T.O.:
Open. An Autobiography, 2009
Editorial: Duomo ediciones,
2014
Traducción de Juanjo Estrella
González
480 páginas
Argumento:
Autobiografía del tenista
Andre Agassi.
Comentario:
Tenis, tenis y más tenis. La
autobiografía de Agassi gira en torno a este deporte, y abarca todas las
facetas de su vida, dominada por la inevitabilidad de jugar, competir, ganar y
perder, luchar por ser el mejor.
El autor relata cómo comenzó a
entrenar obligado por la obsesión paterna de cumplir en el hijo un sueño que no
había logrado por sí mismo. Los duros entrenamientos a los que se sometía, el
lento progreso hasta hacerse conocido, el detallismo con el que relata algunos
de los partidos (juego a juego, golpe a golpe) o la relación con varios de sus compañeros,
desde pelotear siendo niño con su admirado Björn Borg y la arrogancia de Jimmy
Connors, a los enfrentamientos con su némesis, Pete Sampras, entre otros (Roger
Federer, Boris Becker, Rafael Nadal…).
También se recrea en las manías
o rituales antes de entrar en la pista, sus entrenadores, que llegan a ser
parte de su familia, las lesiones, el sufrimiento que soportaba en algunos
partidos, los viajes por el mundo en busca de la siguiente competición, la
soledad, detalles que satisfarán a quienes interese especialmente la faceta
deportiva del protagonista.
Además, la obra incide, sobre
todo en su primera mitad, en la compleja relación entre el tenista y su
progenitor, un hombre implacable decidido a que el muchacho triunfase (el autor
rememora repetidamente sus enfrentamientos una máquina lanzapelotas modificada,
a la que llama el dragón, y le hace sentir diminuto, desvalido), con quien
mantiene una relación entre el amor y el odio similar a la que tiene con el
tenis.
«De pronto mi padre disponía
ya de su pista de tenis en el patio trasero, lo que significaba que a partir de
entonces yo ya tenía mi cárcel. Yo mismo había alimentado a quienes habían
construido mi prisión. Había ayudado a pintar las líneas blancas que servirían
para confinarme. ¿Por qué lo había hecho? No tenía otra opción. Ésa es la razón
por la cual hago todo.»
«Después de años oyendo a mi
padre despotricar contra mis fallos, una derrota ha bastado para que yo mismo
asuma sus críticas. He interiorizado a mi padre –su impaciencia, su
perfeccionismo, su rabia– hasta que su voz no sólo suena como la mía, sino que
es la mía. Ya no necesito que mi padre me torture. A partir de ese día, eso
puedo hacerlo yo solito.»
También se dedica espacio a las mujeres de su vida, desde un primer amor por Wendi, una
recogepelotas de su edad, hasta sus matrimonios con Brooke Shields (ella le
convenció para que dejase de ponerse peluca y se afeitase la cabeza) y Steffi
Graf, relaciones que parecen predestinadas y relata en cierto detalle, sobre
todo la de Stefanie, quien es la primera persona que entiende y comparte su relación con el
tenis («Hablamos de tenis por primera vez. Cuando le digo que odio el tenis,
ella se vuelve hacia mí con un gesto que significa: pues claro. ¿No lo odiamos
todos?»).
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Andre Agassi, Stefanie Graf, Jaden y Jaz (Fotografía: John C. Russell) |
«Esa noche, tras celebrarse la final, tiene lugar
el famoso Baile de Wimbledon. Llevo años oyendo hablar de él, y me muero por
asistir, porque el ganador baila con la ganadora de la final femenina y en esa
edición, como en casi todas las celebradas en los últimos tiempos, la ganadora
es Steffi Graf. Yo me enamoré de ella desde que la vi concediendo una
entrevista en la televisión francesa. Me impactó, me deslumbró su gracia
discreta, su belleza natural. Era como si su aspecto, de algún modo, mostrara
que olía bien. Y, además, que era buena, una persona intrínseca, esencialmente
buena, llena de rectitud moral y de una clase de dignidad que hoy ya no existe.»
Destaca la estructura de la obra,
que empieza por un final (la inminencia del último partido antes de la
retirada) para luego relatar el inicio de su carrera, a los siete años, y
termina con un comienzo, el de la escuela que ha construido en Las Vegas.
