Helena Guerrero investiga la historia de su familia para
intentar averiguar quién asesinó a su hermana Alicia cincuenta años atrás.
Comentario (con algún SPOILER):
«El color del dinero» tiene algunas de las características de
las sagas familiares, desde la ambientación en lugares «exóticos» (Rabat,
Australia) y fechas significativas (la Guerra Civil española) o los misterios
sin resolver (el asesinato de Alicia no es el único) hasta el protagonismo de
varias mujeres (Blanca en los años treinta, Alicia en 1969 y Helena en la
actualidad), cuyas vivencias se alternan según conviene a la autora para
relatar los que pretende.
Si bien es de suponer que los hechos reales estarán bien documentados,
la ambientación destaca en la descripción de la casa familiar, La Mora, en
Rabat, símbolo de una época que la protagonista recuerda feliz y triste a la
vez.
En cuanto a los personajes, la mayoría están al servicio de
la trama, algunos incluso sin un rol concreto más allá de destacar la poco agradable
personalidad de Helena, una protagonista con quien resulta difícil empatizar
aun comprendiendo que su forma de ser (seca, distante, a veces insensible) es,
de alguna manera, producto de lo sucedido en 1969.
La redacción, distante, y una cuestionable elección de escenas,
poco representativas y, a veces, superficiales (largas cartas cuya redacción
poco natural se nota destinada a informar a quien lee), tampoco contribuyen a
identificarse con Blanca o Alicia, cuyas personalidades y reacciones recuerdan
a las habituales en este tipo de novelas, sin algo especial que las haga
destacar.
El misterio sobre lo sucedido a Alicia, parte central de la
historia (al que se suman uno relacionado con Gregorio Herrero y otro con
Alicia, este último muy evidente y previsible tanto en su desarrollo como
resolución para quien tenga costumbre de leer entre líneas), es lo que mantiene
el interés en la lectura, aunque en muchas ocasiones se notan demasiado los
pasajes en los que la autora cambia de tema o acude a justificaciones poco
convincentes para posponer la revelación de datos de distinta importancia e
interés.
Que algunos personajes tengan información que resolvería varios
de los misterios y no lo digan hasta que se ha realizado la mayor parte de la
investigación y conocido casi todos los secretos (la carta de Blanca que Amparo
entrega a Helena durante una boda o la
que le da Jean Paul a Carlos, especialmente absurda) puede resultar
frustrante y producir una sensación de «engaño».
En resumen, «El color del silencio» es una novela
correctamente escrita, que puede hacerse demasiado larga, debido a la inclusión
de datos irrelevantes y escenas y conversaciones poco representativas, que aportan
poco o nada a la trama principal. Además, el interés por la resolución de los
varios misterios familiares es desigual y errático, y algunas cosas se intuyen
demasiado pronto.
¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer
este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual
tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que
puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se
ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)
Las redacciones distantes no e gustan, a no ser que sean justificadas y ya es cansino ese defecto de bastantes escritores con aburrirnos con paja innecesaria. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarRosalía Navarro:
EliminarEl exceso de texto irrelevante se ha convertido en algo demasiado habitual en las novelas actuales, quizá necesitadas de más revisión.
Saludos.
Es mi actual lectura, llevo poquito. A ver qué tal, con tu opinión bajo las expectativas.
ResponderEliminarBesos
Aylavella:
EliminarLas opiniones son subjetivas, quizá a ti si te guste la novela. Ya nos contarás tus impresiones, si te apetece.
Saludos.
Me ha gustado muchisimo. A mí no me ha sobrado absolutamente nada. Quiza solo la absurda escena de seducción con Marc. Y me gusta que algunas cosas puedas leer entre lineas.
ResponderEliminar