Estrenamos Mini Reseñas, artículos que
reunirán los comentarios de varias novelas que por diversos motivos no hemos
reseñado en largo (no hay mucho que decir, falta de tiempo etc). Se intentará
reunir obras cuyo contenido sea similar o tenga algo en común, como estos
cuatro bolsilibros de Bruguera, de la Selección Terror y Punto Rojo.
Noche de difuntos, de Clark Carrados
(Selección Terror #132):
Se trata de una versión,
intencionada o no, de la novela «Diez negritos», de Agatha Christie: El
fallecimiento de Hyram W. Koldicutt y la reunión para lectura de su
testamento ante sus herederos es un punto de partida similar al de la obra de Christie.
Que pronto queden aislados, rodeados por un foso y empiecen a ser asesinados
con métodos cercanos al gore acentúa unas similitudes que son solo las
primeras, si bien hay algunas diferencias en el desarrollo y conclusión.
Correctamente redactada, con
varios giros argumentales no del todo previsibles, alguna sorpresa, cierto
ingenio en los métodos utilizados para cometer los crímenes y una pareja (los
únicos herederos que no conocían al difunto), Bat Bludin y Marion Ford,
decidida a averiguar lo que sucede mientras los otros invitados empiezan a
sucumbir víctimas de sus «debilidades» («Y
cobrarán esa parte, desde luego, suponiendo que vivan para ello, porque yo les
he condenado a muerte y morirán de la muerte acorde con sus circunstancias
personales, a menos que renuncien al dinero que les corresponde.»)
La habilidad del autor para crear una atmósfera
de tensión, terror e intriga consigue que la historia se lea con interés y
curiosidad, en especial quien no conozca la mencionada obra de Agatha Christie.
El fantasma y Miss Pitt, de Clark Carrados (Selección Terror
#488):
Novela bien estructurada: un asesinato en
extrañas circunstancias, presentación de los personajes protagonistas, misterio
(¿existe el fantasma con el que habla la señorita Pitt? ¿Quién comete los
crímenes? ¿Qué ocultan el mayordomo y la doncella?), más asesinatos,
sospechosos, diálogos ingeniosos (en especial entre Barnes y Joyce), un
poco de romance, explicaciones, resolución, fin.
Si bien la señorita Arabella Pitt y su
fantasma, Francis, dan título a la obra, los verdaderos protagonistas son dos
recién llegados, el mayordomo Austin Barnes y la doncella Joyce St Swithin
(encargados también de la trama romántica), siendo secundarios el resto del
servicio, algunos invitados y las cada vez más numerosas víctimas.
Sigue las convenciones del género (terror y
misterio), sabe resolver las diferentes tramas con eficacia y logra que se lea
con interés e intriga por saber quién hizo qué a quién y por qué.
Un solo ataúd, de Silver Kane (Punto Rojo #1):
Tras un punto de partida interesante (la protagonista, Magda, hablando con
su difunto prometido, Percy, mientras le vela durante su funeral), la novela no
tarda en abordar los asesinatos más o menos siniestros en lugares tenebrosos y,
en apariencia, cometidos por Percy, lo que da ocasión a que algunos personajes
crean que Magda está algo desequilibrada, algo que ella no intenta desmentir
con demasiado entusiasmo, e incluso oculta una información de gran
relevancia que solo revela al final, contra toda lógica, cuando conviene al
autor.
La aparición de Clive Sanders, un amigo de Percy, cuyas intenciones no
parecen del todo claras (¿quiere ayudar a Magda o busca algo?) y los asesinatos
hacen avanzar la narración en un tono desigual, que pronto empieza a
resultar poco creíble y hasta previsible.
Un ligero misterio, algunas escenas truculentas y el inevitable romance
logran que la novela resulte entretenida sin más.
El Aire Tiene Huellas, de Lou
Carrigan (Punto Rojo #2):
Como es habitual en las novelas de
Carrigan, «El aire tiene huellas» destaca
por un tono de humor e ingenio a cargo de un protagonista en primera persona,
Conan Stewarts, tan frívolo y superficial como encantador que preside, sobre
todo la primera parte de la historia. La segunda mitad, centrada en la «acción» es
más convencional e incluye visitas a sospechosos, peleas, romance (entre
Conan y Sue Gaskell, enfermera de su tía) y resolución del caso
Un comienzo con connotaciones sobrenaturales (esa
llamada que recibe Conan tras fantasear con asesinar a tía Carolina con ayuda
de su «poder mental», inspirado por la lectura de un libro titulado «Auténtica
Magia Negra») que pronto se abandonan por una trama más convencional y «realista»
(¿Intentan incriminarle en el asesinato de su tía? ¿Quién?), diálogos
ingeniosos protagonizados por Stewarts y otros personajes, en especial Sue, que
le acompaña durante gran parte de la investigación o su amigo, el policía
Archie MacRae, son las principales bazas para conseguir una novela muy
entretenida aunque su desarrollo es desigual y el final, quizá por la obligada
extensión de la colección, es un tanto precipitado.
Otros Bolsilibros Brugera reseñados en este blog:
***T***
¿Qué te ha parecido la
reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están
moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)
Oh, qué buena pinta tienen estos libros. No son ediciones contemporáneas, ¿no? Pregunto porque no sé si hay alguna editorial que se esté dedicando a reeditarlos o habría que buscarlos en el mercado de segunda mano. ¡Gracias!
ResponderEliminarHola, Halcombe:
EliminarAunque creo que sí han reeditado algún bolsilibro me parece que no es ninguno de los que aparecen en la reseña, por lo que, en efecto, o los tienes de la época en que fueron publicados (yo tengo unos cuantos) o hay que buscarlos de segunda mano.
Saludos
Convendría aclarar un dato que quizá sea muy conocido en España pero no en América Latina. Clark Carrados era uno de los seudónimos usados por Luis García Lecha, un escritor de literatura popular que escribió cientos de novelas de distintos géneros (según la Wikipedia fueron alrededor de 2 mil, pero no sé si sea cierto). Era una verdadera máquina creativa que, a juzgar por tu crítica, no lo hacía tan mal.
ResponderEliminarLuis Bernardo Pérez:
EliminarEn efecto, tanto Clark Carrados como otros autores que publicaron bolsilibros en Bruguera lo hicieron bajo seudónimo. Lou Carrigan era Antonio Vera Ramírez, Silver Kane era Francisco González Ledesma, etc. También comparten el haber escrito cientos, o miles, de estas novelas, y de distintos géneros.
Saludos.