«Juego al tenis para ganarme
la vida, aunque odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y
siempre lo he detestado.Cuando este último fragmento
de mi identidad encaja en su lugar, me pongo de rodillas y susurro: por favor,
que acabe todo esto.Y después: no estoy preparado
para que acabe todo esto»
Las memorias, escritas entre Agassi
y J. R. Moehringer (premio Pulitzer de periodismo y autor de su propia
autobiografía, El bar de las grandes esperanzas, obra que impresiona al tenista y motivo
por el que le pide ayuda para escribir la suya), están narradas en primera
persona y presente, con algún que otro salto temporal, sin guiones para indicar
los diálogos, aunque no resulta difícil de leer.
En resumen, Open es una autobiografía irregular
(dependiendo de qué faceta de la vida del autor interese más), con altibajos
(demasiados relatos de partidos), a veces superficial y otras profunda que, más
allá del deportista de élite, muestra a la persona, con sus contradicciones,
intensidad, dudas, pasión, sufrimiento, romanticismo. Y es que, si bien el
tenis parece el tema principal, trata de la vida, como dice Agassi en las palabras que quiere dirigir a los alumnos de la primera promoción de su escuela:
«La vida es un partido de
tenis entre extremos opuestos. Ganar y perder, amar y odiar, abrir y cerrar.
Reconocer pronto ese doloroso hecho ayuda. También hay que reconocer los
extremos opuestos que hay en nosotros, y si no podemos entregarnos a ellos, o
reconciliarnos con ellos, debemos al menos aceptarlos y seguir adelante. Lo
único que no podemos hacer es ignorarlos.
¿Qué otro mensaje espero poder
transmitir? ¿Qué otro mensaje podrían esperar ellos de alguien que dejó el
colegio a los catorce años, y cuyo mayor logro, el logro del que más orgulloso
se siente, es esta escuela?»
***T***
¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer
este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual
tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)
Open es lo que indica el título: André Agassi a corazón abierto. Al terminarlo, a mí no me quedó la sensación de haber leído un libro sobre tenis, sino las memorias de un amigo. Me pareció emocionante descubrir cómo se levantaba después de cada derrota (tenística o personal) y cómo todo lo que ocurría a su alrededor le afectaba enormemente. La relación con su padre, la soledad, su rebeldía, la búsqueda personal en la que se entrometen los medios de comunicación, el amor… puedes notar cómo va creciendo y madurando a base de éxitos y fracasos, a medida que narra sus años frenéticos llenos de intensos torneos y momentos vividos.
ResponderEliminarA mí me fascinó, devoré el libro. Me sentí muy identificada en algunos aspectos, puesto que yo también jugué al tenis a nivel muy cercano al profesional durante 15 años, "odiándolo" hasta el punto en que no sabía vivir sin él. A un nivel inferior, obviamente, pero de alto rendimiento al fin y al cabo.
No sé si habrá influido mi conocimiento del deporte, pero me ha gustado muchísimo. Es uno de los mejores libros que he leído últimamente. Pero creo que para opinar así, tienen que reunirse dos factores: que conozcas y te interese el mundo tenístico, y que te caiga bien Agassi.
EliminarCarambolista:
A mí también me han gustado estas memorias, curiosamente sin interesarme de forma especial ni el tenis ni Agassi (me enteré de que existían al escuchar que las recomendaban en el capítulo de una serie, empecé a leerlas y...), creo que por el factor humano, de superación personal, que trasciende la profesión o la fama del autor: se plantean situaciones con las que es fácil identificarse y empatizar.
Gracias por tu comentario, me ha parecido muy interesante.
Saludos
Gracias a ti! ¿Te puedo preguntar en qué serie mencionan el libro?
EliminarHola, Carambolista:
EliminarMencionan "Open" en el capítulo cuatro de la primera temporada de "Private Eyes". El protagonista, Jason Priestley, que interpreta a un ex jugador profesional de hockey, comenta con la protagonista, Cindy Sampson, detective privado, que la biografía enseña más sobre la perseverancia que cien terapeutas, que es conmovedora, divertida, y que le enseña que no es el único gran atleta que se derrumba en los momentos duros.
A ella la impulsa a leerla, y a mi también.
Saludos.