T.O.: Fyrvaktaren, 2009
Editorial: Maeva, 2013
Traducción: Carmen Montes
448 páginas
20 €
Ebook: 9,99 €
Argumento:
Patrik Hedström acaba de reincorporarse a su trabajo como
policía tras lo sucedido en La sombra de la sirena cuando le encargan
investigar el asesinato de Matte Sverin.
Comentario:
En ocasiones da la impresión de que no se puede decir nada nuevo de una
novela perteneciente a una serie, que ya se ha dicho todo al comentar
anteriores entregas. Los vigilantes de faro es una de ellas.
La autora utiliza el mismo esquema que en las otras, dividiendo la historia
en dos partes, una dedicada a la investigación de uno o varios crímenes en el
presente y la otra a algo sucedido en el pasado que, por lo general, está
relacionado, más o menos, con la actualidad.
Para quienes se hayan acostumbrado a la propensión a saltar de un personaje
a otro, desde los habituales a los secundarios, sin un motivo aparente que lo
justifique y en ocasiones de forma confusa y tan torpe que obliga a hacer
un esfuerzo para deducir qué punto de vista está mostrando, quizá sea más fácil
seguir una narración errática, en la que algunos personajes no tienen un rol
claro aparte de intentar enredar una trama de intriga más previsible de lo
habitual.
Se diría que la autora no se ha molestado mucho en tratar de ocultar lo que
sucedió en 1870 en la Isla de los Espíritus (Gråskär) entre
Emelie, su marido Karl, nuevo vigilante del faro, Julian, su ayudante, y el
pequeño Gustav, situación que se puede adivinar casi desde el comienzo y tiene
cierto paralelismo con la vida de la nueva habitante del lugar, Annie.
Los temas que se tratan también son recurrentes: las relaciones paterno
filiales, la familia, el efecto de lo que sucede en quienes les rodean (hay
personajes y situaciones que tienen excesivas similitudes con secundarios de
otras novelas) y, sobre todo, la evolución (lenta y repetitiva) de los
personajes conocidos: Erica y su hermana Anna, Patrik y sus compañeros de
trabajo…
Quizá uno de los motivos que inciten a leer Los vigilantes del faro sea
precisamente el final de La sombra de la sirena, que dejó a
varios de los protagonistas habituales en situaciones cuyas consecuencias se
desarrollan en ésta séptima entrega de la serie, que hace, como de costumbre,
mucho hincapié en el creciente número de bebés que aportan Erica y Patrik y en
las relaciones entre el resto de los habitantes de Fjällbacka.
Todo esto hace que Los vigilantes del faro sea más de lo
mismo, escrito con la torpeza habitual (similar esquema y personajes) y con una
previsibilidad fruto de la insistencia de la autora en señalar lo peculiar de
ciertas actitudes o situaciones. Para incondicionales.
Enlace relacionado:
- Reseña de «Las huellas imborrables», de Camilla Läckberg, en este blog
***T***
Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir.
Gracias por tu opinión.
Uf, qué alivio, pensaba que era yo la única que pensaba que Camilla Läckberg es siempre más de lo mismo ;)
ResponderEliminarBesos
Para mí también es un alivio y una alegría saber que no estoy sola en mi percepción de las novelas de Camilla Läckberg.
ResponderEliminarSaludos.
Es más de lo mismo, sin duda. Lo que ocurre es que atrae a un gran número de lectores (me confieso: he leído mucha sobras de ella). Para mí "Las Huellas imborrables", la mejor.
ResponderEliminarLydia, estoy de acuerdo contigo, "Las huellas imborrables" es la mejor novela de la saga. A mi modo de ver da la impresión de que cada trama que se incluye tiene algo que ver con las demás, son parte de un todo, de un mensaje que la autora quiere comunicar.
ResponderEliminarDe hecho la tenemos reseñada en el blog. Voy a poner un enlace dentro de esta reseña por si a alguien le interesa leer los comentarios de otras novelas de la autora.