Benito Pérez Galdós
Alianza Editorial
253 pp
Argumento:
Amparo vive bajo la semi-esclavitud de sus parientes, los Bringas, una familia de funcionarios con muchos aires de grandeza. Ella y su hermana, en cambio son pobres. Cuando llegue de América un pariente rico, Agustín Caballero, ácrata y no muy acostumbrado a la vida social, se produce una pequeña revolución en casa de los Bringas. Rosalía, la esposa, desea emparentar como sea con tan buen partido... pero él se va a fijar en Amparo. Lástima que ésta tenga un oscuro secreto en su pasado que resucita con el regreso de un cura con el que tuvo ciertas relaciones, y que no parece resignado a dejar de tenerlas...
Comentario:
Obra al más puro estilo Galdós, con largos diálogos coloquiales y naturales, muy realistas, digresiones, excelente prosa, llena de matices humorísticos y coloristas, y una historia en la que, como pasaba en Fortunata y Jacinta, el autor parece contraponer la pasión libre de barreras a los convencionalismos sociales "artificiales".
Como es habitual en el autor, los personajes, incluso los secundarios están muy bien descritos, y llega a crear algunos muy llamativos, como Marcelina, la hermana del padre Polo (antiguo amante de Amparo), de tal obstinación que conmueve (cuando visita a su hermano, huele a "hembra" y sospecha que hay una mujer, pese a que él se lo niega; se aposta toda la noche delante de su casa para sorprenderla... ); y sobre todo Rosalía Pipaón (la de Bringas), un personaje vanidoso, con ínfulas de gran dama, gastadora, ingenua en su egoísmo (llega a desear que su hija, una niña, se case con Agustín, y lamenta que él no espere un poco a que ella tenga al menos quince años...).
Estos secundarios, unidos a los habituales del autor, como Felipe Centeno, que hace una breve aparición, o el escritor de novelones truculentos, Ido del Sagrario (que parece estar escribiendo una novela inspirada en la vida de Amparo y Refugio, su hermana), enriquecen la trama y acompañan a los personajes principales, Amparo, Agustín y Pedro Polo.
Amparo es la típica chica pobre que arrastra una terrible culpa, un "pecado" que no olvida y que hace que se considere indigna de estar con hombres buenos y de calidad. Ese pecado que no se nombra, pero que se intuye, la vincula con el padre Polo, un cura impetuoso, que entró en religión sin creer realmente en ella, y que poco a poco se fue "convirtiendo". Este hombre aparece en la novela para distorsionar la vida de Amparo, y procurarle nuevas angustias, ya que ella se ha prometido con Agustín, y ese hombre, es como una amenaza.
Galdós es un buen prosista, sin embargo, le falta un poco de sentido de la escena, algo de escenografía teatral. Sus diálogos son muy buenos, pero no crea escenas que resulten memorables (yo recuerdo un par). Las reflexiones de los personajes, en especial de Amparo, ocupan gran parte de la novela. Eso nos permite conocer de primera mano lo que pasa por su cabeza, y al tiempo, implica que no es una novela de peripecias, donde ocurran muchas cosas. A decir verdad, el argumento es bastante leve, y muchas escenas y diálogos están en la novela a título de ambientación. Por ejemplo, las que describen la vida en casa de Rosalía y Bringas.
Sin embargo, la fuerza de esa prosa, que es sin duda, lo más destacado del autor, hacen que la novela se lea con interés, aunque el final sea bastante previsible.
Como no, existe una película española sobre el tema
Tormento, de Pedro Olea
Es un libro en el que cuesta entrar pero si superas los primeros capítulos va mejorando. El personaje más rico y con más aristas en Amparo Sánchez Emperador, que a lo largo de la obra va cambiando y mostrando diversas caras.
ResponderEliminarEl final abierto, algo ambiguo también es muy interesante ya que cada lector puede tener una visión diferente.
Es una novela interesante para comentar porque te obliga a pensar, hay muchas ideas que puedes ir madurando después de leerlo.