, que es una de mis
autoras favoritas. Mi libro favorito es «Cumbres Borrascosas», una novela a la
que se acusa injustamente de ser una novela romántica, cuando es un tratado
sobre la maldad y el egoísmo. En toda la novela del siglo XIX, hoy conocida
como «esas novelas de amor antiguas», hay casi de todo menos amor, pero nadie
se fija, y por eso me gustan. Me gusta descubrir la ironía, la crítica social,
las corrientes subterráneas, que es algo que se ha perdido hoy en gran medida.
Si tuviera que escoger, me costaría elegir a uno vivo. Todos los que me
gustan de verdad llevan mucho tiempo muertos. Los de ahora, como mucho, me
entretienen. Que tampoco está mal, teniendo en cuenta todo lo que he leído.
Has participado en diversas antologías de relatos, ¿qué te ha aportado esta
experiencia? ¿Te parece más difícil escribir un relato o una novela?
A veces es más complicado escribir un relato que una novela, sobre todo si
el tema no te inspira o es algo que, a priori, no te emociona, pero a la vez es
un reto, y los retos me encantan. Suelo usar los relatos y este tipo de
convocatorias para probar nuevos géneros y distintas técnicas, hacer
experimentos.
En cuanto a dificultad, si es en cuanto a ambientación, documentación, etc,
es lógico que una novela sea más difícil, pero a veces rematar bien un relato
cuesta más, o cuadrar el espacio limitado que te dan. De todas formas, está
bien probar cosas distintas, no me gusta hacer una sola cosa.
¿Podrías hablarnos un poco de Arwen Grey? ¿En qué se diferencia de ti como
escritora? ¿Por qué has elegido tener un seudónimo?
La cuestión del pseudónimo vino al pensar en diferenciar la faceta
romántica de lo que escribiera en otros géneros. No es que lo mantenga en
secreto, ni mucho menos, porque a estas alturas, es público quién soy, pero los
relatos de otros géneros los publico con mi nombre verdadero y lo románticos
con el pseudónimo de Arwen.
No sé si las dos facetas se diferencian en algo, creo que en lo esencial
las dos tienen muchas cosas en común: el humor con un punto negro, personajes
algo extravagantes, las referencias en ocasiones a películas antiguas o a
música, un punto de violencia. Si acaso, que a veces puedo ser completamente
antiromántica, y eso puede sorprender a los que lean algo de Arwen y luego algo
con mi nombre.
En cuanto al nombre en sí, tuve que escogerlo rápido y no se me ocurría
nada. Tiré del nombre de un personaje que no acababa demasiado bien en otra
historia que tiene poco de romántica, pero que es, ironías de la vida, autora
de romántica. Igual debería haberlo pensado mejor, pero ya no hay marcha atrás.
Aunque en tu producción predomina el romance has escrito alguna historia de
humor e incluso de terror. ¿Por qué romántica? ¿Te planteas la posibilidad de
escribir novelas que no se centren en la relación amorosa?
Precisamente la historia de la que saqué el nombre de Arwen es una historia
que no es nada romántica, aunque pueda haber algo por ahí secundario… si surge.
Es una historia que me gusta y querría acabarla un día, pero siempre se me
alinean los planetas. Tendré que ponerme una fecha y acabarla. Seguramente no
funcionaría, pero no es algo que me plantee a la hora de escribir. Siempre he
escrito lo que me gusta y para mí, sin pensar en gustos y modas, así que la
acabaré. Lo apuntaré en mi agenda…
Empecé a escribir romántica muy joven (la primera historia alrededor de los
18). Me dije que yo podía hacer algo parecido a eso que estaba leyendo, crear
mis propias historias, y se ve que era cierto. Pero no me gustaría centrarme en
un solo género.
Además, como he dicho, me gusta hacer de todo: me gusta el humor, me gusta
el género negro, he hecho hasta terror. Nunca he creído que seamos capaces de
una sola cosa. Al menos puedes intentarlo.
Háblanos de tus técnicas. ¿Sueles planificar la novela en sus menores
detalles o dejas todo a la inspiración y al azar? ¿A qué le das más
importancia, a la trama o a la forma? ¿Te gusta experimentar? ¿Eres de quienes
prefieren que los personajes le sorprendan?
Nunca empiezo a escribir sin saber todo lo que va a suceder, improviso lo
mínimo. Incluso cuando escribía para mí, nunca escribía al tuntún. Si escribo
alguna escena fuera de esquema, es algo sin importancia dentro de la trama,
algo de relleno, digamos, algo divertido, relajado. No me gusta el azar, no me
gusta la inspiración a la hora de trabajar, puede crear desastres en tu obra.
