lunes, 2 de julio de 2018

Muerte contrarreloj, de Jorge Zepeda Patterson

Muerte contrarreloj
Jorge Zepeda Patterson
Editorial Planeta
312 páginas

Argumento:

Va a comenzar el Tour de Francia. Marc, gregario de uno de los principales equipos, sabe que ha de sacrificarse para garantizar la victoria de su gran amigo y líder del grupo, Steve. Pronto comienzan a suceder percances extraños, incluido un suicidio que podría no serlo...

Comentario:

Es poco frecuente encontrarse con una novela ambientada en el mundillo del ciclismo, en concreto, del mundillo que rodea a la más famosa carrera por etapas del mundo, el Tour de Francia. Para mí ese es el mayor aliciente de esta historia, en la que se introducen varias tramas, una de las cuales nos narra, siguiendo la propia estructura de la carrera (cada capítulo es una etapa o un flashback), la competición deportiva, con sus alegrías y sus miserias, la camaradería y rivalidad, la carga épica, los accidentes, las relaciones con los miembros del equipo técnico o la organización, e incluso con la prensa especializada; mientras, por otro lado, la policía trata de dilucidar la autoría de varios sabotajes sobre los corredores. Es decir, la consabida trama misteriosa para enganchar al lector, como si no confiaran en que el resto de la historia fuera suficientemente potente. Desde mi punto de vista, la novela podría funcionar sin esa concesión comercial.

Aunque no conozco mucho de las interioridades del Tour, diría que la obra está bastante bien documentada en lo que a este se refiere. Se nota, al menos, una cierta investigación, con la inclusión de numerosos detalles y anécdotas (por ejemplo, cómo orinan los ciclistas sobre la bici). Hay también alusiones a corredores famosos reales como Lance Armstrong, Induráin, Anquetil y otros. No se puede decir lo mismo del tema policial, cuyo desarrollo a mí al menos me ha parecido poco concreto (también es cierto que, al ser en primera persona, no había muchas posibilidades de desarrollar), con un "comisario" genérico y algo tópico de dudosa actuación (le cuenta demasiadas cosas de las pesquisas a Marc, quien podría ser sospechoso). Durante una buena parte de la novela, la investigación no existe, limitándose Marc a referir sus sospechas sobre algunos de sus compañeros.

La historia, como dije, está narrada en primera persona por Marc, un ciclista de origen medio colombiano, medio francés. El uso de la primera persona tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Ventajas, que permite conocer de primera mano los sufrimientos del protagonista en la bici y aumenta el tono heroico; desventajas, que, como es costumbre en esta forma de narrar, apenas se profundiza en los otros personajes, a los que conocemos solo a través de los ojos del personaje principal; eso sí, el uso de la primera persona introduce una cierta dosis de ambigüedad en algunas cuestiones, como el desenlace...  

A mi modo de ver, y relacionado con esto, el registro de lenguaje de Marc es demasiado culto, teniendo en cuenta los orígenes y desarrollo del personaje; usa un estilo quizás demasiado de literato, que no permite creérselo del todo. Hay partes donde abundan las frases hechas; y otras donde el autor hace comparaciones un tanto forzadas. Para ser una primera persona, el tono es demasiado racional, en especial cuando narra temas amorosos o sentimentales, lo que hace que suene todo muy frío.

Pero la prosa, en general, es fluida, aunque la novela en sí me parece algo densa, al haber más narración o pensamientos que diálogos. Me da la impresión de que es más larga de lo que debería ser o a mí se me ha hecho larga. Se relatan con mucha prolijidad varias escenas en ruta, aunque comprendo que el libro trata de eso, y es inevitable. También es cierto que hay escenas atractivas al final, en las etapas de los Alpes, donde se exprime del todo el tono y potencial épico del ciclismo, con una narración muy visual y efectiva. Me ha llamado la atención la cantidad de series de TV que se citan, desde Juego de Tronos hasta Los Soprano. (Gazapo: cuando Fiona cita la famosa frase en inglés de "No sabes nada, Jon Nieve", dice, por dos veces, "You don't know nothing, Jon Snow". No soy una experta en inglés pero juraría que lo correcto es "You know nothing, Jon Snow")

Como en toda novela de misterio criminal que se precie, las sospechas van pasando de uno a otro personaje casi de forma continua, aunque, a decir verdad, a veces se trata solo de especulaciones del protagonista u opiniones sin fundamento. Me ha chocado que, de pronto, se hable de un asesino cuando no es seguro que haya cometido ni un asesinato, y casi en todos los casos, sus actuaciones parezcan más propias de un sabotaje. Incluso la prensa, que se supone no conoce todos los detalles, habla de un asesino. 

La intervención policial es mínima, limitándose a las apariciones del "comisario" que mencioné anteriormente para informar al protagonista, lo cual queda un poco extraño. No me ha quedado claro si el policía pertenece a la Gendarmería o a la Policía Nacional francesa. En un momento, dice que viene de París para investigar, pero todo lo relacionado con él es ambiguo y poco claro. 

Con todo, la novela no carece de alicientes, aunque al menos para mí, saber quién era el asesino era el menor de ellos...

En resumen, una curiosa novela de "crímenes", ambientada en el mundo del ciclismo, un Tour de Francia en papel o tinta electrónica, bastante entretenido. Ah, por cierto, parece que están rodando una serie de TV sobre el libro.


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