John M. Coetzee
272 págs
David Lurie es un profesor de Universidad con dos divorcios en su haber, que divide su tiempo entre las clases con unos alumnos que son totalmente indiferentes y las satisfacciones momentáneas que le proporciona una prostituta llamada Soraya. Cuando la prostituta abandona el oficio y deja de atenderle, él vuelve los ojos hacia una joven alumna suya, con la que tiene una aventura. Pero la joven lo denuncia ante las autoridades académicas y Lurie, que se niega a aceptar que ha hecho mal públicamente, es despojado de su puesto. Entonces decide ir a vivir con su hija Lucy a una granja en el campo, lejos de Ciudad del Cabo. Y allí sucederá una tragedia.
Comentario:
Se trata de un libro breve en cuanto a extensión pero lleno de contenidos filosóficos expuestos a través de una trama que parece sencilla. Así que resulta muy difícil hacer un comentario sin mencionar ciertos aspectos del argumento.
En él se habla por igual de las relaciones paterno-filiales, de racismo, de machismo, del sentido de la vida, del orgullo, del sentido de la justicia...
Las relaciones de Lurie con su hija son problemáticas. Una tarde ocurrirá un hecho violento que los marcará a ambos. Lucy se cierra en banda y no quiere comentar con él sus sentimientos; Lurie por su parte se siente desconcertado por la reacción de su hija, que debería ser de venganza o al menos de justicia. Le dicen que “no puede entender” lo que le ha pasado a ella, por ser hombre. A raíz de ese suceso Lurie reflexiona sobre la naturaleza de los hombres y sus relaciones con las mujeres. Es curioso. En algunos tramos me ha recordado mucho al Houellebecq de “Las partículas elementales”. Tanto el uno como el otro parecen defender que el hombre (macho) es algo erróneo y que las mujeres estarían mucho mejor solas. Los hombres de ambos son seres dominados por su deseo. El deseo, ese el argumento que utilizará Lurie para defender su relación con la alumna. Sus compañeros le piden un acto hipócrita: no que se arrepienta, sino que diga públicamente que se arrepiente, y él no pasa por el aro.
Las costumbres en el campo son totalmente diferentes a lo que él conoce, también en lo tocante a las “leyes no escritas”. Hay un curioso y perturbador personaje llamado Petrus, intuyo que de raza negra, que incluso tiene dos mujeres y pretende tener una tercera. Es de una gran ambigüedad; logra poner de los nervios al lector.
La prosa es sencilla y por momentos poética, sobre todo cuando describe la ópera sobre Byron. Se lee muy fácil. Lo que más me ha gustado son las ideas que plantea de manera muy plástica y visual. Pero me ha parecido que tiene un final un poco abrupto y que te deja con ganas de más información sobre lo que va a ocurrir con los personajes. El tono es dramático, nihilista y desencantado, no apto para personas depresivas.
En resumen, un libro corto pero lleno de contenido, ideas y bien escrito, con personajes nada convencionales y cuyas vidas te importan.
Este libro está en mi top 3 de lecturas de 2013. En el terreno filosófico que has comentado, yo destacaría también las breves y certeras cuñas que se incluyen sobre derechos de los animales y especismo en la relación entre el hombre y los animales. Totalmente recomendado.
ResponderEliminarUn gran libro. La evolución de Lurie, el protagonista, es espectacular, muy hábilmente desgranada por Coetzee. Un libro para leer y para releer. Cierto que Coetzee ayuda, pero no es una lectura fácil, por la crudeza, que no por cómo está contado. También ha sido una de mis mejores lecturas de 2013
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