T.O.: The Last Party, 2022
Editorial: Grijalbo, 2023
Traducción: Víctor Vázquez Monedero
496 páginas
Argumento:
El cadáver de Rhys Lloyd, promotor de la urbanización La Ribera, aparece en el Lago Espejado, en Cwm Coed, una pequeña localidad galesa a cuyos habitantes no les agrada que se esté convirtiendo en un lugar turístico. Las sospechas se reparten entre las personas del pueblo y las que ocupan las casas vacacionales.
Comentario:
Redactada en tercera persona y presente, La última fiesta es una novela de misterio en la que resulta muy difícil acertar todos los secretos que esconden sus personajes, y que les hacen sospechosos y candidatos a haber cometido el asesinato con el que da comienzo la historia. Casi cualquiera podría ser culpable, aunque, y quizá ese sea uno de los aciertos de la autora, según avanza la obra, hay cada vez más personajes que desearías que no hubieran cometido el crimen.
El cómo está escrita, siguiendo la investigación del presente y alternándola con escenas del pasado, en desorden, desde distintos puntos de vista, parece hecho a propósito para dificultar que se adivine quién ha hecho qué o sus posibles motivos para cometer el asesinato. Al principio, hasta que se empieza a distinguir a unos personajes de otros, puede resultar algo confuso, lo que también contribuye al propósito de despistar y dificultar cualquier intento de deducción.
Al ser la primera entrega de una serie, se sabe desde el principio qué personajes son fijos y, por tanto, descartables como culpables. La protagonista es Ffion Morgan, por la parte galesa, acompañada por Leo Brady, el policía inglés, ambos con sus propios problemas, más o menos relevantes para el caso, aunque sí para mostrar cómo evoluciona la relación entre ellos. Los demás personajes, cuya utilidad es ser más o menos sospechosos, o culpables de temas menores, cumplen su cometido, llegando a despertar simpatía y comprensión en algunas ocasiones y rechazo en otraz.
El hecho de que el cadáver aparezca en el Lago Espejado, que sirve como separación entre Gales e Inglaterra puede resultar simbólico, señalando dos formas de vivir y comportarse, diferentes prioridades, el rechazo de los habitantes de Cwm Coed a convertirse en un enclave turístico y la forma en que esto les afecta, al igual que el crimen y su resolución, que se relata en un epílogo tiempo después que relata, con acierto, lo que fue de los personajes y el lugar tras lo suedido.
Como es habitual en las novelas más recientes del género, la autora hace algunas "trampas" para evitar que se deduzca lo sucedido antes de que ella decida revelarlo. Entre ellas se contaría el orden en el que decide dosificar la información, cómo cambian las cosas según el punto de vista o el "esconder" detalles importantes en escenas que parecen indicar otras posibilidades.
Otra característica de los últimos años en las novelas de misterio es recurrir a falsas conclusiones: cuando parece que el caso se ha solucionado, resulta que da un giro que cambia la identidad de quien ha cometido el crimen o incluso de los motivos, y asi varias veces. En La última fiesta, el verdadero final es un tanto cuestionable, tanto por lo que origina el asesinato como la forma elegida para cometerlo, que deja mucho a la casualidad, la suerte e, incluso, la opción de que la víctima sea otra...
En resumen, La última fiesta es una novela bien redactada, con personajes lo bastante creíbles como para que importe lo que les suceda, un misterio más o menos interesante, que consigue eso que parece tan valorado, "enganchar", y que no se pueda adivinar quién cometió el crimen, aunque sea haciendo "trampas". Entretiene, que no es poco. Y ya hay otra novela protagonizada por Ffion Morgan y Leo Brady, aún sin traducir.
***T***
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