La inspiración que venga a la hora de «inventar» la historia, si acaso.
En cuanto a la trama, he comprobado que lo que mejor funciona, aunque suene
triste, es una historia sencilla, con poca complicación. Eso te permite hacer
pequeños experimentos y jugar con alguna escena «a tiempo real», por ejemplo,
alternando el punto de vista de los personajes en la misma situación, o
centrarte en los caracteres.
¿Por qué las tramas sencillas? Porque he visto que las escenas que más has
trabajado, esas en las que trabajas un misterio, una escena dramática, lo que
sea, apenas se aprecian, la gente se queda con otras cosas, como lo gracioso
(en mi caso, la gente se divierte mucho, o eso dicen).
En cuanto a los personajes, me ha costado mucho tiempo intentar dominar a
mis secundarios. Durante años tuve problemas con ellos, al punto que acababan
por comerse a los protagonistas. Todavía me pasa de vez en cuando que me sale
alguno demasiado encantador, pero desde luego, improvisar no improvisan. En mi
casa nadie improvisa.
La novela romántica tiene tópicos y clichés más o menos convencionales
(belleza física, final feliz, matrimonio, hijos), ¿prefieres atenerte a ellos o
te gusta hacer algo diferente en cuanto al tratamiento de personajes y conflictos?
Llevo muy mal algunos de los clichés de la romántica, en especial el
matrimonio y los niños. Lo del final feliz lo tengo asumido y ni siquiera me
parece mal, pero hay finales y finales, no soporto esos en los que a la gente,
en general ellas, parecen haber sufrido una lobotomía y cambian completamente
de carácter y dejan todo, carrera, sueños, por marido e hijos, aunque odiaran a
los niños y lo hayan dicho 1000 veces en el libro.
Yo tengo una tendencia, tal vez peligrosa, a no casarles, excepto en la
última (al ser una novela de Regencia el matrimonio era obligatorio, aunque la
boda no se ve). Suelo dejarles al inicio de su relación y que se apañen solos,
es asunto suyo se siguen o no. Hasta ahora ninguno ha dejado su trabajo ni sus
sueños por el otro ni ha sufrido una mutación preocupante.
Es cierto que no sé si el amor, pero una relación, pueda cambiarte, pero
cambiaría a las dos personas, no solo a la parte femenina. Quiero pensar que en
mis historias los dos cambian, pero no en lo esencial, que aprenden del otro. Y
renunciar a lo importante, como son los sueños y el trabajo, cuando solo lo
hace una de las partes, a la larga puede generar conflictos en la pareja.
Cierto, son novelas, pero hay que ser realista y responsable.
Con la llegada de las publicaciones digitales ha habido un aumento de la
piratería. ¿Piensas que es una forma de dar a conocer a los autores? ¿Crees que
os perjudica, que os beneficia, o que no afecta de forma relevante?
Tal vez se conozcan más libros, pero ¿a los autores? Lo dudo. La persona
que piratea, baja en masa, lee en masa (con suerte), no se fija en el autor, a
no ser que le guste, que tal vez entonces busque más obras. En general leen y
olvidan, ni se fijan en el título ni en el autor.
Beneficiar, no nos beneficia en absoluto, por mucho que lo vendan como que
así nos conocen en todo el mundo. Perjudicar sí, cuánto no sé. Lo que está
claro es que nunca se sabe cuánto se vendería una obra si no se pirateara, pero
que también hay libros que se siguen vendiendo aunque estén piratas.
Lo que no entiendo es que haya autores que lo defienden y se lo tomen como
propaganda, diciendo que el que le lee pirata le acabará comprando. Esa persona
ya tiene el libro, ¿para qué lo va a comprar?
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Las novelas de Arwen Grey |
Recordando obras anteriores tuyas, llama la atención la evolución mostrada a
la hora de plasmar las historias. En las primeras había mucho diálogo, poca
ambientación, etc, mientras que «Mi Honorable Caballero» se nota mucho más
elaborada, ¿eres consciente de estos cambios?
Sería idiota si no me diera cuenta. Esta novela es la que más he trabajado con
diferencia. Es la más larga, la más elaborada, la más… todo. Quise probar otro
estilo, hacer algo distinto, probar una histórica «clásica», al estilo de las
de antes, como las que yo leía cuando era adolescente.
Las novelas anteriores estaban escritas para mí, y me centraba en lo que
para mí importaba, iba al ajo, lo demás no importaba. Total, solo las iba a
leer yo, qué más daba.
Yo siempre he sabido que una de mis lagunas es la ambientación, lo sigue
siendo, y procuro trabajarla más. En esta obra en concreto era importante,
porque algunos escenarios, como DurdleDoor, son casi un personaje más en alguna
de las escenas.
