lunes, 24 de enero de 2022

La señora March, de Virginia Feito

Editorial: Lumen, 2022
Traducción: Gemma Rovira
19,90 €
Ebook: 8,90 €

Argumento:

La dueña de su pastelería favorita le dice a la señora March que cree que la protagonista de la nueva novela de su marido, una prostituta, está basada en ella, algo que le disgusta.

Comentario:

La señora March trata de la progresiva caída en la locura de una mujer que no está satisfecha con su matrimonio ni con su vida. Empeñada en hacer las cosas bien, ya sea por exigencias sociales o por imposición propia, parece existir solo como anfitriona, esposa y madre, sin tener entidad como persona, al menos hasta el final, cuando, quizá liberada, ella misma menciona su nombre, ese que se ha evitado mencionar durante toda la novela, como ocurre en Rebeca, de Daphne du Maurier, con quien la comparan, entre otras autoras (Shirley Jackson, Patricia Highsmith), en la publicidad, sin aclarar si se refiere a que tiene similitudes con sus obras o son los referentes de Feito como lectora, y que flaco favor hacen a la novela.

Obsesiva e intensa desde la infancia (los capítulos en flashback lo atestiguan), la idea de que su marido, un escritor de gran éxito, pueda haber basado en ella a su nueva protagonista, Johanna, una prostituta poco agraciada, incluso desagradable, actúa como desencadenante de sus inseguridades y progresiva caída en pensamientos y actos irracionales. Tanto, que elige tratar de destruir varios ejemplares de la novela en lugar de leerla y saber si de verdad hay algún parecido entre ella y el personaje, dando la impresión de que prefiere recrearse en esa posibilidad y, también, de que se aprovecha poco una premisa, en principio, interesante.

La señora March es el personaje principal, y prácticamente único, ya que el resto (marido, hijo, familiares, la asistenta Martha, vecinas, invitados a sus fiestas) son meros secundarios vistos a través de su mirada subjetiva y enferma. Llama la atención que, por su forma de ser y comportarse, apenas inspire simpatía, empatía, comprensión, ni siquiera compasión, o la posibilidad de identificarse, de alguna manera, con ella, lo que resta implicación con la historia que se relata. Lo que les pase a los demás, por supuesto, interesa aún menos.

Que muchos pasajes sean repetitivos, los capítulos del pasado explicativos y obvios, que se den tantos detalles y haya tantas escenas que no aportan nada consiguen que la novela resulte demasiado larga, densa, monótona, aburrida, que se disperse la atención. La "investigación" que la protagonista lleva a cabo, y el viaje que realiza para hacerla, son una muestra de estas situaciones que no solo tienen un aporte irrelevante para la historia, sino que, además, crean expectativas, no resueltas, que acaban resultando frustrantes al dejar demasiadas incógnitas sin resolver de forma satisfactoria. Tampoco la vaguedad en cuanto a la época en la que se desarrolla la acción (en algún momento de la segunda mitad del siglo XX) parece tener una utilidad clara.

En resumen, La señora March es una novela correctamente redactada, con un tema ya visto al que no se le añaden novedades destacables, desarrollado de forma repetitiva, a veces confusa, con un final previsible que se ve venir de lejos, a ratos entretenida, demasiado larga. Como acierto, cierta crítica social a modo de "justificación" parcial de lo que le sucede a la protagonista. Crea falsas expectativas compararla con otros autores e intentar inscribirla en algunos géneros (thriller, misterio, terror) con los que no tiene nada que ver, limitándose a ser una especie de estudio de la degradación psicológica del personaje. 

Nota: Al parecer, la historia ha interesado a la actriz Elisabeth Moss (El cuento de la criada) hasta el punto de querer interpretar a la señora March en una posible futura adaptación cinematográfica.


***T***


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4 comentarios:

  1. Coincido plenamente con la reseña. Se ha escrito demasiado sobre este libro, se ha publicitado como lo que no es.
    Por cierto, ¿las ciervas comen conejos? Supongo que será un error de traducción

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    Respuestas
    1. Hola, Anónim@:

      A mi también me llamó la atención lo de la cierva comiendo un conejo, lo consulté y, al parecer, sí es posible que consuman carne ocasionalmente.

      Gracias por comentar.

      Saludos.

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  2. Me siento engañada, me vendieron la novela como un thriller y la verdad es que, es mas un libro descriptivo lleno de detalles que al final nunca te llevan a una situación concreta o de querer seguir indagando que va a suceder después, pues es muy predecible.

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  3. que decepción de libro. Las críticas literarias habían despertado muchas expectativas, todas falsas. Ni de lejos se parece a ninguno de los libros de P. Highsmith, ni de lejos. La primera parte es algo más entretenida, pero la segunda mitad no tiene sentido. Hay tramas que aparecen, no aportan nada ni se resuelven: la vecina y su hijo, la expulsión del hijo del colegio, el despido de la asistenta, el asesinato de una joven. Son temas que se cuentan en la novela pero que no aportan nada a la historia ni tienen ninguna conexión con el final, previsible, por toro lado. No me ha gustado y es más, me ha cabreado porque habiendo leído las críticas del libro, lo empecé con unas altas expectativas. Ni lo voy a recomendar ni lo voy a regalar a nadie.

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