Editorial: Minotauro, 2013
496 páginas
14,95 €
Ebook: 6,99 €
Argumento:
En Darusia
comienzan a suceder cosas relacionadas con los portales que la comunican.
Varios estudiantes de la Academia de los Portales deciden resolver los
misterios que les rodean.
Comentario:
Es
inevitable que el argumento de El
libro de los portales, e incluso la ilustración de la cubierta,
recuerden, hasta cierto punto, la serie Stargate,
con la que tiene algunas semejanzas, al menos superficiales, aunque pronto toma
su propio rumbo.
Según
avanza la lectura se hace evidente que la autora se ha trabajado mucho el
diseño de un mundo condicionado por la existencia de estos portales y lo que
significa para el desarrollo de la vida de sus habitantes. Poco a poco,
mediante escenas como en la que Tabit acude al hogar de Yanek y habla con él
muchacho y su familia, se va ampliando la información sobre estos portales:
para qué sirven, cómo se pintan, el uso de la bodarita roja, lo que supondría
que se quedaran sin ella, la aparición de la azul con su contenido de esperanza
e intriga, el borrado de algunas de estas puertas, y la Academia de los
Portales.
Todos estos
datos, bien insertados entre escenas dedicadas a la presentación de los
personajes y el desarrollo de los diversos misterios, resultan a menudo
demasiado prolijos, dándoles en ocasiones una relevancia superior a la
narración de las aventuras de los protagonistas, incluso ralentizando el avance
de la historia. Si bien es cierto que la autora crea una sociedad compleja en
la que prácticamente cada detalle es relevante para explicar lo que sucede más
adelante, también puede resultar en algunos tramos una lectura demasiado densa.
Los
protagonistas principales: Caliandra, Tabit, Tash, Rodak, Yunek, están
diseñados para cumplir su cometido, con las características adecuadas para
amoldarse a los tipos que representan, tanto en la parte de aventura como en la
romántica, siendo sus comportamientos y reacciones bastante previsibles en casi
todo momento, con escasas excepciones, algo que puede restar interés por el
destino de los personajes a quienes consigan prever lo que va a suceder antes
de que ocurra.
Y es que la
novela, pese a su corrección formal, y una esmerada planificación que deja ver
el oficio de la autora (todo tiene su importancia y se dirige de forma lenta
pero segura a un final que cierra el círculo), no aporta nada nuevo ni
diferente (ni siquiera lo que descubren más tarde sobre los portales, la
aparición de Yiekele o el lugar en que la encuentran son suficientes para crear
esa sensación de sorpresa o maravilla) al género.
De hecho la
historia peca de excesivamente previsible en bastantes aspectos, lo que, unido
a la mencionada prolijidad en la descripción de todo lo concerniente a los
portales, puede resultar, en algunos de sus excesivamente largos capítulos,
pesada de leer, por lo que el balance final sería el de una novela entretenida,
aunque no especial.
***T***
Los
comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu
opinión.
Si que es verdad que en algunos tramos la lectura puede hacerse un poco densa (solo en algunos), pero no es para nada previsible, ya que da muchas vueltas de tuerca inesperadas que consiguen su cometido: enganchar al lector hasta la ultima pagina. A mi me ha parecido un muy buen libro, aunque quizá sea solo porque a mi me gustan mucho estas historias en las que se mezcla fantasía y realidad.
ResponderEliminarSaludos