Además, no puedo negar que tener buenos consejeros siempre ayuda. Nunca se
deja de aprender. Siempre hay algo que mejorar.
¿Cuál fue tu intención al escribir «Mi Honorable Caballero»? ¿Has querido
transmitir algún mensaje con esta novela?
Los protagonistas se conocen hace tiempo y sienten de todo menos cariño el
uno hacia el otro, tienen muchos prejuicios. Quería hacer ver que a veces las
primeras impresiones no son las que deben quedar en nuestra retina, hay que
estar atentos. Ocurre los mismo con los secundarios, tanto con el príncipe, con
su hermano, con la prima de la protagonista y su enamorado, con todos ellos las
primeras impresiones son falsas. El ser humano es complicado, supongo. Nadie es
ni tan bueno ni tan tonto como parece. Todos nos equivocamos. Cuesta, eso sí,
hay que estar dispuesto a hacerlo.
¿Qué crees que distingue a «Mi Honorable Caballero» entre otras obras del
género? ¿Cuál crees que es su público, a quién podría gustarle y a quién no?
Creo que es una novela un tanto clásica, pero a la vez tiene algo de humor,
misterio, un malo de verdad, unos protagonistas con mucho carácter. No se
la recomiendo a alguien que busque algo erótico o lleno de sexo, a eso me
refiero al decir que es clásica.
Le gustará a quien disfrute de diálogos rápidos y llenos de dobles
sentidos, de las historias con un punto de acción y misterio.
Los personajes son uno de los puntos fuertes de tu obra. Parecen gustarte
los personajes femeninos fuertes y los masculinos con ciertos valores y
un poco de misterio… ¿Te atreves a hablarnos brevemente de tus héroes? ¿Tienen
algún rasgo común contigo? ¿Cómo te gustan: perfectos, con debilidades, etc?
Descríbenos un poco cada uno de ellos.
Si hay algo que no me gusta de la romántica, al menos de la de antes, eran
esas mujeres desvalidas y lánguidas que esperaban que las rescatase un hombre.
Ellos, en contraposición, eran dominantes, masculinos y las arrastraban a su
cueva
.
Ahora nos encontramos a hombres casi iguales, pero con traumas, lo que les
hace «interesantes» (en eso han evolucionado más bien poco), y a mujeres
supuestamente fuertes, pero que se derriten ante ellos.
Tal vez yo tenga un problema, pero me gusta la gente «normal». Es decir,
personajes no perfectos, que se cabreen por bobadas, capaces de pelear por lo
que les interesa, que no lo dejan todo por unos ojos bonitos. Y cada vez tiendo
más a crear personajes comunes, imperfectos.
Mis chicas son fuertes porque las mujeres normales en general lo son. Si
nos encontrásemos un hombre que tratase de imponernos algo y nos dijera que nos
quiere atar y darnos dos palmadas en el trasero, lo normal es que lo mandásemos
al infierno… como mínimo.
En cuanto a ellos, me gustan los hombres tranquilos, pero capaces de luchar
por lo que quieren, pero que prefieren negociar antes. No me gusta que
avasallen, que se impongan porque sí, porque ellos lo dicen, que arrebaten nada
que ellas no quieren (para empezar, ellas tampoco se dejarían).
Todos tienen defectos, me gusta pensar que son humanos. En general, pecan
de exceso de confianza, de cabezonería, de creer que saben más que el otro y
que nunca se equivocan, pero también son capaces de reconocer un error.
¿Se parecen a mí? Si, soy cabezota, pero a la vez soy realista. La
cabezonería la heredan ellas, el realismo lo heredan ellos.
En qué estás trabajando ahora? ¿Tienes alguna otra obra en proceso? ¿Alguna
primicia que contarnos?
Tengo varias historias empezadas, pero voy a centrarme en la que yo llamo
«Rultinia 2», que es la historia del príncipe Peter de Rultinia. No es
exactamente la continuación de «Mi honorable caballero», pero retoma personajes
de esta. Hay otras cosas por ahí, como que me gustaría acabar algún día mi
historia de crímenes, como he dicho antes.
Primicias no tengo, porque ya lo has avanzado antes, pero a primeros del
año que viene, probablemente en febrero, HQÑ publicará otra de mis novelas,
esta vez contemporánea y ambientada en el mundo hospitalario. Y no, no es
autobiográfica, pero trata de radiología, el departamento más romántico de
cualquier hospital, ya que vemos la belleza interior
de las personas (sí, es un chiste sin gracia que hacemos cada día).
Gracias por responder a nuestras preguntas.
Gracias a vosotras. Seguid así.